Cuando se hace referencia al dolor neuropático (DN), siempre se describe como uno de los cuadros clínicos que causa mayor aflicción a los pacientes por su complejidad, elevada intensidad álgica y gran resistencia a los tratamientos analgésicos convencionales.
En el campo del dolor crónico, las nuevas presentaciones analgésicas tópicas contra el dolor neuropático localizado han evolucionado a lo largo de los últimos 10 años, mejorando su formulación química de liberación controlada, alargando la duración y eficacia antiálgica. Prueba de ello es el parche de capsaicina 8 %, con una elevada concentración de capsaicina, una duración analgésica prevista de tres meses, según la ficha técnica 1 y siempre con la posibilidad de repetir su aplicación una vez finalizada la misma.
Desde la salida al mercado del parche de capsaicina 8 %, han surgido gran número de publicaciones y modificaciones en la ficha técnica del producto, que han ido perfilando tanto la efectividad analgésica del mismo como otros datos relacionados con sus indicaciones o tolerabilidad. Las grandes diferencias desde que el principio pueden venir definidas en varios puntos:
La nueva indicación del parche de capsaicina para cualquier tipo de dolor neuropático, incluida la polineuropatía diabética dolorosa 2.
La buena tolerabilidad a largo plazo del parche, donde a las 52 semanas los pacientes mostraban escasos efectos sistémicos y casi exclusivamente locales, con la repetida aplicación del parche a lo largo de dicho periodo 3.
La eficacia analgésica del parche de capsaicina fue comparada con pregabalina en dolor neuropático, demostrando igual efectividad, aunque menores efectos adversos 4.
Dos artículos publicados en este número de la revista de la SED aportan nuevos datos importantes para la práctica clínica habitual.
El artículo de Alcántara y cols. hace referencia al estudio ASCEND, publicado en BMC Neurology (2017) por Mankowski y cols. 5. Aporta varios datos claves sobre el manejo clínico del parche de capsaicina. El objetivo principal del estudio era revelar si la eficacia analgésica del parche podría superar los tres meses. Los resultados publicados revelan que el tiempo medio de respuesta analgésica entre la aplicación del primer y el segundo parche fue de 191 días, superando con creces los 90 días de la ficha técnica. Igualmente, se analizó en dicho estudio no solo los síntomas relacionados con el dolor neuropático, sino la calidad de vida. Los pacientes mostraron no solo un alivio del dolor, sino una mejoría de la calidad de vida en términos de restablecimiento del sueño y mejoría funcional.
El otro artículo publicado por Montalbán y cols. también contaba entre sus objetivos primarios analizar la durabilidad analgésica de cada parche aplicado. Fueron tratados 50 pacientes donde comprobaron esta eficacia entre el primer y segundo parche. Comprobaron que la media de tiempo con analgesia entre uno y otro parche fue de 155 días, y en cuatro de los pacientes superó el año. De igual forma, comprobaron que la tolerabilidad de la aplicación repetida del parche fue buena.
Estos datos de los referidos artículos refrendan lo publicado entre ambos autores, destacando la duración analgésica entre parche y parche de capsaicina al 8 %, superior a los 90 días, más allá de lo que viene en la propia ficha técnica del parche.