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Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana

On-line version ISSN 1989-2055Print version ISSN 0376-7892

Cir. plást. iberolatinoam. vol.47 n.2 Madrid Apr./Jun. 2021  Epub Aug 02, 2021

https://dx.doi.org/10.4321/s0376-78922021000200002 

PUNTO DE VISTA

Dr. José Antonio Bañuelos. Semblanza de un pionero del tratamiento del quemado en la Cirugía Plástica española

Dr. José Antonio Bañuelos. Portrait of a pioneer in the treatment of burns in Spanish Plastic Surgery

Ramón Vila-Rovira* 

*Cirujano Plástico, Barcelona, España

Con la inauguración de la Residencia Sanitaria Francisco Franco de Valle de Hebrón, en Barcelona, España, se puso en marcha también en 1966 el Servicio de Cirugía Plástica que crea y dirige el doctor Jaime Planas quien, como cuenta el Dr. Lafuente, por ciertas discrepancias con el entonces Director de Traumatología, Dr. Sales Vázquez, abandonó el cargo dos años después y fue sustituido por el Dr. José Antonio Bañuelos, verdadero artífice de la gran ampliación del Centro de Quemados de Hospital Valle de Hebrón. Estamos ya en 1968 (Fig. 1).

Fig. 1.  Departamento de Cirugía Plástica y Quemados (ático en color blanco) 

El Dr. Bañuelos Roda proviene de una familia con gran ascendencia médica, y sin duda, así lo reconoce él mismo, esta influencia supuso un importante aliciente para que, desde su más tierna infancia, pensara y decidiera hacerse médico cuando fuera mayor, siguiendo así la tradición familiar.

Fue en 1952 cuando terminó la carrera de Medicina. Por entonces se hacía Cirugía General y, dentro de esta, Cirugía Abdominal. Poco después ganó una beca del gobierno francés y se trasladó a París durante los años 1953, 54 y 55 para realizar dos cursos. En Francia hizo su tesis en la Universidad de la Sorbona y permaneció dos años con el título de asistente extranjero en los hospitales de París practicando Cirugía General. Según cuenta él mismo “posiblemente fue allí donde tuve mi primer contacto con la Cirugía Plástica”, y explica, “porque en uno de los hospitales donde desarrollaba mi actividad profesional se encontraba uno de los grandes cirujanos plásticos, con un gran y reconocido prestigio en su país y que luego, con el paso del tiempo, se convirtió en uno de nuestros grandes profesores. Me refiero a Morell Fasió, que en aquel hospital practicaba la Cirugía Plástica. Acababa de regresar de Inglaterra donde se había formado y era un hombre muy capaz y muy inteligente. Con él comencé a interesarme no tanto por la Cirugía Estética como por la Cirugía Reparadora de la mano, que sí me gustaba, junto a los traumatismos de cara. Todo ello empezó a influenciarme”

El Dr. Bañuelos terminó Cirugía General y Cirugía Plástica como residente en Estados Unidos. Estamos ya en 1965, momento en que se planteó seriamente su regreso a España. Así, de las tres posibilidades profesionales que tenía entonces: Estados Unidos, Perú o España, ganó esta última. Llegó a Madrid ese mismo año de 1965 y pasó los primeros meses trabajando gratis en algunos hospitales. A este respecto decía el Dr. Bañuelos, “al final, pienso que hicimos lo correcto. Se abrió el Hospital La Paz y me dieron un puesto de trabajo en Madrid”.

Fueron tres años como cirujano plástico de la nueva residencia sanitaria madrileña de la Seguridad Social, tras los cuales se le presentó la posibilidad de traslado a Barcelona por estar vacante el puesto de Jefe de Servicio en Valle de Hebrón. Como él mismo refiere “yo concursé para este puesto y me vine a Barcelona en 1968. El primer Jefe de este Servicio de Cirugía Plástica y Quemados fue el Dr. Jaime Planas” (Figura 2.).

Fig. 2.  El Dr. José Antonio Bañuelos. 

A partir de los años 60, en los que se produjo un gran crecimiento de la Cirugía en general en toda España y con ella de la Cirugía Plástica en particular, los primeros que practicaron esta especialidad en nuestro país fueron Planas, Mir, Vilar Sancho, Enríquez de Salamanca, … no más de cuatro o cinco junto con algunos heroicos más. Ellos fueron quienes empezaron a sembrar los gérmenes de la especialidad.

No hay que olvidar que la enseñanza de la Medicina en España fue acompañada en los años 64 y 65 por la creación del cuerpo de residentes, licenciados en Medicina que acudían a los grandes centros hospitalarios a aprender trabajando, al estilo de lo que se hacía en los servicios norteamericanos. Yo mismo he contribuido a este tipo de enseñanza y creo que fue fundamental para el despegue de la Medicina española en general, y de la Cirugía Plástica en particular. Así se comenzó en nuestro país a tener hospitales en los que se empezaba a trabajar a tiempo completo, sin incompatibilidad con la medicina privada, pero dedicando muchas horas de trabajo de forma asidua y teniendo al mismo tiempo residentes con el estímulo de aprender, otros con el de enseñar y para todos un trabajo enormemente grande y dilatado. En mi opinión el Hospital Valle de Hebrón a lo largo de toda su historia ha contribuido a esto de una manera importante.

Con respecto al tratamiento de los pacientes quemados como parte importante de nuestra especialidad, hoy en día ya no consideramos que es importante solo salvarles la vida, sino dejarles con el mínimo de cicatrices, o que si las tienen sean aceptables. Lo contrario dejaría secuelas monstruosas que es lo más terrible que puede hacer un cirujano plástico. Aunque la técnica avanza día a día y los resultados pueden cambiar e incluso mejorar de acuerdo con los nuevos instrumentos o materiales a nuestra disposición como especialistas, para el Dr. Bañuelos “el mejor instrumento del hombre todavía sigue siendo el cerebro, en el profesional que no se ha anquilosado, el que sigue perfeccionando y cambiando sus técnicas cuando es necesario, el que ve cuales son los perfeccionamientos a nivel mundial y procura marchar al compás de éstos”

Personalmente, tuve la oportunidad de trabajar en el Departamento de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital del Valle de Hebrón desde 1973, donde hice la residencia durante 5 años y estuve 7 más como especialista adjunto del servicio. Mis recuerdos, mis experiencias, mis amigos, las noches de guardia, las sinergias con los especialistas no cirujanos plásticos, la catástrofe del incendio del camping de los Alfaques (julio de 1978), mi jefe, el Dr. Bañuelos, los adjuntos, jefes clínicos, residentes, enfermeras, auxiliares, anestesistas, se quedaron grabados en mi mente para siempre. La formación era espontánea, automática, autodidacta, sobre la marcha y mal organizada, pero siempre con entusiasmo y sensaciones positivas. Largas cirugías de desbridamiento de los grandes quemados, injertos autólogos y homólogos. Íbamos a la morgue del hospital con dermatomos manuales a las 7 de la mañana y gracias a estos injertos salvábamos la vida a muchos pacientes. Después venía la reconstrucción de las caras quemadas, los cuerpos, las manos y las extremidades.

La formación de un cirujano plástico en el Hospital del Valle Hebrón en los años 70 y 80 iba conjunta con la cirugía de la mano, la cirugía de los traumatismos faciales y maxilofaciales, la nariz, las reconstrucciones corporales con injertos en malla, z-plastias, colgajos musculares y músculocutáneos, colgajos microvasculares, trasplante de dedos de pie, reimplantes, expansores, etc. Hasta 1985 no apareció la liposucción, que no estaba permitida en el hospital. Se hacían reconstrucciones mamarias, nasales, de orejas, de genitales (hipospadias). Se trataban pacientes traumatizados de extremidades superiores e inferiores, compartiendo intervenciones con los equipos de Traumatología. Tratábamos a los parapléjicos y siempre, a los quemados.

Nuestro Jefe, el Profesor José Antonio Bañuelos, fue premiado en 1982 por la solvencia y organización de los quemados en la catástrofe del Camping de los Alfaques; cientos de pacientes quemados se amontonaron aquel día fatídico, y todos los integrantes del departamento realizaron un esfuerzo profesional loable y admirable.

Fueron grandes años, grandes progresos médicos, miles de pacientes tratados, curados y reconstruidos.

Fuimos felices.

Este año 2021, el 16 de abril, falleció el Dr. José Antonio Bañuelos. Un abrazo donde estés, querido Profesor.

Bibliografía

1 - Grabb WC, Smith JW Cirugía Plástica, 2ª Edición, Editorial Salvat Editores, 1977. [ Links ]

2 - Mir y Mir L, Bernad Claveria G. Conceptos y técnicas generales en Cirugía Plástica. 1982. [ Links ]

3 - Pérez-Quintanilla M. Historia de la Cirugía Plástica y Estética en Cataluña, Barcelona: Sociedad Catalana de Cirugía Plástica y Estética,1986. [ Links ]

4 - Artz CP, Moncrief JA. Tratado de Quemaduras, Pruitt BA Jr,. Editores, 3ª edición, Nueva York, McGraw-Hill,1965. [ Links ]

5 - Vacaflor Montero C. Referencias históricas en la evolución del tratamiento de las quemaduras. Cir. plást. iberolatinoam. 2020;46(suppl.1):7-8. [ Links ]

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