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Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.24 no.2 Madrid mar./abr. 2009

 

ORIGINAL

 

Valoración de la dieta de escolares granadinos e influencia de factores sociales

Assessment of the diet of school children from Granada and influence of social factors

 

 

J. Velasco1, M. Mariscal-Arcas1, A. Rivas1, M.ª L. Caballero2, J. Hernández-Elizondo1 y F. Olea-Serrano1

1Departamento de Nutrición y Bromatología. Universidad de Granada. Granada. España.
2Exmo. Ayuntamiento de Granada. Granada. España.

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Introducción: Realizar una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades de las diferentes etapas de la vida es importante para un adecuado crecimiento físico y psicológico de la persona, para prevenir enfermedades y para obtener un óptimo estado de salud. La sociedad industrializada se caracteriza por un desequilibrio en el balance energético, debido a un aumento en el aporte de energía a través de los alimentos y una disminución en el gasto nergético con aumento en el consumo de AGS.
Objetivo: evaluar la ingesta media de la dieta y cómo influyen ciertos factores demográficos y socioeconómicos en los hábitos alimentarios en un colectivo de escolares de Granada capital.
Métodos: La población objeto de estudio son 3.190 niños y adolescentes escolarizados en la ciudad de Granada, en edades comprendidas entre los 8 y los 15 años. Para el estudio se confeccionó una encuesta de hábitos de vida, dietéticos, recuerdo de 24 horas y frecuencia de consumo de alimentos previamente validada.
Resultados y discusión: Esta población tiene una ingesta calórica media superior al gasto teórico medio dictado por la OMS, encontrándose valores superiores de energía en los varones. El perfil calórico encontrado en nuestro colectivo es claramente desequilibrado. Las principales fuentes de proteínas fueron las carnes y lácteos. Ingestas elevadas de AGS, AGP, y colesterol sobrepasando notablemente las cifras recomendables. La ingesta de vitamina E no alcanzan las recomendaciones diarias emplean. En hábitos dietéticos, la población en estudio usa menos de media hora en desayunar y alrededor de media hora en la comida de medio día y la cena, relacionándose aquellos que emplean más tiempo en las comidas con una mayor ingesta de energía y proteínas.

Palabras clave: Dieta. Niños y adolescentes. Hábitos de vida.


ABSTRACT

Introduction: To perform a balanced diet adapted to the needs of the different life stages is important for a correct peopleís physical and psychological growth, preventing disease, and obtaining an optimal health status. The industrialized society is characterized by unbalanced energy balance due to an increase of energy intake through foods and decreased energy waste with increasedSFA consumption.
Objective: To assess average dietary intake and how certain demographical and socio-economic factors have an influence on dietary habits of a sample of schoolchildren from Granada city.
Methods: The study population comprises 3,190 children and adolescents schooled at Granada city, with ages comprised between 8 and 15 years. A previously validated specific questionnaire was created including lifestyle habits, dietary habits, 24-hour recall, and frequency of foods consumption.
Results and discussion: The average caloric ingestion in this population is higher than the predicted average waste recommended by WHO, with higher energy values being found in males. The caloric profile found in our sample is clearly unbalanced. The main protein sources were meats and dairy products. There were high intakes of SFA, PUFA, and cholesterol, markedly surpassing the recommended values. Vitamin E intake did not reach the daily recommended values. With regards to dietary habits, the study population spends less than 30 minutes for breakfast and about half an hour for lunch and dinner, those spending more time for meals having the highest energy and proteins intake.

Key words: Diet. Children and adolescents. Lifestyle habits.


 

Introducción

Realizar una dieta equilibrada y adaptada a las necesidades de las diferentes etapas de la vida es importante para un adecuado crecimiento físico y psicológico de la persona, para prevenir enfermedades y para obtener un óptimo estado de salud1. La prevención de las enfermedades crónicas debe empezar en las etapas tempranas de la vida, ya que los factores de riesgo que tendrán implicaciones posteriores pueden identificarse en la niñez. La alimentación durante la edad escolar es un tema de atención prioritaria, ya que una nutrición correcta durante esta etapa puede ser vital para conseguir un crecimiento y estado de salud óptimos. Igualmente permite la adquisición de unos determinados hábitos alimentarios, que posteriormente serán difíciles de cambiar2. Esta es la razón principal por la que la nutrición de los escolares y los jóvenes es, hoy día, un importante objeto de promoción de la salud en las escuelas3.

La sociedad industrializada se caracteriza por un desequilibrio en el balance energético, debido a un aumento en el aporte de energía a través de los alimentos y una disminución en el gasto energético; un aumento en el consumo de AGS, AGP de la serie n-6, AG-trans, y una reducción en la ingesta de AGP de la serie n-3, aumentando el ratio n-6/n-3 a valores muy lejanos del 2-1/1 de la dieta que podría ser adecuada4,5. Hay reducción en la ingesta de carbohidratos complejos y fibra, una disminución en el consumo de frutas y verduras, así como de antioxidantes y algunos minerales6,7. Por todo ello, resulta pertinente modificar los hábitos alimentarios hacia dietas representantes de un patrón alimentario saludable. Debido a la elevada evidencia científica de los beneficios de la dieta mediterránea sobre la salud humana, parece apropiado un retorno a la "dieta mediterránea tradicional". La dieta Mediterránea determina un perfil nutricional caracterizado por un alto contenido en grasa total (30-40% del total de la energía) pero bajo en grasa saturada (≤ 7-8% del total de la energía). El elevado consumo de productos vegetales y consumo moderado de productos animales permite alcanzar altos niveles de fibra, vitaminas, minerales y productos fitoquímicos8.

El niño necesita tomar más nutrientes en una cantidad menor de calorías, ya que si toma los mismos alimentos que los adultos conseguirá un exceso calórico que puede llevarle al sobrepeso e iniciar un proceso de obesidad, y si por el contrario, consume los mismo alimentos pero en cantidades menores, tendrá probablemente aportes inadecuados de nutrientes afectando su crecimiento y salud2.

Existen diversos factores que influyen en la alimentación del escolar y ayudan a modelar los hábitos alimentarios del niño. En general existe un acuerdo en que el nivel socioeconómico y el nivel educativo de los padres influyen en la ingesta dietética del niño9-11. El nivel de educación de los padres es predictor del status socioeconómico familiar, puesto que está determinado no sólo por los ingresos familiares, sino también por la educación y ocupación de los padres12. Diversos estudios ponen de manifiesto la relación existente entre el nivel educativo de la madre con el consumo de alimentos, energía y nutrientes del niño13,14.

 

Objetivos

Por tanto y por todo lo anteriormente citado, el objeto del presente estudio es evaluar la ingesta media de la dieta y cómo influyen ciertos factores demográficos y socioeconómicos en los hábitos alimentarios en un colectivo de escolares de Granada capital.

 

Material y métodos

La población en estudio son niños y adolescentes escolarizados en la ciudad de Granada, agrupados por los distritos de la capital y por el tipo de colegio (público, concertado, privado) al que asisten. En total han sido 35 centros escolares seleccionados al azar. La población escolar en edades comprendidas entre los 8 y los 15 años. El número de escolares analizados es de 3.190.

Se realizó para este trabajo un cuestionario específico que incluye distintos apartados: Datos del sujeto, Frecuencia de Consumo de Alimentos (FFQ), Cuestionario de recuerdo de 24 horas (R24H), Cuestionario de hábitos de vida.

La elaboración del FFQ se ha basado en trabajos previos del grupo de investigación y de acuerdo con los alimentos comúnmente consumidos por esta población15-17. El programa informático para valoración de R24H ha sido Dietsource 1.2 (NOVARTIS)18.

La validez del cuestionario se obtuvo al relacionar energía, proteínas, lípidos y H de C estimados en el cuestionario de R24h y valores procedentes del cuestionario semicuantitativo de frecuencia de alimentos mediante el test de Spearman. Resultando unos valores de rho = 0,690 para proteínas, rho = 0,830 para lípidos y rho = 0,785 para hidratos de carbono en todos ellos el valor de significación fue inferior a 0,05. Se cuenta con la aprobación del comité de ética de la Universidad de Granada.

 

Estudios estadísticos

Programa estadístico SPSS 15 (SPSS Inc. Chicago, IL, USA) Se utilizan tests paramétricos y no paramétricos, tests de comparación de medias (test T y ANOVAS) y tablas de contingencia y correlaciones (estadístico chi2). El grado de significación de los tests se sitúa en p ≤ 0,05.

 

Resultados

La edad media de la población es de 10,8 años SD: 1,8 años. Se han establecido dos grupos de edad: de 6 a 9 años y de 10 a 15 años, ya que a partir de los 10 años de edad las recomendaciones nutricionales varían en función del sexo19,20, así 859 eran menores de 10 años y 2.331 mayores de 10 años (p < 0,05) No existen diferenciasestadísticamente significativas (p = 0,476) en la distribución por sexos 49,40% hombres y 50,60% mujeres.

Algunas de las variables relacionadas con hábitos nutricionales se recogen en la tabla I. El 85% de niños y adolescentes desayuna en menos de media hora y aproximadamente el 50% almuerza y cena en media hora. Más del 90% de los sujetos dice tener conocimientos sobre alimentación (p < 0,05), siendo las fuentes principales de estos conocimientos los centros escolares y su familia. Más del 80% de los sujetos no cree que lo anunciado en TV sea lo más saludable.

La tabla II recoge los valores medios estimados de los diferentes nutrientes a partir del cuestionario de recuerdo de 24 h. Los varones presentaron ingestas superiores a las mujeres aproximadamente en 24 kcal/día (p < 0,001); La ingesta calórica aumenta conforme aumenta la edad según la ecuación: Energía (kcal/día) = 2.447,60 + 12,56 (Edad en años) (p = 0,020). El consumo de hidratos de carbono es mayor en las adolescentes que en los adolescentes, siendo la diferencia es estadísticamente significativa (p < 0,001). Se encontró un consumo superior de lípidos en adolescentes varones que en niños y en adolescentes de sexo femenino, con diferencia estadísticamente significativa (p < 0,001), corregido el sesgo de la influencia de la ingesta energética. En este estudio la energía aportada por los carbohidratos se relacionó negativamente con la aportada por la grasa total (r = -0,290; p < 0,001), por AGS (r = -0,245; p < 0,001), por AGM (r = -0,306; p < 0,001), y por AGP (r = -0,136; p < 0,001), y con la ingesta de colesterol (r = -0,206; p < 0,001).

La mayoría de los micronutrientes valorados están por encima del 100% de las recomendaciones diarias salvo vitamina E, acido fólico y yodo que no alcanza la recomendación. El valor del I2 hay que considerarlo con precaución ya que en ocasiones las tablas de composición de alimentos disponibles no recogen este dato para alimentos que potencialmente pueden ser una fuente de este elemento. El Fe y el Ca son inferiores a las recomendaciones para los adolescentes de ambos sexos y la vitamina D es inferior a la recomendación para niños y adolescentes mujeres, en cualquier caso las diferencias son estadísticamente significativas para los tres grupos en estudio.

La tabla III recoge aquellas variables consideradas en el trabajo y que afectan al ingesta de algún nutriente estimado en el cuestionario de R24h. El resto de las variables recogidas en la tabla 2 no presentan diferencias estadísticamente significativas (p > 0,05) frente a las variables de hábitos de vida consideradas.

 

Discusión

La elección de la población de escolares como base de estudio para este trabajo fue al azar, fueron elegidos de un total de 35 centros escolares (públicos, concertados y privados) de los ocho distritos que componen Granada capital.

Valores superiores de energía en los varones están de acuerdo con la mayor actividad física desarrollada por estos y coinciden con datos obtenidos en Madrid, Galicia y Reus21,22, y son algo inferiores a los obtenidos en la población de Hong Kong23. Además, el hecho de que los niños ingieran más energía está en concordancia con las recomendaciones actuales, más elevadas para los varones24. Desde el primer año de vida hasta los 15 años, la ingesta energética aumenta progresiva y lentamente, y más en los niños que en las niñas25. Esta población tiene una ingesta calórica media superior al gasto teórico medio dictado por la FAO/WHO/UNU20. En este colectivo, la ingesta media de proteínas supone algo más de dos veces el nivel de ingesta recomendado. De hecho sólo un 0,2% de los escolares estudiados tuvieron ingestas por debajo del 67% de las IDR. Este comportamiento también se da en otros estudios españoles26,27 y está en consonancia con la tendencia generalizada en la población española28, de consumir altas cantidades de carnes y derivados11. Las principales fuentes de proteínas de nuestro colectivo fueron las carnes y lácteos, hecho que coincide con otros estudios28. Referente a los hidratos de carbono el aporte diario total es similar a la encontrada en otros estudios29,31. El consumo de fibra es similar a la observada en un estudio llevado a cabo en niños de Australia32. El consumo de lípidos es superior a la de otros estudios realizados en Galicia y Australia21,33. Ingestas elevadas de ácidos grasos saturados (AGS) y ácidos grasos poliinsaturados (AGP) aumentan los niveles sanguíneos de LDL colesterol34. La ingesta media de colesterol es elevada, sobrepasando notablemente las cifras recomendables (300 mg/persona/día) hecho común en poblaciones españolas de similares características y en estudios de otros países23,34. Pero hay que considerar que diversos estudios constatan que dietas con un consumo bajo de colesterol en niños, particularmente durante el período del desarrollo, no son tan beneficiosas; ya que el consumo adecuado de grasas y colesterol puede tener beneficios en el crecimiento e ingesta de nutrientes34-36.

El perfil calórico encontrado en nuestro colectivo es claramente desequilibrado con un alto porcentaje de calorías aportadas por las proteínas y lípidos, y un bajo porcentaje aportado por los hidratos de carbono. Esta situación es típica de nuestro país y de países cuyos hábitos alimentarios son también mediterráneos37, 38. De hecho, sólo un pequeño porcentaje de los niños (15,1%) cumplen los objetivos nutricionales marcados por la SENC39 para la población infantil. Se recomienda reducir la ingesta de grasa de tal forma que aporten < 35% de las kilocalorías totales de la dieta. El porcentaje de energía aportada por los distintos ácidos grasos está desequilibrado existiendo una ingesta superior de AGS y AGM numerosos estudios tanto españoles como extranjeros muestran el mismo compotamiento29,31,37.

Las cantidades medias de algunas vitaminas cubren suficientemente las IR marcadas para este grupo de población40. Respecto a la ingesta de vitamina E hay que señalar que no alcanzan las recomendaciones diarias establecidas para esta población, hecho coincidente con otros estudios41. De minerales cabe destacar que, si se divide la muestra por edad y sexo, existe una diferencia significativa en cuanto a la ingesta de hierro y calcio (p < 0,001 en ambos casos), mientras que los niños si cumplen las IR para el calcio. En el caso del hierro cuando se observa la cobertura a las IR se aprecia que mientras la media de ingesta de los adolescentes varones y de los niños cubre la recomendación, la media de ingesta de hierro de las niñas llega escasamente al 100%.

Según diversos autores existe relación entre una dieta baja en calcio y una deficiencia en otros micronutrientes42, y la ingesta adecuada de calcio durante las primeras etapas de la vida es un factor crítico para llegar a un pico de masa ósea óptimo43-45. La relación Ca/P debe ser de 1:1 ó 1:2, la ingesta de fósforo debe ir paralela a la de calcio, mientras que en este estudio la relación media de Ca/P media es de 0,83. Respecto a la ingesta y la cobertura a las IR del yodo y del zinc, se observa que son inferiores a la recomendada en los tres grupos para el yodo y en el caso de los adolescentes varones sólo para el zinc. Existen diferencias significativas entre los tres grupos respecto al tiempo empleado en las comidas, sin embargo mayoritariamente emplean menos de media hora en desayunar46 y alrededor de media hora en la comida de medio día y la cena, además aquellos que emplean mas tiempo en las comidas se relaciona este con una mayor ingesta de energía y proteínas (datos no mostrados). Dicen tener mayoritariamente conocimientos en nutrición, si bien no se ha contrastado posiblemente es su apreciación pero no la realidad y por ultimo no confían en su gran mayoría en la publicidad de televisión datos de acuerdo con diferentes autores47,48.

 

Agradecimientos

Este estudio forma parte de un proyecto de investigación que se esta realizando en colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Granada (Estudio de situación nutricional de la población escolar y tercera edad en la ciudad de Granada. Contrato Universidad de Granada y Ayuntamiento de Granada. Años: 2005-2006).

 

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Dirección para correspondencia:
Fátima Olea-Serrano.
Departamento de Nutrición y Bromatología.
Universidad de Granada.
Granada. España.
E-mail: folea@ugr.es

Recibido: 2-IV-2008.
Aceptado: 6-VI-2008.

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