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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

Print version ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.81 n.1  Jan. 2006

 

COMUNICACIÓN CORTA

 

Papilitis tuberculosa

Tuberculous papillitis

 

 

Asensio-Sánchez V.M.1, Torreblanca-Agüera B.2, Martínez-Calvo S.2, Calvo M.J.2, Rodríguez R.1

Hospital General: Medina del Campo. Valladolid. España
1 Doctor en Medicina
2 Licenciado en Medicina

Dirección para correspondencia

 

 

 


RESUMEN

Caso clínico: Se describe una mujer de 65 años asintomática con un edema de papila unilateral. Las pruebas de laboratorio fueron negativas excepto un PPD de 25 mm con dermatolisis. El tratamiento antituberculoso llevó a una resolución del cuadro.
Discusión:
La tuberculosis ocular se debe considerar en los pacientes con papilitis incluso siendo asintomáticos.

Palabras clave: Tuberculosis ocular, papilitis, PPD.


SUMMARY

Case report: We describe a 65-year-old asymptomatic woman with unilateral optic disc edema. Laboratory testing revealed a very marked positive PPD (25 mm) with dermatolysis. Anti-tuberculosis therapy resulted in complete resolution.
Discussion:
Tuberculosis should be considered in the diagnosis of papillitis, even in asymptomatic patients
(Arch Soc Esp Oftalmol 2006; 81: 37-40).

Key words: Ocular tuberculosis, papillitis, PPD.


 

 

Introducción

La tuberculosis (TBC) es una enfermedad declarable producida por el mycobacterium tuberculosis, que afecta fundamentalmente a los pulmones pero puede interesar a cualquier órgano y/o tejido de la economía. La afectación ocular puede ocurrir en el contexto de una tuberculosis miliar (fundamentalmente infiltrados coroideos) pero también puede presentarse en pacientes sin evidencia de enfermedad pulmonar activa (1-4), como el caso que se presenta.

 

Caso Clínico

Mujer ecuatoriana de 65 años, sin antecedentes personales y familiares de interés, que acude a la consulta externa de oftalmología por disminución indolora de la visión en el ojo derecho (OD ) de 3 a 4 meses de evolución. La agudeza visual (AV) máxima en el OD era de 0,5 y en el ojo izquierdo (OI) de 1. La motilidad extrínseca e intrínseca fue normal. En el OD se apreció un edema de papila con algún exudado subretiniano (fig. 1). La TAC y RNM órbito-cerebral, serología luética, enzima convertidor de la angiotensina, serología Lyme y la radiografía de tórax fueron negativas. El estudio sistémico por aparatos no era significativo. El mantoux (PPD), ya en las primeras 24 horas, tenía una induración de 25 mm con zonas de necrosis dérmica (fig. 2). Se repitió la radiografía de tórax siendo igualmente negativa. En la punción de LCR la presión de salida fue de 16 cm H2O con bioquímica normal y cultivo negativo. Se realizó electroforesis del LCR no detectándose bandas oligoclonales. El urocultivo y el cultivo de esputo también fueron negativos para el crecimiento de mycobacterium tuberculosis. Ante la sospecha de tuberculosis ocular se realizó una prueba con 300 mg/día de isoniacida durante 3 semanas con mejoría subjetiva en la visión del OD aunque la visión máxima seguía siendo 0,5. Se trató con isoniacida 300 mg (9 meses) junto a rifampicina 600 mg (9 meses), pirazinamida 15 mg/kg (2 meses) y etambutol 15 mg/kg (2 meses). Un año después de la primera consulta la agudeza visual del OD era de 0,9 y su exploración normal.


Fig. 1. Edema de papila y discretos
 exudados subretinianos en el ojo derecho.


Fig. 2. Mantoux a las 24 horas: 25 mm
 de induración con necrosis.

Discusión

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa, aguda o crónica, producida por el mycobacterium tuberculosis, que afecta fundamentalmente a los pulmones aunque puede interesar a cualquier órgano o tejido (1,3).

La incidencia de manifestaciones oftalmológicas es hasta del 2%, aunque su estimación es realmente difícil (1,3). Cualquier tejido del ojo, con excepción del cristalino, se puede afectar, ya sea por diseminación hemática o por extensión directa del bacilo o como respuesta de una reacción celular o tipo IV de hipersensibilidad (2,3). El nervio óptico generalmente se afecta en el contexto de una meningitis tuberculosa y fundamentalmente es a nivel retrobulbar, la parte anterior suele afectarse secundariamente a coroiditis (4). El diagnóstico de tuberculosis ocular es realmente difícil cuando no hay evidencia de un foco primario. La biopsia normalmente se reserva para tejidos muy dañados y la PCR para M. tuberculosis en fluidos oculares está poco estandarizada (4). Generalmente el diagnóstico de TBC viene avalado por una radiografía torácica positiva o por un PPD positivo con una induración (que no edema) de 15 o más mm asociado a historia de exposición. Stechschulte SU et al (4) describen el caso de una mujer con TBC que debutó como una neurorretinitis, siendo la radiografía torácica normal y el PPD necrótico de 15 mm. En el paciente que se describe aunque la radiografía de tórax era normal, el PPD necrótico de 25 mm y la respuesta positiva a los antituberculostáticos orientó hacia el diagnóstico de tuberculosis ocular.

 

Bibliografía

1. Rodríguez Ares T, Rojas Silva MV, Díaz-Llopis M. Enfermedades infecciosas. In: Sánchez Salorio M, Díaz-Llopis M, Benítez del Castillo Sánchez JM, Rodríguez Ares MT. Manifestaciones Oftalmológicas de las Enfermedades Sistémicas. Madrid: LXXVII Ponencia oficial de la sociedad española de oftalmología; 2001; 337-370.         [ Links ]

2. Peiffer RL, Lewen RM, Yin H. Infectious diseases. Tuberculosis. In: Gold DH, Weingeist TA. The Eye In Systemic Disease. Philadelphia: Lippincott; 1990; 155-275.         [ Links ]

3. Sheu SJ, Shyu JS, Chen LM, Chen YY, Chirn SC, Wang JS. Ocular manifestations of tuberculosis. Ophthalmology 2001; 108: 1580-1585.         [ Links ]

4. Stechschulte SU, Kim RY, Cunningham ET Jr. Tuberculous neuroretinitis. J Neuroophthalmol 1999; 19: 201-204.         [ Links ]

 

 

Dirección para correspondencia:
V.M. Asensio Sánchez
Hospital General Servicio Castellano-Leonés de Salud
Servicio de Oftalmología
47010 Medina del Campo (Valladolid)
España
E-mail: vasensio@hmdc.sacyl.es

Recibido: 4.3.05.
Aceptado: 10.1.06
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