INTRODUCCIÓN
La insuficiencia renal crónica (IRC) es uno de los problemas de salud pública más importantes en la actualidad. Esto obedece a la significativa “inversión de recursos económicos, su creciente incidencia, altos costos y pobres desenlaces, sobre todo en estadios avanzados donde el progreso de la enfermedad desencadena signos y síntomas que impactan de forma negativa en la calidad de vida de las personas”1 ),( 2.
La calidad de vida según la Organización Mundial de la Salud es “la percepción individual de la propia posición en la vida dentro del contexto del sistema cultural y de valores en que se vive y en relación con sus objetivos, esperanzas, normas y preocupaciones”3 La medición de la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) ayuda a determinar el impacto de la enfermedad en los pacientes y la forma en que afecta a todos los aspectos de su vida, determinada por el curso de la enfermedad de salud, incluido el tratamiento4.
Los tratamientos para el manejo de la IRC como la diálisis peritoneal, el trasplante renal y la hemodiálisis, han mostrado impacto en la vida, la funcionalidad física y mental de los pacientes5 ),6 , investigaciones develan cómo el nivel educativo, la edad, desempeñarse socialmente, ser estimulados y la duración en el procedimiento de realización de hemodiálisis son variables relacionadas estadísticamente significativas con la calidad de vida que experimentan7 ),( 8.
Desde las etapas tempranas de la IRC, la calidad de vida se comienza a afectar, por cambios en la vida diaria, tales como asistir tres veces por semana al hospital para realizar la hemodiálisis, sometidas a multitud de restricciones dietéticas, entre otras9. De igual forma, la mitad de los pacientes en hemodiálisis califican su salud como regular y/o mala, y la mayoría realizan menos cantidad de trabajo de lo que quisiera y dejan de hacer alguna tarea como organización de la casa, la compra en el supermercado y otras que hacen parte de su autocuidado, lo que genera ansiedad y depresión en los pacientes con enfermedad renal crónica10.
Los profesionales de salud que se encuentran en las instituciones donde los pacientes acuden durante tres días a la semana terminan brindando apoyo, comprensión y ayuda, además de ser facilitadores en mantener relaciones interpersonales donde se involucre a la persona y su familia en el tratamiento de las IRC e identificar cómo mantener la dinámica y funcionamiento del entorno que se afecta ante el desarrollo de la enfermedad11.
De igual manera el profesional mantiene el ambiente humanístico de cuidado, integrando el trabajo colaborativo entre los profesionales que brindan cuidado directo a las personas con IRC y su familia para monitorizar12 las dimensiones de función física, rol físico, rol social, vitalidad, energía, dolor y salud general13, que interfiere en la vida del paciente y siempre le ocupa demasiado tiempo14.
En el contexto de Colombia, Varela y Rodríguez15 muestran que la mayoría de los pacientes tienen baja calidad de vida en relación con el componente físico explicado por la incapacidad laboral que genera la enfermedad, el uso de catéter, el bajo índice de masa corporal, la hipoalbuminemia y la anemia. Otro estudio encontró que la totalidad de pacientes con IRC reconocen experimentar baja calidad de vida, por el hecho de tener la enfermedad, los efectos de esta y la salud en general que se disfruta16. En la ciudad de Cartagena, investigaciones, han detectado que los pacientes en hemodiálisis perciben su calidad de vida como buena, aunque experimentan limitaciones como realizar actividades vigorosas, arrodillarse o agacharse, caminar varias cuadras, cambios en la vida sexual, en el aspecto físico, y en el hecho de depender de médicos y de otro personal sanitario17. Lo expuesto hace necesario identificar la calidad de vida de los pacientes que acuden a una institución de salud para el tratamiento de hemodiálisis en la ciudad de Cartagena dada la escasa información que se encontró del tema desde la perspectiva del tratamiento en Instituciones prestadoras de salud (IPS).
MATERIALES Y MÉTODO
Ámbito del estudio
La información del estudio se recolectó durante los meses de mayo a julio de 2020 en una institución de salud de la ciudad de Cartagena que presta el servicio de hemodiálisis.
Población y muestra
La población estuvo conformada por pacientes con IRC en tratamiento con hemodiálisis en una IPS de Cartagena que cumplan los criterios de inclusión: 1) Individuos con edad de 18 o más años; 2) Paciente diagnosticado con IRC; 3) Paciente que se encuentre en tratamiento de hemodiálisis; y 4) Paciente con disposición a participar en el estudio. Los de exclusión: No cumplir con los de inclusión y paciente con alteraciones de su estado psicológico que no les permita responder la encuesta. Se aplicó muestreo no probabilístico por conveniencia18.
Variables del estudio
Las variables del estudio fueron los ítems evaluados por la escala Kidney Disease and Quality of Life, además de tener en cuenta aspectos como edad, tipología familiar, escolaridad, estado civil.
Instrumentos de medida y recolección de información
La información se recolectó de manera presencial entre los pacientes objeto de estudio, a través de una encuesta compuesta por: aspectos sociodemográficos y calidad de vida. Para este último se adoptó la versión en español del Kidney Disease and Quality of Life (KDQoL-SF) (Calidad de Vida en Enfermedades Renales), específicamente su versión corta denominada SF-3619; el instrumento se centra en los problemas y preocupaciones de las personas con enfermedad renal que están en diálisis, posee cuatro dimensiones de salud física y mental, distribuidas de la siguiente forma: 1) Estado de salud: 1-12; 2) Carga de la enfermedad renal: 13-16; 3) Síntomas y problemas: 17-28; y 4) Efectos de la enfermedad renal en su vida: 29-36.
Análisis estadístico
La información obtenida se incorporó en una base de datos de Microsoft Excel, para su posterior análisis a través del programa SPSS versión 4. Posteriormente, los datos se trasladaron al software estadístico STATA. Inicialmente se realizó un análisis descriptivo de las variables sociodemográficas, se calcularon frecuencias y porcentajes. Para el análisis bivariado se tomaron como variables independientes estado de salud y carga de la enfermedad, luego se estimaron razones de disparidad (OR) con intervalos de confianza del 95% (IC:95%).
Consideraciones éticas
Se consideraron los principios establecidos según el Ministerio de Salud en la Resolución 8430 de 199320, por la cual se establecen las normas científicas, técnicas y administrativas para la investigación en salud declarado un estudio sin riesgo y lo declarado en Helsinki21, además de velar por el diligenciamiento del consentimiento informado, el estudio tuvo el aval del comité de investigación GISIBEC y del comité de ética de la Corporación Universitaria Rafael Núñez con número 002IIp2019.
RESULTADOS
Aspectos sociodemográficos
El total de pacientes analizados fue de 164 pacientes con un rango de edad entre los 50 a 59 años (38,4%) y el sexo predominante fueron mujeres (56,1%). Se destacó el estado civil, del cual estaba la unión libre (42,7%) y casado (33,5%), la tipología familiar que resultó fue nuclear (72,6%), la mayoría de los pacientes procedía de zonas urbanas (70,7%). El nivel de escolaridad de los pacientes resultó ser notoriamente bajo, la mayoría reportó ser bachiller (45,1%) o tener estudios de primaria (40,9%), entre otros aspectos (ver tabla 1).
Calidad de vida de los pacientes con insuficiencia renal crónica en tratamiento con hemodiálisis
En esta sección se muestran las cuatro dimensiones del instrumento aplicado (KDQoL-SF), estado de salud, carga de la enfermedad renal, síntomas, problemas, y efectos de la enfermedad renal en la vida del paciente.
Estado de salud
Este ítem mostró una respuesta favorable, predominó la buena valoración (57,3%) y los sujetos catalogaron su estado de salud como pasable (20,7%), (ver tabla 2).
En relación con las limitaciones que el paciente experimenta pudo conocerse que actividades moderadas como mover una mesa y empujar una caja reportaron que ocurre un poco (36,6%) y para otros se presenta mucho (24,4%). Por otro lado, a la hora de subir varios pisos por escalera, la enfermedad igualmente limita mucho a algunos (23,8%), y poco a otros (30,5%).
En relación con limitaciones de salud física, hacen menos de lo que les hubiera gustado (53%), en cuanto al tipo de trabajo que les posibilitó realizar la enfermedad (53%) sintieron que el problema emocional causado por la enfermedad les impulsó a hacer menos de lo que les hubiera gustado (40,9%). Llamó la atención el efecto negativo declarado por los pacientes en cuanto a la dificultad generada por el dolor en las actividades de trabajo cotidianas, muchos reportaron bastante (36,6%) y mediana dificultad (25%).
Las sensaciones como sentirse tranquilo y sosegado, la mayoría concordó con que siempre se consideran de ese modo (42,7%). Para el caso de tener mucha energía, los pacientes expresaron que siempre (36,6%) o casi siempre (23,8%) se sienten de tal manera, en cuanto a sensaciones afines al desánimo y la tristeza, la información presentó frecuencias diversas, en tanto que algunos manifestaron que esto sucede casi siempre (19,5%), para otros algunas veces (22,6%), por último, la frecuencia en que la salud física o los problemas emocionales han dificultado las actividades sociales, reportó que sucede algunas veces (29,3%), entre otro segmento de encuestados la frecuencia fue casi nunca (18,3%).
Carga de la enfermedad renal
En este apartado, frente al hecho de si la enfermedad del riñón interfiere demasiado en la vida, algunos pacientes reconocieron que esto resulta totalmente cierto (33,5%) y bastante cierto (24,4%). De un modo parecido se encontró respecto a si la enfermedad le ocupa demasiado tiempo, para algunos es totalmente cierto (22,6%) y bastante cierto (34,1%). Frente a sentirse frustrados por tener que ocuparse de la enfermedad del riñón, los pacientes expresaron esto como totalmente cierto (22,6%) y bastante cierto (34,1%), en cuanto a si se sienten como una carga para sus respectivas familias, resultó falso (43,3%).
Síntomas y problemas
Se analizó la frecuencia e intensidad de síntomas y problemas, manifestando que aparecían de forma intensa: dolores musculares (8,5%), sequedad de piel (14%), calambres (8,5%), agotamiento o falta de fuerza (15,9%) y picazón en la piel (15,2%). A continuación se describen aquellos síntomas que aparecieron con menor intensidad, destacando los problemas con la fístula (28,7%), picazón en la piel (28%), entumecimiento (hormigueo) de manos o pies (28%), y agotamiento o se sienten sin fuerzas (29,3%).
Efectos de la enfermedad renal en la vida
Se logró conocer muchísima intensidad con respecto al impacto en el aspecto físico (14%), la vida sexual (13,4%), la capacidad para trabajar en la casa (12,2%), y el hecho de depender de médicos y de otro personal sanitario (11,6%). Sobresalió mucha intensidad frente al hecho de depender de médicos y de otro personal sanitario (23,2%), así como la regular intensidad con que se perciben los efectos de la enfermedad en la capacidad para viajar (18,3%), y con un poco de intensidad sentida frente a la limitación de líquidos (34,8%) y limitaciones en la dieta (31,7%).
En relación con la asociación entre las variables sociodemográficas y familiares en su dimensión del estado de salud; se destaca la asociación estadísticamente significativa en los pacientes que están en el estrato uno (p=0,020) con un mayor riesgo (OR:2,81 IC95%: 1,14-6,92) de tener una valoración regular a mala del estado de salud. De igual forma los pacientes con un año o más de tratamiento, evidencian una asociación estadísticamente significativa (p=0,019) y un riesgo mayor (OR:2,50 IC95%: 1,14-5,47) de tener un estado de salud entre regular a malo (ver tabla 3).
Considerando las variables sociodemográficas y familiares en relación con los efectos de la enfermedad renal sobre la calidad de vida, es interesante destacar la asociación existente entre pertenecer a los estratos 3 y 4 (p=0,010) los cuales evidencian un mayor riesgo (OR:3,06 IC95%: 1,28-7,34) de tener una calidad de vida regular a mala en la dimensión efectos que la enfermedad renal pueda tener sobre su vida. Lo mismo sucede con los pacientes que tienen al menos dos años de tratamiento (p= 0,045) que igualmente tienen un mayor riesgo (OR:2,09 IC95%: 1,009-4,360) respecto a los pacientes con menos años de tratamiento (Ver tabla 4).
DISCUSIÓN
Los pacientes con enfermedad renal perciben su estado de salud como aceptable. Además, el aspecto emocional les influye a realizar menos actividades de las que quisieran, y el hecho de depender de los profesionales de la salud debido a su enfermedad renal provoca en los pacientes un cambio en su calidad de vida.
La calidad de vida de los pacientes que se encuentran en tratamiento de hemodiálisis se ve comprometida en diferente medida según las actividades de la vida diaria, los cambios físicos y emocionales que les proporciona el progreso de la enfermedad y la dependencia al asistir tres veces por semana a una institución de salud22),(23.
Lo anterior se expone en las dimensiones estudiadas a través del Instrumento (KDQoL-SF), donde se hizo evidente que la percepción del estado de salud lo interpretan como bueno y regular, basados en las actividades que pueden hacer sin dificultad, consistente a lo reportado en los estudios de Arboleda24, donde la mayoría de los pacientes manifestaron un buen estado de salud y Cantillo y Blanco25, mostraron que la mayor parte de los pacientes declaran percibir su estado de salud como regular.
La variable más afectada según la dimensión “estado de salud”, es la salud física. Los participantes se sienten limitados a realizar actividades moderadas, como subir varios pisos, caminar varias cuadros con objetos; sumado a que la salud física les ha conducido a hacer menos de lo que le hubiera gustado, y tener limitaciones en cuanto al tipo de trabajo u otras actividades, en concordancia con lo expuesto, Buades et al26, afirma que el contexto laboral se ve afectado por el rendimiento en el desempeño llevando a que los pacientes terminen por abandonar el trabajo, repercutiendo en su parte social y familiar26 ),( 27.
De lo anterior se deriva que sensaciones afines al desánimo y la tristeza aparecen a causa de cambios en el rol28. Para esta investigación algunos manifestaron que sucede casi siempre (19,5%), para otros algunas veces (22,6%), sumando a que estos problemas emocionales han dificultado las actividades sociales en algunas veces (29,3%), y mínimamente casi nunca (18,3%) como lo describen Hahri et al29.
En cuanto al análisis de los efectos de la enfermedad renal en la vida del paciente, se observó que los dominios que impactan entre poco y mucho, fueron depender del personal sanitario, la restricción en la dieta, el consumo de líquidos, la ansiedad o preocupaciones, la menor capacidad para trabajar en la casa, el aspecto físico, la capacidad para viajar, y la vida sexual, hallazgos en consonancia con estudios anteriormente publicados28 ),( 30 ),( 31.
Los diversos cambios en la esfera de lo emocional, físico y social revelan cómo el paciente sometido a las terapias dialíticas requiere de un manejo global donde se contempla que la familia, amigos y personal de salud hacen parte de ese entorno que sostiene y apoya en cada etapa o avance de la enfermedad a las personas que acuden a Instituciones de salud para continuar con calidad de vida.
Este estudio tiene limitaciones metodológicas que deben ser consideradas para la interpretación de los resultados. Hay que destacar que la selección de la muestra está muy contextualizada a las instituciones sanitarias de la ciudad de Cartagena en Colombia, la cual dispuso de un tamaño muestral restringido, aunque se mantuvo la participación de ambos sexos.
En conclusión, los resultados evidencian que los participantes de la Institución de salud abordada presentan un estado de salud aceptable, y el estar expuestos a más años de tratamiento es factor de riesgo para su calidad de vida. Por otra parte, se hace necesario reconocer que un tema como el abordado contiene un amplio componente subjetivo que hace inevitable dar continuidad y conocer la calidad de vida desde el enfoque cualitativo para la población estudiada.