INTRODUCCIÓN
Las articulaciones atlanto-occipitales se componenpor las superficies articulares de los cóndilos occipitales y las superficies articulares superiores de las masas laterales del atlas (1). Estas articulaciones permitenlos movimientos de flexión, extensión e inclinación lateral de cabeza (1).
La hipoplasia de cóndilo occipital (HCO) es una anomalía congénita poco frecuente de la unión cráneo-vertebral (2) caracterizada por un cóndilo aplanado de escaso desarrollo (3) acompañada de una elevación del atlas. La HCO puedepresentarse de manera unilateral o bilateral (2). Si bien se han reportado casos de HCO en revistas médicas, no se encontró reportes en revistas odontológicas, producto de hallazgos en exámenes radiográficos maxilofaciales.
El objetivo de la presente publicación es reportar un caso diagnosticado como HCO unilateral a partir de una telerradiografía de perfil, confirmado mediante un examen de tomografía computarizada de haz cónico (TCHC).
PRESENTACIÓN DEL CASO
Paciente de sexo femenino de 23 años, asintomática, acude a un centro radiológico privado en Curicó, Chile, a realizarse una telerradiografía de perfil, como examen complementario previo a tratamiento ortodóncico. En dicha radiografía se observóambos arcos de atlas desproyectados (Figura 1).
El informe radiográfico incluyó un diagnóstico presuntivo de HCO unilateral. Al momento del diagnóstico radiográfico no se disponía de antecedentes clínicos del paciente, y la solicitud radiográfica no tenía antecedentes relevantes que orientaran al diagnóstico.Posteriormente se complementó con un examen de TCHC, donde se confirmó el diagnóstico de HCO derecha (Figura 2).
Para observar volumétricamente la HCO, se realizó unareconstrucción tridimensional, con el programa ITK-SNAP versión 3.6.0(4) (Figura 3).
DISCUSIÓN
Se presenta un caso de HCO detectado inicialmente en una telerradiografía de perfil indicada previo a un tratamiento de ortodoncia. No se encontró publicaciones previas de casos de HCO detectados en radiografías indicadas por tratamientos odontológicos.
El término hipoplasia se refiere al desarrollo incompleto o menor tamaño de un órgano, en el que existen menos células (5). La HCO es una anomalía congénita poco frecuente, causada por la incapacidad de formar elementos laterales del 4º esclerotomo occipital, a partir de la cuarta semana de gestación(2, 3).
La HCO es difícil de reconocerdebido a la aparición tardía de síntomas, los que suelen ocurrir después de la segunda década(3). La HCO puede ocurrir aisladamente o como parte de la enfermedad de Morquio, el síndrome de Conradi y la displasia espondiloepifisaria, entre otros (2).
La HCO puede provocar inestabilidad cráneo-vertebral (3, 6), pudiendo ocurrir un cambio escoliótico compensatorio de la columna cervical y la compresión de estructuras neurovasculares circundantes(2). Las manifestaciones clínicas de la HCO pueden serdolor de cabeza, rigidez del cuello y tortícolis (3). En casos más complejos puede observarsealteraciones neurológicas como ataxia, cuadriparesia espástica, parálisis de la zona inferior del cráneo, entre otras(3).
La HCO puede presentarse en pacientes con occipitalización de atlas, que corresponde a la fusión congénita del atlas con el hueso occipital (7). Tatara et al. (2016) analizaron las características clínicas, anatómicas y patológicas en adultos tratados quirúrgicamente con occipitalización del atlas. Estos autores consideraron como hipoplásico aquellos cóndilos occipitalescon una diferencia entre símayor a 3 mm de tamaño. De un total de doce pacientes, cinco presentaron HCO en uno de sus lados. El resto de los pacientes no presentó alteraciones de cóndilo occipital.
La HCO puede confirmarse mediante la medición del ángulo de Schmidt-Fisher en radiografíasántero-posteriores, cortes coronales de TCHC y en imágenes de resonancia magnética. Este ángulo se forma por la proyección de dos líneas que pasan por el plano articular de las articulaciones atlanto-occipitales, las que se intersectan en el centro del proceso odontoides (8). En adultos, el ángulo de Schmidt-Fisher es normalmente de 124° a 127° (2, 8, 9). En niños, los cóndilos occipitales son más pequeños y el ángulo de Schmidt-Fisher es más obtuso, por lo que estas articulaciones sonmenos estables en pacientes jóvenes (2). En el presente caso se midió el ángulo de Schmidt-Fisher en una imagen coronal representativa del examen de TCHC. Dicha medición fue de 132°, confirmando el diagnóstico de HCO.
El análisis de los tejidos blandos circundantes a la articulación atlanto-occipital debe realizarse con resonancia magnética.En aquellos casos con sintomatología o sospecha de compromiso de estructuras neurovasculares adyacentes, es necesario derivar a medicina.
No existe un tratamiento único para los pacientes con HCO. Su manejo depende de los signos y síntomas asociados,debiéndose indicar cirugía en algunos casos. El tratamiento de la HCO se enfoca principalmente en revertir o detener la progresión de los síntomas neurológicos y lograr la estabilidad cráneo-vertebral a largo plazo (2).
El presente caso muestra la importancia del reconocimiento de la anatomía normal y sus variantes en toda el área radiografiada, más allá del territorio dento-maxilofacial. Este conocimiento permite detectar patologías y alertar oportunamente al clínico tratante.
CONCLUSIÓN
La HCO requiere de un examen imagenológico para su diagnóstico, y puede observarse en una telerradiografía de perfil. La confirmación diagnóstica debiera realizarse con imágenes de TCHC para analizar las estructuras óseas, debido a su menor dosis de radiación que la tomografía computarizada médica.
El diagnóstico de la telerradiografía de perfil y de las imágenes de TCHC puede ser realizado por un radiólogo maxilofacial, quien debe conocer las características imagenológicas de esta anomalía.