Introducción
El conocimiento de nuestra historia de salud familiar se ha convertido en una herramienta clave para el desarrollo de nuevas tecnologías y para el avance del conocimiento en salud. Realizar una anamnesis completa sobre el historial familiar es esencial para la evaluación del riesgo individual, sobre todo para evaluar la susceptibilidad al desarrollo de enfermedades crónicas comunes, tales como hipercolesterolemia, hipertensión arterial y diabetes mellitus tipo 2 (DMT2)1.
La DMT2 es una enfermedad multifactorial. Su prevalencia ha aumentado en las últimas cuatro décadas, pasando de 153 millones de personas diabéticas en el mundo en el año 1980 a 382 millones en el año 20132 3, estimándose que aumentará a 552 millones para el año 20354. Etiológicamente su desarrollo se relaciona con los estilos de vida, la edad, el sexo, la etnia/raza y los antecedentes familiares de DMT2, presentando las personas con antecedentes familiares de DMT2 entre un 40% a un 70% más riesgo de desarrollar esta enfermedad en comparación con aquellos sin antecedentes1 5 6. Esta asociación entre historia familiar y DMT2 puede variar dependiendo de la presencia de otros factores de riesgo, como la raza o etnia de cada individuo. Así fue demostrado por Suchindran et al.6, quienes identificaron que en población no blanca con antecedentes familiares de DMT2 el índice de masa corporal (IMC) aumentaba la probabilidad de desarrollar DMT2, en mayor magnitud en los individuos con un IMC normal en comparación con los obesos.
Si bien la DMT2 se asocia a distintos factores de riesgo, diversos estudios han identificado la actividad física como una estrategia fundamental en su prevención7 8 9 10. Las recomendaciones actuales de actividad física en el adulto fomentan la realización de al menos 150 minutos de actividad de intensidad moderada a vigorosa o 75 minutos de actividad vigorosa por semana11. Sin embargo, se ha reportado, principalmente en estudios en población blanca europea, que el efecto positivo de la actividad física sobre la DMT2 parece ser más débil en personas con antecedentes familiares de esta enfermedad12 13. En Chile existe una mezcla étnica proveniente de sus pueblos originarios y de población de origen europeo14 15, por lo cual es importante cuantificar si los antecedentes familiares de DMT2 confieren un riesgo similar a los reportados en otras poblaciones. Ya que la etnia o raza es un factor importante en el desarrollo de DMT2, presentando los hispanos mayor riesgo de desarrollarla en comparación con otras poblaciones16, y considerando que no existe evidencia sobre el papel de la actividad física en la prevención de la DMT2 en población chilena con antecedentes familiares de esta enfermedad, el objetivo del presente estudio fue investigar si la asociación entre DMT2 y antecedentes familiares de la enfermedad se ve modificada por los niveles de actividad física en población chilena.
Método
Diseño del estudio
La muestra seleccionada comprende todos los participantes de la Encuesta Nacional de Salud de Chile (ENS), desarrollada entre octubre del año 2009 y septiembre del año 201017. La ENS 2009- 2010 corresponde a un estudio de prevalencia realizado en hogares en una muestra nacional, probabilística, estratificada y multietápica de 5412 personas mayores de 15 años, con representatividad nacional, regional y de área urbana/rural. En este estudio se incluyeron 5129 participantes que tenían información disponible en relación con su nivel de actividad física y antecedentes familiares de DMT2. El protocolo de estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Todos los participantes firmaron un consentimiento informado17 Mediciones antropométricas y metabólicas Se obtuvo una muestra de sangre en ayuno. La glucemia basal fue medida con métodos estandarizados y previamente descritos en la ENS 2009-201017. Para la detección de DMT2 se consideró una glucemia en ayuno ≥126 mg/dl18. El estado nutricional se clasificó de acuerdo con los puntos de corte de la Organización Mundial de la Salud19: bajo peso <18,5 kg/m2; normopeso 18,5-24,9 kg/m2; sobrepeso 25,0-29,9 kg/m2; y obesidad ≥30,0 kg/m2. La obesidad central fue definida como un perímetro de cintura ≥83 cm para las mujeres y ≥88 cm para los hombres, según los puntos de corte sugeridos por la ENS 2009-2010 en población chilena17.
Las variables sociodemográficas (edad, sexo, nivel educativo, ingresos económicos, zona geográfica) y los datos asociados con estilos de vida, como tabaquismo, autorreporte de salud y bienestar, consumo de alcohol, y consumo de frutas y verduras, se obtuvieron mediante la aplicación de cuestionarios validados en la ENS 2009-201017.
Antecedentes familiares de diabetes mellitus tipo 2
Los antecedentes familiares se obtuvieron del autorreporte realizado por cada participante. Las personas que poseían parientes en primer grado, es decir, madre, padre o hermanos, con DMT2, fueron consideradas con antecedentes familiares de esta enfermedad.
Clasificación de la actividad física
Los niveles de actividad física, el tiempo destinado a las actividades de transporte y las actividades de intensidad moderada o vigorosa de la población se determinaron con el Global Physical Activity Questionnaire (GPAQ v2)20, el cual ha sido validado internacionalmente21 y en población latina22. La actividad física total se presenta como la suma del tiempo reportado en actividades de transporte, de intensidad moderada y vigorosa, tanto en el trabajo como en el tiempo libre. Esta variable fue expresada en MET/minutos/semana para considerar las diferencias en gasto energético asociadas a cada una de las actividades. Se consideró como punto de corte para inactividad física un gasto energético menor de 600 MET/minutos/semana20 23. El sedentarismo se determinó mediante el autorreporte del tiempo destinado a actividades que involucren estar sentado o reclinado durante el tiempo libre o de trabajo (p. ej., tiempo sentado frente al computador o la televisión, viajando en autobús, tren o auto, entre otras), con el mismo cuestionario GPAQ v2. Se consideró alto nivel de sedentarismo cuando una persona destinaba más de 4 horas al día a estar sentada, y bajo nivel cuando destinaba menos de 4 horas al día24. La actividad física total se expresó en MET/minutos/semana25.
Análisis estadístico
Los datos de caracterización de la población estudiada se presentan como promedio y desviación estándar para variables continuas, y como porcentaje para variables categóricas.
La asociación entre el riesgo de desarrollar DMT2 y los antecedentes familiares de esta enfermedad (con o sin antecedentes) se investigó por sexo mediante análisis de regresión logística, y se reportó como odds ratio (OR) con su respectivo intervalo de confianza del 95% (IC95%).
La asociación entre DMT2, antecedentes familiares de DMT2 (con o sin) y niveles de actividad física (activo o inactivo) se investigó por sexo mediante análisis de regresión logística, utilizando como grupo de referencia aquellos participantes clasificados como físicamente activos y sin antecedentes de DMT2. Para investigar si la asociación entre tener antecedentes de DMT2 y presentar DMT2 difiere significativamente al ser físicamente activo o inactivo, se creó un término de interacción multiplicativa entre antecedentes familiares de DMT2 y niveles de actividad física, el cual fue incluido en el modelo estadístico para investigar si esta interacción era significativa.
Para cada asociación se utilizaron tres modelos estadísticos: modelo 0, no ajustado; modelo 1, ajustado por edad, educación, tabaquismo, IMC, consumo de alcohol, y consumo de frutas y verduras; y modelo 2, ajustado por las variables del modelo 1 más el tiempo destinado a estar sentado17. Cada una de estas variables confundidoras se incluyeron en sus respectivos modelos estadísticos en forma de variable continua o categórica, según corresponda a la naturaleza de la variable. Para todos los análisis se utilizó el programa STATA SE v14. El nivel de significación se definió como p <0,05.
Resultados
En la Tabla 1 se presentan las características generales de la población según su historia familiar de DMT2 (con o sin antecedentes). Las personas con antecedentes familiares de DMT2, comparadas con aquellas sin antecedentes, tienen mayor edad y son en mayor porcentaje mujeres. En cuanto a las medidas antropométricas, presentan mayores peso, IMC y perímetro de cintura, siendo significativamente superior el porcentaje de personas con obesidad y con obesidad abdominal. Respecto a los estilos de vida, reportan un mayor consumo de frutas, verduras y sal; un peor autorreporte de salud y bienestar; y un mayor tiempo de actividad física total. Finalmente, estas personas presentan una mayor prevalencia de DMT2 comparadas con el grupo sin antecedentes. Al evaluar la probabilidad de desarrollar DMT2 se pudo determinar que tanto los hombres como las mujeres con antecedentes familiares de esta enfermedad presentan una alta probabilidad de desarrollarla. Tal como muestra la Tabla 2, la probabilidad es mayor en el sexo femenino, presentando las mujeres un 207% de probabilidad mayor que sus pares sin antecedentes familiares de la enfermedad (OR: 3,07; IC95%: 2,41-3,91; p <0,0001). Por su parte, los hombres con antecedentes familiares también presentan una mayor probabilidad de desarrollar DMT2 (OR: 2,48; IC95%: 1,84- 3,32; p <0,0001). El riesgo se mantiene en ambos sexos aun después de ajustar los datos por edad, educación, tabaquismo, IMC y tiempo sedente (Figura 1).
Características | Sin antecedentes | Con antecedentes | p |
---|---|---|---|
Sociodemográficas | |||
n | 3.548 | 1.581 | |
Mujeres (%) | 57,6 | 64,2 | <0,0001 |
Edad (años) | 46,0 ± 18,9 | 46,4 ± 17,6 | 0,485 |
Zona geográfica (%) | |||
Urbana | 85,5 | 85,4 | 0,977 |
Grupo de edad (%) | |||
<25 años | 16,7 | 12,0 | <0,0001 |
25-44 años | 31,7 | 36,3 | |
45-64 años | 32,4 | 34,0 | |
≥65 años | 19,2 | 17,7 | |
Nivel educativo (%) | |||
Básico | 26,2 | 25,9 | 0,980 |
Medio | 54,8 | 55,5 | |
Técnico/universitario | 19,0 | 18,6 | |
Nivel de ingresos (%) | |||
Bajo | 55,6 | 55,9 | 0,971 |
Medio | 33,5 | 33,3 | |
Alto | 10,9 | 10,8 | |
Antropométricas | |||
Peso corporal (kg) | 71,1 ± 14,7 | 73,2 ± 15,0 | <0,0001 |
Índice de masa corporal (kg/m2) | 27,5 ± 5,2 | 28,5 ± 5,7 | <0,0001 |
Perímetro de cintura (cm) | 95,6 ± 12,1 | 98,0 ± 13,1 | <0,0001 |
Estado nutricional | |||
Bajo peso | 1,8 | 1,5 | <0,0001 |
Normal | 31,1 | 24,1 | |
Sobrepeso | 40,4 | 39,6 | |
Obeso | 26,7 | 34,8 | |
Obesidad central (%) | 66,9 | 75,1 | <0,0001 |
Estilos de vida | |||
Actividad física total (MET/minutos/semana) | 6.954,2 ± 8.659,0 | 7.442,5 ± 8.638,0 | 0,049 |
Actividad física de transporte (min/día) | 48,6 ± 85,1 | 51,7 ± 85,7 | 0,236 |
Actividad física moderada (min/día) | 100,5 ± 147,8 | 112,1 ± 153,4 | 0,011 |
Actividad física vigorosa (min/día) | 49,5 ± 121,2 | 50,9 ± 121,8 | 0,711 |
Prevalencia inactividad física (%) | 23,8 | 22,4 | 0,212 |
Tiempo sedente (horas/día) | 3,3 ± 2,6 | 3,4 ± 2,7 | 0,768 |
Consumo de frutas y vegetales (g/día) | 211,4 ± 131,5 | 224,6 ± 150,4 | 0,003 |
Consumo de alcohol (g/día) | 51,7 ± 90,5 | 57,4 ± 94,1 | 0,236 |
Autorreporte de salud y bienestar (%) | 3,6 | 0,009 | |
Malo | 2,8 | ||
Regular | 29,8 | 33,1 | |
Bueno | 67,4 | 63,3 | |
Tabaquismo (%) | 40,1 | 0,411 | |
Nunca | 41,6 | ||
Exfumador | 23,6 | 25,0 | |
Fumador | 34,8 | 34,9 | |
Metabólicas | |||
Diabetes mellitus tipo 2 | 7,7 | 19,0 | <0,0001 |
Datos presentados como promedio (desviación estándar) para variables continuas y como porcentaje para variables categóricas. Las diferencias significativas fueron determinadas con la prueba t de Student para variables continuas y la prueba de ji al cuadrado para variables categóricas.
Hombres | Mujeres | |||
---|---|---|---|---|
OR (IC95%) | p | OR (IC95%) | p | |
Modelo 0, sin ajustar | ||||
Sin antecedentes | 1,00 (Ref.) | 1,00 (Ref.) | ||
Con antecedentes | 2,48 (1,84; 3,32) | <0,0001 | 3,07 (2,41; 3,91) | <0,0001 |
Modelo 1, ajustadoa | ||||
Sin antecedentes | 1,00 (Ref.) | 1,00 (Ref.) | ||
Con antecedentes | 2,97 (2,09; 4,23) | <0,0001 | 3,55 (2,65; 4,75) | <0,0001 |
Modelo 2, ajustadoa | ||||
Sin antecedentes | 1,00 (Ref.) | 1,00 (Ref.) | ||
Con antecedentes | 3,05 (2,11; 4,40) | <0,0001 | 1,39 (2,52; 4,57) | <0,0001 |
IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.
a Los análisis para el modelo 0 son presentados sin ajustar. Para el modelo 1 fueron ajustados por edad, educación, tabaquismo, IMC, consumo de alcohol, y consumo de frutas y verduras. El modelo 2 fue ajustado por las variables del modelo 1 más actividad física total y tiempo destinado a estar sentado.
Si bien la interacción de los antecedentes de DMT2 y los niveles de actividad física no fue significativa para los hombres (p >0,718) ni para las mujeres (p >0,174), se observó que las personas físicamente inactivas y con antecedentes familiares de DMT2 presentaban una mayor probabilidad de desarrollar DMT2 en comparación con aquellas físicamente activas y sin antecedentes familiares (Tabla 3 y Figura 2). En cuanto a los hombres, aquellos físicamente inactivos y sin antecedentes familiares de DMT2 presentan una probabilidad un 112% mayor de desarrollar la enfermedad; los hombres físicamente activos, pero con antecedentes de DMT2, presentan un 121% mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad; y aquellos físicamente inactivos y con antecedentes de DMT2 tienen un 716% mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad, comparados con los hombres físicamente activos y sin antecedentes de DMT2 (OR: 8,16; IC95%: 4,96-13,4; p <0,0001).
Hombres | Mujeres | |||
---|---|---|---|---|
OR (IC95%) | p | OR (IC95%) | p | |
Modelo 0, no ajustado | ||||
Activo/sin antecedentes | 1,00 (Ref.) | 1,00 (Ref.) | ||
Inactivo/sin antecedentes | 2,12 (1,38; 3,24) | 0,001 | 1,33 (0,90; 1,96) | 0,144 |
Activo/con antecedentes | 2,21 (1,55; 3,17) | <0,0001 | 2,69 (2,00; 3,63) | <0,0001 |
Inactivo/con antecedentes | 8,16 (4,96; 13,4) | <0,0001 | 5,49 (3,85; 7,84) | <0,0001 |
Modelo 1, ajustadoa | ||||
Activo/sin antecedentes | 1,00 (Ref.) | 1,00 (Ref.) | ||
Inactivo/sin antecedentes | 1,56 (0,96; 2,52) | 0,072 | 0,84 (0,52; 1,34) | 0,144 |
Activo/con antecedentes | 2,84 (1,87; 4,31) | <0,0001 | 3,01 (2,12; 4,25) | <0,0001 |
Inactivo/con antecedentes | 5,51 (2,89; 10,2) | <0,0001 | 4,37 (2,81; 6,78) | <0,0001 |
Modelo 2, ajustadoa | ||||
Activo/sin antecedentes | 1,00 (Ref.) | 1,00 (Ref.) | ||
Inactivo/sin antecedentes | 1,37 (0,83; 2,25) | 0,216 | 0,82 (0,51; 1,32) | 0,410 |
Activo/con antecedentes | 2,93 (1,91; 4,50) | <0,0001 | 2,88 (2,02; 4,09) | <0,0001 |
Inactivo/con antecedentes | 4,66 (2,47; 7,75) | <0,0001 | 4,23 (2,68; 6,67) | <0,0001 |
IC95%: intervalo de confianza del 95%; OR: odds ratio.
a Los análisis para el modelo 0 son presentados sin ajustar. Para el modelo 1 fueron ajustados por edad, educación, tabaquismo, IMC, consumo de alcohol, y consumo de frutas y verduras. El modelo 2 fue ajustado por las variables del modelo 1 más tiempo destinado a estar sentado. Los individuos físicamente inactivos fueron clasificados según actividad física moderada y vigorosa <600 MET/minutos/semana.
En el caso de las mujeres, aquellas con antecedentes familiares de DMT2 y activas físicamente presentan un 169% mayor probabilidad de desarrollar la enfermedad (OR: 2,69; IC95%: 2,00-3,63; p <0,0001). Sin embargo, la probabilidad aumenta al 449% en aquellas inactivas y con antecedentes familiares de Dm2, comparadas con las activas y sin antecedentes familiares (OR: 5,49; IC95%: 3,85- 7,84; p <0,0001).
Al ajustar los datos por las variables confundidoras, la probabilidad disminuye, pero sigue siendo significativamente más alta en las personas inactivas y con antecedentes familiares de DMT2 que en las personas activas y sin antecedentes familiares (Tabla 3 y Figura 2).
Discusión
Como se determinó en este trabajo, existe una fuerte asociación entre actividad física, antecedentes familiares de DMT2 y desarrollo posterior de la enfermedad. Los sujetos susceptibles a la enfermedad deberían realizar ≥600 MET/minutos/semana de actividad física para disminuir la probabilidad de desarrollarla. En nuestro estudio las mujeres presentaron una probabilidad mayor que los hombres, pero tanto los hombres como las mujeres con antecedentes familiares e inactivos se beneficiarían de la práctica regular de actividad física. La literatura reporta resultados similares a los de este estudio, como los obtenidos en población China por Xu et al.26, quienes también identificaron que los individuos con antecedentes familiares se benefician de la realización de actividad física al disminuir su riesgo de hiperglucemia y de desarrollo de DMT2. De igual manera, Klimentidis et al.13 identificaron, en una cohorte de 8101 personas sin DMT2 en la primera visita, que existe una interacción significativa entre DMT2 y actividad física; no obstante, esta asociación fue mayor en los individuos con una baja carga genética de DMT2 (es decir, sin antecedentes familiares de la enfermedad), aumentando la asociación a niveles más altos de actividad física. Por el contrario, la asociación fue más débil en aquellos con una alta carga genética de DMT213.
Nuestro estudio es el primero en identificar que, en población chilena, la asociación entre DMT2 y antecedentes familiares de esta enfermedad puede modificarse según los niveles de actividad física (activo o inactivo) de los individuos susceptibles. Durante los últimos años diversos estudios, principalmente en población blanca, han buscado establecer esta asociación e identificar los niveles óptimos de actividad física para disminuir el riesgo de DMT2 en sujetos con antecedentes familiares, existiendo hasta la fecha resultados contradictorios. Østergård et al.27, en el año 2006, demostraron que, tras 45 minutos de bicicleta estática tres veces por semana durante 10 semanas, los sujetos con antecedentes familiares de DMT2 mejoraron la sensibilidad a la insulina y su capacidad cardiovascular (mayor VO2max), al igual que el grupo control; sin embargo, la asociación entre VO2max y sensibilidad a la insulina solo fue fuerte para estos últimos, no correlacionado en los sujetos con antecedentes familiares. Barwell et al.28 8, en el año 2008, observaron que, tras un programa de entrenamiento de 7 semanas, mujeres con antecedentes familiares de DMT2 mejoraron significativamente su sensibilidad a la insulina, pero no así las mujeres del grupo control sin antecedentes familiares. Ekman et al.29 identificaron en el año 2015 que, tras 7 meses de entrenamiento combinado en un grupo con antecedentes familiares y sin antecedentes familiares de DMT2 (tres sesiones por semana: una de spinning y dos de ejercicio aeróbico), la expresión de los genes implicados en el metabolismo, la fosforilación oxidativa y la respiración celular aumentaron más en el grupo control sin antecedentes familiares en comparación con el grupo con antecedentes familiares, que presentó una adaptación muscular limitada al ejercicio29. A pesar de estas asociaciones, Akhuemonkhan y Lazo30 determinaron que, en población estadounidense, los estilos de vida, entre ellos la realización de actividad física, no presentaban asociación ni relación con el desarrollo de DMT2 en individuos con antecedentes familiares de la enfermedad. Situación similar fue identificada por Sakurai et al.31 en población japonesa, quienes tampoco identificaron una asociación significativa entre ambos factores, lo que deja aún más de manifiesto la importancia de contar con resultados y estrategias locales acordes con las poblaciones de cada lugar.
El principal hallazgo de este trabajo es que las personas con antecedentes familiares de DMT2 requieren realizar ≥600 MET/minutos/semana de actividad física para disminuir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Un 31% de la población presentaba antecedentes familiares de DMT2, siendo el conocimiento de esta información un aspecto clave para potenciar patrones saludables y disminuir o retrasar la aparición de DMT2. Sin embargo, en la práctica diaria no siempre se recopila esta información. Entre las barreras que se han identificado se encuentran la falta de tiempo o la falta de formación adecuada por parte del equipo de salud para interpretar esta información32. Si bien la práctica habitual de actividad física es una recomendación que debería seguir toda la población, es fundamental identificar precozmente a los individuos susceptibles, ya que en ellos debe potenciarse con mayor intensidad la práctica de estilos de vida saludable a través de un asesoramiento por parte de un médico o del equipo de salud, como ha sido demostrado previamente33. De esta manera podrían obtenerse grandes beneficios a mediano y largo plazo si se potencian factores protectores desde etapas tempranas. Asociado a lo anterior, deberían crearse políticas públicas que promuevan la realización de un asesoramiento individual o grupal a las personas con antecedentes de DMT2 en los sectores públicos y privados, fortaleciendo así patrones y estilos de vida protectores, entre ellos la realización de actividad física.
Entre las fortalezas de este estudio cabe destacar la representatividad nacional de la población estudiada, así como también la determinación de la DMT2 mediante análisis metabólicos de glucemia en ayuno en laboratorios certificados y con técnicas estandarizadas. Nuestros análisis fueron ajustados por variables confundidoras que permiten establecer una mejor estimación de la verdadera magnitud de la asociación que existe entre DMT2 y la actividad física. También es importante mencionar que entre las limitaciones de este estudio se encuentra la medición de la actividad física a través del autorreporte. Si bien el GPAQ v2 ha sido validado internacionalmente21 22, existe evidencia de que la medición de actividad física mediante cuestionarios genera una sobreestimación de los niveles reales de actividad física de la población34. Por otra parte, respecto a la medición del tiempo sedente, la evidencia indica que la medición de los niveles de sedentarismo con este cuestionario no es representativa en la población chilena35. A su vez, la ENS 2009-2010 carece de un diseño de seguimiento longitudinal o de estudio de control aleatorizado, por lo que no permite establecer una relación de causa-efecto. Finalmente, en este trabajo se corrobora la importancia del cumplimiento de las recomendaciones mínimas de actividad física por parte de la población; sin embargo, aún es necesario establecer la recomendación ideal de actividad física para individuos chilenos con antecedentes familiares de DMT2. Futuros estudios deberían investigar la cantidad y el tipo de ejercicio físico que ofrece el mejor impacto en la disminución del riesgo de desarrollar DMT2 en individuos con antecedentes familiares de esta enfermedad.
¿Qué se sabe sobre el tema?
La actividad física posee un papel fundamental en la prevención de la diabetes mellitus tipo 2. Sin embargo, no está claro cuál es el efecto de la actividad física en los sujetos con antecedentes familiares de diabetes mellitus tipo 2.
¿Qué añade el estudio realizado a la literatura?
El principal hallazgo de este trabajo indica que las personas con antecedentes familiares de diabetes mellitus tipo 2 requieren realizar ≥600 MET/minutos/semana de actividad física para disminuir la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Futuros estudios deberían investigar la cantidad y el tipo de ejercicio físico que ofrecen el mejor impacto en la disminución del riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en este tipo de personas.