INTRODUCCION
Los pacientes con tumores de cabeza y cuello presentan una elevada prevalencia de pérdida de peso involuntaria, y se estima que, entre un 30-55% de ellos sufren problemas relacionados con desnutrición1 y el 50,3% presentan sarcopenia2. Los tratamientos oncológicos como la cirugía, quimioterapia o radioterapia pueden provocar diversos efectos agudos y crónicos que repercuten de manera significativa en el estado general del paciente con cáncer, aumentando la dificultad de una adecuada ingesta y favoreciendo la pérdida de peso3-4.
Por todo ello, la evaluación, detección y diagnóstico de malnutrición debe ser considerada un factor importante en la valoración global de los pacientes con cáncer, debido a que un paciente desnutrido tiene un importante riesgo de morbimortalidad, con aumento de la posibilidad de ingreso hospitalario, lo que repercute negativamente en el incremento del gasto sanitario generado, así como en la posibilidad de no tolerar los tratamientos antineoplásicos administrados5-6. Tradicionalmente, el porcentaje de pérdida de peso (%PP) y el índice de masa corporal (IMC), junto a la valoración antropométrica de pliegues como el tricipital (PT) y perímetros como la circunferencia braquial (CB) o circunferencia muscular braquial (CMB), se han utilizado como marcadores clásicos de desnutrición5-6. Sin embargo, en determinadas ocasiones, especialmente cuando la evolución de la enfermedad es prolongada, estos parámetros pueden producir errores de medición, y en estudios científicos recientes, se manifiesta la necesidad de emplear otras herramientas para el diagnóstico y evaluación de la desnutrición en el paciente oncológico7-8.
Por otro lado, hoy en día se conocen nuevos síndromes, tales como la sarcopenia, que se define como la pérdida de masa magra (MM) con o sin pérdida de masa grasa y pérdida de peso, caracterizada con una disminución de la fuerza muscular9. Dicha pérdida en el paciente oncológico puede aparecer en situaciones de alimentación subóptima, encamamiento, sedentarismo, o como consecuencia de los efectos secundarios de los tratamientos antineoplásicos administrados10. En el año 2010 y posteriormente en el 2018 tras una nueva actualización, el Grupo de Trabajo Europeo sobre Sarcopenia en Personas de Edad Avanzada (EGWSOP), determinó una serie de criterios de diagnóstico de la MM para su uso en la práctica clínica, mediante técnicas de última generación como la Bioimpedancia (BIA), la absorciometría radiológica de doble energía (DEXA), la resonancia magnética nuclear (RMN) y la TC con la ventaja de la frecuente disponibilidad de esta última en el diagnóstico de la neoplasia y en la planificación del tratamiento con radioterapia9, 11. Además, la TC es utilizada actualmente como gold standard en oncología9. Sin embargo, para el diagnóstico de sarcopenia, los parámetros obtenidos mediante estos equipos deben acompañarse de la valoración de la fuerza muscular o funcionalidad muscular8. En cuanto a la determinación de la fuerza muscular, hoy en día, el método más utilizado en la práctica clínica es la dinamometría. Así pues, la sarcopenia existe cuando hay disminución de la masa muscular junto a una baja fuerza de prensión9.
Actualmente, se ha mostrado que el tejido muscular a nivel lumbar, concretamente a nivel de la tercera vértebra lumbar (L3), se correlaciona con la totalidad de la masa muscular esquelética (MME) del organismo12-13. Sin embargo, la disponibilidad de disponer de una imagen de TC a este nivel en los pacientes con neoplasias de cabeza y cuello es baja, debido a que únicamente se utiliza en la zona afectada debido a la elevada irradiación que produce. Por ello, ha surgido la necesidad de buscar una nueva correlación con la masa muscular total en un nivel más disponible para los pacientes con tumores de cabeza y cuello, habiéndose sugerido los niveles de la tercera vértebra cervical (C3)14. Los estudios desarrollados por Swartz y Cols. basados en la determinación de la MM a nivel de C3, estiman mediante una fórmula desarrollada la MM en L3 con una fiabilidad alta (r=0,891; p<0,001), sin necesidad de someter a los pacientes a una dosis no justificada de radiación ionizante13-14. Un nuevo estudio llevado a cabo en 2019 ha analizado la MM en pacientes con cáncer mediante una TC de radioterapia extensa que englobaba el nivel C3 y L3. Estos hallazgos también han determinado una correlación positiva entre la MM e índice musculoesquelético (IME) a nivel de C3 y L3 (R2=0,876 y R2=0,805 respectivamente), por lo que permiten diagnosticar la presarcopenia mediante TC a nivel cervical, sin necesidad de realizar una medición a nivel lumbar15.
Nuestro estudio, por tanto, tiene como objetivo principal evaluar por primera vez la prevalencia de sarcopenia en pacientes con cáncer de cabeza y cuello mediante TC a nivel de C3 y dinamometría. Como objetivo secundario, se correlaciona la MM medida mediante TC a nivel de C3 con la fuerza prensora de mano (dinamometría) y CMB, ajustándose todos los parámetros por la edad y el sexo de los pacientes.
MATERIAL Y MÉTODOS
Participantes
Estudio piloto transversal en el que se realizó una evaluación nutricional detallada a 37 pacientes con cáncer de cabeza y cuello (29 hombres y 8 mujeres) que acudieron por primera vez al Servicio de Oncología Radioterápica ERESA del Hospital General Universitario de Valencia (España), desde marzo de 2016 a marzo de 2018, para la planificación del tratamiento con radioterapia. Los criterios de inclusión fueron: edad superior a 18 años, diagnóstico de neoplasia de cabeza y cuello, que hayan sido sometidos al TC de planificación del tratamiento con radioterapia y pacientes a los que se les ha podido realizar antropometría completa. Aquellos pacientes que presentaban imágenes de TC a nivel de C3 de mala calidad (incompletas, borrosas o cortadas) o a los que la determinación de la fuerza muscular no se les ha podido realizar (ictus, demencia senil, párkinson, parálisis, etc.) fueron excluidos del estudio. Por otro lado, de igual manera, aquellos con imposibilidad de ser pesados o medidos (pacientes en silla de ruedas, encamados o no colaboradores), también han sido excluidos del estudio. En total se excluyeron del estudio 11 pacientes, de los cuales 7 de ellos presentaron imágenes de mala calidad y el resto debido a que no se les pudo realizar medidas antropométricas.
Además, se recogieron datos sobre el diagnóstico del tumor de los pacientes, la clasificación internacional de neoplasias (TNM) desarrollada por el American Joint Committee on Cancer, el estadio tumoral, la escala diseñada por el Estern Cooperative Oncology Group (ECOG) para evaluar la calidad de vida y la capacidad de desarrollar diferentes actividades del paciente con cáncer, así como el tipo de tratamiento administrado, la dosis total de radioterapia prevista, la presencia o no de traqueotomía y el código para clasificación internacional de enfermedades y otros problemas de salud.
Parámetros antropométricos
La evaluación antropométrica de todos los pacientes fue realizada por una dietista-nutricionista, tanto durante las visitas en el servicio de oncología radioterápica como en el servicio de endocrinología y nutrición, en aquellos pacientes que fueron derivados por malnutrición. A todos los participantes del estudio se les recogieron los siguientes parámetros antropométricos: peso (kg), talla (m), índice de masa corporal (kg/m2), peso habitual anterior al diagnóstico del cáncer (kg), PT (mm), CB (cm), así como el perímetro de la cintura (PC) (cm). Además, mediante estos datos también se calcularon el porcentaje de pérdida de peso involuntario desde el diagnóstico (%) mediante la fórmula %PP [(peso habitual - peso actual/peso habitual) x 100], y la CMB. Finalmente, para la comparación de las medias antropométricas se utilizaron las tablas de Alastrúe16. Todas las medidas antropométricas se realizaron en las siguientes condiciones: ropa ligera (bata de radioterapia), sin zapatos y sin accesorios que pesados que dificulten o varíen la medición (monedas, pulseras, relojes, cadenas, etc.).
Las herramientas utilizadas fueron: un tallímetro y peso de la marca Seca®, plícometro Holtain Skinfold Caliper® y cinta métrica antropométrica Cescorf®. Además, se recogieron datos para el estudio de la composición corporal y la funcionalidad muscular:
Análisis de la funcionalidad muscular mediante la fuerza prensora de la mano: El análisis de la funcionalidad se realizó mediante la fuerza prensora de la mano con el dinamómetro hidráulico Jamar® proporcionando la fuerza del brazo derecho (kg) y del izquierdo (kg). Se realizaron tres determinaciones en cada mano con el sujeto en sedestación y sin apoyo en el brazo en estudio. Se calculó la media de dichas determinaciones, y se consideró una fuerza disminuida o dinapenia si el valor fue <30kg en varones y <20kg en mujeres17.
Análisis de la composición corporal mediante TC: La TC de planificación forma parte del proceso en el que los pacientes oncológicos se someten a simulación por tomografía, necesaria para la elaboración de cualquier tratamiento con radioterapia. En cuanto a las características de la TC, las imágenes fueron tomadas utilizando tomografía virtual mediante el modelo SIEMENS Sensation Open 120 KV. Por ello, todas las imágenes de nuestro estudio fueron tomadas únicamente para la elaboración de las mediciones y los planes del tratamiento oncológico de los tumores de cabeza y cuello (sin irradiación adicional para nuestro estudio), tal y cómo se observa en la Figura 1.
El análisis la masa muscular se realizó contorneando el músculo esternocleidomastoideo (color morado) y los músculos paravertebrales (color rojo) mediante HU.
Determinación de la MM en la vértebra C3 mediante TC de planificación: Mediante una única imagen radiológica a través de tomografía computarizada para la planificación del tratamiento con radioterapia se analizó la composición (músculo esquelético y tejido adiposo intermuscular) en la tercera vértebra cervical en función de diferentes Unidades Hounsfield (HU), siendo desde -29HU hasta +150HU para tejido muscular y desde -190HU hasta -30HU para tejido adiposo intermuscular12-13, 18-19. Las imágenes se analizaron con el software de contorneado de radioterapia MIM® 6.7 Inc. Cleveland, OH. Las áreas transversales (cm2) se calcularon automáticamente sumando píxeles de tejido y multiplicando por el volumen de corte. Los músculos delineados para la MME de C3 fueron el músculo esternocleidomastoideo y los paravertebrales (Figura 1)12.
Estimación de la MM en la vértebra L3 a partir de la MM medida en la vértebra C3: Una vez determinada la MME (cm2) a nivel de C3 obtenida mediante el TC, se estimó la MME a nivel de L3 mediante una fórmula matemática desarrollada por Swartz y cols. que demostró tener una correlación positiva entre ambos niveles (r=0,891; p<0,001), si se conoce la edad, el peso y el sexo del paciente13-14:
Fórmula de determinación de la MME en L3 a partir de C3 (cm2) = 27,304 + 1,363 * MME en C3 (cm2) - 0,671 * Edad + 0,640 * Peso (kg) + 26,442 * Sexo (hombre=2; mujer=1).
Cálculo de índice musculoesquelético lumbar (cm2/m2): A continuación, se calculó el IME a través de la determinación de la MM obtenida en L3 (cm2) normalizada por la altura en m2, mediante la siguiente fórmula20:
Los puntos de corte establecidos actualmente para el diagnóstico de masa muscular disminuida son: IME lumbar ≤41cm2/m2 para mujeres, ≤53cm2/m2 para hombres con IMC≥25kg/m2 y ≤43cm2/m2 para hombres con IMC<25kg/m2 respectivamente11. Por otro lado, el tejido adiposo inter e intramuscular se detectó de acuerdo con las HU para el tejido adiposo, siendo de -190 hasta -30HU11-13.
En la Figura 2 se muestra un ejemplo las diferentes áreas de tejido determinadas en pacientes con cáncer de cabeza y cuello antes de iniciar el tratamiento antineoplásico.
El análisis mediante TC se realizó al contornear cada tejido de interés. Las diferentes densidades se midieron mediante HU siendo; -29 +150 para MM (morado y amarillo) y -190 -30 para el tejido adiposo, tanto intermuscular (azul) como intramuscular (negro). Después del proceso de contorneado, las áreas de sección transversal de los tejidos (cm2) se calcularon automáticamente sumando los píxeles del tejido y multiplicando por el volumen de superficie. En la imagen, se muestra un paciente con tejido muscular y adiposo dentro de la normalidad.
Análisis estadístico
Las variables se resumieron mediante la media (desviación estándar) y mediana (1er y 3er cuartil) en el caso de las variables numéricas y mediante la frecuencia absoluta (frecuencia relativa) en el caso de las variables categóricas. Para encontrar asociaciones entre la fuerza y el índice musculoesquelético se ajustó una regresión lineal para la mano con más fuerza y otra para la mano débil incluyendo edad y sexo como covariables. Para encontrar asociaciones entre el perímetro muscular branquial con el índice musculoesquelético y la pérdida de peso, se ajustó una regresión lineal incluyendo también edad y sexo como covariables. Los valores de p<0,05 fueron considerados estadísticamente significativos. Los análisis estadísticos han sido realizados mediante el software R (versión 3.2.2). Todos los análisis y las gráficas han sido evaluados y revisados tanto por la Unidad de Bioestadística del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe de Valencia.
Consideraciones Éticas
Las imágenes de TC de los pacientes del estudio fueron tomadas para la planificación del tratamiento con radioterapia (sin irradiación adicional) y retrospectivamente usadas para composición corporal. Nuestro estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Hospital General Universitario de Valencia, no obstante, debido a que todas las imágenes se usaron de forma anónima y los pacientes con cáncer tienen un alto riesgo de morbilidad, el consentimiento informado no fue necesario de acuerdo con las leyes y las pautas de “Mejores prácticas” para este estudio retrospectivo.
RESULTADOS
Para la realización de este estudio se analizó retrospectivamente una muestra de 37 pacientes oncológicos con cáncer de cabeza y cuello, con una edad media de 65 (rango 36-92) años; de los cuales el 78,38% (n=29) eran hombres y el 21,64% (n=8) eran mujeres. Los pacientes oncológicos de nuestro estudio presentaron diferentes tipos de tumores malignos, con la siguiente distribución clasificada por la Clasificación Internacional de Enfermedades para Oncología: el 40,45% presentaron neoplasias malignas de la cavidad oral, el 18,92% laringe, el 13,52% orofaringe, el 8,11% nasofaringe y parótida, el 5,50% hipofaringe y el 4,50% senos maxilares.
En la Tabla 1 se muestran detalladamente las características clínicas y demográficas de cada uno de los pacientes, el estadio del tumor determinado a través de la escala de estadiaje del cáncer mediante el TNM, la escala ECOG, la presencia de traqueotomía y el tipo de tratamiento oncológico prescrito por los médicos especialistas.
Características clínicas de las variables | Número casos (%) | |
---|---|---|
Edad media (rango) | 64,14 (36-92) | |
Sexo | Varones: 29 | (78,74%) |
Mujeres: 8 | (21,62%) | |
Estadio del tumor | EI: 4 | (10,81%) |
EII: 6 | (16,22%) | |
EIII: 4 | (10,81%) | |
EIV: 26 | (62,16%) | |
DM | 6 | (16,22%) |
EPOC | 1 | (2,70%) |
HTA | 11 | (29,73%) |
DL | 4 | (10,81%) |
Hipotiroidismo | 1 | (2,70%) |
VHC+ | 1 | (2,70%) |
IRC | 1 | (2,70%) |
Síndrome de Wernike | 1 | (2,70%) |
Tipo de tratamiento | Curativo: 34 | (91,89%) |
Paliativo: 3 | (8,11%) | |
ECOGg | Grado 0: 12 | (32,43%) |
Grado 1: 17 | (45,95%) | |
Grado 2: 6 | (16,22%) | |
Grado 3: 1 | (2,70%) | |
Grado 4: 1 | (2,70%) | |
Dosis media de RT prescrita (Gy)h | 64,27 (7,87) | |
Traqueotomía | Sí: 12 | (54,55%) |
No: 10 | (45,45%) |
DM: Diabetes Mellitus; EPOC: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica; HTA: Hipertensión arterial; DL: Dislipemia; VHC+: Virus de la hepatitis C; IRC: Insuficiencia renal crónica; ECOG: Escala diseñada por el Eastern Cooperative Oncology Group para la medición de la capacidad funcional en pacientes oncológicos; Gy: Gray.
Teniendo en cuenta los antecedentes médicos de los pacientes oncológicos, se ha prestado especial atención a aquellas enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación y que repercuten en el estado nutricional de los pacientes aumentando su malnutrición. La Tabla 1 muestra las enfermedades más comunes que son la hipertensión arterial presente en un 29,73% de los pacientes, seguido de la diabetes mellitus en un 16,22% y la dislipidemia en un 10,81% de los casos.
En cuanto a las características antropométricas de los pacientes con tumores de cabeza y cuello antes de iniciar el tratamiento con radioterapia, el peso medio estimado fue 68,81 (12,92) kg, el IMC 25,32 (4,14) kg/m2, el peso habitual 74,09 (12,96) kg y el %PP involuntario desde el diagnóstico del tumor fue de 6,59 (12,96) %. Por otro lado, el PT medio fue de 5,73 (4,3) mm, el CMB 23,61 (3,7) cm y el PC de 95,41 (12,42) cm. Estos parámetros indican que la mayoría de los pacientes también se clasificaron dentro del sobrepeso tipo I de acuerdo con los criterios establecidos por el IMC (kg/m2). No obstante, la pérdida de peso de manera involuntaria desde el diagnóstico del tumor fue >5%, cumpliendo criterios de pre-caquexia. en la Tabla 2 se detallan todos los parámetros antropométricos recogidos.
Peso (kg) | Talla (cm) | IMC (kg/m2) | Peso habitual (kg) | Porcentaje pérdida de peso (%) | PT (mm) | CB (cm) | CMB (cm) | CMB50 (cm) | PC (cm) | ||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Media | 68,81 | 1,65 | 25,32 | 74,69 | 6,59 | 15,89 | 28,6 | 23,61 | 22,35 | 95,11 | |
Desviación estándar (DS) | 12,92 | 0,80 | 4,15 | 12,96 | 7,19 | 8,49 | 4,18 | 3,7 | 1,8 | 12,42 | |
Mediana | 67,7 | 1,67 | 25,35 | 72,9 | 4 | 13,6 | 28,5 | 23,67 | 22,6 | 94 | |
Quartil (Q) | 1er Q | 58,1 | 1,6 | 22,71 | 64,28 | 0 | 9 | 25 | 21,04 | 20,7 | 85 |
3er Q | 76 | 1,71 | 27,25 | 83,75 | 12,9 | 24 | 31,2 | 26,04 | 24,52 | 101,5 |
IMC: índice de Masa Corporal; PT: Pliegue tricipital; CB: Circunferencia o perímetro braquial; CMB: Circunferencia muscular braquial; CMB50: Percentil 50 del perímetro muscular braquial, de acuerdo con las tablas Alastrúe; PC: Perímetro de la cintura.
Para la determinación de la MM, una vez calculada la MME en C3 (cm2) se estimó la MME a nivel de L3 mediante una fórmula desarrollada y a continuación se calculó el IME lumbar (cm2/m2). El promedio de la MME a nivel de C3 fue de 37,02 (8,14) cm2, la MME en L3 mostró un promedio de 125,36 (29,91) cm2 y la media del IME fue 45,76 (±8,4) cm2/m2. En cuanto a este último parámetro, el IME se ha encontrado disminuido en el 59,46% de la muestra; presentándose en el 100% (n=8) de las mujeres y el 48,28% (n=14) de los hombres. Además, se recogieron datos sobre la cantidad de tejido adiposo a nivel de C3. En cuanto a su determinación, la media de la masa grasa intermuscular fue de 6,69 (3,8) cm2, y la masa grasa intramuscular de 2,06 (1,11) cm2.
Por otro lado, en cuanto al estudio de la fuerza prensora de mano, la media de la dinamometría de la mano derecha fue de 26,16 (13,64) kg, y de la mano izquierda 26,3 (11,99) kg. La dinapenia o baja fuerza muscular estuvo presente en el 64,86% de los pacientes del estudio. En cuanto al diagnóstico de sarcopenia, término que engloba tanto disminución de la masa muscular como disminución de fuerza, un 54,05% (n=20) de los pacientes presentaron esta patología; 40% mujeres y 60% hombres. De todos estos pacientes, un 32,43% presentaron sarcopenia dentro del sobrepeso y la obesidad, teniendo un IMC≥25kg/m2 (Figura 3). La Tabla 3 recoge todos datos en cuanto al análisis de la composición corporal por TC y la dinamometría.
El 54,46% de los pacientes presentaron una MM medida por TC disminuida, el 64,86% presentaron fuerza prensora y el 54,05% presentaron sarcopenia, estando disminuidos ambos valores.
MM en C3a (cm2) | MM estimada en L3b (cm2) | IMEc (cm2/m2) | Tejido Adiposo Intermuscular (cm2) | Tejido Adiposo Intramuscular (cm2) | Fuerza Prensora Derecha (kg) | Fuerza Prensora Izquierda (kg) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Media | 37,02 | 125,36 | 46,6 | 6.69 | 2,06 | 26,17 | 26,3 |
DS | 8.14 | 29.91 | 8,04 | 3,8 | 1,11 | 13,64 | 11,99 |
Mediana | 38,03 | 133,37 | 47,86 | 5,73 | 1,77 | 29,6 | 28 |
1er Q | 30,3 | 102,58 | 39.88 | 4,3 | 1,3 | 18 | 17,1 |
3er Q | 42,93 | 144,66 | 51,04 | 9,13 | 2,75 | 33,9 | 33,4 |
aMasa muscular presente en C3 (cm2), correspondiente a la suma de los músculos esternocleidomasteoideos y paravertebrales, dividido por el espesor de corte del TC (0,3 mm o 0,5 mm según cada caso);
b Masa muscular presente en L3 (cm2) estimada mediante una fórmula desarrollada = [27,304 + 1,363 * MM en C3 (cm2) - 0,671 * Edad (y) + 0,640 * Peso (kg) + 26,442 * Sexo] (Sexo = valor "1" para sexo femenino y "2" para sexo masculino);
c Índice musculoesquelético (cm2/m2) = MM en L3/altura2.
Por último, se ha encontrado una asociación positiva estadísticamente significativa entre la fuerza tanto en la mano fuerte o mano sin dinapenia (estimado=0,412; IC95% [0,219; 0,605]; p-valor<0,001), como en la mano débil o mano con dinapenia (estimado=0,289; IC95% [0,123; 0,454]; p-valor<0,001) y el IME. De igual modo, sigue habiendo una asociación positiva entre el IME y la dinamometría tanto de la mano fuerte como de la mano débil, una vez ajustado el modelo de regresión por la edad y el sexo (p-valor<0,05). El resultado de los modelos aplicados a la fuerza se exponen en la Tabla 4 y Figura 4.
Estimado | Error Estándar | Coeficiente inferior al 95% | Coeficiente superior al 95% | P-valor | ||
---|---|---|---|---|---|---|
REGRESIÓN LINEAL FUERZA PRENSORA MANO FUERTE | Intercepto | 35,11 | 3,21 | 28,53 | 41,69 | <0,001 |
Mano fuerte | 0,41 | 0,09 | 0,22 | 0,60 | <0,001 | |
Edad | 0,177 | 0,068 | -0,315 | -0,039 | 0,013 | |
Sexo | -7,76 | 2,572 | -12,994 | -2,527 | 0,05 | |
R2 | 0,41 | |||||
R2 corregido | 0,39 | |||||
REGRESIÓN LINEAL FUERZA PRENSORA MANO DÉBIL | Intercepto | 40,5 | 2,44 | 35,50 | 45,53 | <0,001 |
Mano débil | 0,29 | 0,08 | 0,123 | 0,454 | 0,001 | |
Edad | -0,186 | 0,068 | -0,324 | -0,048 | 0,01 | |
Sexo | -9,225 | 2,236 | -13,774 | -4,676 | <0,001 | |
R2 | 0,32 | |||||
R2 corregido | 0,30 |
Respecto a los modelos del IME (cm2/m2) y CMB (cm), la Tabla 5 resume el resultado. Nuestros datos no alcanzan a mostrar una relación entre ambos parámetros, sin embargo, sí indican cierta tendencia al alza. La Figura 5 representa gráficamente el ajuste del modelo CMB, donde se puede observar cómo el ajuste del IME presenta cierta tendencia de correlación, sin llegar a ser positiva. Sin embargo, existe una asociación positiva entre el IME y la CMB una vez ajustado el modelo de regresión por el sexo (p-valor<0,05) y no existe una asociación positiva entre el IME y la CMB una vez ajustado el modelo de regresión por la edad (p-valor>0,05).
Estimado | Error Estándar | Coeficiente inferior al 95% | Coeficiente superior al 95% | P-valor | ||
---|---|---|---|---|---|---|
AJUSTE MODELO CMB | Intercepto | 11,90 | 6,58 | -1,63 | 25,44 | 0,082 |
IME | 0,26 | 1,13 | -0,003 | 0,53 | 0,052 | |
Edad | 0,274 | 0,247 | -0,229 | 0,778 | 0,275 | |
Sexo | 23,467 | 9,305 | 4,514 | 42,421 | 0,017 | |
R2 | 0,25 | |||||
R2 corregido | 0,19 |
Discusión
Hoy en día, se conoce que existen múltiples causas que derivan a la desnutrición en el paciente con cáncer de cabeza y cuello, como factores dependientes del propio tumor, factores dependientes del paciente (hábitos adquiridos como tabaco o alcohol) y factores dependientes de los tratamientos antineoplásicos administrados, estando todos ellos interrelacionados entre sí1. Dichos factores parecen tener un doble impacto directamente sobre el tejido muscular, disminuyendo por un lado la masa musculoesquelética y por otro lado la fuerza, dando lugar a la aparición de sarcopenia, mecanismo claramente diferenciado de la caquexia cancerosa, que a su vez tiene consecuencias negativas para la salud21-22.
Los parámetros antropométricos como el peso (kg), el IMC (kg/m2) el PT (mm) y la CMB (cm), han sido utilizados en la práctica clínica habitual de los pacientes oncológicos para estimar la composición corporal5-6. Otro dato que adquiere elevada importancia en los pacientes oncológicos es una reducción involuntaria >5% del peso corporal total, que a menudo se utiliza como predictor clínico de la pre-caquexia y está relacionado con el aumento de morbimortalidad23. La pérdida de peso media de manera involuntaria de nuestros pacientes fue de un 6,59 (12,96) %, cumpliendo la mayoría de los casos con criterios de pre-caquexia.
A pesar de la importancia de estos parámetros en la práctica clínica, nuevos métodos recientes de diagnóstico por imagen mediante TC han mostrado ser una revolución en la evaluación nutricional, por determinar con gran precisión la MM a partir de una única medición en L3 y por ser un factor pronóstico en la evolución de los pacientes con cáncer7-8. De hecho, este tipo de medición es considerada como la más fiable según un análisis que comparó los diferentes métodos de diagnóstico de problemas de malnutrición presentes en los pacientes con cáncer de cabeza y cuello24. Es por ello que nuestro estudio ha cuantificado por primera vez la prevalencia de la depleción muscular mediante TC a nivel de C3 en pacientes con neoplasias de cabeza y cuello que carecen de una medición en L3. Además, se han recogido parámetros de la fuerza muscular mediante dinamometría, y se han diagnosticado un total de 54,05% de pacientes con sarcopenia. Teniendo en cuenta que según la bibliografía aproximadamente un 50% de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello presenta problemas de desnutrición severa y sarcopenia, nuestro estudio coincide con la experiencia de otros autores en este campo25. Este hecho es de gran importancia, debido a que la malnutrición en los pacientes con cáncer de cabeza y cuello ha sido relacionada en diversos artículos científicos con mayor tasa de complicaciones postoperatorias, peor respuesta al tratamiento con quimioterapia y radioterapia e incluso con mayor tasa de recidiva tumoral14, 24.
Además, la determinación de la MM como factor independiente, ha adquirido gran importancia en los últimos años en enfermedades oncológicas, debido a que se conoce que su pérdida está directamente relacionada con el aumento de toxicidades de los tratamientos antineoplásicos, interrupción del tratamiento prescrito, disminución de la inmunidad, así como menor calidad de vida y aumento de la morbimortalidad26-27. Por otro lado, la pérdida de fuerza muscular o dinapenia conlleva a un aumento de la discapacidad física y, por lo tanto, una peor calidad de vida que afecta al rendimiento funcional de las actividades físicas diarias9, 28. Nuestro estudio indica que la MM mediada en C3 a través del IME (cm2/m2) estaba disminuida en el 59,46% de la muestra y el 64,86% de los pacientes presentaron dinapenia. Estos datos de nuevo coinciden con experiencias previas de otros autores, concretamente con Wendrich y Cols., que indicaron que el 54% de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello evaluados mediante TC a nivel de C3 presentaron baja masa musculoesquelética y el 58% presentaron bajo IME (cm2/m2) medido en L313. Por otro lado, el grupo de Ordan y Cols. mostraron la importancia de la medición de la fuerza muscular mediante dinamometría en pacientes oncológicos, que rara vez se lleva a cabo en la práctica clínica y actualmente existen escasos datos sobre la fuerza muscular de pacientes con tumores de cabeza y cuello17. Esta segunda parte adquiere gran importancia debido a que la baja fuerza de agarre está fuerte e inversamente relacionada con el aumento de la morbimortalidad y empeoramiento de la salud en cualquier tipo de cáncer y las asociaciones son moderadamente más fuertes en los grupos de edad más jóvenes, según un estudio publicado recientemente29.
Por otro lado, la presencia de sarcopenia no sólo se observa en pacientes que presentan un bajo peso o IMC, sino que también puede estar presente en individuos que padecen tanto sobrepeso como obesidad, siendo nuevamente la TC una técnica totalmente apta para diagnosticar pacientes con un IMC>30kg/m2, clasificados como pacientes con obesidad sarcopénica12, 30. Nuestro estudio indica que de todos los pacientes con sarcopenia, un 32,43% presentaron un IMC>25kg/m2, de los cuales el 5,41% cumplieron criterios de pacientes con obesidad sarcopénica. Teniendo en cuenta que los últimos estudios indican que aquellos pacientes con un IMC elevado y sarcopenia presentan peor pronóstico en comparación con los pacientes que padecen únicamente sarcopenia u obesidad, estos datos ofrecen gran información acerca del pronóstico de nuestros pacientes31-32. Además, el TC es una herramienta que puede proporcionarnos información valiosa sobre la acumulación patológica de grasa intramuscular, también llamada mioesteatosis, fuertemente asociada con la inflamación sistemática, la disminución de la funcionalidad muscular y la caquexia cancerosa12. A mayor grasa infiltrada dentro de los músculos, su densidad (HU) disminuirá. Este hecho hace que la densidad muscular también pueda medirse de acuerdo con las HU de la masa musculoesquelética. En cuanto a las características de nuestra muestra, la media de la masa grasa intermuscular fue de 6,69 (3,8) cm2, y la masa grasa intramuscular de 2,06 (1,11) cm2, y pese a que actualmente no existen puntos de corte establecidos para la miosteatosis presente en C3, estos datos nos aportan información valiosa sobre la calidad de tejido muscular.
Por último, nuestro estudio correlacionó por primera vez el índice musculoesquelético medido mediante TC a nivel de C3 con la funcionalidad del músculo evaluada mediante la fuerza prensora de la mano, y se ha encontrado una asociación estadísticamente significativa, tanto en la mano fuerte como en la mano débil (p<0,005). Esta parte es de gran importancia, ya que, para el diagnóstico de sarcopenia según el actual Consenso Europeo, deben de coexistir una depleción de la masa muscular con una menor funcionalidad o rendimiento físico9. Además, nuestros hallazgos muestran que aquellos pacientes con mayor depleción de masa muscular en C3 presentan una menor funcionalidad. En cuanto a la correlación del IME con el perímetro muscular braquial, indicador ampliamente utilizado en la práctica clínica hospitalaria habitual, nuestros datos no alcanzan a mostrar la relación del índice musculoesquelético con el CMB, embargo, sí indican cierta tendencia de correlación. Esto posiblemente se deba a la gran variabilidad inter e intra observador en cuanto a la toma de parámetros antropométricos, a la alteración de los datos por factores externos como inflamación, edemas o hiperhidratación y una sensibilidad más limitada de estos métodos en comparación con el TC para diagnosticar la malnutrición8-9.
Nuestro estudio tiene varias limitaciones: por un lado, la delineación de los músculos fue realizada manualmente por una sola investigadora, el tamaño muestral es limitado y existe un mayor porcentaje de varones que de mujeres, dado que la prevalencia del cáncer de cabeza y cuello es mayor en varones. Además, nuestro estudio ha permitido conocer la prevalencia de sarcopenia en los pacientes con cáncer de cabeza y cuello, pero no establecer una relación causal entre la pérdida de masa muscular y pérdida de fuerza. No obstante, pese a que el tamaño de nuestro estudio es limitado, estos hallazgos podrían ser útiles para muchas investigaciones adicionales, especialmente en pacientes que tienen falta de imágenes abdominales como los pacientes con cáncer de cabeza y cuello.
CONCLUSIONES
Se ha determinado una prevalencia de sarcopenia en pacientes con cáncer de cabeza y cuello diagnosticada mediante TC a nivel de C3 y dinamometría del 54,05%. Se ha mostrado una correlación estadísticamente significativa entre el índice musculoesquelético (cm2/m2) y la fuerza prensora de mano (p<0,001), lo que nos permite decir que aquellos pacientes con mayor depleción de masa magra presentan menor funcionalidad muscular. Respecto a la circunferencia muscular braquial, no se ha mostrado una correlación positiva con la fuerza muscular. Teniendo en cuenta el uso habitual de la tomografía computarizada para la planificación de cualquier tratamiento con radioterapia, este método debería incorporarse en la práctica clínica de cualquier servicio de Oncología Radioterápica por la prevalencia de la presarcopenia y su gran accesibilidad y utilidad.