Introducción
En la actualidad, las cirugías de contorno corporal son de las más solicitadas por los pacientes en Cirugía Plástica, sobre todo por aquellos que desean tener una figura atlética; sin embargo debemos tener en cuenta que tanto para hombres como para mujeres, las metas y las áreas a trabajar son diferentes.(1) La idea de belleza con respecto al hombre ha cambiado durante los años, siendo la figura atlética, en la actualidad, la que genera la mayor cantidad de preferencias, tanto por hombres como por mujeres.(2,3) En el caso de los hombres, a diferencia de las mujeres, se toman en cuenta con mayor relevancia algunas regiones anatómicas, sobre todo las superiores como por ejemplo los brazos, tórax y espalda. Actualmente se conocen estándares de belleza y masculinidad como el VHI (Volume Height Index) y el WCR (Waist to Chest Ratio), del mismo modo que autores como Hoyos y Pérez describen el modelo V-shape para el torso posterior y la relación entre los volúmenes del dorsal ancho (latissimus dorsi) y el deltoides. Desde nuestro punto de vista, los músculos trapecios pueden complementar las cirugías de lipomarcación de alta definición, aportando el aspecto atlético buscado por muchos de los pacientes.(4-6)
El uso de injertos grasos en Cirugía Estética comenzó a popularizarse para dar definición al contorno corporal, siendo las zonas más estudiadas para su uso los glúteos, las caderas y los miembros inferiores.(5-8) Si bien es cierto que la voluminización muscular mediante injertos grasos está aceptada en la actualidad con fines estéticos, en sus inicios Neuber ya había descrito esta técnica para tratamiento de deformidades. Es así que a lo largo de los años la técnica ha evolucionado, no solo para corregir defectos, sino para dar la posibilidad de mejorar zonas musculares de lipodistrofia.(9-12) En 1990, Colemann introduce la técnica de centrifugación de la grasa autóloga para transferencia, que se sigue empleando en la actualidad en distintos procedimientos de voluminización tanto en cirugías reconstructivas como estéticas.(13,14)
En nuestra búsqueda bibliográfica acerca de la técnicas más seguras en cirugía de contorno corporal, encontramos información limitada con respecto al injerto graso muscular como complemento quirúrgico, sin embargo entre la bibliografía que mayor información brinda tenemos a Hoyos y Pérez, quienes describen diferentes grados de definición muscular acorde a biotipos de pacientes en los cuales se toma en cuenta el injerto graso muscular, incluyendo músculos como bíceps, tríceps, trapecios y dorsal ancho para los varones.(6)
Otros autores como Danilla, mencionan la técnica de definición corporal con injerto de grasa en músculo recto abdominal dentro de la cirugía de abdominoplastia, y Viaro, en 2020, aplica la técnica de injerto graso en el músculo recto abdominal, guiada por ecografía, técnica que denomina UGRAFT.(15,16)
El objetivo del presente estudio es describir una técnica eficaz y segura para la voluminización de los músculos trapecios con injerto autólogo graso, que mejore la definición del contorno corporal masculino.
Material y método
Evaluamos 40 pacientes de sexo masculino que acudieron a consulta solicitando evaluación para cirugía de contorno corporal entre octubre de 2020 a enero de 2021. Todos fueron evaluados por un cirujano plastico certificado que evidenció volumenes de algunos grupos musculares disminuidos, entre ellos de los trapecios.
En consenso con los pacientes, se decidió realizar técnica de injerto graso en trapecios (Trapecios Fat Grafting, FAT-TRAP) como complemento del plan quirúrgico de cirugia de alta definición. Cabe resaltar que algunos de los pacientes también se sometieron a injerto graso de otros grupos musculares.
Todos los pacientes incluidos en el estudio cumplieron con los siguientes parámetros: edad superior a 18 años y menor de 60 años; índice de masa corporal (IMC) inferior o igual a 30 Kg/m2; riesgo quirúrgico (RQ) según índice de Goldman menor o igual a II; no tener flacidez en espalda; no tener antecedentes de cirugía previa en espalda (estética o de otra especialidad). Además, tomamos en cuenta la existencia de metas reales y objetivos claros y determinados por parte de los pacientes en cuanto a los resultados a obtener. Durante la preparación de los procedimientos quirúrgicos se garantizaron las medidas de cirugía segura, además de realizar controles postoperatorios de hemoglobina, protocolos de anticoagulación, uso de equipo de compresión intermitente de miembros inferiores, equipo estandarizado de monitoreo de funciones vitales, administración de antibiótico y control analgésico.
Los pacientes fueron sometidos a cirugía de contorno corporal: lipomarcación abdominal, de tórax, miembros superiores y/o inferiores, y del mismo modo se les realizó voluminización de los músculos trapecios mediante injerto graso con procedimiento FAT-TRAP. Este procedimiento fue realizado en todos los pacientes por un mismo cirujano plástico (primer autor del trabajo), en una clínica privada de Lima (Perú).
A todos los participantes se les realizó ultrasonido de la región súpero-medial de los trapecios para medir el grosor antes e inmediatamente después de concluida la cirugía, con el fin de determinar que el volumen injertado genera un aumento graso intramuscular lo suficientemente importante desde el punto de vista estadístico como para producir el efecto estético deseado. Esta valoración fue realizada por el mismo cirujano plástico que realizó el procedimiento quirúrgico, entrenado en ecografía de partes blandas, para lo cual empleó dos ecógrafos: un Butterfly iQ con trasductor de un solo chip de silicio con Software Butterfly iQ versión 2.8.0 colocado en teléfono móvil, y otro ecógrafo portátil marca Mindray Z60 con trasductor lineal y software Mindray Digital Ultrasonic Diagnostic Imaging System. Toda la información obtenida fue ingresada a una base de datos en Microsoft Excel v19.00. El análisis estadístico se hizo en el programa SPSS versión 25. Para la evaluación de algunas variables utilizamos promedios (hemoglobina) y para otras como grosor muscular previo y posterior al procedimiento, utilizamos medias y desviaciones estándar, para lo cual empleamos la prueba T-student para hallar significancia con respecto al injerto graso y el aumento de grosor muscular.
Nuestro protocolo de seguiminto habitual para los pacientes sometidos a este tipo de cirugía consiste en evaluaciones al primer día, y luego a los 7, 15 y 30 días de postoperatorio. En este periodo no se presentaron eventos adversos, Este estudio fue realizado de acuerdo a lo establecido en la declaración de Helsinki y aprovado por el Comité de Ética de La Universidad San Martin de Porres de Lima, Perú. Todos los particiantes firmaron un consentiemiento informado para la realización de la cirugía de contorno corporal e injerto graso en músculos trapecios (FAT-TRAP), así como un consentimiento para poder utilizar la información e imágenes obtenidas para la realización de este trabajo.
Técnica de voluminización de trapecios (FAT-TRAP)
Realizamos el diseño prequirúrgico con el paciente en bipedestación y de espaldas al evaluador, con los brazos en abducción y con los antebrazos en flexión de 90 grados con respecto a los brazos. Pedimos al paciente que realice movimientos de lateralización cefálica hacia la izquierda para evaluar la porcion superior del trapecio derecho, y de igual manera reproducimos la misma maniobra para el trapecio izquierdo (Fig. 1 A y B). A continuación pedimos al paciente que realice movimiento de flexión cefálica para ubicar la porción superior y la parte transversa del trapecio. Esto se da, aproximadamente, a nivel de T2 (Fig. 1C).
Una vez localizados los músculos trapecios con sus respectivos fascículos, diseñamos las áreas que se van a trabajar (Fig. 2).
Esta cirugía es parte de una liposucción de alta definición con voluminización corporal total. Iniciamos infiltrando solución de Klein modificada con solución salina normal y epinefrina (1:1.000.000) con cánula tipo Klein de 3.5 mm de diametro y de 35 cm de longitud en las regiones en donde vamos a realizar la lispoaspiración (abdomen, espalda) según técnica superhúmeda. Recolectamos la grasa mediante aspiración convencional, sin ningun tipo de asistencia y empleando un circuito cerrado a presión de 160 mmHG y la almacenamos en frascos estériles de 2000 cc. Esta grasa la decantamos sin emplear lavado ni centrifugación. Posteriormente la colocamos en jeringas de 20 cc para luego ser injertada.
Con esta grasa procedemos, en algunos casos, a realizar injerto graso de grupos musculares como deltoides, vastos, pectorales, y después colocamos al paciente en pronación para continuar con el abordaje posterior. Con el paciente en decúbito ventral, la cabeza lateralizada hacia el lado contralateral del músculo a injertar y con los brazos flexionados hacia arriba, procedemos a la palpación de los fascículos superiores y medios de los músculos trapecios, localizando la zona limítrofe entre ellos y la vértebra T2, donde realizamos una incisión de 0.5 cm sobre la apófisis espinosa de dicha vértebra (Fig. 3 A).
Es en este momento cuando realizamos la ecografía preoperatoria
A través de esta incisión, introducimos una cánula tipo Coleman angulada de 2 mm de diámetro y 15 cm de longitud, con la cual buscamos el plano intramuscular mediante la palpación y fijamos el trapecio con la mano no dominante. Seguidamente realizamos la punción con la mano dominante para ingresar al plano intramuscular; esta maniobra debe realizarse con la cánula a 45 grados en relación a la espalda y al penetrar en la fascia se deberá sentir un click que permite tener mayor seguridad de que estamos en el plano correcto (Fig. 3 B).
Llevamos a cabo el injerto intramuscular mediante inyección tipo anterógrada; lo hacemos así debido a la preferencia del cirujano, si bien señalamos que se puede realizar igualmente de forma retrógrada sin variar el resultado estético. Ambos métodos son seguros para aplicar los injertos grasos en esta zona debido a que el pedículo vascular del trapecio está localizado posterior a la fascia muscular, y al trabajar en el plano intramuscular, no es susceptible de eventos tromboembólicos, lo cual, como veremos, se evidencia en nuestra estadística.
Para el injerto utilizamos una jeringa de 20 cc, y la cánula discurre dentro del plano intramuscular de medial a lateral, en dirección al acromion, injertando la grasa en el músculo trapecio en su porción media y en parte de la porción superior (Fig. 3 C). Para el lado contrario, el procedimiento se hace de forma similar a través de la misma incisión, injertando un volumen equivalente y teniendo en cuenta que la cabeza debe estar en dirección contralateral al lado trabajado (Fig. 3 D).
Una vez acabado el procedimiento quirúrgico, en sala operatoria y con el paciente aún anestesiado, hacemos la medición ecográfica postoperatoria.
En el postoperatorio inmediato, ferulizamos la zona con esparadrapo tipo Micropore®, manteniendo esta fijación durante 10 días. No se realizan masajes de drenaje linfático en esta zona. El procedimiento no genera limitación funcional al paciente, por este motivo, el reposo que debe guardar es de tipo relativo, es decir, puede realizar actividades como deambulación y movilización de cuello y brazos sin impedimento alguno; sin embargo, recomendamos que los ejercicios que impliquen hipertrofias musculares no se realicen hasta aproximadamente un mes.
Como tratamiento postoperatorio utilizamos analgésicos (paracetamol y AINES) teniendo en cuenta el historial de alergias de los pacientes. La antibiótico-profilaxis se realiza con cefalosporinas de primera generación vía endovenosa, administrada 30 minutos antes de la incisión.
Además, incentivamos al paciente a comprender que las cirugías de definición y voluminización deben generar un cambio en su estilo de vida; por ese motivo les recomendamos mantener un régimen nutricional y de ejercicios acorde a los resultados esperado a largo plazo.
Resultados
Reclutamos 40 pacientes sometidos a cirugía de contorno corporal y voluminización de músculos trapecios entre octubre de 2019 y enero de 2020, todos de sexo masculino, con rango de edad de 21 a 56 años (35.4 +/- 8.63), rangos de IMC de 21.3 a 29.1 (24.7 +/- 2.66); con respecto al riesgo quirúrgico (RQ), 31 pacientes tuvieron un RQ I (77.5%) y 9 tuvieron un RQ II (22.5%).
Con respecto a la anestesia recibida, 6 pacientes fueron sometidos a anestesia general (15%): 3 con riesgo de Goldman II con antecedentes cardiovasculares por criterio del anestesiólogo, y los 3 restantes con antecedentes de reacciones alérgicas farmacológicas que produjeron edema de glotis, por lo que el anestesiólogo, al no tener información clara, decidió realizar intubación y anestesia general de manera preventiva para preservar la vía área). Los otros 34 pacientes fueron sometidos a anestesia regional epidural torácica en el espacio intervertebral T8-T9 con cateter epidural para técnica continua y para alcanzar niveles por dermatomas, además del uso de sedoanalgesia con midazolan y fentanilo endovenoso (85%).
El tiempo de hospitalizacion promedio fue de 1 día en todos los casos. Todos los pacientes tuvieron una recuperación satisfactoria, sin complicaciones postoperatorias tipo infección, tromboembolismo, sangrado que requiera transfusión sanguínea o muerte. La disminución de hemoglobina promedio fue de 2.02 mg/dl (rango de 3.95 mg/dl a 1.20 mg/dl), equivalente a un 13.85% promedio en porcentaje de caída (Tabla I).
PACIENTES (M) | 41 |
---|---|
EDAD | 21-56 (35.4 + 8.63)* |
IMC | 21.3-29.1(24.7 + 2.66)* |
RIESGO QUIRURGICO | |
I | 31 (77.5)** |
II | 9 (22.5)** |
ANESTESIA | |
GENERAL | 6 (15.0)** |
REGIONAL+SEDACIÓN | 34 (85.0)** |
PROMEDIO DE DIAS HOSPITALAIZACIÓN | 1*** |
CAÍDA DE HEMOGLOBINA PROMEDIO (mg/D\dl) | 2.02 (13.85%)**** |
INJERTO TRAPECIOS | 40-100 (65.18 + 17.59)* |
LIPOASPIRADO | 1556-4871 (3390.15 + 925.88)* |
COMPLICACIONES QUIRÚRGICAS | 0 (0.0)** |
TIEMPO QUIRÚRGICO voluminizacion de trapecios (min.) | 20-40 (31.3 + 5.79)* |
Grasa infiltrada trapecio (cc) | 40-100 (65.18 + 17.59)* |
Rango (Media + DS)*
n (%)**
Promedio*
Variación promedio (%)****
La cantidad de grasa lipoaspirada fue de 1556 a 4871 cc (3390.15 + 925.88). Para realizar la voluminización, injertamos grasa intramuscular en ambos trapecios de forma bilateral y simétrica según técnica FAT-TRAP, con un rango de 40 a 100cc (65.18 +/- 17.59).
Al realizar en este momento la medición ecográfica del volumen del trapecio infiltrado y compararla con la medición preoperatoria obtuvimos una variación del grosor muscular del trapecio derecho de 18.15 mm (rango de 10.05 a 20.53 mm), lo que equivale a un aumento promedio del 97.66% (p< 0.0001) con respecto al grosor muscular promedio inicial. Para el trapecio izquierdo obtuvimos una variación del grosor muscular de 18.8 mm (rango de 17 a 20.5 mm), lo que equivale a un aumento promedio del 101.67% (p< 0.0001) del grosor muscular promedio inicial (Tabla II).
TRAPECIO DERECHO Rango (Media + DS) |
TRAPECIO IZQUIERDO Rango (Media + DS) |
|
---|---|---|
MEDIDA ECOGRÁFICA antes de FAT-TRAP (mm) | 12.8-19.84 (18.61 + 1.17) | 17.3-19.69 (18.66 + 0.70) |
MEDIDA ECOGRÁFICA después de FAT-TRAP (mm) | 24.6-39.65 (36.76 + 3.17) |
35.1-39.58 (37.42 + 1.32) |
VARIACION PROMEDIO (%) | 18.15 (97.66%) | 18.8 (101.67%) |
Aplicando t de Student relacionados p<0.0001
Discusión
En el momento de decidir realizar una cirugía de contorno corporal en hombres, debemos tener en cuenta que las características atléticas que generan la imagen de belleza y atracción masculina se deben a regiones como tórax, miembros superiores, inferiores y espalda, motivo por el cual, en pacientes que solicitan mejorar su contorno corporal, también podemos ofrecerles la voluminización y definición de estas regiones.(2-4)
En nuestra opinión, con respecto a la espalda, los músculos trapecios son los que generan el efecto visual atlético y el injerto graso en ellos permite su simetrización a la vez que brinda un gran soporte en los resultados de las cirugías de contorno corporal.
El injerto graso se ha venido utilizando desde hace muchos años, al inicio como una técnica reconstructiva para deformidades(9) y en la actualidad tiene gran relevancia reconstructiva en patologías oncológicas como el cáncer de mama,(17,18) de esta forma su aplicación con fines estéticos es parte fundamental en el desarrollo de la cirugía de contorno corporal.(13,14)
Nuestra técnica FAT-TRAP requiere lipoaspiración y recolección de grasa previa al lipoinjerto. Con la finalidad de mejorar la calidad del tejido graso a injertar, utilizamos una técnica similar a la de Coleman para la recolección del tejido graso, pero no realizamos lavado graso ni centrifugación, sólo decantación, tal y como hemos descrito en el apartado de metología.(13-19)
El injerto graso intramuscular, permite un efecto anatómico simétrico acorde al músculo injertado, en comparación a cuando se realiza en el plano subcutáneo, en donde la voluminización es irregular y no puede distribuirse de forma homogénea a la de la zona injertada(7,15,16) (Fig. 4A y 4B).
La seguridad del procedimiento FAT-TRAP esta determinada por el tipo de vasculización de los músculos trapecios, el realizar el injerto de grasa en el lugar correcto (intramuscular) y por la elección del paciente que debe ser sometido a todos los protocolos de cirugía segura. La clasificación de los trapecios según Mathes y Nahai es tipo II, lo cual indica que su vascularización está dada por la arteria escapular dorsal y por pedículos menores de la arteria cervical superficial, arterias perforantes, ramas de las intercostales posteriores y arteria occipital. De este modo, nuestra técnica quirúrgica busca colocar el injerto graso a nivel intramuscular, de medial a lateral, en el límite de los fascículos súpero-mediales, para evitar el compromiso de estructuras y tener una mejor visualización de la voluminización obtenida de ambos trapecios durante el procedimiento de injerto.(20) La certeza de que nos encontramos en el plano muscular es algo relativo. Algunas maniobras, como la sensación de click al penetrar la fascia, pueden sugerirnos que estamos en el plano correcto,(7) lo cual fue corroborado posteriormente en nuestros pacientes mediante la ecografía postoperatoria que realizamos para medición del grosor muscular. Sin embargo, es parte de nuestra experiencia con la tecnica FAT-TRAP y debe complementarse con una buena curva de aprendizaje.
Cabe resaltar que el injerto de grasa intramuscular genera un aumento de tipo dinámico muscular y no en forma de masa, como se produce cuando el injerto graso se coloca en el plano subcutáneo. Si bien es cierto que cuando hay un injerto graso y sobre todo intramuscular, siempre puede existir el riesgo de embolismo graso, principalmente en regiones como la glútea por su tipo de vascularización y por el calibre de los vasos que la irrigan, en los músculos trapecios el calibre de los vasos es mucho menor y la profundidad que sería necesario alcanzar para lesionarlos puede evitarse con maniobras de fijación y angulación, garantizando una zona segura en el momento de injertar la grasa.(21-23) Al localizarse la vascularización del trapecio posterior a la fascia, es por lo que, como hemos comentado también en el apartado de metodología, la aplicación del injerto graso dentro del músculo trapecio podemos realizarla igualmente mediante maniobra retrógrada o anterógrada, con un mínimo riesgo de provocar fenómenos tromboembólicos.(20)
La media de grasa lipoaspirada en los pacientes de nuestro grupo de estudio fue de 3390.15 cc, lo cual generó una caída de hemoglobina de 2 g/dl como promedio, sin embargo, ninguno de nuestros pacientes presentó signos o síntomas de anemia aguda postquirúrgica (taquicardia, hipotensión, ortostatismo, disnea, hiporexia, etc), teniendo en cuenta que la mayoría de estos pacientes se sometieron de forma simultánea a lipoaspiración y remodelación de varias regiones anatómica y grupos musculares. Dentro de este procedimiento de remodelación corporal en hombres, en nuestra opinión, los músculos trapecios brindan una apariencia atlética que complementa los estándares actualmente conocidos de belleza masculina como el VHI (Volume Height Index), el WCR (Waist to Chest Ratio) o el V-shaped look de Hoyos y Perez.(4-6)
La cirugía de voluminización con injerto graso intramuscular en trapecios (FAT-TRAP) es un procedimiento electivo, y como tal, hay que analizar bien y tener en cuenta las características de los pacientes que van a ser intervenidos. Es conocida la relación proporcional entre la aparición de riesgos postoperatorios en cirugía y la edad del paciente, sobre todo en liposucción; del mismo modo, al disponer de una clasificación de riesgo cardiovascular, sabemos que la existencia de complicaciones cardiacas o de un alto IMC predisponen a un más alto riesgo de complicaciones pulmonares ventilatorias. Es por eso que para la aplicación de nuestra técnica definimos criterios de inclusión que permitan prever y disminuir estos riesgos. Del mismo modo, durante el evento quirúrgico y en el postoperatorio debemos asegurar al paciente una buena hidratación y protocolos de cuidados postoperatorios adecuados como monitorízación de funciones vitales, compresión intermitente de miembros inferiores durante la cirugía, medias compresivas postoperatorias y anticoagulación profiláctica según Caprini modificado.(24-26)
Para determinar el grado de efectividad del aumento del grosor intramuscular nuestro trabajó incluyó medidas ecográficas antes y después del injerto graso. Como hemos señalado, el realizar medidas ecográficas en este momento del postoperatorio inmediato tiene como objeto determinar que el volumen injertado genera un aumento graso intramuscular lo suficientemente importante desde el punto de vista estadístico para generar el efecto estético deseado, teniendo como resultado en el musculo trapecio derecho un aumento de 18.15 mm, equivalente a haber aumentado su grosor en un 97.66%, mientras que el trapecio izquierdo aumentó 18.8 mm, lo que equivale a aumentar su grosor en un 101.67%; ambos resultados con significancia estadística (p<0.0001), lo cual nos indica que la técnica permite una voluminización relevante para las metas estéticas requeridas para este tipo de cirugía.
A pesar de los buenos resultados obtenidos en los pacientes de nuestra serie de estudio, aún no hemos realizado un seguimiento a largo plazo para determinar la permanencia de la grasa en los músculos trapecios, por lo cual no podemos determinar si los resultados en el grosor obtenido con la infiltración intramuscular se mantendrán o se reabsorberán como sucede con los injertos que se colocan en plano subcutáneo. En la actualidad tenemos evidencia científica de que la grasa injertada en el plano intramuscular tiene un alto índice de supervivencia, por lo cual podria esperarse que el injerto de intramuscular de trapecios posiblemente tenga resultados óptimos también a largo plazo.(7,27) (Fig. 5). A pesar de que el presente trabajo no recoge el seguimiento postoperatorio con medidas ecográficas debido a que su finalidad fundamental es la descripción de la técnica quirúrgica y la valoración de la infiltración grasa in situ como prueba de que la metodología es factible, nuestro equipo viene trabajando en un proyecto de seguimiento ecográfico a mediano y largo plazo que permita obtener más información acerca de la permanencia de la grasa injertada en grupos musculares (Fig. 6-9).
Señalar finalmente, que en el grupo de pacientes presentado no tuvimos eventos adversos durante o tras la realización de la intervención empleando nuestros protocolos de cirugía segura en relación con el procedimiento FAT-TRAP que describimos.
Conclusiones
La técnica de injerto graso intramuscular FAT-TRAP es, en nuestras manos, un procedimiento seguro y reproducible, permite el aumento del grosor intramuscular de forma eficiente, tal y como presentamos en nuestros resultados, y contribuye a la armonización atlética en la cirugía de contorno corporal en el hombre.
Durante este estudio no reportamos eventos adversos asociados relacionados con la técnica quirúrgica.
Recomendamos una evaluación adecuada de los pacientes antes de la cirugía y que esta sea llevada a cabo por especialistas en Cirugía Plástica certificados, tras un aprendizaje de la misma y bajo el cumplimiento reglado de los protocolos de cirugía segura.