Sr. director:
Como entro habitualmente en la página web de la revista me he encontrado con dos gratas novedades, que es preciso dimensionar y resaltar:
La existencia de la colección completa de la revista Angiología desde su primer número (año 1949). Soy de la opinión de que solo se puede hacer futuro si conocemos nuestro pasado.
La posibilidad de publicar en inglés, como desde hace años hacen otras revistas españolas de mayor calado que la nuestra (Revista Española de Cardiología o Cirugía Española). Es decir, sin perder nuestra lengua es posible lograr mayor difusión científica.
Evidentemente, la suma de estos y de otros aspectos contribuirá a mejorar nuestra querida Angiología.
Por todo ello, le felicito a usted y a su equipo editorial.