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Medifam

Print version ISSN 1131-5768

Medifam vol.12 n.7  Jul. 2002

 

CARTAS AL DIRECTOR

Prescribimos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs)

pero..., ¿y la protección gástrica? 

 

Sr. Director: 

En España, la prescripción de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), en 1998, rondó los 27 millones envases /año (salicilatos 9 millones envases /año)1. Las reacciones adversas que con más frecuencia se observan son las complicaciones gastrointestinales, sobre todo el ulcus sangrante y la perforación. La proporción de hemorragias digestivas altas de origen duodenal es el doble de las gástricas2. Es importante destacar que, aunque la gastropatía por AINEs presenta una gran diversidad clínica, muchas de estas lesiones son asintomáticas y la severidad clínica no se relaciona con el grado de afectación de la mucosa. Para prevenir este efecto adverso, es cada vez más común que se asocie la indicación de AINEs con la de agentes gastroprotectores. Sin embargo las pautas o comportamientos seguidos en estos casos no siempre son adecuados. 

Para valorar la indicación de gastroprotección y la pauta prescrita en pacientes en tratamiento con AINEs, realizamos un estudio descriptivo (serie de casos). Se recogieron los datos sobre el consumo de fármacos, de los pacientes atendidos en el servicio de Urgencias de nuestro hospital de septiembre a noviembre de 2000. Se incluyeron en el estudio los pacientes que en los últimos 15 días habían consumido algún AINE pautado por un facultativo, cumpliendo este criterio 212 personas. 

Los criterios para indicar gastroprotección se detallan en la tabla I3. De los 212 pacientes, no tenían indicación de gastroprotección el 28,4%, presentaban un factor de riesgo de aparición de complicaciones el 22,4%, dos factores el 32,8, tres el 11,2% y más de tres un 5,2%. Se consideraron como pautas preventivas correctas: omeprazol [20-40 mg/24 h], misoprostol [600-800 µg/24h] y famotidina [40 mg/12h]1

 



De los 114 pacientes con gastroprotección, únicamente 17 (14,9) (Fig. 1) llevaban una pauta correcta con: omeprazol [20-40 mg/24 h] 16 (14%); misoprostol [800 mg/24 h] 1 (0,9%) o famotidina [40 mg/12 h] 0 (0%) (Fig. 2). Dentro de las pautas incorrectas, la más utilizada fue famotidina [40 mg/24 h] 34 (29,8%), seguida de famotidina [20 mg/24 h] 32 (28%), protectores de mucosa 16 (14,3%) y ranitidina 15 (13%). 

 



Está ampliamente aceptado que el tratamiento gastroprotector de las lesiones y complicaciones originados por el consumo de AINEs, debe efectuarse en el paciente de riesgo4,5 (Tabla I). En un 70% de los sujetos de nuestro estudio se detectaron uno o más factores de riesgo, pero sólo recibieron tratamiento preventivo un 45% de éstos, lo que nos lleva a la conclusión de que se da una protección insuficiente frente al efecto gastrolesivo de los AINEs. 

Según los estudios más completos y con mayores evidencias respecto a los fármacos gastroprotectores, hay dos que destacan: omeprazol [20 mg/24 h] y misoprostol [600-800µg/24 h]6. Sólo un 15% de nuestros pacientes utilizaban estos fármacos y dosis. Misoprostol tiene reducido su uso dado el alto número de efectos gastrointestinales, sobre todo diarrea (hasta un 30%)1. También famotidina a dosis de 40 mg/12 h (doble de la habitual) redujo la frecuencia de úlcera duodenal y gástrica, por lo que también tiene indicación, pero incrementaría considerablemente el gasto farmacéutico5. En nuestro estudio, las pautas incorrectas utilizadas correspondían a dosis bajas de famotidina [20 mg/24 h y 40 mg/24 h], seguidas de ranitidina y protectores de mucosa. Como se aprecia, estamos utilizando con demasiada frecuencia pautas incorrectas. 

Con lo expuesto, en nuestro medio se deberían utilizar más pautas gastroprotectoras y basadas en la evidencia, en los pacientes con factores de riesgo alto y consumidores de AINEs gastrolesivos. 

M. T. Corredor Ibáñez, E. García Gimeno, J. Álvarez Aragón, R. Roldán Ortega 

Especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria. Hospital de Hellín. Albacete 

 

Bibliografía 

1. Martín Alonso E, Castaño Pinto M. La protección gástrica en los tratamientos con antiinflamatorios no esteroideos. Medicina Integral 1999; 34: 270-4. 

2. García Rodríguez LA, Jick H. Risk of uper gastrointestinal bleeding and perforation associated with individual non-steroidal anti-inflammatory drugs. Lancet 1994; 343: 769-72. 

3. Lanas A, Piqué JM, Ponce J. Estrategia clínica para el paciente que precisa antiinflamatorios no esteroideos: posición de los inhibidores de la COX-2. Gastroenterología y Hepatología 2001; 24: 22-35. 

4. Prieto Yerro C, Vargas Castrillón E. Problemas de uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) en pacientes con patología crónica asociada. Información terapéutica del Sistema Nacional de Salud 2000; 24: 85-91. 

5. Lanas Arbeloa A, Lorente Pérez S. Prevención de la gastropatía por antiinflamatorios no esteroideos. Medicine 1999; 7(119): 5587-93. 

6. Hawkey CJ, Kartrasch JA, Szczepanski L, Walker DG, Barkun A, Swannell AJ, et al. For the Omeprazole versus Misoprostol for NSAID-Induced Ulcer Management (OMNIUM) Study Group. Omeprazole compared with Misoprostol for ulcers Associated with nonsteroidal antiinflammatory drugs. N Engl J Med 1998; 338: 727-34.

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