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Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría

versión On-line ISSN 2340-2733versión impresa ISSN 0211-5735

Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. vol.38 no.134 Madrid jul./dic. 2018  Epub 01-Feb-2021

https://dx.doi.org/10.4321/s0211-57352018000200021 

Crítica de Libros

En primera persona: voces de ayer robadas

In first person: stolen yesterday's voices

Alberto Fernández Liria1 

1Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitario Príncipe de Asturias, Alcalá de Henares, Madrid, España

VILLASANTE, Olga; CANDELA, Ruth; CONSEGLIERI, Ana; TIERNO, Raquel; VÁZQUEZ DE LA TORRE, Paloma; HUERTAS, Rafael. 2018. Cartas desde el manicomio: Experiencias de internamiento en la Casa de Santa Isabel de Leganés. Madrid: Catarata, ISBN: 978-84-9097-437-7. 208 páginasp.

Debería comenzar esta nota diciendo que este trabajo que comentamos se inscribe en el intento, mucho más amplio, de devolver la palabra a quienes han sido privadas de ella por la institución psiquiátrica. Pero antes creo que convendría situar al grupo que lo ha elaborado.

Este libro forma parte de un proceso complejo. Sus protagonistas son un grupo de psiquiatras formadas en el Instituto Psiquiátrico José Germain, la red de servicios comunitarios de salud mental en la que se transformó el Hospital Psiquiátrico Nacional de Leganés en los años 80, agrupadas en torno a Rafael Huertas. Rafael Huertas es profesor de Investigación en el Instituto de Historia del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Es médico, pero, muy desde los inicios de su carrera, se dedicó a la historia. En este campo ha hecho numerosas aportaciones en forma de libro y artículos, pero también como responsable o promotor de la presencia de la historia en una buena colección de publicaciones entre las que la Revista de la AEN está muy bien acompañada por Asclepio o Frenia. Aún caracterizado como médico e historiador, el trabajo de Rafa Huertas no podría entenderse sin hacer referencia a su faceta de militante. Porque si algo da sentido a su amplia labor investigadora es el intento explícito de recuperar la memoria del ayer para usarla hoy para transformar la realidad y construir algo mejor para mañana, en lo que se refiere a la atención a la salud mental y en una perspectiva mucho más amplia.

El Hospital Psiquiátrico Nacional de Leganés se inauguró en 1852 con la intención de convertirse en manicomio modelo, el primero de una serie de seis, dependiente de la beneficencia estatal. El hecho de que poco después el cuidado de los locos fuera encomendado a las diputaciones provinciales y no se construyera la prevista red de establecimientos estatales convirtió al hospital de Leganés en una institución peculiar que mantuvo esta característica hasta el momento de su transformación. La documentación allí conservada permite una lectura longitudinal de más de siglo y medio de historia.

El grupo de psiquiatras al que hacía referencia del que forman parte las autoras del libro hizo su formación en la especialidad de psiquiatría en Leganés después de un proceso de transformación que convirtió la institución en un referente de los movimientos de reforma. Del reparto del material allí disponible, surgió una cantidad ingente de trabajo de investigación y una serie de tesis doctorales centradas en distintos períodos históricos bajo la dirección de Rafael Huertas.

El libro reúne un material muy particular cuya mera existencia debería hacernos reflexionar sobre la esencia de la institución en la que se ha producido. Se trata de cartas escritas por los internos. Cartas que estos escribieron con objeto de hacer llegar a sus familias, a los médicos, a la Justicia, a la reina o al presidente de los Estados Unidos de América. Pero son cartas que nunca llegaron a su destino y fueron guardadas en las historias clínicas de las que ahora han sido rescatadas por las investigadoras.

El libro se presta a múltiples lecturas. Las cartas hablan de las personas que las escribieron, de las que se relacionaban con ellas, del trato recibido en la institución, de la institución misma, de las personas que decidieron no darles curso, de la sociedad en la que todo esto sucedía, de la historia de nuestro país… Sitúa el material ante nuestros ojos y lo contextualiza justo lo suficiente para que el lector pueda extraer sus propias conclusiones.

Son escritos que, gracias al trabajo de las investigadoras, han encontrado por fin destinatario. Porque son cartas que nos hablan hoy a nosotras, a las personas que nos preguntamos por lo que estamos haciendo con quienes tienen experiencias que nos parece que no compartimos.

Es imposible quedar indiferente antes estos textos. Me parece que no puede haber mejor guía para adentrarnos en las entrañas de una institución, mucho más vigente de lo que nos gusta reconocer, que la de estas personas que la padecieron.

El libro tiene una breve introducción que nos permite situar la institución y colocar el material en su contexto. En pocas líneas pinta un cuadro vívido que nos permite hacernos una idea del mundo en el que se inscribe la institución, de los elementos que condicionaban la vida en la misma y del nicho en el que se originan los escritos.

Le siguen las cartas de 41 pacientes. Las cartas de cada paciente son precedidas por una breve presentación de cada uno de ellos y su relación con la institución, construida por las autoras en base a la información contenida en la historia. La brevedad de las notas no oculta la arbitrariedad de algunos de los supuestos emanados del lado cuerdo de estas duplas.

No hay conclusiones. Cierra el volumen una carta a la Reina fechada el 29 de abril Año Rey Divino Uno. Pero es imposible que el lector llegue a este punto sin que en su cabeza se hayan formado algunas impresiones y sin que estas hundan sus raíces no solo en informaciones que hayan podido resultarle nuevas, sino en movimientos emocionales que, aunque sean raros en los libros de historia, aquí son inevitables para cualquiera.

Correspondencia: afliria@gmail.com

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