INTRODUCCIÓN
La actuación de la enfermería en sectores de alta complejidad exige mayor esfuerzo del trabajador, tanto físico como psicológico, debido a la demanda de cuidado a pacientes que necesitan de atención constante. En el ambiente hospitalario, el trabajador está expuesto a situaciones que pueden comprometer su salud y seguridad, contribuyendo para la enfermedad, como la exposición a fluidos corpóreos, utilización de equipamientos y tecnologías obsoletas e inapropiadas, procesos de trabajo insalubres y peligrosos y ambientes de trabajo inadecuados.
En la Recuperación Pos-Anestésica (RPA), la unidad hospitalaria caracterizada como un sector que busca contribuir con la recuperación de pacientes en el período pos-operatorio inmediato, la enfermería necesita observar y realizar cuidados constantes, hasta que el paciente recupere su consciencia y estabilice las señales vitales, previniendo complicaciones en el período pos-anestésico. Para ofrecer asistencia segura y humanizada, es necesario conocimiento técnico-científico, agilidad en lal atención, concentración y ética 1.
Entre los factores que impactan en la salud del trabajador se destaca el sueño, que posee función reparadora, de conservación de energía, de protección, ayuda al sistema inmunológico y desempeña papel fundamental en la vida humana. Durante el sueño hay variabilidad en la frecuencia de actividad eléctrica en el córtex cerebral de acuerdo con sus diferentes etapas, así como variación en los elementos fisiológicos y en el relajamiento muscular del cuerpo. Sin embargo, la privación del sueño ha sido cada vez más recurrente y eso puede interferir en el bienestar físico y mental de las personas, llevando a prejuicios funcionales 2.
Las alteraciones relacionadas incluyen mala calidad del sueño, insomnio, dificultad de dormir y/o despertarse en el horario que se desea, movimientos/comportamientos anormales, así como Somnolencia Diurna Excesiva (SDE)3. A SDE es un síntoma crónico del sueño y se caracteriza por la incapacidad de mantenerse despierto y/o alerta durante el día, y puede ocurrir debido a la privación o mala calidad del sueño, a la comorbilidad clínica o psiquiátrica y al uso de medicamentos 2, estando influenciada por el ambiente de trabajo.
En la literatura, se identificaron estudios sobre la SDE en profesionales de enfermería que actuaban en Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs)4)(5 y en diversos sectores de una única institución hospitalaria6. Sin embargo, no fueron identificados estudios sobre la SDE en Recuperación Pos-Anestésica, hecho que refuerza la importancia del desarrollo de investigaciones en la perspectiva de identificar factores determinantes para los efectos del trabajo en la salud de los trabajadores.
En esta perspectiva, este artículo tiene como tema de investigación: ¿Existe relación entre la somnolencia diurna excesiva y los efectos del trabajo en la salud de trabajadores de enfermería actuantes en la Unidad de Recuperación Pos-Anestésica? El objetivo es analizar la somnolencia diurna excesiva y los efectos del trabajo en la salud de trabajadores de enfermería actuantes en la Unidad de Recuperación Pos-Anestésica.
MÉTODO
Se trata de un estudio transversal, realizado en la Unidad de Recuperación Pos-Anestésica de una institución hospitalaria pública y de enseñanza de un municipio de Río Grande do Sul. La unidad posee 20 camas para pacientes que se encuentran en el período pos-operatorio inmediato y cuenta con una población de 54 trabajadores de enfermería.
Se estipuló como criterios de inclusión: actuar en la asistencia directa al paciente y estar por lo mínimo hacía seis meses en la Unidad de Recuperación Pos-Anestésica. Fueron criterios de exclusión: estar en vacaciones o de licencia de cualquier naturaleza durante el período de recolección de los datos.
La recolección de datos ocurrió en el período de septiembre a octubre de 2017, y todos los profesionales fueron invitados a participar, siendo esTablecido un período de cuatro días para devolución de los cuestionarios. Se utilizó como instrumentos de recolección de datos un cuestionario sobre datos socio laborales que incluían cuestiones como edad, sexo, tener hijos, situación conyugal, categoría profesional, turno de trabajo, tener otro empleo, tiempo de trabajo en la unidad, entrenamiento para actuar en el sector, uso de medicación, participación en accidentes laborales, opción por el horario de trabajo, satisfacción con la remuneración, tratamiento de salud, licencia de trabajo y práctica de actividad física.
La Escala de Somnolencia Epworth, versión validada en portugués brasileño (ESS-BR), que tiene como objetivo cuantificar la propensión para echar una siesta en ocho situaciones cotidianas, siendo ellas: sentado y leyendo; mirando TV; sentado, quieto, en un lugar público; andando en coche por una hora sin parar como pasajero; al acostarse en la tarde para descansar, cuando es posible; sentado conversando con alguien; sentado quieto después del almuerzo sin bebida de alcohol; en un coche parado en el tránsito por algunos minutos. Consiste en una escala de 0 a 3, donde 0 corresponde a ninguna y 3 a gran probabilidad de hacer siesta. Alcanzan valores máximos de 24 puntos y mínimos de 0, siendo la somnolencia clasificada en somnolencia excesiva normal, somnolencia excesiva límite, somnolencia excesiva leve, somnolencia excesiva moderada y somnolencia excesiva grave. Como valores >11 son indicativos de SDE 7, para este estudio se optó por clasificar los trabajadores con SDE y sin SDE.
La Escala de Evaluación de los Daños Relacionados al Trabajo (EADRT), que busca proveer informaciones diagnósticas sobre la salud de los individuos investigados. Es una escala del tipo likert de 7 puntos, con 29 preguntas distribuidas en los factores daños físicos, psicológicos y sociales. Los daños físicos son definidos como dolores en el cuerpo y disturbios biológicos, los psicológicos como sentimientos negativos en relación a sí mismo y a la vida en general y los sociales definidos como aislamiento y dificultades en las relaciones familiares y sociales. A partir del cálculo de la media de los factores se hace la clasificación: valor abajo de 1,9 indica nivel satisfactorio, productor de placer en el trabajo; entre 2,0 y 3,0 indica nivel crítico, apuntando sufrimiento en el trabajo; entre 3,1 y 4,0 es nivel grave, productor de sufrimiento y gran riesgo de enfermedad; y valor encima de 4,1 representa presencia de enfermedades ocupacionales 8.
Los datos recolectados fueron digitados en el programa Excel for Windows/7 (Microsoft Office 2007). Posteriormente, analizados con el auxilio del Predictive Analytics Software, da SPSSINc., Chicago - USA, versión 15.0 for Windows. La verificación de la asociación entre las variables socio laborales, la SDE y la EADRT fue medida por el test Chi-cuadrado, al nivel de significancia de 5%. En los casos de constatación de la asociación global, fue realizado el cálculo de los residuos ajustados, que verifica la existencia de asociación local significativa entre las categorías.
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación bajo el parecer nº 2.237.779, proceso CAAE 71819717.9.0000.5346. Todos los participantes firmaron el Formulario de Consentimiento informado y fueron respetados los preceptos éticos de la Resolución 466/12, del Consejo Nacional de Salud9.
RESULTADOS
A partir de los criterios de inclusión y exclusión del estudio, la población elegible fue de 49 trabajadores. Entre ellos, cinco no aceptaron participar y cinco cuestionarios no fueron devueltos en el plazo esTablecido. La muestra estuvo compuesta por 39 trabajadores, siendo 10 enfermeros (25,64%), 25 técnicos de enfermería (64,1%) y 4 auxiliares de enfermería (10,26%). Los participantes presentaron una media de edad de 42 años (DP=8,893) y la media de tiempo de trabajo en la unidad de 6,11 años (DP=5,13). El sexo femenino fue predominante (82%, n=32), trabajadores que tenían hijos (77%, n=30), casados o con compañeros (77%, n=30), que practicaban actividad física (53,8%, n=21) y que tenían tiempo libre una o más veces por semana (89,7%, n=35). Fueron identificados trabajadores que estaban en tratamiento de salud (43,59%, n=17) y que hacían uso de medicación (46,2%, n=18). La mayoría tenía pos-graduación (61,5%, n=24).
En relación a las variables laborales, la mayor representatividad de los trabajadores fue del turno de la noche (48,7%, n=19), seguido del turno de la tarde (28,20%, n=11) y turno de la mañana (23,07%, n=9), siendo que la mayoría tuvo oportunidad de elegir el turno de trabajo (79,5%, n=31). Un porcentaje de 23,07% (n=9) recibió entrenamiento para trabajar en la unidad, 25,6% (n=10) tienen otro empleo, 36% (n=14) ya sufrió accidente de trabajo y 18% (n=7) ya se mantuvo apartado por motivo de enfermedad. Respecto a la satisfacción profesional, 87,2% (n=34) estaba satisfecho.
Se identificó que 41% (n=16) de los trabajadores poseían somnolencia diurna excesiva, siendo que 35,9% (n=14) de ellos presentó somnolencia excesiva leve, mientras que 5,1% (n=2) presentó somnolencia excesiva moderada. Esta clasificación no delimita el período del día en que el profesional se siente más somnoliento.
Al realizar asociaciones entre los datos socio laborales y los ítems de la Escala de Somnolencia Epworth fue identificada una asociación entre el ítem probabilidad de dormitar sentado y leyendo y la variable sexo (p=0,008) y estar sentado, quieto, en un lugar público y la variable postgraduación (p=0,033). La variable accidente de trabajo presentó asociación con la probabilidad de dormitar estando sentado, quieto en lugares públicos (p=0,017) y acostarse de tarde para descansar (p=0,038). Y la variable categoría profesional se asoció a los ítems probabilidad de dormitar al acostarse de tarde para descansar (p=0,031) y en un coche parado en el tránsito por algunos minutos (p=0,027).
Abajo, la Tabla 1 presenta la media general de los factores daños físicos, psicológicos y sociales. Las clasificaciones de esos ítems indican la presencia de sufrimiento o placer en el trabajo.
Se puede observar en la Tabla 1 que daños físicos presentaron media de (2,33±1,15), lo que indica clasificación crítica, sugiriendo sufrimiento en el trabajo. Daños psicológicos y sociales obtuvieron medias abajo de 1,9 y fueron clasificados como satisfactorios, lo que indica resultado positivo y productor de placer en el trabajo.
La Tabla 2 demuestra la estadística descriptiva de los ítems de los daños físicos relacionados al trabajo.
Es posible visualizar en la Tabla 2 que los ítems dolores en el cuerpo (3,9±1,93), dolores de espalda (3,82±2,01) y dolores en las piernas (3,95±1,99) presentaron mayor gravedad. Aisladamente esos ítems representan un resultado negativo, productor de sufrimiento, lo que potencia la enfermedad de los trabajadores. Fue identificada una asociación significativa entre daños físicos y la variable hijos (p=0,013).
La Tabla 3 señala la estadística descriptiva de los ítems de los daños psicológicos relacionados al trabajo.
Conforme a la Tabla 3, el ítem mal humor (2,13±1,657) tuvo clasificación crítica, lo que significa un resultado mediano, sugiriendo sufrimiento en el trabajo. Fue identificada asociación significativa entre daños psicológicos y la variable pos-graduación (p=0,046).
La Tabla 4 presenta la estadística descriptiva de los ítems de los daños sociales relacionados al trabajo.
La Tabla 4 señala que solamente un ítem no fue clasificado como soporTable. Este ítem representa cuanto el participante de la investigación sintió deseos de estar solo (2,44±2,023) en los últimos seis meses, clasificado como crítico e indicando potencial negativo y sufrimiento en el trabajo.
No fue identificada asociación entre la Escala de Evaluación de los Daños Relacionados al Trabajo y a la Somnolencia Diurna Excesiva (p>0,05), tampoco de las variables edad, tiempo de trabajo y la escala de SDE y EADRT (p>0,05).
DISCUSIÓN
El estudio contó con la participación de 75% de los profesionales que contemplaron los criterios de inclusión con media de 42 años de edad y con un tiempo medio de trabajo de 6,11 años, siendo, de estos, 48,7% de los trabajadores del turno de la noche. Los datos sobre la predominancia del sexo femenino corroboran con estudio nacional 10.
Sobre la SDE, se identificó predominio de la somnolencia excesiva leve en 35,9% de los participantes. Al ser clasificado con la presencia o no de la SDE, 41% (n=16) de ellos presentaron el disturbio de la SDE. Estudio realizado en UCI pediátrica y neonatal de cinco hospitales-escuela en región metropolitana con 168 profesionales de enfermería señaló que independiente del turno de trabajo, los trabajadores presentaron mala calidad de sueño. Eso debido al estrés enfrentado en el ambiente laboral, intensificado cuando fue realizado el cuidado a pacientes críticos. La somnolencia influye negativamente en la salud del profesional y en el proceso de trabajo, pues puede causar fatiga, dificultades de concentración y mal humor, potenciando accidentes de trabajo, enfermedades psíquicas y perjudicando la asistencia al paciente4.
El consumo de cafeína es uno de los factores que puede ser perjudicial para la salud de los profesionales de enfermería, y que es utilizado generalmente debido a la somnolencia. Estudio australiano constató que niveles elevados de consumo de cafeína están asociados a disturbios en el sueño, así como en el sufrimiento psicológico, dolores abdominales y al aumento de peso en trabajadores de enfermería11.
El compromiso de la calidad del sueño fue identificado en la mayoría de los trabajadores que actuaban en un CTI (88,24%, n=15), por el cansancio causado en el turno de trabajo interfiriendo negativamente en las actividades realizadas, pues el sueño no se repone en el día siguiente, perjudicando el desempeño de las actividades laborales5.
En una investigación realizada con el equipo de enfermería en una clínica de Alemania, se encontraron correlaciones entre calidad del sueño y exceso de trabajo, notando que estaban con exceso de trabajo, así como la distribución desigual de la carga horaria 12. Otro estudio observó que los enfermeros que realizan un gran número de tareas, además de las responsabilidades habituales de enfermería, tenían un aumento acelerado en el nivel de estrés, desencadenando depresión 13.
El ítem mal humor (2,13±1,657) y el ítem deseo de estar solo (2,44±2,023) pueden indicar sufrimiento del profesional cuando el mismo opta por descansar y/o dormir en su tiempo de ocio, considerándose que 48,7% (n=19) de los participantes son trabajadores del turno de la noche. Los profesionales que trabajan en ese turno pueden vivir sensación de aislamiento social, de estar apartados de la convivencia familiar, insomnio, sueño fraccionado, ansiedad, mal humor, dificultad de concentración, aumento de peso y problemas gastrointestinales14. Una investigación realizada en un hospital privado del interior de Bahía con 20 profesionales del área de enfermería que trabajaban en el turno de la noche en escala fija, señaló que 75% (n=15) presentó SDE, justificada por el cambio del ritmo circadiano normal que sufre influencia interna/fisiológica y externa/ambiental, 55% (n=11) presentó cansancio diario, 35% (n=7) presentó ansiedad y 45% de estos profesionales poseen sueño fraccionado. Este conjunto de datos demuestra prejuicios en la calidad del sueño y daños sociales, ya que los trabajadores pierden su tiempo de ocio para dormir 6.
Evidencias de un estudio realizado en una institución de salud en Suecia indicaron que los profesionales consideraron el hecho de no haber “aviso previo” en cuanto al cambio de turno de trabajo el mayor generador de la fatiga y somnolencia influye en la vida social 15. Por más que este estudio aún sea muy reciente para usarlo como comparativo, ese caso de cambio de turno del profesional sin aviso previo es observado principalmente en los casos de absentismo, en el cual es necesario modificar la escala de un profesional para suplir la falta de otro en el turno.
Sobre los efectos del trabajo, se identificó que los daños físicos presentaron mayor media (2,33±1,15), clasificados como críticos, lo que indica un resultado mediano, como también una situación límite, que puede potenciar el sufrimiento en el trabajo 8. Ese resultado requiere que estrategias sean adoptadas a fin de disminuir el aparecimiento de sufrimiento en el trabajo, mejorar la calidad de vida, la asistencia de enfermería y reducir el absentismo por problemas de salud, pues la organización, el proceso de trabajo y las relaciones laborales en el contexto de la enfermería influyen en la relación salud-enfermedad, causando el desgaste físico y mental del trabajador 10.
El trabajo realizado en la Unidad de RPA comprende la evaluación e intervención frente a complicaciones clínicas y hemodinámicas del paciente postquirúrgico aún bajo efecto anestésico. Además, esos profesionales necesitan tener agilidad ante las complicaciones e intervenciones, auxiliar en el cambio de decúbito de un paciente, en la deambulación y en el pasaje del paciente de la cama para la camilla, por ejemplo. En algunos momentos se deparan con la sobrecarga asociada al proceso de trabajo en la unidad con demanda de media a alta complejidad (16. Tales situaciones pueden ser consideradas determinantes para que el factor daño físico fuese considerado crítico, ya que, en este estudio, se identificó la prevalencia de dolores en el cuerpo, en la espalda y en las piernas.
Un estudio realizado con enfermeros de cuatro clínicas quirúrgicas de hospitales universitarios del Estado de Río Grande do Sul identificó resultados semejantes. Prevalecieron dolores en las piernas y en los brazos justificados por el contexto dinámico de los profesionales en la asistencia al paciente y familia en el período pre y pos-operatorio 17.
Estudio realizado en un hospital público de Bahía, con 309 profesionales de enfermería, señaló que 66,4% de las quejas se relacionan a síntomas de dolores en las piernas y 61,8% a dolores en la espalda 18. Eso fue corroborado con hallazgos de un estudio realizado en un servicio de hemodinámica de una institución en la región sur de Brasil que indicó evaluación grave para dolores en las piernas y en la espalda19.
Esos resultados se asemejan a estudio realizado en CCIs, situadas en hospitales públicos y privados de Turquía, lo cual señaló la prevalencia de síntomas de dolor músculo-esqueléticos en las piernas y en la espalda 20. Estudio iraniano relacionó el dolor de espalda, principalmente lumbalgia, a la postura de enfermeros durante el trabajo y aumento de la carga física, por ejemplo, la transferencia de pacientes de las camas para camillas o sillas, indicando la necesidad de adoptar intervenciones ergonómicas adecuadas en el local de trabajo con la intención de reducir la frecuencia y duración de la exposición a posturas inadecuadas 21. Esa exposición se observa en la Unidad de RPA, lo que indica la importancia de implementar condiciones apropiadas para el desarrollo del trabajo de los enfermeros, disminuyendo el riesgo de dolores físicas.
La organización del trabajo, comprendida como tareas, normas, controles y ritmos de trabajo, viene siendo considerada en algunos estudios como posible factor desencadenante de la enfermedad de los trabajadores. Un estudio con 58 profesionales de enfermería que actúan en una UCI en un hospital universitario utilizó la escala de Evaluación del Contexto de Trabajo (EACT), que indicó mayor media (3,27) para organización del trabajo, representando un puntaje moderado a crítico, lo cual sugiere que el contexto laboral donde el profesional está insertado favorece su enfermedad 22.
Otra investigación realizada en un hospital en el norte de Minas Gerais, con 103 profesionales de enfermería, presentó que la dinámica/organización del trabajo fue considerada por los participantes un factor estresante en el ambiente laboral, siendo un factor de enfermedad23. Los daños físicos perjudican tanto la salud del trabajador como la organización del servicio de salud, lo que puede repercutir en absentismo debido al apartamento por motivos de salud, causando un déficit de profesionales y, consecuentemente, una sobrecarga de trabajo, disminución de la productividad y la calidad del servicio prestado.
Estudio realizado en un hospital universitario en el municipio de Goiânia, por medio del análisis de dossiers de 602 trabajadores de enfermería, indicó que los mayores motivos de apartamento fueron debido a enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo, con aparecimiento en 310 atestados (19,70%). Señaló también el predominio de atestados médicos entre las mujeres (92,9%), justificada por el papel de la mujer en las actividades domésticas, trabajo y sociedad (24.
Las mujeres son frecuentemente afectadas por las patologías laborales por asumir responsabilidades como trabajo doméstico, cuidados con los hijos y, a veces, otro trabajo para manutención de la familia. En el presente estudio se observó que 77% (n=30) de los profesionales investigados tienen hijos y 25,6% (n=10) tienen otro empleo, factores que pueden contribuir para la sobrecarga. En relación a accidentes de trabajo, 36% (n=18) de los trabajadores ya sufrieron y 18% (n=7) ya se apartaron por motivo de enfermedades. Se debe prestar atención para esos valores en el sentido de evitar que aumenten, a través de estudios e intervenciones.
Cabe destacar que en relación a los daños físicos fue identificada una evaluación soporTable en profesionales que tienen hijos y una evaluación crítica para aquellos que no los tienen (p=0,013), resultado que sugiere que la presencia de hijos sea factor de protección a la enfermedad. Además, ese estudio indicó que 77% (n=30) es casado o con compañero, lo que puede ser un punto positivo en relación al riesgo de enfermedad, pues un estudio con enfermeras coreanas señaló que el estado civil soltero fue fuertemente correlacionado con síntomas depresivos, concluyendo que servicios que ofrecen apoyo emocional y en salud mental podrían ser benéficos para enfermeros solteros, compensando el apoyo que tal vez no reciban en casa 25.
Los daños psicológicos y sociales fueron considerados soporTables por los profesionales. Sin embargo, el ítem mal humor y el deseo de quedar solo fueron evaluados como críticos. Eso puede ser propiciado por el ambiente y ritmo de trabajo, la participación del profesional en actividades cotidianas, ocio y rutinas de cuidados domésticos, que pueden caracterizarse como generadores de estrés e influenciar en la ejecución del trabajo. En el factor daños psicológicos, la clasificación grave está asociada al ítem no poseen postgraduación (p=0,046), o sea, aquellos que no poseen postgraduación pueden tener gran riesgo de enfermedad.
Estudio realizado en un servicio de hemodiálisis del sur de Brasil, con 51 trabajadores de enfermería, señaló que todos los ítems relacionados a los daños psicológicos y sociales fueron evaluados como soporTables. Sin embargo, la peor evaluación con valores limítrofes para la clasificación de soporTable, fueron los ítems “tristeza” y “malhumor” en los daños psicológicos y “deseo de estar solo” e “impaciencia con las personas en general” en los daños sociales 19. Tal resultado se asemeja a los hallazgos de la presente investigación, donde esos ítems no fueron considerados los causantes de sufrimiento, pero pueden tornarse en caso de que no se adopten medidas para evitar lesiones en la salud de los trabajadores.
Estudio con el objetivo de evaluar el nivel de estrés de origen laboral entre profesionales de enfermería, realizado en tres unidades de un hospital universitario de Río de Janeiro, con la participación de 85 profesionales, identificó que 68,5% de los participantes presentaban exposición a los factores generadores de estrés en el ambiente laboral. Además, que 56,5% (n=48) ya presentaba algún nivel de estrés26. Vale destacar, que la Unidad de RPA puede causar sufrimiento mental por el hecho de ser una unidad cerrada, y como demuestra un estudio realizado en Jordania, profesionales de enfermería que trabajan en tales unidades presentan altos niveles de estrés13.
Por fin, se observa que a pesar de la muestra evidenciar evaluación soporTable para los daños psicológicos y sociales, aisladamente, algunos ítems fueron considerados graves o críticos. Daños físicos tuvo evaluación crítica. Eso sugiere la necesidad da realización de planificación de acciones volcadas a la promoción y prevención de la salud del trabajador. Esos datos se muestran importantes para los enfermeros de referencia y gerentes, ya que traen soporte teórico para la planificación de estrategias volcadas a la salud del trabajador en el contexto laboral en que está insertado.
CONCLUSIÓN
La investigación realizada demostró que a pesar de los daños psicológicos y sociales ser considerados soporTables por los profesionales de la Unidad de RPA, los daños físicos presentaron la mayor media, lo que potencia el sufrimiento en el trabajo. Eso requiere que medidas y estrategias sean adoptadas a mediano y largo plazo para evitar complicaciones y la enfermedad del trabajador. Los síntomas más relatados por los trabajadores fueron dolores en el cuerpo, en la espalda y en las piernas, que pueden ser justificados por el propio contexto de trabajo del profesional de enfermería en el ambiente hospitalario.
En este estudio no hubo predominancia de la SDE entre los profesionales, a pesar de los resultados ser importantes para ampliación de nuevos estudios sobre el asunto. Al relacionar SDE y los efectos del trabajo en la salud de trabajadores de enfermería no fue identificada diferencia estadística significativa.
Como limitaciones, el presente estudio se restringe a los hallazgos de un estudio transversal, lo que no posibilita esTablecer relaciones de causa y efecto (sesgo de causalidad inversa). Sin embargo, los resultados podrán contribuir a la construcción del conocimiento acerca de la salud del trabajador de enfermería en el escenario hospitalario, especialmente sobre la somnolencia diurna excesiva y los daños físicos, psicológicos y sociales relacionados al trabajo. Se destaca además que estudios de esta naturaleza tiene como contribuciones el soporte teórico, los cuales podrán auxiliar en la planificación de acciones con la intención de minimizar los daños relacionados al trabajo y promover la salud del trabajador.