INTRODUCCIÓN
El eccema herpeticum (EH) es un exantema generalizado compuesto por vesículas infectadas con el virus del herpes simple (VHS). Se presenta en pacientes con antecedentes de dermatosis crónicas previas y su curso puede ser letal si el tratamiento no se instaura de forma precoz.
CASO CLÍNICO
Niño de tres años con diagnóstico previo de dermatitis atópica moderada, sin otros antecedentes personales ni familiares de interés, que consulta en urgencias de Pediatría por aparición de lesiones cutáneas y fiebre de 12 horas de evolución. En la exploración física presentaba muy buen estado general, las constantes eran normales y el estado de hidratación y perfusión eran adecuados. Las lesiones se localizaban principalmente en extremidades inferiores y respetaban tronco, extremidades superiores y cara. Consistían en pápulas, vesículas y lesiones costrosas (Fig. 1). También algún afta en el dorso lingual. No había afectación ocular y el resto de exploración era normal. Ante la sospecha diagnóstica de EH, se inició tratamiento oral con aciclovir y amoxicilina-clavulánico durante un periodo de siete días. Como tratamiento sintomático precisó antihistamínicos para el prurito. El paciente acudió a revisión a las 48 horas de inicio del cuadro, las lesiones se habían extendido más allá de las zonas de flexión de extremidades, pero habían mejorado, encontrándose todas en fase costrosa, sin aparición de nuevas vesículas y sin signos de sobreinfección (Fig. 2). No volvió a presentar fiebre, la ingesta oral era adecuada y su estado general bueno.
DISCUSIÓN
El EH, o erupción variceliforme de Kaposi, fue descrito por primera vez en 1887. Se presenta como una erupción generalizada de vesículas que contienen células gigantes multinucleadas infectadas con el VHS tipo 1 o 2. Se asocia a viremia, fiebre y linfoadenopatías, y puede presentar complicaciones, como queratoconjuntivitis, meningitis, encefalitis1 y sepsis.
Su patogénesis no es del todo conocida, pero se suele presentar en pacientes con una dermatosis crónica previa2, generalmente dermatitis atópica, que es una de las patologías de la piel más frecuentes en la infancia. El diagnóstico es fundamentalmente clínico3. En caso de duda, se puede realizar el test de Tzanck, que es rápido y sencillo, pero poco específico. También la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para detección del ADN viral4. La serología para el VHS tiene poco valor ya que un elevado porcentaje de la población ha estado en contacto previo con el virus y, por la tanto, ha desarrollado anticuerpos5.
El diagnóstico diferencial se debe realizar con la dermatitis de contacto, el impétigo y la varicela4.
El tratamiento con aciclovir acorta la duración de la enfermedad y previene la aparición de complicaciones6. La vía de administración oral o intravenosa, y no está establecida la duración óptima del tratamiento. En algunos trabajos, se han intentado determinar las características de los pacientes que precisaron ingreso o presentaban recurrencia de la enfermedad. Según Luca et al, serían aquellos pacientes menores de un año, el sexo masculino y la presencia de fiebre y síntomas sistémicos7.
Se trata de una entidad poco frecuente pero potencialmente letal2. En los pacientes con muy buen estado general, mayores de un año, sin fiebre o fiebre de forma puntual, sin lesiones oculares y escasas lesiones orales que impidan la ingesta oral, como es el caso de nuestro paciente, se puede considerar la opción de tratamiento ambulatorio con control clínico estrecho, para así evitar ingresos innecesarios.
Es importante el conocimiento de esta entidad para poder realizar un correcto diagnóstico y tratamiento precoz, y evitar interconsultas y pruebas complementarias innecesarias, así como la aparición de complicaciones.