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Index de Enfermería

On-line version ISSN 1699-5988Print version ISSN 1132-1296

Index Enferm vol.24 n.3 Granada Jul./Sep. 2015

https://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962015000200008 

ARTÍCULOS ESPECIALES

METODOLOGÍA CUALITATIVA

 

Analizar Cualitativamente: De las consideraciones generales al pensamiento reflexivo

Qualitative analysis: From general issues to reflexivity

 

 

Carmen De la Cuesta-Benjumea y Claudia Patricia Arredondo-González

Departamento de Psicología de la Salud, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de Alicante, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Analizar cualitativamente es una manera de pensar que se ha descrito como activa, interactiva, sistemática, organizada y sostenida en el tiempo. Consiste en un proceso, con frecuencia desordenado, en el que se hace una focalización progresiva de los temas que surgen en el estudio. Este proceso tiene unos procedimientos específicos a los métodos, además de otros comunes a ellos. En este artículo nos centraremos en la elaboración de memorandos, un procedimiento común de análisis que cada vez tiene más peso y reconocimiento en la bibliografía. Utilizaremos, como ejemplo para ilustrarlos, su papel en el análisis realizado durante un estudio histórico. El mérito de los estudios cualitativos reside en la calidad de sus resultados, a esta calidad contribuye la elaboración de memorandos que son básicamente la expresión del pensamiento reflexivo.

Palabras clave: Análisis cualitativo, Investigación Cualitativa, Memorandos, Metodología.


ABSTRACT

Qualitative analysis is being described as a way of thinking that is active, interactive, systematic, organized and sustained. It is a process, often disorganized, that gradually focuses on the emerging themes in the study. The process has specific and common procedures to the methods. In this paper we focus on memos one of the common procedures that has increasingly importance and acknowledgement in the literature. We will use the memos developed during a history study illustrate its role in qualitative analysis. The merit of qualitative studies lies in the quality of its findings. To this quality contribute the memos that are basically the expression of reflexivity.

Key words: Qualitative Analysis, Qualitative Research, Memos, Methodology.


 

Introducción

El análisis cualitativo de los datos es una de las actividades que presentan más desafíos en la investigación cualitativa. Es ahí donde se pone a prueba la capacidad y coherencia de quien investiga y donde con frecuencia se dirime el mérito de un estudio. Es una pieza clave en el proceso de investigación y de la cual cada vez sabemos más. Hoy en día, se pueden encontrar autores que tratan un tipo específico de análisis como la interpretación descriptiva (Thorne, 2008), como otros que lo abordan de manera genérica (Coffey y Atkinson, 2005). Sin embargo, no todos los resultados de los trabajos cualitativos son tales. Sandelowaski y Barraso en un trabajo de meta-síntesis (2007) clasificaron los resultados de los estudios analizados en: no cualitativos, exploratorios, descriptivos e interpretativos. Así, es la calidad del análisis lo que determina el tipo de estudio y su alcance, no la intención inicial del trabajo.

Existen varias formas de entender el análisis cualitativo de datos. Algunos autores lo consideran como los procedimientos de organizar y recuperar los datos, otros lo entienden como un trabajo descriptivo en el que se conectan las categorías, finalmente, hay quienes lo ven como el trabajo de la interpretación de los datos que va más allá del relato descriptivo (Coffey y Atkinson, 2005). En este artículo lo entendemos de esta última manera y compartimos la opinión de que, independientemente del método, el análisis cualitativo está orientado a la generación de conceptos y la construcción de tipologías y taxonomías (Bryman y Burges, 1994/2001), pero no como entes abstractos. En la atención y cuidados de la salud, los resultados de los estudios cualitativos deben tener implicaciones prácticas, tales como proporcionar pistas e indicaciones que sirvan para mejorar la práctica (Minayo, 2002) y para humanizar la atención en salud (Morse, 2012).

Seguidamente, presentamos las características generales del análisis cualitativo y los procedimientos comunes de análisis, para finalmente centrarnos en la elaboración de memorandos teóricos, un procedimiento de análisis que consideramos central en todo el proceso de indagación y crucial para la construcción de resultados.

 

Características generales y procesos del análisis cualitativo

Al referirnos al análisis cualitativo de datos y no al análisis de datos cualitativos, queremos enfatizar que la actividad versa sobre una manera de pensar los datos. En verdad, no es extraño encontrar estudios que se denominan cualitativos cuyos resultados son cuantificaciones ambiguas de los datos. Se pueden encontrar trabajos en los que se presenta el tema o la categoría por su frecuencia y no por sus características, utilizando, por ejemplo, términos tales como "algunos", "solo unos pocos", "la mayoría", "todos". También, hay estudios autodenominados cualitativos que, a falta de describir la naturaleza del fenómeno, aplican porcentajes a las respuestas de los participantes. Evidentemente, los datos cualitativos, como casi todo, se puede cuantificar; aunque esta cuantificación no signifique nada o sea imprecisa. Por su lado, un análisis cualitativo es aquél que presenta el punto de vista del interior, es decir, que capta la experiencia en estudio, la perspectiva de los participantes, su vivencia o la estructura particular de la narración que hacen. Un buen análisis encaja en la experiencia de los participantes, la describe de manera completa, da respuesta a la pregunta de investigación, es evocativo al suscitar sentimientos en quien lo escucha o lee y esclarece el fenómeno en estudio.

Analizar cualitativamente es un proceso, con frecuencia desordenado, en el que se hace una focalización progresiva de los temas que surgen el en estudio (Charmaz, 2006; Coffey y Atkinson, 2005; Bryman y Burges, 1994/2001). Por ello, no todos los datos se analizarán de la misma manera. En el análisis cualitativo no hay un esquema previo de organización, sino que este surge de los propios datos; el proceso de análisis así es abierto y emergente, finaliza solo cuando se escribe el informe del estudio (Coffey y Atkinson, 2005). No se realiza en un solo momento, más bien, concurrente con la obtención de los datos. Con esto se logra captar el punto de vista de los participantes y describirlo de manera detallada, evitando la dispersión de conceptos y la superficialidad. En términos técnicos, con esta estrategia se logra que las categorías o temas que surgen en el estudio se describan de manera completa o que se saturen. La concurrencia del análisis con la obtención de datos es así un instrumento que añade validez al estudio y lo más importante, en términos prácticos, asegura su cierre. Si por algún motivo, la obtención de la información se tiene que hacer en un solo periodo o se encuentra recogida, como en el caso de estudios históricos que utilizan documentos ya elaborados, los datos se deben analizar en sucesiones o ciclos, dejando que sea el muestreo teórico el que guíe su inspección.

El primer paso en el análisis cualitativo se da cuando quien investiga decide lo que es dato para su estudio y con ello interpreta el valor de la información que ha obtenido. Después, entra en un proceso en el que, a grandes rasgos, pasa de un momento descriptivo a uno analítico. Mientras que descripción implica una selección e interpretación, en la fase analítica se construye el desarrollo teórico (Hammersley y Atkinson, 2007). Analizar cualitativamente es así, una manera de pensar que se ha descrito como activa, interactiva, sistemática, organizada y sostenida en el tiempo (Schatzman y Strauss, 1973). Las presuposiciones filosóficas básicas que todas las investigaciones contienen, se ponen aquí de manifiesto. Así por ejemplo, se espera que quien investiga tenga una actitud de ciencias humanas y que considere al ser humano como un agente activo en el mundo social (Wertz et al., 2011).

Hay cuatro procesos cognitivos inherentes al análisis y estos son: la comprensión de las experiencias que se narran en los datos, la síntesis de los datos, su teorización en conceptos, temas o tipologías y finalmente, su contextualización (Morse, 2005). En estos procesos, quien analiza los datos debe utilizar su imaginación, creatividad y los sentimientos que le suscitan al leerlos (Morse, 2004). Es un trabajo cognitivo pero también emocional. Requiere que el investigador formule preguntas a los datos, busque incisamente las respuestas, observe de manera activa y recuerde con precisión (Morse, 1994), en suma, que se implique durante el análisis. Se espera también que utilice su sensibilidad teórica y social, esto es, que pueda reconocer la importancia teórica de los datos, a veces aparentemente triviales y que esté conectado con el mundo de los participantes. Durante el análisis, quien investiga es parte activa y determinante en el proceso. Su formación, perspectiva teórica, valores y experiencia va a teñir el proceso y por tanto, los resultados de su estudio. Hoy en día no se concibe el análisis cualitativo separado de quien investiga, este no consiste en actividades discretas sino que es el resultado de la interacción de quien analiza con los datos.

De manera instrumental, en el análisis hay tres actividades básicas. Primero, organizar el material recolectado clasificando y agrupando los datos. Segundo, construir un significado que permita un relato coherente, para ello, se codifica el texto y se relaciona lo codificado. Tercero, escribir para transmitir lo que ha aprendido (Coffey y Atkison, 2004; Rossman y Rallis, 2012). Durante el análisis cualitativo de datos se puede, y en algunos casos se debe, consultar la bibliografía. Esta ayuda a identificar y describir categorías o temas y permite reconocer lo que es relevante en los datos. También ayuda al proceso abductivo, esto es: que ante datos sorpresivos se busquen todas las posibles interpretaciones que se pondrán a prueba como hipótesis frente a nuevos datos (Charmaz, 2011).

El proceso de análisis es lento y se debe permitir que acontezca, no se puede apresurar, como las cosas buenas en la vida. En la práctica, se le debe dedicar la mitad o más del tiempo que se tenga disponible para llevar a cabo el estudio. Al prolongarse en el tiempo y ser abierto, la pregunta de investigación y el propósito del estudio serán lo que guíen el proceso de análisis que se centrará en dar cuenta del fenómeno o de la experiencia subjetiva de los participantes. Durante el análisis se genera un gran volumen de información, una buena herramienta para gestionarla es utilizar un software. Estos sistemas, permiten almacenar grandes cantidades de información, localizar eficazmente ítems o asuntos y recuperarlos rápidamente, también facilitan establecer relaciones entre los conceptos y visualizarlas. No obstante, el análisis como esfuerzo intelectual, creativo, riguroso y sostenido, lo hace quien investiga, no el sistema operativo. El cuadro 1 resume las características comentadas.

 

Los procedimientos comunes en el análisis cualitativo

Es evidente que analizar cualitativamente los datos transciende los procedimientos. Pero también es verdad que lo que se hace con las manos, escribir, ordenar, clasificar, da forma y responde a una manera específica de pensar. Para llevar a cabo el análisis hay unos procedimientos específicos a los métodos, como es la inmersión profunda de la fenomenología y la descripción densa de la etnografía (Morse y Richards, 2002) y también hay un conjunto de procedimientos que todos los investigadores cualitativos realizan independientemente del método que empleen. Estos procedimientos generales pueden cambiar de nombre según la tradición o escuela, pero la actividad es la misma.

El primer procedimiento, es inspeccionar la información para valorar si es lo suficientemente buena para responder a la pregunta de investigación y luego codificar los textos (Wertz et al., 2011). En la codificación se hace una lectura línea a línea y repetida de los textos y se adscriben códigos a los datos. A medida que se van produciendo códigos, estos se comparan y agrupan; se elaboran memorandos que son los registros escritos de las ideas que surgen durante el análisis, se hacen representaciones graficas de lo analizado en diagramas o matrices y se consulta la bibliografía para generar el análisis y contrastar lo encontrado (Wertz et al., 2011; Morse y Richards, 2002; Miles y Huberman, 1994). Las operaciones interaccionan entre sí, haciendo del análisis cualitativo una actividad dialéctica y dinámica. El cuadro 2 resume estos procedimientos.

 

 

Recientemente un grupo de investigadores compararon cinco estrategias de análisis cualitativos de los datos: la fenomenología psicológica, la teoría fundamentada, el análisis de discurso, la narrativa y la indagación intuitiva (Wertz et al., 2011). Estas comparaciones fueron reflexivas y prácticas. Tomaron un mismo grupo de datos y los interpretaron desde sus distintas perspectivas. Examinaron lo que tenían en común y lo que les diferenciaba. Encontraron que la lectura de los datos la llevaban a cabo de manera abierta, centrándose en los significados que los participantes expresan, en sus palabras y en sus experiencias. Tenían en común que consideraban al ser humano como agente activo, la vida como una práctica y una actuación y que consideraban la vida psicológica encarnada, emotiva, situada socialmente, con propósito, interactiva y cultural. Todos ellos buscaban la emergencia como el resultado de la reflexión y la implicación en la vida. Durante el análisis todos realizaban un ajuste de los conceptos a los datos y refinaban las ideas emergentes, comprobaban y volvían a comprobar lo analizado. La reflexividad crítica estaba presente durante todo el proceso, reconocían su presencia y daban cuenta de las limitaciones de su análisis. Con el análisis transcendían los datos, lograban cierto nivel de generalidad y de esta manera contribuían al conocimiento. Finalmente, el análisis lo escribían centrándose en las preocupaciones de los lectores potenciales. En el proceso de análisis todos los investigadores hacían múltiples lecturas de los textos para lograr nuevas revelaciones, prestaban una atención meticulosa a los detalles, a los significados implícitos y al conocimiento tácito de los participantes y permanecían abiertos para permitir la emergencia (Wertz et al., 2011).

Escribir es una actividad reflexiva, cualquier estrategia que la promueva favorece el análisis cualitativo. Así, la elaboración de memorandos teóricos es un procedimiento de análisis que cada vez tiene más peso y reconocimiento en la bibliografía. Seguidamente nos centraremos en ellos utilizando como ejemplo un estudio histórico. Con ello destacaremos además su utilidad, reconociéndolos como una herramienta que aleja del peligro que se advierte en este tipo de estudios, en cuanto a que buscar documentos se convierta en un fin en sí mismo (Elliot, 2012).

 

Los memorandos teóricos

Los memorandos teóricos, llamados comúnmente "memos", son el pensamiento puesto por escrito; se escriben para uno mismo, no para una audiencia ni para ser evaluados, reflejan así el pensamiento reflexivo. Se pueden considerar como el registro del diálogo que establece quien investiga consigo mismo a lo largo de todo el estudio. Contienen las ideas, en forma conceptual o teórica, que surgen durante el proceso de codificación y obtención de los datos; estimulan un ir y venir entre los datos y las ideas (Glaser, 1998; Strauss, 1987; Charmaz, 2006). Los memos son, junto a los diagramas, medios que hacen avanzar el análisis pero, en verdad, son ya parte constitutiva del análisis cualitativo. Son más que repositorios del pensamiento, porque en su elaboración ocurre cierto nivel de análisis (Lempert, 2008).

Los memorandos versan sobre los datos, los códigos o las categorías, según sea la fase del análisis en la que se elaboran. A efectos prácticos, los memorandos deben tener un título para localizarlos y clasificarlos, así como, la fecha de su elaboración, esto orienta a quien investiga sobre la madurez analítica del memorando. Incluyen los datos o frases que lo ha suscitado y su referencia para poder consultarlos rápidamente en caso necesario. Se deben registrar en documentos a parte de los datos para que se puedan agrupar posteriormente (Glaser, 1978). Cada idea conceptual que contenga, por ejemplo, categoría o subcategoría, se debe destacar subrayándola o resaltándola, para clasificarlos también de acuerdo a estas ideas.

De acuerdo con su contenido, hay diferentes tipos de memorandos. Se distinguen entre memorandos orientadores, preliminares, descriptivos, relacionales e integradores (Strauss, 1987). Esta clasificación se corresponde con los momentos en el proceso de análisis y reflejan su progresiva focalización. De una manera menos estructurada Charmaz los clasifica en iniciales y avanzados (2006). Los memos iniciales se centran en un aspecto, idea, código o tema y los memos avanzados desarrollan conceptualmente la idea o código y la elevan a categoría. En los memos iniciales se hacen conjeturas que luego se comprobarán en el trabajo de campo, en ellos se suele indicar los vacíos en el análisis que orientará el muestreo teórico, mientras que en los memos avanzados, se desarrollan las ideas y se establecen relaciones (Charmaz, 2006). Es necesario resaltar aquí que, ni la estructura ni el contenido del memo se fuerza, sino que, su nivel de complejidad debe emerger de la propia actividad del análisis de datos. Lo importante de los memos no es la forma que adquieren sino escribirlos. A modo de ilustración, en el cuadro 3 se refleja un memo inicial de un estudio histórico sobre el mundo material para los cuidados de Enfermería en España, en el que se revisaron manuales para la práctica de los profesionales de los cuidados escritos entre 1855 y 1955.

 

 

Elaboración de los memorandos

La elaboración de memorandos debe ser libre y emergente, no se formaliza pues esto es contraproducente (Glaser, 1998). Su objetivo es capturar una idea y significado en el momento que sucede, por ello se debe elaborar en el momento que surge la idea o pensamiento. Se debe detener lo que se está haciendo y registrar al menos la idea para luego desarrollarla por escrito (Charmaz, 2006). Parar y escribir es lo contrario a hablar con alguien. El hablar no preserva el significado del concepto, hace que este se pierda, pero los memorandos captan, siguen y preservan las ideas (Glaser, 1998). Por ejemplo, en el estudio del mundo material para los cuidados arriba señalado, mientras se revisaba uno de los manuales utilizados como fuente de información, llamó la atención la descripción de operaciones urgentes en los domicilios, donde objetos propios del ámbito doméstico se transformaban en objetos terapéuticos, que se usaban para satisfacer una necesidad, así que, inmediatamente se escribió un memorando sobre objetos que hacían de una cosa o de otra según el uso y el contexto de uso (Memorando 02/11/2012/ Labré, 1937?: 253). Sin embargo, la riqueza de algunas ideas que surgían en tutorías y conversaciones con profesionales de otras disciplinas sobre este tema de investigación, se perdieron por no haberlas recogido en un memorando escrito.

Desde las primeras codificaciones se elaboran memorandos y estos tienen un carácter acumulativo. Su elaboración requiere tolerancia a la ambigüedad, pues en ellos se va desarrollando gradualmente una idea hasta que se estima finalizada (Charmaz, 2006). Los memos iniciales suelen ser especulativos, puede que no tengan coherencia y conexión entre sí, son desordenados, parciales y provisionales. Sin embargo, los primeros memos pueden ser considerados como "perlas" por su brevedad, son los primeros intentos de encontrar sentido a los datos. En estos inicios se registran las interpretaciones y los patrones incipientes de los datos (Lempert, 2008). Por ejemplo, en el estudio al que venimos haciendo referencia, en un memorando se anotó que "un libro cerrado era usado por una enfermera para elevar los pies de la cama de una persona con síncope" y se esbozaba la idea de que los objetos adquirían un significado nuevo en la acción, en este caso, la terapéutica y no la de lectura. La idea de los objetos corrientes usados de forma terapéutica, atravesó todo el estudio y en este memo preliminar y breve quedaba ya enunciada, además, permitió su desarrollo en memos posteriores sobre la finalidad y el significado de los objetos.

La progresiva elaboración de memos crea un fondo de memorandos que permite compararlos, agruparlos y clasificarlos. Esto focaliza el análisis y facilita el desarrollo de un guión preparatorio para la escritura del informe de investigación o de una publicación (Glaser, 1992). Así, la elaboración de los memos va más allá de escribirlos. Lleva aparejada las actividades de agrupar y clasificar. Aquí los memos se tratan como si fueran datos o códigos. En este proceso se establecen relaciones y se integra todo el análisis de datos. Agrupar memos eleva conceptualmente el análisis, estimula nuevas ideas, alumbra conexiones y puede llevar a la elaboración de nuevos memorandos. Este proceso pone a quien investiga en un modo de pensar característico de la investigación cualitativa: acercarse a los datos, a lo concreto y específico y alejarse para vislumbrar cuestiones generales. La lectura y la escritura interaccionan y con ello el pensamiento progresa. Por ejemplo, durante el estudio mencionado se elaboraron 150 memorandos, estos se fueron agrupando alrededor de ocho temas: 1) Finalidad y significado de los objetos, 2) improvisar y adaptar con cualquier objeto, 3) objetos principales y secundarios, 4) límite del mundo material para los cuidados, 5) reconocimiento a través de objetos, 6) mundo heredado vulgar y ordinario, 7) papel de la enfermera en el mundo material, y 8) vida (duración) y propiedades de los objetos.

Finalizando el análisis, se elabora un memo que integra las categorías, este dará paso al primer borrador del informe del estudio (Strauss, 1987; Charmaz, 2006). Los memorandos, así, pasarán de ser sobre códigos a generar marcos interpretativos (Glaser, 1978). Por ejemplo, en el estudio histórico sobre el mundo material, se elaboró un memo integrador en el que se establecía un nivel descriptivo partiendo de los memos y las categorías sobre el contexto y las propiedades de los objetos y otro interpretativo que contenía el resultado de memos y categorías sobre las relaciones de los profesionales con los objetos y la influencia de estos en la imagen social de la profesión. Se muestra así que la lectura y escritura están unidas en análisis cualitativo. La lectura llama a la escritura y la escritura descubre y desarrolla el pensamiento (González de Oleada, 2012).

El pensamiento reflexivo en el análisis cualitativo, se apoya también en la elaboración de mapas conceptuales, diagramas o matrices (Miles y Huberman, 1994; Strauss, 1987; Charmaz, 2006), estos son representaciones del análisis que permiten visualizar las relaciones entre los conceptos, cristalizar las ideas y facilitar la escritura. Se pueden elaborar conjuntamente con memorandos o pueden formar parte de ellos (Glaser, 1998; Lempert, 2008). Los diagramas son especialmente útiles para representar los resultados del análisis. Por ejemplo, en el estudio sobre el mundo material se realizaron diagramas para ilustrar las propiedades de los objetos relativas al uso y sus relaciones entre sí (Ver Figura 1).

 

 

Conclusión

Hemos señalado que el análisis cualitativo es un proceso que pasa por las fases de descripción a interpretación. En este proceso, la concurrencia de la obtención de los datos con el análisis es crucial para explorar profundamente los temas que surjan en el estudio. El mérito de los estudios cualitativos reside en la calidad de sus resultados y a esta calidad contribuye la elaboración de memorandos (Charmaz, 2006).

Los memorandos y los diagramas se desarrollan a medida que lo hace el análisis. Forman parte del proceso, no son tareas añadidas y con el tiempo y la madurez del proceso, se hacen más complejos y abstractos. Elaborar memorandos a lo largo de un estudio permite que la escritura del informe sea emergente y natural, no como algo que se debe realizar al final del análisis y separado de este. Se tiende a pensar que la escritura es lo último que acontece en la investigación pero "la escritura no es la fase en la que se comunica lo que se sabe, sino que, en buena medida, el saber aparece a través de la escritura" (González de Oleada, 2012: 60). En síntesis, los memorandos son el vínculo entre los datos y la teoría (Glaser, 1978). Escribirlos mantiene a quien investiga inmerso en el análisis y al mismo tiempo aumentan el nivel de abstracción de sus ideas (Lepert, 2008). Son la expresión del pensamiento reflexivo.

 

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Dirección para correspondencia:
Carmen de la Cuesta-Benjumea
Departamento de Psicología de la Salud,
Facultad de Ciencias de la Salud,
Universidad de Alicante,
Campus de San Vicente del Raspeig,
03080 Alicante, España.
ccuesta@ua.es

Manuscrito recibido el 2.5.2014
Manuscrito aceptado el 22.8.2014

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