Introducción
La fenomenología se identifica como un método científico cualitativo que permite al investigador tener un acercamiento a un fenómeno tal cual acontece en una persona.1 Una de las principales razones citadas para el nacimiento de la fenomenología fue el progreso de las ciencias naturales y los intentos de ver la ciencia y los métodos científicos como la respuesta a todas las preguntas del mundo natural, así como a los problemas humanos y, en última instancia, la única ruta a la verdad.2 Surge como una necesidad de romper con los paradigmas positivistas previos que trataban de encerrar a los fenómenos de estudio en una estructura inflexible.
Sus implicaciones en el desarrollo de la disciplina científica de enfermería se encuentran, principalmente, en la necesidad de responder a un cuidado desde el ser y para el ser humano. Un reconocimiento del ser-cuidado más allá de un mecanicismo en las prácticas orientadas a satisfacer las demandas laborales.3 Este interés por comprender al ser que cuida y al ser cuidado encuentra su posibilidad en la fenomenología hermenéutica como estrategia de investigación cualitativa. El empleo de la hermenéutica para comprender la experiencia de cuidado se adecúa a la noción de disciplina científica de enfermería y a su foco disciplinar: el estudio del cuidado de la experiencia de salud humana.4 Además, se reconoce al cuidado de lo subjetivo en la salud humana como un fenómeno complejo que no puede ser comprendido y explicado únicamente a partir de la observación y medición de algunos de sus componentes, es necesario repensar la dimensión que hace humano lo humano.5
La fenomenología ha tenido un desarrollo continuo a lo largo de los últimos años, en su multiplicidad de métodos permite un acercamiento a los conceptos que son fundamentales para el cuidado de enfermería,6 ya que se orienta al abordaje de la realidad, partiendo del marco de referencia interno del individuo.7,8 Destaca en la investigación enfermera debido a su carácter subjetivo, que está ligado a la esencia de este ser humano, permitiéndole acceder a diversas esferas del ser cuidado, que es parte del tiempo y espacio en el mundo.3,8,10 Para poder aprehender esos fenómenos como experiencias o vivencias de la persona, el investigador se convierte en su propio instrumento de recolección de información.9
El diseño fenomenológico tiene la ventaja de centrarse en una amplia gama de fenómenos que pueden ser de naturaleza social, cultural, psicológica, espiritual o fisiológica.2 Además, que puede usarse como filosofía, como un paradigma y como un método.11 Es más útil cuando la tarea en cuestión es comprender una experiencia tal como la entienden quienes la viven,12 ya que esta requiere ver el fenómeno a estudiar y no se basa en conceptos previos ya determinados. Necesita una inexorable comprensión de las experiencias vividas como parte del contexto a explorar, el cual es desvelado por el mismo ser humano, por lo cual se hace evidente la importancia de analizar su camino: la trayectoria fenomenológica. En este sentido, se muestra un itinerario más que un mapa para así orientar a los investigadores cualitativos/fenomenólogos en como surgen las diferentes etapas, momentos y reducciones de la investigación fenomenológica.
La finalidad del presente texto es identificar y explicar las características de la trayectoria fenomenológica que se ha trazado durante el caminar a lo largo de la investigación cualitativa y, en específico, del método fenomenológico, para que los futuros investigadores cualitativos/fenomenólogos puedan identificarlas y comprenderlas a lo largo de su camino.
Puntos clave en el camino
El método fenomenológico busca la comprensión y mostración de la esencia constitutiva del mundo subjetivo del hombre,13 conformado por todo el campo de experiencias, percepciones y recuerdos a los que un individuo puede tener acceso en un momento dado.14 En este proceso de comprensión-mostración, el investigador ha de desplegar acciones específicas a través de una serie de etapas.15 En el inicio de una investigación fenomenológica están las bases ontológicas del ser humano y del mundo,16 esa construcción se ve marcada por momentos.17,18
Para Husserl, la fenomenología es una filosofía que se pone en marcha con el lema a las cosas mismas (zu den Dingen selbst).10 Nos encontramos al mundo con su carácter “ahí delante”, pero eso no implica que no podamos estar abiertos a posibles juicios de duda, que solo deben servirnos como instrumento metódico.19 Se tiene conciencia de la duda, sin embargo, esta no debe cambiar la convicción durante el camino, por lo que se debe realizar una reducción/epojé. Esta alude a la desconexión de los aspectos psicofísicos, materiales o fácticos de las vivencias, lo que implica una puesta entre paréntesis de esos aspectos para dar paso a lo eidético o esencial de ellos.7 Se coloca “entre paréntesis” las cosas abarcadas en sentido óntico, así pues, este mundo natural entero, que está ahí adelante, y seguirá estándolo permanentemente como realidad de que se tiene conciencia, no es que se niegue, ni se dude de su existencia, sino que se cierra completamente todo juicio sobre existencias en el espacio y en el tiempo.19
El círculo hermenéutico, propuesto por Heidegger15 explica la comprensión cotidiana, la cual se funda siempre en un haber previo (Vorhabe), en una manera previa de ver (Vorsicht) y en una manera de entender previa (Vorgriff). Este círculo del comprender no es un circuito en el que gire un género cualquiera de conocimientos, sino que es la expresión de la estructura existencial de prioridad del Dasein mismo.16,21
Desvelando la trayectoria
A lo largo del camino por la fenomenología, se han encontrado puntos clave que han sido imprescindibles para la comprehensión del método (Figura 1). Los círculos representan las etapas del método fenomenológico, los rectángulos los momentos,20 los triángulos las reducciones y por último las flechas, representan al círculo hermenéutico heideggeriano da cuenta de la vertiente hermenéutica en fenomenología.
En la primera etapa “previa o de clarificación de los presupuestos de los cuales parte el investigador”,15 surge el momento 1, 2 y 3 de la investigación fenomenológica: (1) Identificación del fenómeno, (2) Definir el fenómeno y (3) Experiencia vivida.21 Al finalizar estos momentos se realiza la primera reducción en la cual se pone entre paréntesis lo teórico previamente establecido con respecto al tema o tópico investigado, cualquier referencia que integre la subjetividad de los sujetos investigados, de acuerdo con el tema o tópico, a otros datos.7
En la segunda etapa “descriptiva”, se expone una descripción que refleja, lo más fielmente posible, la realidad vivida por el (los) individuo (s) en relación con el tópico que se investiga.15 En esta etapa surgen el momento 4, 5 y 6 de la investigación fenomenológica: (4) Intencionalidad, (5) Propósito y (6) Génesis.18
Los momentos van de la mano con los primeros tres, ya que juntos conforman la génesis de la inquietud investigadora. Momento clave en el inicio de la investigación fenomenológica, ya que, se inicia un proceso de reflexión continua en la que los investigadores estarán inmersos durante todo su camino en el estudio del cuidado de la experiencia de salud humana. Para poder iniciar este camino en la formulación de lo que es una posibilidad de la “génesis de la inquietud” es importante, en primera instancia, plantearse quién es aquel que se pregunta por la realidad que le subyace. El sujeto y la realidad sostienen una dualidad indisoluble unida por la inquietud y la incesante necesidad de interrogación: la duda. Construir una interrogante, como punto germinal de una investigación, implica de quien observa la realidad, una disposición a la creatividad, es decir, un patrón intrínseco que acaece a su condición de persona que busca comprender la realidad.
Es importante que el fenómeno tenga razón ontológica para ser elegido y el cuestionamiento inicial del fenómeno permita vislumbrar el camino a seguir, requiriendo una reflexión constructiva de lo que se afrontará. La fenomenología llega para dar la luz a dicho camino, ayuda a comprender el ser y el mundo.21
Una vez más, luego de los momentos descritos se realiza la segunda reducción, en la cual se pone entre paréntesis la materialidad de la subjetividad de los sujetos investigados, referencias espaciotemporales y datos específicos de dichos sujetos (edad, sexo, nivel socioeconómico, si es el caso).7
La tercera etapa “estructural”, implica el estudio y análisis fenomenológico propiamente dicho.14 En esta etapa surge el momento 7, 8, 9 y 10 de la investigación fenomenológica: (7) Estructura del estudio, (8) Pregunta orientadora, (9) Colecta de datos y (10) Técnica de recolección de datos.18 El investigador debe apropiarse del tema a investigar sin juicios o preconceptos, enfatizará que el conocimiento fenomenológico es inductivo, suponiendo un esfuerzo por eliminar construcciones conceptuales de determinado conocimiento que encasillan los fenómenos en una forma explicativa.21
La pregunta orientadora sirve para encaminar la investigación pero al ser de origen cualitativa puede cambiar conforme se avanza el desvelamiento del fenómeno. Cuando este es complejo se puede desmembrar en dos o tres, sirven para orientar la redacción inicial.21 En la colecta de datos se habla de selección de participantes, no de muestra. La selección no está predeterminada al inicio, sino que se llega a finalizar conforme el fenómeno ha sido saturado (saturación teórica o de los datos). Dicha saturación no es la frecuencia de unidades de significado sino su convergencia.18
En cuanto a la técnica de recolección de datos, al ser el método fenomenológico, su técnica de recolección de datos por excelencia es la entrevista fenomenológica. Es el acercamiento existencial entre dos personas a manera de poder aprehender un fenómeno desde la perspectiva de quien lo está vivenciado y significando.18,22 La entrevista fenomenológica permite que el profesional de enfermería se aproxime a la persona y conozca los significados que ésta le atribuye a sus experiencias, posibilitando trazar un plan terapéutico que atienda a sus demandas reales y traer una nueva perspectiva para el cuidado.23
A lo largo de estos momentos se realizan la tercera “eidética” y cuarta “trascendental” reducción. En la tercera se pasa de la esfera fáctica (lo que dicen o expresan los sujetos, su subjetividad) a la esfera eidética: esencias de significado de lo que dicen. Y en la cuarta se pasa de la universalidad fáctica de las esencias de significado a la universalidad esencial (esencias de significado que son similares).7
En la cuarta etapa “discusión del resultado del análisis efectuado”, se realiza un contraste con lo planteado por otras investigaciones del tema o tópico abordado.12 En esta etapa surge el momento 11 de la investigación fenomenológica: (11) Analizar los datos.18
Se obtienen unidades de sentido que componen el significado, dichas unidades son dadas a partir del Referencial Teórico-Filosófico usado en el proyecto fenomenológico y que es un camino de pensamiento específico sobre el cual aparece el significado y no la conveniencia subjetiva del investigador. Este referencial es la argumentación expresada del intelecto del filósofo fenomenólogo que marca el camino iluminado por el cual el investigador va a analizar y discutir las descripciones de los participantes. La búsqueda de significados se basa en tres pasos: descripción de fenómeno, reducción e interpretación.18,22
Posterior al momento 11 se realiza la quinta reducción “intersubjetiva trascendental”, en la cual se reduce lo universalmente esencial para dar paso a lo intersubjetivo-trascendental (yendo por comparación a lo teórico previamente establecido).7
Por último, se decidió añadir la etapa de “consideraciones finales”, en la cual se ubica el momento 12 de la investigación fenomenológica: (12) Describir lo encontrado.18 En este punto se debe realizar una descripción, lo más completa posible, del fenómeno estudiado.
A su vez, se implementó el círculo hermenéutico propuesto por Heidegger. El cual está compuesto por una pre compresión, esta se logra al tener una comprensión mediana sobre el tema mediante la revisión de literatura que se ha realizado hasta ese momento de la investigación. En la comprensión se logra comprender el fenómeno cuando ya se ha analizado y por ende obtenido las unidades de significado, las cuales permitirán desvelar el fenómeno a estudiar. Por último, la interpretación, en este momento el fenómeno ya fue comprehendido, aprehendido e interpretado, de esta forma se puede describir el fenómeno.
Es importante señalar que el estudio de las experiencias de salud no se limita a su descripción, si no, en la interpretación de su significado y el cómo ese significado afecta a la persona y por ende a su entorno, esto permite la construcción de una narrativa de enfermería que habrá de posibilitar el desarrollo del conocimiento disciplinar.21 Es imperativo prestar atención a las experiencias de salud humana porque esto generará un cambio en cómo cuidar.23
Consideraciones finales
No se ha encontrado algún documento que especifique los componentes de la trayectoria fenomenológica y su giro hermenéutico en enfermería. Sin embargo, mediante la revisión bibliográfica llevada a cabo a lo largo del camino por el método fenomenológico se logró identificar puntos clave, que son de gran ayuda para la comprehensión de dicho método.
La trayectoria fenomenológica mostrada no es un proceso sistematizado que se deba seguir para la realización de investigaciones, ya que, como se ha mencionado anteriormente, el método fenomenológico es flexible en todo momento y, en gran medida, su desarrollo depende del fenómeno a estudiar y de los investigadores implicados en su estudio.
El adentrarse en este camino de comprensión implica compromiso e interés, ya que para comprender la fenomenología se necesita de escritura, lectura y relectura, crítica y reflexión continua. Para comprehender y aprehender las experiencias de salud humana se necesita captar la esencia de la conciencia en sí misma mientras es vivida por el sujeto.