Introducción
La demanda actual en alfabetización científica no sólo abarca los contenidos tecnológicos y experimentales, sino que también reclama una alfabetización sobre contenidos de salud y estilo de vida saludable. Además, alcanzar un nivel de conocimientos específicos va unido intrínsecamente a la búsqueda y comprensión de información en la red. De hecho, no podemos olvidar que las listas de búsquedas más populares en Google durante 2015 fueron para los términos relacionados con la salud, en particular, 'cómo evitar', 'cómo saber', 'qué hacer cuando'. Por lo tanto, el crecimiento y la rapidez de la información en la red constituyen un riesgo para la salud pública, pues la población puede realizar aprendizajes erróneos por falta de una formación científica adecuada. En este sentido, es fundamental la instrucción en mecanismos de búsqueda selectiva de información digital biosanitaria [1]. En consecuencia, y teniendo en cuenta el concepto de alfabetización en salud [2], resulta evidente la necesidad de dominar habilidades sociales, cognitivas y emocionales para comprender e integrar la información biocientífica y sanitaria [3]. De ahí la importancia de una formación didáctica sobre promoción de la salud [4,5], que permita conseguir una alfabetización en salud y por tanto un estilo de vida saludable. En este sentido, la enseñanza formal constituye un medio idóneo para contribuir en la alfabetización en salud.
En el presente estudio nos hemos planteado analizar la eficacia de los métodos participativos para mejorar la alfabetización en salud y, más concretamente, valorar en el medio universitario la pertinencia del aprendizaje cooperativo en alfabetización en salud. El contexto elegido ha sido el Máster Universitario de Formación del Profesorado, debido a que los futuros profesores pueden ser agentes dinamizadores de educación para la salud en el medio escolar y por consiguiente de la sociedad. El análisis y valoración de la estrategia educativa diseñada se realiza mediante la evaluación de los conocimientos científicos adquiridos y las emociones experimentadas por los estudiantes.
Sin duda, estamos ante un tema de gran relevancia social debido al aumento de prevalencia de enfermedades crónicas. Sobre todo teniendo en cuenta que los pacientes con una inadecuada alfabetización en salud sufren un peor estado de salud y utilizan más los sistemas de urgencias. Este hecho se basa principalmente en sus dificultades para entender la importancia de la prevención y el tratamiento prescrito [6]. Con nuestro trabajo deseamos contribuir a paliar esta problemática desde la enseñanza formal universitaria.
Sujetos y métodos
Se ha realizado un estudio descriptivo cuasiexperimental a partir de una muestra por conveniencia en un contexto universitario. Dicha muestra se compone de un total de 26 estudiantes de posgrado (18 mujeres y 8 hombres), matriculados en el Máster de Formación del Profesorado de la especialidad de Biología, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Extremadura y durante el curso 2016-2017. Los estudiantes tenían una formación inicial basada en titulaciones universitarias principalmente biosanitarias (licenciatura y grados de Biología, Farmacia, Biotecnología, Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Ciencias Ambientales y Veterinaria).
Los estudiantes han participado en una propuesta educativa basada en el aprendizaje tutorizado cooperativo. Se utilizó una técnica ideada por Aronson, denominada 'puzzle' o 'rompecabezas' [7], que consigue transformar una actividad de grupo tradicional en una experiencia cooperativa donde los alumnos aprenden unos de otros. Como valor añadido, los estudiantes son tutorizados por un profesor [8].
La experiencia se diseñó a partir de grupos constituidos por cuatro miembros, que eran instruidos por un profesor en el uso, dominio y conocimiento de buscadores y bases bibliográficas online de contrastado prestigio científico tanto en castellano (Dialnet, Medline Plus) como en inglés (Healthfinder y PubMed). Se establecieron cuatro modalidades para cada grupo, donde en cada una de ellas existía un experto en cada uno de los buscadores. El objetivo didáctico planteado para alcanzar un nivel óptimo de alfabetización en salud fue realizar una actualización sobre el virus del Zika. Así, en una fase inicial, cada estudiante iba creando su aprendizaje significativo al utilizar cada una de las herramientas de búsqueda mencionadas.
Posteriormente, y tras alcanzar pericia en las búsquedas, se crearon nuevos grupos con expertos especializados para cada una de las cuatro modalidades. Es decir, los estudiantes 'aprenderán haciendo' a partir de sus búsquedas e intercambio de la información. Esta fase es clave para que el alumno alcance el dominio del contenido propuesto (virus del Zika), siendo supervisado por el profesor-tutor. El papel del docente se centra en ayudar a manejar las limitaciones y dificultades del alumno, pero manteniendo su autonomía.
Tras ello se vuelve a los grupos iniciales, donde cada componente, ya experto, enseña sus nuevos conocimientos al resto de compañeros de grupo.
La validez y eficacia de este diseño metodológico se realiza por un análisis estadístico de las emociones durante el aprendizaje en alfabetización en salud [9] y la evaluación formativa centrada en el conocimiento del virus del Zika. Se empleó el programa SPSS v. 22.0 para llevar a cabo un análisis estadístico descriptivo (medias, frecuencias, porcentajes y desviación estándar) y un análisis inferencial (prueba de chi al cuadrado) para determinar si existe una asociación estadísticamente significativa entre dos variables nominales (p < 0,05).
Resultados
A través de la observación en el aula universitaria, queda patente el beneficio del diseño metodológico implementado. De este modo, en el seguimiento de las clases registramos interacciones sociales positivas que aumentaban la motivación y la implicación para aprender sobre el virus del Zika. El análisis estadístico realizado nos permite comprobar lo observado. Así, destaca que el aprendizaje tutorizado cooperativo fue efectivo para que los alumnos realizasen la actualización sobre el virus del Zika.
La mejora de habilidades y destrezas de los alumnos en relación al uso de motores de búsqueda de información científica y académica altamente especializados queda tras evaluar su aprendizaje. De esta forma, se observa que los estudiantes formados en el manejo de webs más especializadas en promoción de la salud, como el caso de Medline Plus y Healthfinder, obtienen un mejor rendimiento (p < 0,05) frente a los que realizaron su aprendizaje con buscadores generalistas como Dialnet en castellano y PubMed en inglés (Tabla).
Buscadores online | Mejor conocimiento | Peor conocimiento |
---|---|---|
Healthfinder | 7a | 1 |
| ||
Medline Plus | 5a | 1 |
| ||
Dialnet | 1 | 3 |
| ||
PubMed | 2 | 3 |
| ||
No contesta | 0 | 3 |
ap < 0,05 (x2).
Cabe señalar que el 100% de estudiantes de ambos sexos manifiestan tener emociones positivas durante el proceso de enseñanza-aprendizaje llevado a cabo. Estos resultados de dominio afectivo frente a los de aprendizaje en contenidos de salud y su promoción fueron semejantes a los ya publicados por Soriano et al [9].
Discusión
Los resultados obtenidos permiten sostener que la utilización de una metodología cooperativa facilita la alfabetización científica. Ello coincide con otros estudios realizados sobre este tipo de aprendizaje en torno a contenidos biosanitarios [7].
Ahora bien, ¿cómo pueden influir estos métodos en la promoción de la salud en términos sociosanitarios prácticos? Pues bien, con esta experiencia educativa, los estudiantes del Máster Universitario de Formación del Profesorado tienen un modelo que, adaptado, puede mejorar la forma de acceder y gestionar la información biosanitaria. Por otra parte, teniendo en cuenta la importancia de las comunidades educativas, las perspectivas se amplían, ya que podríamos enlazar con el concepto de empoderamiento tan utilizado en los últimos años. La Organización Mundial de la Salud define este término como un 'proceso mediante el cual las personas adquieren un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan su salud; para ello, los individuos y las comunidades necesitan desarrollar habilidades, tener acceso a la información y a los recursos, y la oportunidad de participar e influir en los factores que afectan su salud y bienestar' [10]. Como se observa, la propuesta educativa empleada entra en consonancia con esta definición al proporcionar elementos fundamentales para el empoderamiento. Una reciente revisión que analiza este concepto, sus dimensiones y características en la literatura médica, permite identificar numerosos paralelismos con la metodología implementada [10]. Así, el empoderamiento se ha vinculado a la necesidad de una alfabetización en salud en sus aspectos cognitivos, es decir, en cuanto a los conocimientos. Por otra parte, también encontramos afinidades al favorecer la motivación y al desarrollar actitudes positivas, que lógicamente tiene relación con la gestión emocional y con aspectos de interacción social. Estos elementos clave en el proceso de enseñanza descrito para capacitar a otras personas podrían contribuir a una eficaz toma de decisiones en la promoción de la salud del paciente [10]. En definitiva, las estrategias basadas en el aprendizaje cooperativo pueden revertir a las comunidades educativas y, de ahí, a una sociedad mejor formada en alfabetización en salud.