INTRODUCCIÓN
La actividad física (AF) es definida como el movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que resulta del gasto de energía1. Actualmente la valoración de la AF en niños, jóvenes y adultos es un tema de interés a nivel mundial, pues en los últimos años el número de publicaciones se ha ido incrementando ostensiblemente2.
Hasta la fecha no hay un consenso respecto a la valoración de la AF, puesto que existen paradigmas objetivos y subjetivos que abordan la medición de los patrones de medición; sin embargo, esta falta de enfoques estandarizados dificulta las comparaciones internacionales y globales entre poblaciones3, 4, 5, debido a las características geográficas, étnicas, migratorias y culturales de cada país.
En general, cada población presenta sus propios estilos de vida y hábitos de alimentación, inclusive, a esto se suman los reducidos niveles de AF que actualmente las poblaciones en el mundo suelen reflejar. Las interacciones de estos y otros factores de riesgo impulsan la epidemia mundial de la obesidad en todas las etapas de la vida6.
Por lo tanto, estudiar los patrones de AF no sólo en niños y adolescentes es relevante, sino también en jóvenes universitarios, puesto que, en esta etapa, los jóvenes se ven enfrentados socialmente y psicológicamente a diferentes tensiones y contradicciones7. Esto genera cierta incertidumbre, además de ocasionar un cambio en el estilo de vida, innovación social y un rechazo a las normas y valores tradicionales8 e inclusive va generando periodos críticos de inestabilidad en la práctica cotidiana la AF, lo que se traduce más adelante en sedentarismo.
De hecho, algunos estudios efectuados en adolescentes han señalado que existe una tendencia a la disminución progresiva de los niveles de AF conforme la edad avanza9, 10, 11, inclusive otros estudios sostienen que se acentúa más entre la última fase de la adolescencia y en la primera fase de la adultez12, 13, lo cual, es producto de reducidos niveles de actividad física, sedentarismo y mayor consumo de grasas en sus dietas durante los años de estudio14.
Por otro lado, la variable género también es considerada como condicionante en la práctica de actividad física, en razón que determina las experiencias motrices, y aunque actualmente las leyes favorecen una práctica de igualdad y no discriminación, en la realidad la práctica de la actividad física y deportiva continúa siendo reforzada por los estereotipos tradicionales, los que inciden en que los hombres muestran más interés en actividades como fútbol, baloncesto, o actividades más intensas o exigentes físicamente15, y las mujeres prefieren actividades rítmicas, expresivas, gimnasia, natación y tenis15, 16. Por esta razón, es que algunos autores15, 16, 17 concuerdan en la existencia de diferencias en la práctica de actividad física y deportiva según el género, que fundamentan que los hombres practican en un 20% más en relación a las mujeres.
Por lo tanto, desde el punto de vista subjetivo y epidemiológico, este estudio estima que el instrumento utilizado para medir la AF en adolescentes peruanos propuesto por Gómez Campos y Cols.18 podría reflejar realmente la validez de constructo y la capacidad de reproductibilidad en jóvenes universitarios de una región geográfica de elevada altitud del Perú, además es posible que a través del desarrollo de percentiles, los jóvenes podrían ser diagnosticados y clasificados según sus patrones de AF. Esta información podría servir en casos de no contar con un instrumento objetivo, puesto que podría ayudar en identificar bajos niveles de AF entre los jóvenes universitarios de forma rápida y precisa.
En ese contexto, los objetivos de este estudio fueron: a) validar el cuestionario que mide AF por medio de análisis confirmatorio, b) analizar la fiabilidad por medio de medidas de estabilidad y c) desarrollar percentiles por rango de edad y sexo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Tipo de estudio y participantes
Se efectuó un estudio de tipo descriptivo de corte transversal en 1.937 jóvenes universitarios (1.064 hombres y 873 mujeres) de la ciudad de Puno, Perú. El rango de edad oscila entre 17,0 a 28,9 años. La población fue de 7.748 jóvenes (4.065 hombres y 3.683 mujeres). El tamaño de la muestra fue calculado de forma probabilística (estratificada por edad y sexo) (CI=95%). Se obtuvo como muestra representativa 1.937 universitarios (25,0%). Obteniéndose 1.064 hombres (13,7%) y 873 mujeres (11,3%). El número de sujetos del tamaño de la muestra fue directamente proporcional al de la población total. El promedio de edad de los hombres fue de 21,3±2,7 años y de las mujeres de 20,4±2,2 años.
Para el desarrollo del estudio se consideró 12 Carreras Universitarias de las áreas de ciencias sociales, biológicas e ingenierías. Todos pertenecientes a la Universidad Nacional del Altiplano (UNA). Puno está localizada al sur del Perú (Limita con Bolivia) y es conocida por el lago Titi-caca, por el Folclor y por sus características altiplánicas. Está ubicada en la sierra sudeste del país, en la meseta del Collao a: 13°0066’00” y 17°17’30” de latitud sur y los 71°06’57” y 68°48’46” de longitud oeste del meridiano de Greenwich. Puno está localizada a 3.812 metros sobre el nivel del mar.
Se incluyeron en el estudio a los universitarios que se encontraban en un rango de edad entre los 17,0 a 28,9 años y a los que llenaron de forma voluntaria el cuestionario. Se excluyeron a los sujetos que no completaron debidamente el cuestionario y a los que tenían algún tipo de dificultad física para ser evaluado antropométricamente. El proyecto contó con la aprobación del comité de ética de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) y se desarrolló de acuerdo a la declaración de Helsinki.
Procedimientos
Para el proceso de recolección de datos se solicitó los permisos necesarios a cada Facultad de la Universidad. La recolección de información se efectúo durante los meses de junio a octubre del 2017. Todas las evaluaciones se efectuaron en un laboratorio del departamento de Educación Física de la Universidad. Se evaluó inicialmente la AF por cuestionario, luego las variables antropométricas en un mismo día.
Se utilizó la técnica de la encuesta para medir la variable de AF. Se utilizó el cuestionario propuesto por Gómez Campos y Cols.18. Se procedió por medio de la técnica tradicional de lápiz y papel. La aplicación de los instrumentos estuvo a cargo de 4 encuestadores, los que fueron debidamente entrenados. Antes de iniciar la aplicación del instrumento, los encuestadores explicaban los objetivos del proyecto, el tiempo de duración (10 minutos) y el llenado de las alternativas del instrumento. Además, ayudaban a resolver algunas dudas y dificultades que se suelen presentar cotidianamente. El instrumento fue aplicado en dos oportunidades a un 10% (n=193) de la muestra, con un intervalo de 1 semana entre ambas evaluaciones.
El instrumento utilizado comprende dos partes: a) Información demográfica (fecha de nacimiento, género, hábitos de fumar, localización de la vivienda y Facultad donde estudia) y b) Cuestionario de actividad física conformado con 4 indicadores (tipo, duración, frecuencia e intensidad) y un total de 11 preguntas. En general, cada indicador comprende un conjunto de preguntas, los que tienen entre 3 a 5 alternativas. Por ejemplo, “siempre”, “a veces”, “nunca”.
La evaluación antropométrica se efectuó de acuerdo a las recomendaciones de Ross y Marfell-Jones19. Previamente se registró el día, mes y año de nacimiento y la fecha de evaluación. La estatura (cm) se midió con un estadiómetro portátil (Seca Gmbh & Co. KG, Hamburg, Germany) con una precisión de 0,1mm., de acuerdo al plano de Frankfurt. El peso se evaluó con una báscula digital Tanita (Ltd. Japan) con 100g de precisión y con una escala de 0 a 150kg. Todas las variables antropométricas de los estudiantes se midieron sin zapatos y con la menor cantidad de ropa posible (camiseta y short). El índice de masa corporal fue calculado usando la formula de: peso (kg)/estatura2 (m). Las variables antropométricas fueron evaluadas dos veces por tres evaluadores. El Error Técnico de Medida (ETM) osciló en todas las variables antropométricas entre 1,0 a 2,0% y en el cuestionario de 1 a 3%, respectivamente.
El instrumento que mide AF inicialmente fue validado para adolescentes18. Este estudio optó por la validez de constructo: Análisis Factorial Confirmatorio (AFC). La fiabilidad se determinó por medio de consistencia interna y por medida de estabilidad.
Los puntos de corte considerados para determinar el nivel de AF a partir de los percentiles construidos por grupo de edad y sexo fueron propuestos de la siguiente forma: donde <p15 indica bajo nivel de AF, ≥p15 a p85 moderado nivel de AF y >p85 elevado nivel de AF (donde p: percentil).
Análisis estadístico
El test de normalidad se hizo para aquellas variables continuas mediante Kolmogorov-Smirnov. Se efectuó análisis estadístico descriptivo de frecuencias, porcentajes, media aritmética y desviación estándar. Para determinar si existen diferencias estadísticamente significativas entre las variables continuas por sexo, se realizó el test t para muestras independientes. Las diferencias entre proporciones se determinaron por medio de χ2. La validez de constructo se llevó a cabo por el método multivariado de análisis factorial confirmatorio AFC (extracción de componentes principales), seguido de rotación Varimax y Kaiser-Meier-Olkin (KMO). Se determinó también las cargas factoriales (saturaciones) y el porcentaje de la varianza. La fiabilidad se realizó por medio de tres procedimientos: Uno por medios de diferencia de medias entre el test re-test y por medio de ETM entre ambas medidas (test y re-test). Se calculó mediante el coeficiente de correlación intra-clase (CCI). Los cálculos fueron efectuados en SPSS 18.0. En todos los casos se adoptó un nivel de significancia p<0,05.
La distribución suavizada de percentiles fue construida por medio del método LMS (lambda, mu y sigma)20. Se calculó los percentiles p15, p50, p85 por grupo de edad y sexo. Los datos fueron normalizados para cada grupo de edad y género. Previamente se realizó una transformación de potencia de Box-Cox. Se aplicó el procedimiento de máxima probabilidad de penalización a efectos de crear tres curvas suaves: L(t) Box-Cox Power, M(t) mediana y S(t) Coeficiente de variación. Los cálculos fueron efectuados en el software LMS Chartmaker Pro versión 2.3.
RESULTADOS
La Tabla 1 describe las características de la muestra de jóvenes universitarios. Los hombres muestran mayor peso, estatura y niveles de AF en relación a las mujeres. No hubo diferencias entre en el IMC, e indicadores de AF (tipo, frecuencia, duración e intensidad). Respecto a las comparaciones entre las prevalencias en hábitos de fumar, zona de vivienda y Facultad, los resultados muestran diferencias en las proporciones.
Hombres (n=1.064) | Mujeres (n=873) | Ambos (n=1.937) | |||||
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Variables continuas | X | DE | X | DE | pa | X | DE |
Edad (años) | 21,3 | 2,7 | 20,4 | 2,2 | <0,0001 | 20,9 | 2,5 |
Antropometría | |||||||
Peso (kg) | 64,3 | 9 | 57 | 8,4 | <0,0001 | 61 | 9,5 |
Estatura (cm) | 166,7 | 5,5 | 155,2* | 5,7 | <0,0001 | 161,6 | 8 |
IMC (kg/m2) | 23,1 | 2,8 | 23,7* | 3,1 | <0,0001 | 23,3 | 3 |
Actividad Física (puntos) | |||||||
Tipo | 9,2 | 3,1 | 7,5 | 2,6 | <0,0001 | 8,4 | 3 |
Frecuencia | 4,9 | 1,5 | 4,2 | 1,4 | <0,0001 | 4,6 | 1,5 |
Duración | 6,9 | 2,8 | 5,7 | 2,7 | <0,0001 | 6,4 | 2,8 |
Intensidad | 6,4 | 1,6 | 5,9 | 1,6 | <0,0001 | 6,2 | 1,6 |
Total (puntaje) | 27,3 | 7,1 | 23,3* | 6,6 | <0,0001 | 25,5 | 7,2 |
Variables categóricas | n | % | n | % | pb | n | % |
Hábitos de fumar | |||||||
a) Siempre | 78 | 7 | 24 | 2,7 | 102 | 5,2 | |
b) A veces | 368 | 35 | 127 | 14,5 | <0,0001 | 495 | 25,1 |
c) Nunca | 618 | 58 | 722 | 82,7 | 1.340 | 67,9 | |
Zona de vivienda | |||||||
a) Rural | 398 | 37 | 216 | 24,7 | <0,0001 | 614 | 31,1 |
b) Urbana | 666 | 63 | 657 | 75,3 | 1.323 | 67,1 | |
Facultad | |||||||
a) Biológicas | 100 | 9 | 177 | 20,3 | 277 | 14 | |
b) Ingenierías | 657 | 62 | 232 | 26,6 | <0,0001 | 889 | 45,1 |
c) Ciencias Sociales | 307 | 29 | 464 | 53,2 | 771 | 39,1 |
X: Promedio; DE: Desviación Estándar;
a: t test de muestras independientes;
b: Contraste de independencia de la χ2.
En relación a la validez de constructo, la Figura 1 muestra la validez y confiabilidad. Los valores del análisis factorial se expresan en cargas factoriales (saturaciones). Tras la rotación Varimax con normalización Kaiser fue posible identificar que todas las preguntas presentaron saturaciones superiores a 0,40. Las 11 preguntas confirman la validez de constructo. En general, las saturaciones oscilaron entre 0,41 a 0,96 (p<0,001). El % de la varianza de la validación explica en la totalidad del instrumento el 63,9%. Los valores propios oscilaron entre 1,0 a 4,1. En el modelo generado, el valor de adecuación KMO fue alto (0,872) y la prueba de esfericidad de χ2=4.999,535 mostró ser significativo (p<0,001).
La Tabla 2, muestra los valores promedio, desviación estándar y ETM de los puntajes obtenidos en el test y re-test. No hubo diferencias significativas cuando se comparó por indicador y por el instrumento total en ambos sexos (p>0,05). El ETM, muestra valores que oscilan entre 2,48 a 3,68%.
Hombres | Mujeres | Ambos | ||||||||||
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Indicadores | Test (n=106) | Re-test (n=106) | Test (n=87) | Re-test (n=87) | Test (n=193) | Re-test (n=193) | ||||||
X | DE | X | DE | X | DE | X | DE | X | DE | X | DE | |
Tipo | 10,7 | 2,5 | 10,9 | 2,2 | 8,4 | 3,5 | 8,9 | 3 | 10,2 | 2,9 | 10,4 | 2,6 |
Frecuencia | 5,6 | 1,4 | 5,2 | 1,4 | 3,9 | 1,1 | 4,1 | 1,4 | 5,2 | 1,5 | 4,9 | 1,5 |
Duración | 7,6 | 2,2 | 7,3 | 2,1 | 5 | 1,9 | 5,2 | 2,2 | 7 | 2,4 | 6,8 | 2,3 |
Intensidad | 7,4 | 1,5 | 7,4 | 1,4 | 5,9 | 1,7 | 6,2 | 1,7 | 7 | 1,7 | 7,1 | 1,6 |
AF Total | 31,3 | 5,3 | 30,9 | 5,3 | 23,3 | 6,3 | 24,3 | 6,9 | 29,3 | 6,6 | 29,2 | 6,4 |
ETM | 2,80% | 3,68% | 2,48% |
X: Promedio; DE: Desviación Estándar; AF: Actividad Física; ETM: Error Técnico de Medida.
Los valores que se relacionaron (test y re-test) por medio de la correlación intraclase se observan en la Figura 2. Nótese que los valores fueron relativamente similares, tanto en hombres (CCI=0,65), como en mujeres (CCI=0,64), sin embargo, cuando se analizó en ambos sexos, los valores mejoraron notablemente (CCI=0,93).
La Tabla 3, muestra los percentiles suavizados por el método LMS. Los hombres presentan una ligera superioridad en los cuatro indicadores de AF. En general, cuando se observa la valoración del instrumento total, son los hombres quienes presentan mayores puntuaciones en relación a las mujeres, además los valores por rango de edad son relativamente estables en ambos sexos.
Edad (años) | Hombres | Mujeres | ||||||||||||||||||||||
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L | M | S | P5 | P10 | P25 | P25 | P50 | P75 | P85 | P90 | P95 | L | M | S | P5 | P10 | P25 | P25 | P50 | P75 | P85 | P90 | P95 | |
Tipo | ||||||||||||||||||||||||
17-19 | 0,6 | 7,4 | 0,3 | 3,7 | 4,5 | 5,0 | 5,8 | 7,4 | 9,2 | 10,3 | 11,0 | 12,1 | 0,9 | 4,9 | 0,2 | 2,6 | 3,1 | 3,5 | 4,0 | 5,0 | 5,9 | 6,5 | 6,8 | 7,4 |
20-22 | 0,4 | 7,2 | 0,3 | 3,7 | 4,3 | 4,8 | 5,6 | 7,2 | 9,1 | 10,1 | 10,9 | 12,1 | 0,9 | 4,8 | 0,2 | 2,5 | 3,0 | 3,4 | 3,9 | 4,8 | 5,7 | 6,2 | 6,6 | 7,1 |
23-25 | 0,4 | 7,2 | 0,3 | 4,0 | 4,6 | 5,0 | 5,8 | 7,3 | 9,0 | 10,1 | 10,8 | 11,9 | 0,9 | 5,0 | 0,3 | 2,7 | 3,3 | 3,6 | 4,1 | 5,1 | 6,1 | 6,6 | 7,0 | 7,5 |
26-28 | 0,5 | 7,6 | 0,3 | 4,1 | 4,8 | 5,3 | 6,1 | 7,6 | 9,3 | 10,3 | 11,0 | 12,0 | 0,8 | 5,0 | 0,3 | 2,7 | 3,2 | 3,5 | 4,0 | 5,0 | 6,0 | 6,6 | 7,0 | 7,5 |
Frecuencia | ||||||||||||||||||||||||
17-19 | 0,7 | 6,9 | 0,4 | 2,9 | 3,7 | 4,3 | 5,2 | 7,0 | 8,9 | 10,0 | 10,7 | 11,8 | 0,7 | 4,2 | 0,3 | 2,1 | 2,6 | 2,9 | 3,3 | 4,2 | 5,2 | 5,7 | 6,1 | 6,7 |
20-22 | 0,7 | 6,6 | 0,4 | 2,7 | 3,5 | 4,0 | 4,9 | 6,6 | 8,5 | 9,5 | 10,3 | 11,4 | 0,8 | 4,1 | 0,3 | 2,1 | 2,5 | 2,8 | 3,3 | 4,2 | 5,1 | 5,6 | 6,0 | 6,5 |
23-25 | 0.6 | 7,0 | 0,4 | 3,0 | 3,8 | 4,4 | 5,3 | 7,1 | 9,1 | 10,2 | 11,0 | 12,2 | 0,8 | 3,9 | 0,3 | 2,0 | 2,4 | 2,7 | 3,1 | 4,0 | 4,8 | 5,3 | 5,6 | 6,1 |
26-28 | 0,4 | 6,6 | 0,4 | 3,1 | 3,8 | 4,3 | 5,0 | 6,7 | 8,6 | 9,7 | 10,5 | 11,8 | 0,8 | 4,2 | 0,3 | 2,3 | 2,7 | 3,0 | 3,4 | 4,3 | 5,2 | 5,7 | 6,0 | 6,5 |
Duración | ||||||||||||||||||||||||
17-19 | 0,7 | 7,0 | 0,4 | 2,9 | 3,7 | 4,3 | 5,2 | 7,0 | 8,9 | 10,0 | 10,7 | 11,8 | 0,5 | 5,6 | 0,4 | 2,3 | 2,9 | 3,4 | 4,1 | 5,6 | 7,4 | 8,5 | 9,3 | 10,5 |
20-22 | 0,7 | 6,6 | 0,4 | 2,7 | 3,5 | 4,0 | 4,9 | 6,6 | 8,5 | 9,5 | 10,3 | 11,4 | 0,3 | 5,4 | 0,4 | 2,3 | 2,8 | 3,2 | 3,9 | 5,4 | 7,3 | 8,5 | 9,4 | 10,8 |
23-25 | 0,6 | 7,0 | 0,4 | 3,0 | 3,8 | 4,4 | 5,3 | 7,1 | 9,1 | 10,2 | 11,0 | 12,2 | 0,2 | 4,9 | 0,4 | 2,2 | 2,7 | 3,0 | 3,6 | 5,0 | 6,8 | 7,9 | 8,8 | 10,2 |
26-28 | 0,5 | 6,6 | 0,4 | 3,1 | 3,8 | 4,3 | 5,0 | 6,7 | 8,6 | 9,7 | 10,5 | 11,8 | 0,1 | 5,7 | 0,4 | 2,8 | 3,3 | 3,7 | 4,3 | 5,7 | 7,6 | 8,9 | 9,9 | 11,5 |
Intensidad | ||||||||||||||||||||||||
17-19 | 0,8 | 6,4 | 0,2 | 4,1 | 4,6 | 4,9 | 5,4 | 6,5 | 7,5 | 8,0 | 8,4 | 9,0 | 0,8 | 5,9 | 0,2 | 3,6 | 4,1 | 4,5 | 5,0 | 5,9 | 7,0 | 7,5 | 7,9 | 8,5 |
20-22 | 0,8 | 6,3 | 0,2 | 4,1 | 4,6 | 4,9 | 5,4 | 6,4 | 7,3 | 7,9 | 8,3 | 8,8 | 0,4 | 5,7 | 0,2 | 3,6 | 4,1 | 4,4 | 4,8 | 5,8 | 6,9 | 7,5 | 7,9 | 8,6 |
23-25 | 1,0 | 6,5 | 0,2 | 3,9 | 4,5 | 4,9 | 5,5 | 6,5 | 7,6 | 8,1 | 8,5 | 9,1 | 0,3 | 5,7 | 0,2 | 3,7 | 4,1 | 4,4 | 4,8 | 5,7 | 6,8 | 7,4 | 7,8 | 8,5 |
26-28 | 0,8 | 6,0 | 0,3 | 3,5 | 4,0 | 4,4 | 5,0 | 6,0 | 7,2 | 7,8 | 8,2 | 8,8 | 0,5 | 5,9 | 0,2 | 3,8 | 4,2 | 4,5 | 5,0 | 5,9 | 6,9 | 7,5 | 7,9 | 8,5 |
AF Total | ||||||||||||||||||||||||
17-19 | 1,2 | 28,2 | 0,2 | 16,7 | 19,4 | 21,1 | 23,6 | 28,2 | 32,7 | 35,0 | 36,6 | 38,9 | 0,7 | 23,4 | 0,3 | 13,8 | 15,8 | 17,2 | 19,3 | 23,4 | 27,8 | 30,2 | 31,8 | 34,3 |
20-22 | 1,2 | 2,2 | 0,2 | 16,3 | 18,8 | 20,4 | 22,9 | 27,2 | 31,5 | 33,8 | 35,3 | 37,5 | 0,5 | 22,9 | 0,3 | 13,6 | 15,5 | 16,8 | 18,9 | 23,0 | 27,4 | 30,0 | 31,7 | 34,5 |
23-25 | 1,2 | 27,3 | 0,2 | 16,4 | 18,9 | 20,6 | 23,0 | 27,4 | 31,6 | 33,9 | 35,4 | 37,7 | 0,5 | 22,3 | 0,3 | 13,8 | 15,5 | 16,7 | 18,6 | 22,4 | 26,5 | 28,9 | 30,5 | 33,1 |
26-28 | 1,2 | 28,2 | 0,2 | 16,4 | 19,1 | 20,9 | 23,5 | 28,2 | 32,7 | 35,1 | 36,6 | 38,9 | 0,5 | 23,9 | 0,3 | 14,9 | 16,7 | 18,0 | 20,0 | 23,9 | 28,2 | 30,7 | 32,4 | 35,0 |
P: Percentil; L: Asimetría; M: Mediana; S: Coeficiente de variación; AF: Actividad Física.
DISCUSIÓN
Los resultados del estudio indican que el instrumento aplicado en jóvenes universitarios es válido. De hecho, tras el AFC, las saturaciones observadas en esta investigación son similares e inclusive superiores a investigaciones en las que utilizaron el mismo instrumento21 y otros cuestionarios con similares características6, 22.
De hecho, el AFC es una técnica adecuada que respalda la correspondencia teórica entre el constructo y el dato23, lo cual, fue verificado en este estudio luego de obtener saturaciones superiores a 0,40 y valores propios >1,0, como lo sugiere la literatura24, 25. Evidentemente el instrumento utilizado explica 63,9% de la varianza, lo que permite contrastar la teoría sustantiva con la homogeneidad de las propiedades psicométricas del cuestionario utilizado25.
En relación a la fiabilidad, la mayoría de los estudios que analizan la capacidad de reproducibilidad utilizan la consistencia interna por medio de Alpha de Cronbach. Este estudio utilizó las medidas de estabilidad test re-test para verificar la estabilidad del cuestionario. Los resultados evidenciaron que no hubo diferencias significativas entre ambas evaluaciones por indicador, instrumento total y por sexo. Además, el ETM osciló entre 2,48 a 3,68%. Esto significa que dichos valores se encuentran dentro de los rangos establecidos e incluso son inferiores al 5% establecido como límite máximo26.
El CCI mostró valores aceptables por sexo e inclusive cuando se analiza de forma conjunta los resultados mejoran notablemente. De hecho, estos hallazgos son consistentes e inclusive superiores a otros estudios en el que utilizaron la capacidad de reproducibilidad de cuestionarios de AF27, 28, 29.
En consecuencia, el instrumento utilizado en jóvenes universitarios, cumplió con los dos requisitos del control de calidad de medición. Por lo que es válido y confiable al menos en esta muestra. Desde esa perspectiva, es necesario destacar que estos resultados obtenidos no son absolutos, a pesar de que se evidenció valores altamente válidos y confiables, aun cuando las saturaciones, el % de la varianza y el CCI deben interpretarse con precaución, debido a la falta de evidencia de un método criterio, respectivamente.
A pesar de ello, los resultados a través del uso de cuestionarios de AF de auto-reporte han demostrado de forma convincente la identificación de causas de mortalidad coronaria y morbilidad y mortalidad cardiovascular, inclusive hasta algunos tipos de cáncer y diabetes tipo 230, por lo que su uso implica bajo costo de inversión, ahorro de tiempo y permite la medición simultánea a grandes poblaciones en un solo momento31.
Desde esa perspectiva, una vez validado y verificada su fiabilidad, este estudio ha desarrollado percentiles a través del método LMS para clasificar los niveles de AF por indicador, rango de edad y sexo. Los resultados muestran que los hombres presentan ligera superioridad frente a las mujeres en los cuatro indicadores (tipo, duración, intensidad y frecuencia), sin embargo, las diferencias son marcadas cuando se observan por la escala total.
En general, varios estudios han generado percentiles a partir del método LMS para proponer criterios de clasificación en adolescentes utilizando cuestionarios10, 21, 22. Esto demuestra la relevancia que tienen los percentiles para detectar un problema de asociado con los bajos niveles de AF, en especial en contextos epidemiológicos, donde por falta de tiempo, equipamiento sofisticado y limitaciones de personal calificado, el cuestionario sea una opción rápida y precisa32.
Los percentiles inferiores al p15 pueden interpretarse con bajos niveles de AF o sedentarismo, y aquellos identificado por sobre el p85 como elevados niveles de AF. En ese sentido, los jóvenes con mayores puntajes obtenidos en el cuestionario de AF se asocian con un mejor estado de salud33, lo que evidentemente implica una mayor realización de actividades y/o ejercicios físicos y consecuentemente son beneficiosos para su salud.
En general, los cuestionarios son a menudo el método con mayor factibilidad de aplicación a la hora de evaluar la AF en gran escala, a pesar de que tienen limitaciones y por el contrario deben ser seleccionados y utilizados juiciosamente34, en especial a la hora de analizar los puntos de corte. Futuros estudios deben analizar los puntos de corte en jóvenes universitarios, así como su validación externa dependerá del uso y aplicación del instrumento en poblaciones con similares características.
El estudio presenta algunas limitaciones que deben ser reconocidas; por ejemplo, no fue posible el uso de un instrumento cuantitativo como método de criterio, lo que hubiera permitido verificar la validez de criterio. Sin embargo, a pesar de ello, el instrumento fue validado en una amplia muestra y la selección fue probabilística, lo que sugiere su generalización a otros contextos con similares características geográficas del Perú.
CONCLUSIONES
El cuestionario de 11 preguntas que mide AF es válido y confiable para jóvenes universitarios de una región de elevada altitud del Perú. Además los percentiles propuestos sirven para identificar y clasificar los niveles de AF según rango de edad y sexo. Los resultados sugieren su uso y aplicación en contextos epidemiológicos.