INTRODUCCIÓN
La demanda de asistencia no programada por parte de los pacientes oncológicos es muy frecuente en diversos momentos de la evolución de su enfermedad1,2. Estas consultas a demanda conllevan alteraciones y retrasos en las consultas ya programadas y no siempre la respuesta que reciben es satisfactoria. Varias publicaciones han analizado las causas y características de estas demandas de asistencia, y muestran que los motivos de consulta son muy variados y en una gran proporción no están clasificados dentro de las consideradas verdaderas urgencias oncológicas2,3,4,5,6.
Los pacientes con cáncer tienen una evolución frecuentemente impredecible, con aparición de síntomas no esperables en diversas etapas de su evolución, lo que junto con el impacto psicológico que conlleva este diagnóstico, lleva a frecuentes consultas no programadas en los servicios de Oncología. Los recursos humanos y temporales que consume este tipo de actividad son importantes. Además, no siempre se resuelven satisfactoriamente. Es importante analizar qué pacientes consultan más frecuentemente y cuáles son las razones de estas consultas para poder buscar soluciones para las demandas más frecuentemente detectadas, así como proponer modelos de atención a estos pacientes.
SUJETOS Y MÉTODOS
Realizamos un estudio prospectivo, no controlado, no intervencionista, de análisis no comparativo de variables.
Consideramos consultas no programadas las realizadas por pacientes que ya se atienden en consultas de oncología, pero que se realizan sin tener cita programada en el momento de la demanda. Las consultas se incluyeron en orden cronológico y se tabularon mediante el programa Excel 2017. Además se constató por escrito el número de historia clínica, fecha, y el motivo de consulta. Se recogieron en un periodo preestablecido de 6 meses, del 15 de mayo al 14 de diciembre de 2017 en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, que atiende una población de aproximadamente 460.000 habitantes. Una vez completo el periodo de recogida de las consultas, se completó la recogida de datos demográficos y clínicos necesarios para completar la base.
Las variables recogidas en de cada consulta no programada (unidad de análisis) incluían:
- Datos demográficos de los pacientes: edad, sexo, población de residencia
- Características de la patología tumoral: tipo de tumor, estadio de acuerdo a la clasificación TNM 8ª edición7, situación terapéutica del paciente: seguimiento, quimioterapia e intención de la misma, o paciente sólo en tratamiento sintomático.
- Motivo de consulta: por clínica relacionada o no con el tumor, para obtener información, para conseguir una prescripción bien de una medicación o de una prueba médica, por faltarle quimioterapia oral, o para cambiar o solicitar una cita en consulta.
- Resolución: si se consigue resolver el motivo de la consulta de forma completa o parcial y se describe si el paciente es derivado a otros servicios, a Urgencias o requiere hospitalización.
Tras recoger los datos, procedimos a realizar un análisis descriptivo de las variables recogidas, incluyendo las frecuencias de aparición de cada elemento estudiado, así como su porcentaje con respecto a la frecuencia total tras incluir los datos en base de Microsoft® office Excel 2017 y utilizando el programa estadístico G-STAT v. 2.0.
Aspectos éticos
Los datos obtenidos guardan el cumplimiento de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal8. Los profesionales que han intervenido en este estudio han velado porque los procedimientos y actuaciones derivados de su ejecución se adecuen a las premisas éticas y al marco establecido por la legislación vigente, así como lo establecido por la Declaración de Helsinki y en las Normas de Buena Práctica Clínica.
RESULTADOS
Durante el periodo del estudio, 123 pacientes demandaron asistencia, lo que corresponde a 153 consultas no programadas, ya que hubo 16 pacientes que consultaron en más de una ocasión. El número total de consultas de pacientes con cáncer digestivo realizadas en este periodo fue de 2.353. Por tanto, la asistencia no programada generó el 6,50% de la actividad atendida.
A continuación mostramos el análisis descriptivo de las distintas variables demográficas y clínicas recogidas:
Edad y sexo
El 46,41% de las consultas fueron hechas por varones y el 53,59% por mujeres. La media de edad de los 123 pacientes atendidos fue de 65,36 años, con una desviación típica de 11,25.
Localidad de residencia
57 pacientes (46,34%) residían en Huelva, 28 (22,76%) a menos de 20 kilómetros de la capital y 38 (30,89%) a más de 20 kilómetros.
Tipo de tumor
De los pacientes que consultaron, la mayor frecuencia por localización tumoral fue el colon con 85 consultas (55,56% del total), seguido de tumores del recto con 20 consultas (13,07%), pancreáticos con 14 consultas (9,15%) y gástricos 8 consultas (5,23%). El resto de las patologías digestivas (16,99%) (esófago, GIST, tumores neuroendocrinos, hepatocarcinoma, colangiocarcinoma, canal anal, origen desconocido), supusieron cada una menos del 5% de las consultas. También se atendió una consulta de una paciente con cáncer de mama que no se incluye en la figura (figura 1).
Estadio (figura 2)
La estadificación tumoral se adecuó a las últimas directrices publicadas de la 8ª edición del TMN7, añadiéndose la categoría de estadio IV resecado ya que es una situación no infrecuente en tumores colo-rectales y con importantes implicaciones en el pronóstico y manejo. El mayor número de consultas con 86 (56,58%) correspondió a pacientes con estadios IV, seguidos de estadio III con 43 consultas (28,29%), de estadio II con 9 consultas (5,92%), estadios IV resecados 6 consultas (3,95%), avanzado no metastásico con 5 consultas (3,29%) y estadios I con 3 consultas (1,97%).
Tipo de tratamiento
Estaban recibiendo tratamiento paliativo 90 pacientes (58,82%), en seguimiento 28 (18,30%), en quimioterapia adyuvante o neoadyuvante 34 (22,22%) y con intención curativa 1 (0,65%).
Motivo de la consulta (figura 3)
El motivo más frecuente de consulta fue la clínica relacionada o no con el tumor: 72 totales (47,05%), en 47 (30,72%) sin relación con el tratamiento oncológico y en 25 (16,34%) por toxicidad de los tratamientos. El segundo motivo en frecuencia fue la demanda de información 29 (18,30%). En tercer lugar las cuestiones relacionadas con las citaciones fueron 28 (18,15%). Con menos frecuencia encontramos: solicitud de prescripción farmacológica 13 (8,50%) y falta de quimioterapia oral para completar el tratamiento prescrito 11 (7,19%).
Apreciamos que el grupo mayor de consultas fue el motivado por razones clínicas, con 72 contabilizadas (tabla 1). Siendo dentro de este grupo lo más frecuente, con 47 consultas, la clínica no relacionada con los tratamientos oncológicos. El motivo más frecuente en este grupo fue la falta de control analgésico (11 consultas 23,40% de las consultas por esta razón), que se resolvió con ajuste o prescripción de nueva medicación en 9 de ellos, aunque dos consultaron a los pocos días requiriendo nueva intervención. El segundo motivo de consulta fue el sangrado tumoral con un total de 7 consultas (14,89%). De estos, 4 fueron derivados al servicio de Urgencias de nuestro hospital al considerarse que el sangrado era de cuantía significativa con riesgo y 3 de ellos requirieron ingreso hospitalario. La tercera causa en frecuencia fue el deterioro del estado general, motivo por el que consultaron 5 pacientes (10,63%), 3 de los cuales fueron remitidos a la Unidad de Cuidados Paliativos para su valoración, uno requirió ingreso para control sintomático y otro se manejó ambulatoriamente, mejorando tras ajuste del tratamiento domiciliario. Los cinco pacientes tenían tumores en situación avanzada y fallecieron en los 3 meses siguientes.
Motivos de consulta | Nº de consultas | Nª de resolución en consulta |
---|---|---|
Dolor | 11 | 11 |
Sangrado | 7 | 4 |
Deterioro | 5 | 4 |
Obstrucción | 5 | 1 |
Fiebre | 4 | 1 |
Diarrea | 2 | 1 |
Infección | 2 | 1 |
Otros | 11 | 11 |
El mismo número de consultas, 5 (10,63%), se realizó por síntomas que sugerían una posible obstrucción intestinal, 4 casos eran tumores de colon en situación metastásica y un caso de cáncer de páncreas con carcinomatosis peritoneal. Se hospitalizaron 4 de los pacientes con esta clínica, todos ellos previa atención en el Servicio de Urgencias. La siguiente causa de consulta fue la fiebre, con 4 casos (8,59%), tres de los cuales fueron remitidos a Urgencias al cumplir criterios de posible fiebre secundaria a neutropenia en relación con la quimioterapia administrada. En dos de ellos se constató neutropenia febril y fueron hospitalizados para antibioterapia hospitalaria. La diarrea sin relación con la quimioterapia fue motivo de consulta en dos pacientes (4,25%). Uno de los cuales requirió una segunda intervención. Dos pacientes acudieron por clínica infecciosa sin fiebre, siendo ingresado uno de ellos en relación con neumonía nosocomial. El resto de las 11 consultas por clínica (23,40%) se debieron a motivos variados, no requiriendo ingreso ni consulta en Urgencias.
Fueron frecuentes (16,34%) las consultas motivadas por toxicidad de los tratamientos oncológicos (figura 4), con 25 consultas totales. La toxicidad se valoró y manejó según las recomendaciones de la SEOM9. La toxicidad detectada más frecuentemente fue la diarrea con 9 consultas, seguida de la eritrodisestesia palmo-plantar con 5 consultas. Las restantes consultas consideradas debidas a la toxicidad del tratamiento se distribuyeron entre náuseas (3), neurotoxicidad aguda (2), mucositis (2), astenia (2), dolor abdominal (1) y febrícula (1).
La demanda de información constituyó el 18,30% del total de las consultas. El tipo de información solicitado se refería fundamentalmente a la evolución de su proceso oncológico, aunque también hubo consultas para aclaraciones respecto a los tratamientos oncológicos y el manejo de los posibles efectos secundarios.
Las consultas para prescripción 13 (8,50%) se refieren a las que realizaron los pacientes por requerir medicación complementaria (no quimioterapia) y también aquéllas en las que se solicitó alguna prueba de laboratorio o de imagen o requirieron la prescripción de material ortoprotésico.
Encontramos que 11 pacientes (7,19%) que acudieron a consulta por faltarles quimioterapia de administración oral necesaria para completar el tratamiento.
Resolución
En el 88,89% de los casos (136) se dio una respuesta adecuada a la demanda de asistencia. La resolución fue parcial en 9 casos (5,88%), con envío de 4 pacientes a la unidad de soporte de cuidados paliativos y 2 a cirugía y 1 a ginecología. No se resolvió la demanda en 8 casos (5,23%). Durante el periodo de seguimiento de 6 meses fallecieron 22 de los pacientes que habían consultado.
Con respecto a la reincidencia de las consultas, 16 pacientes de los 123 consultaron en más de una ocasión, 10 de ellos en 2 ocasiones y 6 en más de dos ocasiones, rango 2-7.
DISCUSIÓN
La bibliografía sobre el tema de consultas no programadas en la especialidad de Oncología es escasa. La mayoría de las publicaciones analiza las consultas en pacientes oncológicos de forma global sin limitarse a ningún tipo tumoral 1,2,3,4,5,10,11, con alguna excepción12. No obstante, no consideramos que los motivos fundamentales de consulta sean muy distintos entre los distintos tipos de patología tumoral, aunque sí es previsible que haya diferencias en la sintomatología clínica que la genera.
Una limitación de este estudio es no disponer de un grupo control de pacientes atendidos en consultas programadas, por lo que no podemos realizar análisis comparativos con el global de los pacientes atendidos en la consulta. Sin embargo, el objetivo del estudio fue conocer las razones de las consultas y sus posibles soluciones. Dado el consumo de recursos que provocan estas consultas y la interferencia con las consultas ya programadas, es importarte que las soluciones se enfoquen a los distintos aspectos en los que los pacientes demandan asistencia. A destacar que casi la cuarta parte de los pacientes consultaron por motivos administrativos, en relación con solicitudes, adelantos y retrasos de citas que no requerían en su mayoría la intervención de un facultativo al considerarse tareas de índole administrativa.
Las consultas más frecuentes fueron realizadas por pacientes que tenían cáncer de colon o recto. Consideramos que se debe a la alta prevalencia de este tipo tumoral en la consulta de tumores digestivos. Según el informe de la SEOM de 2017 de las cifras del cáncer en España13, la estimación de la prevalencia para cáncer de intestino grueso fue de 440 por 100.000 habitantes a 5 años, la tercera en ambos sexos tras los tumores de próstata y mama13. En segundo lugar consultaron los pacientes con cáncer de páncreas que aunque tiene una incidencia y prevalencia mucho menor, es un tumor de alta agresividad y rápida evolución que genera frecuente sintomatología de presentación subaguda.
No nos ha sorprendido el mayor número de consultas en los pacientes que tienen tumores en estadios metastásicos o avanzados, ya que estos producen más complicaciones clínicas y de más difícil control. Así mismo, también era esperable que los pacientes que más consultan estén bajo tratamiento paliativo consistente en quimioterapia o únicamente control sintomático.
Las consultas por sintomatología, relacionada o no con el tumor, fueron las más frecuentes, lo que coincide con las experiencias de otros centros hospitalarios1,5,11,14. Esta sintomatología fue secundaria a toxicidades de los tratamientos oncológicos en 25 casos (16,34%). Los pacientes con cáncer buscan frecuentemente atención no programada en situaciones que perciben como urgentes. Muchas veces se enfrentan en su domicilio con problemas derivados de la enfermedad y de los efectos derivados del tratamiento y desconocen si la sintomatología que aquejan puede derivar en una complicación importante. Aunque no es infrecuente que estos síntomas requieran intervención médica para solventarse, las intervenciones educativas a los pacientes pueden ayudarle a distinguir las verdaderas urgencias de los cuadros clínicos leves que pueden ser tratados adecuadamente en domicilio por el propio paciente.
Al igual que en la bibliografía consultada el síntoma más frecuente fue el dolor oncológico2, seguido de sangrado tumoral, ya que es frecuente en los tumores del tracto gastro-intestinal. La falta de medicación para completar la quimioterapia oral no es una situación infrecuente ya que muchos tumores digestivos se tratan de forma oral y los tratamientos se suelen prescribir ajustados a las citas previstas. Muchas veces las modificaciones de las citas conllevan que el paciente no disponga de suficiente medicación para acabar en el plazo estimado. No parece un problema importante, pero es sí lo es descartar mal cumplimiento por parte del paciente o pérdida de la medicación o confusiones en pacientes polimedicados. Encontramos que el 18,30% de las consultas sin cita consistieron en demanda de información. Hay que tener presenta que la capacidad de asimilar la información en momentos de fuerte impacto emocional, tal como constituye el diagnóstico de un cáncer, la necesidad de recibir quimioterapia o sobre la mala evolución de la enfermedad, es limitada. Por otra parte, el tiempo de que disponemos para dedicar a esta tarea es escaso.
Son varias las intervenciones que se pueden llevar a cabo con objeto de minimizar este tipo de consultas. Estas propuestas son complementarias y lo deseable es que todas se pusieran en marcha:
Educación al paciente
Es importante dedicar el tiempo suficiente en las primeras visitas a formar el paciente en el conocimiento de los síntomas que son esperables según la situación de su enfermedad, el tipo de tratamiento que se prevea o si el paciente está recibiendo quimioterapia, los efectos secundarios más frecuentes que pueden aparecer y cuáles de estas toxicidades pueden ser manejadas por el mismo paciente en su domicilio, cuándo debe consultar con su médico de atención primaria y cuándo debe sospechar una complicación severa y debe acudir sin demora a un servicio de urgencias hospitalario. La información debe ser clara, adaptada a la situación del paciente y complementarse por escrito.
Consultas telefónicas
Comprobado que no pocas consultas hacen referencia a dudas sobre cómo realizar determinados tratamientos y sobre la importancia de determinados síntomas o signos, pensamos que muchas de ellas se podrían resolver mediante consulta telefónica.
Consulta de enfermería especializada
Ya está operativa en muchos servicios incluyendo el nuestro, aunque queda por reforzar sus funciones. El personal debería estar entrenado en conocimientos para la prevención y el control de signos y síntomas de enfermos sometidos a quimioterapia. En la entrevista, se haría hincapié en la información facilitada por el médico respecto los cuidados del paciente en tratamiento activo, cómo identificar y actuar ante las principales toxicidades derivadas de los tratamientos y se aconsejaría sobre medidas higiénico-dietéticas adecuadas según la situación del paciente.
Implicación de atención primaria
Consideramos fundamental que el médico de atención primaria de cada paciente tenga un extenso conocimiento del proceso oncológico que padece el mismo, que disponga de acceso a la historia clínica hospitalaria completa y que se implique en su cuidado. Un paso esencial es que estos facultativos dispongan de una formación adecuada en Oncología, realizando cursos complementarios en esta materia. Además, se hace imprescindible una buena comunicación entre los facultativos y vías de atención prioritaria al paciente oncológico cuando su médico lo considere adecuado. Así se podría lograr que una primera atención al paciente oncológico que necesita atención la realizaran los médicos de atención primaria, sin necesidad de que el paciente acudiese al centro hospitalario.
Mejora de los servicios de Urgencia
En nuestro medio, y posiblemente sea una situación generalizada10,15,16,17,18, nos encontramos una gran reticencia por parte de los pacientes para acudir a los servicios de Urgencia hospitalaria porque consideran que la atención en esas unidades conlleva gran demora tanto en la entrevista con el facultativo, como en la realización de estudios complementarios y en el tiempo que tardan en recibir el alta o ingreso hospitalario. Esto resulta especialmente inconveniente en pacientes que tienen una enfermedad en muchas ocasiones debilitante y que conlleva limitaciones en su actividad. En nuestro centro está ya en marcha una vía rápida para la atención de pacientes oncológicos que acudan a Urgencias a los que se atiende de manera prioritaria. Sería deseable reducir los tiempos de espera tanto en la atención inicial, como en la recogida de resultados como en el alta o ingreso. Esto podría lograrse no sólo con aumento de los recursos en los centros hospitalarios, sino también con una buena educación sanitaria a los pacientes, sin distinción de su patología y estado de salud, para que hagan un uso racional de los servicios, acudiendo prioritariamente a su centro de salud si la situación clínica no reviste gravedad o no es realmente urgente.
Estrecha colaboración con las Unidades de Soporte de Cuidados Paliativos
El soporte por la Unidad de Cuidados Paliativos en esencial en pacientes con cáncer en etapas avanzadas. Hay estudios que demuestran mejor control sintomático y mayor satisfacción de los pacientes y sus familias cuando entran en programas de paliativos al inicio del diagnóstico de la enfermedad avanzada15,19. No debe demorarse la 2consulta con las Unidades de Cuidados Paliativos en los pacientes en los que se prevea una mala evolución a corto plazo con datos que sugieran progresión de la enfermedad. La comunicación entre estas unidades y los servicios de oncología debe ser fluida con sesiones clínicas periódicas19,20,21.
Sería deseable que todos los servicios de Oncología dispusieran de una consulta específica para atender pacientes sin cita. Aunque inicialmente supondría una inversión, podría amortizarse en breve tiempo, evitando una de las causas de sobrecarga de las consultas programadas y los servicios de urgencia. Esta consulta podría estar atendida por un enfermero y oncólogo con un horario lo más extenso posible.
Concluimos que las consultas no programadas de los pacientes con cáncer digestivo son más frecuentes de lo deseable, lo que provoca interferencias con la consulta de citas programadas y no siempre reciben una solución adecuada y satisfactoria. La mayor parte de las consultas están motivadas por razones clínicas secundarias o no a los tratamientos recibidos.
Son diversas las medidas que podemos poner en marcha para reducir el número de estas consultas o realizar adaptaciones en el marco de la atención ambulatoria en atención primaria y en los servicios de Urgencias para conseguir minimizarlas y aumentar la satisfacción y seguridad de los pacientes y la calidad del trabajo de los facultativos implicados en el proceso de atención a los pacientes oncológicos.