Señora Directora:
La vacunación antigripal es la medida más efectiva de prevención frente a la gripe1. Su objetivo es reducir el impacto de la enfermedad en la comunidad en términos de mortalidad y morbilidad2. Entre los colectivos a los que se recomienda la vacunación antigripal estacional se encuentra el personal que trabaja en centros, servicios y establecimientos sanitarios, tanto de atención primaria como especializada y hospitalaria, sean públicos o privados3. El personal sanitario presenta mayor probabilidad de adquirir el virus, al estar en contacto con pacientes y/o con material potencialmente infeccioso. Es importante destacar que el colectivo denominado “personal sanitario” engloba, por un lado, a personas cuyo trabajo, remunerado o no, se realiza en el ámbito de la atención sanitaria en contacto directo con pacientes o con material potencialmente infeccioso (médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, personal técnico, de servicios dentales, farmacéuticos, de laboratorio, estudiantes y personal en capacitación, así como otro personal contratado por el centro sanitario). Por otro lado, también incluye a las demás personas que trabajan en estos centros y que, pese a tener un menor contacto con enfermos, están potencialmente expuestas a los mismos agentes infecciosos, independientemente de la relación administrativa de cada una de ellas con el centro sanitario (como pueden ser la gerencia y el personal de oficina, servicio de cocina, limpieza, lavandería, seguridad, mantenimiento, personal administrativo y personal voluntario)2.
Tras el contacto con el virus, el personal sanitario infectado puede desarrollar complicaciones asociadas a la gripe, presentar un cuadro clínico de carácter leve, o simplemente permanecer asintomático. Independientemente de la clínica, la infección puede ser transmitida a los pacientes, a sus compañeros de trabajo y a los miembros de su família, suponiendo una mayor amenaza para aquellas personas que presentan más probabilidad de desarrollar complicaciones a causa del virus1. Sin embargo, la cobertura de vacunación de la gripe en el personal sanitario en España es habitualmente inferior al 35%4,5, lo cual se considera un nivel subóptimo. El porcentaje de personal vacunado en otros países de Europa Occidental también presenta un amplio margen de mejora, como queda reflejado en la literatura, a través de una colección de estrategias dirigidas a promover la vacunación de la gripe año tras año entre el colectivo sanitario6.
Al finalizar la temporada de vacunación antigripal, llega la evaluación de resultados mediante el cálculo de la cobertura de vacunación del personal que trabaja en los centros sanitarios. El cálculo obtenido, al dividir el número de trabajadores vacunados entre el número de trabajadores del centro, se convierte en una proporción cuyo uso con fines comparativos ha de emplearse con mucha cautela. El objetivo de esta carta fue, a través de los artículos de Tuells et al7 y de Navalón et al8, analizar cuatro puntos que consideramos fundamentales a la hora de presentar las coberturas de vacunación antigripal en el personal sanitario:
Definición de las categorías profesionales incluidas en el denominador y, con ello, de si se trata de un estudio sobre todo el personal sanitario o bien solo sobre aquellas categorías que se exponen continuamente a pacientes. Las categorías que Tuells et al7 incluyeron en el análisis fueron las siguientes: médicos, enfermero/a, auxiliar enfermería, técnicos sanitarios, farmacéuticos, personal de apoyo, matronas, fisioterapeutas, nutricionistas, odontólogos, logopedas, optómetras, personal de documentación y psicólogos. Aunque en el objetivo del artículo los autores indicaban que se pretendía conocer las tasas de vacunación antigripal de las temporadas 2011-2012, 2012-2013 y 2013-2014 de todo el personal sanitario, el artículo presenta los datos de vacunación antigripal en trabajadores que se exponen directamente a pacientes. Por su parte, Navalón et al8 analizan las coberturas de personal sanitario incluyendo a trabajadores de la categoría de auxiliares administrativos, los cuales suelen tener contacto limitado con personas enfermas.
Selección de la población a estudio. Tuells et al7) tomaron como población de referencia al personal adscrito contractualmente a fecha de 31 de marzo de 2014. Del total resultante, fueron identificados quienes disponían de una vinculación laboral en las tres campañas de vacunación antigripal a estudio. En el trabajo de Navalón et al8) también se incluyó a todo el personal adscrito contractualmente en los centros de atención primaria durante la temporada de vacunación a estudio. Se trata de dos ejemplos de selección de toda la población expuesta durante el período a estudio. Otros estudios, como el de Llupià et al9) tomaron como referencia una n poblacional aproximada, en este caso a través del número de trabajadores temporales y permanentes de un día a mediados del mes con más actividad de vacunación (noviembre en 2007 y octubre en 2008).
Mejora en la precisión del personal incluido en el numerador, incluyendo también a los trabajadores vacunados de la gripe en otros centros sanitarios. Los artículos de Tuells et al7) y Navalón et al8 analizaron ambos la vacunación en centros sanitarios de la Comunidad Valenciana. En dicha región existe el Registro Vacunal Nominal (RVN) de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana10. El RVN es un portal que almacena la información relativa a las vacunas administradas a cada persona de forma individual en la comunidad. Una de las muchas ventajas de disponer de registros autonómicos como el RVN es que permiten conocer si el trabajador contratado en un centro sanitario ha recibido la vacuna de la gripe en otro punto de vacunación de la misma comunidad autónoma.
Análisis de coberturas de vacunación en subgrupos. Habitualmente, el análisis se presenta por categoría laboral y/o por servicio o departamento. Sin embargo, consideramos que debe ponerse especial atención a la cobertura de vacunación antigripal en aquellos trabajadores que desarrollan la actividad asistencial con pacientes especialmente vulnerables y en aquellos que presentan más riesgo de ser infectados (mayor exposición laboral a la gripe), así como en el personal que presentan mayor probabilidad de complicaciones por el virus de la gripe (aquellos pertenecientes a algún grupo de riesgo).
Los servicios y/o categorías con mayor exposición laboral a la gripe pueden variar entre los diferentes centros. Un ejemplo de cómo se podría medir dicha exposición es el presentado en el trabajo de Tuells et al7: previamente a la campaña de vacunación 2013-2014, se contabilizaron las solicitudes de detección de virus de la gripe cursadas por servicio en relación a pacientes con sospecha clínica.
La vacunación del personal sanitario es, además de una estrategia de protección indirecta de la población especialmente vulnerable, una medida de protección individual, sobre todo en casos de trabajadores con mayor riesgo de gripe grave o con patologías susceptibles de agravarse por gripe. Las reticencias que puede presentar un sanitario perteneciente a algún otro grupo de riesgo han de ser estudiadas. Para ello, sería conveniente no solo calcular la cobertura en dichos subgrupos de sanitarios con factores de riesgo, sino también planificar y, posteriormente, evaluar estrategias de promoción dirigidas a los mismos11,12.
La introducción de información relativa a las vacunas administradas en los registros autonómicos, como el RVN de la Generalitat Valenciana, así como la utilización de las plantillas de trabajadores con vinculación contractual durante toda la temporada de vacunación antigripal, permiten conseguir coberturas de vacunación antigripal más precisas. Para el diseño de estrategias de promoción de la vacuna antigripal dirigidas al personal sanitario que asiste a pacientes especialmente vulnerables frente a la gripe, así como a aquellos con mayor exposición laboral a la gripe y para los que presentan mayor probabilidad de desarrollar complicaciones por este virus, puede ser de utilidad el análisis de coberturas por subgrupos.