Introducción
En España, desde la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (RD 31/95, 1995)1 y el Real Decreto de los Servicios de Prevención (RD 39/97, 1997)2, la Medicina del Trabajo se halla integrada en los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL). Las funciones específicas del Médico del Trabajo vienen recogidas en la ORDEN SCO/1526/2005 (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2005)3 y comprenden actividades de Prevención, Promoción de la Salud, Vigilancia de la Salud, Asistencial, Formación y educación Preventiva, función Pericial e Investigación.
Se destaca entre ellas la labor preventiva, entendida como un conjunto de actividades cuyo objetivo es reducir o eliminar riesgos laborales mediante intervenciones colectivas o personales, si bien en los últimos años, ha cobrado especial trascendencia la Promoción integral de la Salud, definida por la OMS en la carta de Ottawa (OMS, 1986)4 como el proceso que permite que las personas ejerzan control sobre los determinantes de la salud, mejorando así su salud, e incluye las acciones para mejorar la salud y el bienestar de los trabajadores.
En las actividades preventivas se integra una Vigilancia de la Salud continuada, que posibilita que el personal sanitario del Servicio de Prevención tenga información sobre problemas de salud, indicadores de salud o hábitos de vida poco saludables de los trabajadores que puedan contribuir al desarrollo de enfermedades.
Desde las diversas instituciones de Salud Pública y Salud Laboral se han iniciado actuaciones en prevención de las enfermedades cardiovasculares (ECV), con el estudio de los factores relacionados con mayor riesgo cardiovascular (RCV) y mediante la implantación de medidas dirigidas a disminuir la incidencia y las consecuencias derivadas de estas enfermedades entre la población trabajadora.
Las ECV son la principal causa de discapacidad y de muerte prematura en todo el mundo5, con altos costes para la atención sanitaria. También en Europa son la principal causa de muerte en ambos sexos, si bien las medidas preventivas de control de los factores de RCV y los tratamientos han aumentado la supervivencia6.
A pesar de que España es el segundo país de la Unión Europea con las tasas más bajas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, en el año 2015 las enfermedades del sistema circulatorio continuaban siendo la primera causa de muerte en nuestro país, destacando la cardiopatía coronaria isquémica como patología responsable del mayor número de fallecimientos7.
El RCV está determinado por diversos factores de riesgo, que pueden clasificarse en: causales, predisponentes o condicionantes (tabla 1).
Entre los factores de riesgo relacionados con el desarrollo de ECV, destacan la Diabetes mellitus y el Síndrome metabólico.
La diabetes mellitus aumenta entre 2 y 5 veces el riesgo de desarrollar ECV y se considera un equivalente de riesgo de cardiopatía isquémica, siendo las complicaciones cardiovasculares la principal causa de morbimortalidad en diabéticos8.
Para la identificación de sujetos con riesgo de desarrollar DM tipo 2 en los 10 años siguientes se han desarrollado modelos matemáticos predictivos, que permiten un cribado diagnóstico no invasor9. Destacan, por su aplicabilidad en población española, el del Instituto Carlos III10, Q-dSCORE11 y Findrisk12.
El Síndrome metabólico (SM), caracterizado por obesidad central, hipertensión arterial, dislipemia y resistencia a la insulina, es considerado condicionante de RCV: esta combinación de factores implica mayor riesgo de cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular y diabetes13 y peor pronóstico tras un IAM14.
La modificación de los factores de riesgo relacionados con las ECV reduce la mortalidad y la morbilidad en personas con enfermedades cardiovasculares, diagnosticadas o no.
En el mundo del trabajo, la Promoción de la Salud en relación con ECV y la prevención de las mismas, incluye intervenciones de carácter conductual, destinadas a influir en el conocimiento, las aptitudes, las habilidades y la actitud de las personas trabajadoras: incorporar hábitos de vida saludables, programas de control de FRCV, detección precoz de patologías cardiovasculares e implantación de medidas de prevención secundaria.
Diversos modelos matemáticos de predicción del RCV permiten estimar la probabilidad de sufrir episodios cardiovasculares en un período determinado (5 a 10 años) en función de los factores de riesgo presentes y de su intensidad15. Para población española destacan los métodos REGICOR16 y DORICA17, que valoran riesgo de morbimortalidad coronaria, y el método SCORE18, que valora riesgo de mortalidad cardiovascular, en los diez años siguientes. Más novedoso es el método edad del corazón, que permite mostrar los años cardiacos que el paciente puede ganar o perder según el control de sus factores de riesgo19.
Junto con los factores clásicos relacionados con RCV, pueden existir asociados otros, destacando los sociodemográficos y laborales, que influyen en el riesgo de la población que aún no ha desarrollado clínica de patología cardiovascular y sobre la que, por tanto, se puede realizar prevención primaria para evitar la aparición de ECV, siendo el ámbito laboral un medio idóneo para ponerla en práctica, especialmente dentro del entorno de la vigilancia de la salud, donde se actúa sobre trabajadores en activo, en principio considerados sanos y, donde se han de tener en consideración, además de los factores de riesgo clásicos, diferentes variables sociodemográficas y laborales, como: edad, sexo, nivel de estudios, clase social y tipo de trabajo desempeñado.
Se parte de la hipótesis de que un porcentaje importante de población española desconoce qué riesgo tiene de desarrollar ECV o si presenta valores alterados de parámetros relacionados con RCV y que, por ello, se considera aparentemente sana.
Es objetivo de este trabajo conocer los factores de riesgo cardiovascular presentes en trabajadores aparentemente sanos como resultado de un programa de detección de riesgo cardiovascular en el trabajo y su relación con factores sociodemográficos y laborales.
Material y Métodos
Se realiza en este trabajo un estudio observacional descriptivo y transversal, desde enero de 2011 a diciembre de 2012, sobre una población de 138.350 trabajadores en edad laboral (18-69 años) y en 23 empresas del área mediterránea española, pertenecientes a diversos sectores: administración pública, servicios, hostelería, industrias básicas y de sanitarios.
Se consideraron criterios de inclusión en el estudio: ser un trabajador aparentemente sano (sin patología previa CV o FRCV alterados ya diagnosticados y/o tratados), estar en edad laboral, con aceptación voluntaria de participación en vigilancia de la salud y consentimiento informado para el uso epidemiológico de los datos.
Descartados aquellos con patología previa CV o FRCV alterados ya diagnosticados, se obtiene una muestra de 55.064 personas (24.177 mujeres y 30.887 hombres), con una edad media de 37,5 años. Son variables de estudio:
- Los datos sociodemográficos: edad, sexo, nivel de estudios, clase social y tipo de trabajo20.
- Los hábitos de vida: consumo de tabaco, práctica de ejercicio físico y alimentación saludable.
- Datos clínicos: peso, talla, IMC, perímetro de cintura, índice cintura/altura, tensión arterial. Parámetros analíticos: glucemia, colesterol total, c-LDL, c-HDL, triglicéridos e Índices aterogénicos (Castelli, Kannel, TG/c-HDL).
Se determina la presencia o no de síndrome metabólico en base a los criterios diagnósticos validados del National Cholesterol Education Program-Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP III)21 y la International Diabetes Federation (IDF)22. Se utilizan como métodos de valoración para Cálculo del RCV: Regicor (en el 66,85% de la muestra), SCORE (en el 46 %), Dorica (en el 93,26%), Edad del corazón (en el 100%) y para el Riesgo de desarrollo de DM 2: Findrisk, QDscore y Carlos III.
Para el estudio estadístico se realiza análisis descriptivo, que muestra la distribución de la población valorada en función de las distintas variables incluidas en el estudio; análisis univariante de los valores medios de las distintas variables de RCV por sexo, edad, nivel de estudios, clase social y tipo de trabajo; análisis bivariante, comparando el comportamiento de los FRCV estudiados en función de las distintas variables sociodemográficas y laborales; y estudio multivariante, cuantificando la influencia en el RCV de cada uno de los aspectos sociodemográficos y laborales objeto de este estudio mediante regresión logística binaria con el método de Wald, con el cálculo de las Odds-ratio. Se consideran estadísticamente significativos valores de p<0,05.
Resultados
Los resultados obtenidos confirman la influencia de las variables sociodemográficas y laborales estudiadas en el RCV y el riesgo de desarrollo de DM tipo 2 de forma que:
- La prevalencia de parámetros alterados relacionados con riesgo cardiovascular, el porcentaje de trabajadores con Síndrome Metabólico, así como el riesgo Cardiovascular y el riesgo de desarrollo de Diabetes tipo 2, resultan más elevados de lo esperado en una población aparentemente sana (tabla 2).
- Las variables sociodemográficas y laborales muestran influencia en el nivel de RCV, encontrando mayor riesgo en hombres, mayor riesgo al aumentar la edad, al descender el nivel educativo, en las clases sociales más bajas y en trabajadores manuales; los hábitos de vida no saludables (fumar, alimentación no cardiosaludable y, especialmente el sedentarismo) se relacionan con mayor nivel de RCV en todas las escalas. También se ha hallado influencia de las variables sociodemográficas y laborales en el Riesgo de desarrollo de DM 2 destacando mayor riesgo en hombres, incremento del riesgo al aumentar la edad, al bajar el nivel de estudios, en clases sociales más altas y en los trabajadores manuales (tabla 3).
- El Perfil hallado de Trabajador aparentemente sano con Riesgo cardiovascular elevado se corresponde con un trabajador mayor de 50 años, de bajo nivel académico, clase social baja y con desempeño de trabajos manuales.
Discusión
La muestra de trabajadores estudiados, 55.064 personas, supone aproximadamente el 40% de los trabajadores de las empresas incluidas en el estudio.
Además de la relación ya comentada entre variables sociodemográficas y laborales, con el RCV y de desarrollo de DM tipo 2, se han encontrado resultados estadísticos relevantes, de forma que, tomando como referencia el método REGICOR para la valoración del RCV, el método Findrisk para determinar riesgo de DM tipo 2 y los criterios IDF para determinar la presencia de Síndrome Metabólico, destacan las siguientes conclusiones:
1) En una población trabajadora aparentemente sana, es decir, no diagnosticada de FRCV alterados ni en tratamiento por patologías relacionadas con enfermedades cardiovasculares (HTA, DM, dislipemia, obesidad) los resultados muestran que:
- El 1,86% de las mujeres (1.027 trabajadoras) y el 6,53% de los hombres (3.597 trabajadores) aparentemente sanos, presentaban RCV elevado con el método REGICOR.
- El 10,02% de las mujeres (5.521 trabajadoras) y el 16,68% de los hombres (9.184 trabajadores) aparentemente sanos presentaban riesgo elevado de desarrollar DM tipo 2 con el método Findrisk.
- El 4,7% de las mujeres (1.136 trabajadoras) y el 9,8% de los hombres (3.027 trabajadores) aparentemente sanos presentaban síndrome metabólico con criterios IDF.
Extrapolando estos datos a la población trabajadora en España del año del estudio, el 2012, que era de 17.000.000 de trabajadores en activo, se puede realizar una aproximación de trabajadores en RCV o de DM2 no detectado, es decir, aparentemente sanos, pero con riesgo elevado de desarrollar patologías cardiovasculares y/o DM, no estando en el momento del estudio ni diagnosticados ni tratados:
- 1.426.300 trabajadores presentarían RCV elevado con el método REGICOR.
- 4.709.000 trabajadores presentarían riesgo elevado de desarrollar DM tipo 2 con el método Findrisk.
- 2.465.000 trabajadores presentarían síndrome metabólico con criterios IDF.
2) Si el estudio se centra en los resultados obtenidos en trabajadores jóvenes (menores de 40 años) se observan datos todavía más llamativos. Aunque el cálculo de RCV se muestra en niveles de riesgo bajo, se observa alta prevalencia de valores alterados de diversos factores de RCV, especialmente en varones (tabla 4):
De todo ello se deduce la importancia de realizar actuaciones preventivas en estos trabajadores jóvenes ya que van a estar expuestos durante mucho tiempo a estos factores de riesgo y por ello, si no se realizan actuaciones dirigidas a modificarlos, son subsidiarios a desarrollar ECV en el futuro, con un coste personal y social y sanitario muy elevado.
Son fortalezas de este trabajo su elevado tamaño muestral y el abordaje preventivo y de despistaje en un campo de tan elevada prevalencia como es el del riesgo cardiovascular. Son limitaciones de este estudio el hecho de no tener una comparativa con población no trabajadora y el que se tengan excluidos colectivos de alto riesgo como los mayores de 65 años que quedan fuera de la edad laboral activa.
En base a los resultados obtenidos, se puede ver con claridad la eficacia de la Medicina del Trabajo en las Unidades Básicas Sanitarias (UBS) de los Servicios de Prevención y su papel prioritario para detectar trabajadores con Factores de Riesgo relacionados con RCV y/o desarrollo de DM tipo 2, tanto cuando ya están establecidas las patologías y aún no han sido diagnosticadas, o más precozmente, cuando todavía no existe daño pero presentan un riesgo elevado de desarrollar ECV o DM 2 por tener factores de riesgo alterados23.
El trabajo coordinado en todos los eslabones de la Salud Pública y, de forma especial, entre el Médico de familia/Atención Primaria y los Médicos del Trabajo de las empresas, puede favorecer la detección precoz del paciente de riesgo, su control y seguimiento, previniendo el desarrollo a medio y largo plazo de enfermedades cardiovasculares y de DM tipo 2 y, de forma especial, de complicaciones asociadas tales como las cardiacas o neurológicas, con el elevado coste por limitaciones y dependencias personales, para la Salud Pública y la Sociedad.