Mi SciELO
Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Citado por Google
- Similares en SciELO
- Similares en Google
Compartir
Index de Enfermería
versión On-line ISSN 1699-5988versión impresa ISSN 1132-1296
Index Enferm vol.24 no.1-2 Granada ene./jun. 2015
https://dx.doi.org/10.4321/S1132-12962015000100011
ARTÍCULOS ESPECIALES
ORIGINALES
Atención al detalle, un requisito para el cuidado humanizado
Paying attention to details, a requirement for humanized care
Óscar Beltrán-Salazar
Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia
Dirección para correspondencia
RESUMEN
Objetivo: Comprender el significado de la experiencia de cuidado humanizado para los participantes.
Metodología: Estudio fenomenológico interpretativo basado en entrevistas que incluyó a 16 participantes adultos.
Resultados: la receptividad sin discriminación, el interés por cuidar, escuchar las quejas, cuidar en todas las esferas e involucrar a la familia son detalles imprescindibles en el cuidado humanizado.
Conclusión: El cuidado humanizado incluye detalles para favorecer la interacción enfermera-paciente.
Palabras clave: Cuidado enfermero, Humanización de la atención, Fenomenología, Significado.
ABSTRACT
Objective: understanding the meaning of humanized care experience for participants.
Methodology: Interpretative phenomenological study based on interviews involving 16 adult participants.
Results: receptivity without discrimination, interest in caring, listen to complaints, take care in all person's areas and involve the family are essential details in humanized care.
Conclusion: The humanized care includes details to promote nurse-patient interaction.
Key words: Nursing care, Humanization of care, Phenomenology, Meaning.
Introducción
Desde el punto de vista teórico el cuidado tiene atributos que lo orientan hacia un ideal, que de llegar a ser posible la integración en la práctica, sus resultados serían los esperados; sin embargo, la realidad en la práctica enfermera ha demostrado que factores de diversa índole deterioran esa integración con nefastos efectos en los resultados, la respuesta a los problemas de las personas y la sociedad y el reconocimiento social de la Enfermería. Esto ha influido en "los significados del cuidado para las personas porque estos dependen de la dinámica cambiante de la Enfermería y de diferentes enfoques teóricos, filosóficos",1 prácticos y la variación contextual.
La comprensión del cuidado humanizado está afectada por una "posición ambigua"2 entre las enfermeras; por un lado, muchos intentos basados en políticas nacionales e internacionales han pretendido impulsar la humanización, seguridad y calidad en los cuidados apoyados en la disminución de complicaciones, costos y aumento de la satisfacción de enfermeras y pacientes y mejores resultados de las intervenciones. Por otro lado, el cumplimiento de estas políticas en forma personal no ha sido suficiente, lo que contribuye a fallas en la prestación del cuidado y en la insatisfacción personal y social respecto a los servicios de salud. Esta ambigüedad también está presente en las relaciones "entre las instituciones y las enfermeras",2 porque a pesar de los intentos de promover la humanización y la calidad de los servicios que ofrecen, "las políticas de logro de lucro en estas instituciones"3 no han hecho posible el nivel de humanización que pretenden; las enfermeras han expresado el interés por ser partícipes en prácticas humanizadas, pero en contraposición, asumen comportamientos que no responden a tales pretensiones y opacan todo intento por lograr la calidad, humanización y resultados óptimos.3
La experiencia de cuidado hace parte "estar en el mundo" y "estar con otros"4 bajo condiciones impuestas por ellos y todo lo que ocurre alrededor no parte de la decisión propia sino de otros, incluso desconocidos; esta experiencia se vive bajo una marcada influencia del entorno y sin que el paciente pueda ejercer control sobre los sucesos por limitaciones en su independencia y autonomía; para Da Silva y Aparecido, "los pacientes están a merced de extraños y desconectados de sus hábitos";5 los comportamientos están influenciados por lo que cada uno es, sus vivencias anteriores y conocimientos previos, tanto en quienes viven las experiencias como pacientes o como enfermeras. Todo esto permite valorar y percibir ciertos hechos de manera singular y propia, que es lo que se pretende conocer en este estudio, que no está orientado al análisis y reflexiones sobre el cuidado desde el punto de vista de teóricos en Enfermería o de planteamientos consignados en publicaciones, sino comprenderlo según la manera propia de las personas que lo vivieron y percibieron.
El presente estudio pretende comprender el sentido del cuidado humanizado en la experiencia de sus participantes mediante la exploración de significados con una metodología fenomenológica que incluyó personas adultas que hubieran estado hospitalizadas, familiares de pacientes y enfermeras. Para su realización se consideraron recomendaciones nacionales e internacionales sobre criterios éticos y se obtuvo la aprobación del comité de ética de la facultad de enfermería, Universidad de Antioquia, acta CEI-FE2012-4. Reflexionar sobre el cuidado humanizado y develar sus significados contribuye a un mejor conocimiento, al desarrollo disciplinar, a favorecer la humanización, corregir aspectos negativos y fortalecer los positivos para promover la satisfacción en pacientes y enfermeras.
Metodología
Estudio con enfoque fenomenológico, que incluyó a 16 personas adultas, 4 hombres y 12 mujeres entre 29 y 62 años de edad, seleccionados por muestreo con propósito,6 que aceptaron voluntariamente su participación; seis de ellos eran profesionales que habían tenido experiencias como pacientes; siete eran familiares cercanos de pacientes hospitalizados y otros tres eran enfermeras.
Entrevistas conversacionales en profundidad con duración entre 60 y 90 minutos permitieron lograr la información. Esta técnica permite interactuar con los participantes, comunicarse, lograr el acercamiento hermenéutico mediante procesos mentales orientados a la producción de conocimiento sobre el significado de las cosas, la interpretación de las palabras y "conocer la subjetividad de las personas con la ayuda de signos sensibles que la manifiestan".7 Los participantes fueron invitados a compartir sus experiencias y organizar la descripción en sus propias palabras. Las entrevistas fueron grabadas e identificadas con un código para preservar la confidencialidad.
El análisis de la información se realizó en forma manual según procedimientos interpretativos de la fenomenología hermenéutica propuestos por Diekelman y cols.8 y por Cohen, Kahn y Steeves, quienes plantean que se inicia durante la primera entrevista al pensar sobre lo dicho para captar significados que se validaron con el participante.9 Se transcribieron fielmente las entrevistas en texto escrito y se realizó una inmersión en la información mediante lectura reiterada, línea por línea,9 para tener una visión general y las particularidades de cada experiencia, para lograr un movimiento dialéctico entre el todo y las partes y el entendimiento de las experiencias involucrándose con ellas. En este paso se logró la codificación, análisis temático y la determinación de unidades de significado y ejemplares9 y se estableció la presencia de "patrones recurrentes de incidentes individuales", las categorías o temas comunes así como los casos "atípicos o negativos"10 que no encajaban en la línea interpretativa y mostraban variaciones en el análisis; luego, los temas y subtemas significativos en las entrevistas se separaron, se elaboraron memos analíticos y diagramas sobre las relaciones con otros temas; después se realizó una narrativa que describió la forma como se comprendía la experiencia descrita9 que fue validada, permitiendo a varios participantes leerla para determinar su correspondencia con lo descrito para asegurar la fidelidad y credibilidad en el análisis, favorecer las inferencias, rescatar lo omitido y mejorar la descripción final y la validez interna.11 Dicha narrativa también fue revisado por miembros de un grupo de investigación para velar por la validez externa11 y confirmabilidad.12
A continuación, una revisión bibliográfica y la discusión permitieron comparar los resultados con otras investigaciones, publicaciones y posturas teóricas de diferentes autores en un proceso de contrastación y teorización; se reportaron los ejemplares como evidencia de los aspectos plantados en la interpretación y para contribuir a la aplicabilidad y transferibilidad del estudio se presentaron los resultados en diferentes audiencias.11 Todas las entrevistas se consideraron de igual importancia, sin darles preponderancia por razones de poder social, riqueza, nivel educativo de quien las expresaba.13 El estudio se realizó en Medellín, Colombia de diciembre 2012 a marzo 2013.
Resultados
El cuidado humanizado incluye variados detalles que pueden ser percibidos en forma diferente por enfermeras y pacientes; si bien, para las enfermeras puede no revestir importancia realizar ciertas acciones o tener determinados gestos, para el paciente y su familia pueden ser mensajes que favorecen o entorpecen la comunicación; no solo se trata, en la visión de los pacientes, de ofrecer lo último en tecnología o procedimientos actualizados, sino que hay detalles que son importantes en la forma de la interacción con las enfermeras, tales como el saludo y el reconocimiento mutuo : "que te miren a la cara y saluden, que actúen oportunamente y clarifiquen lo que necesitas saber sobre el cuidado; todos esos detalles, para mí es esa totalidad" (PM). Los "detalles" en el cuidado cubren una gama de aspectos relevantes para los pacientes, como respetar las diferencias culturales, los deseos e intereses: "conocer un poquito la cultura de tus pacientes, sus necesidades y cotidianidad" (NJT).
El primer aspecto que resaltan los participantes tiene que ver con neutralidad, imparcialidad, apertura y aceptación de la enfermera por todos los pacientes, independientemente de sus costumbres, modo de ser, pensar y actuar; es una postura contra la discriminación por la diferencia: "las enfermeras deben ser imparciales y neutrales y cuidar a cada persona con los cinco sentidos, como se merece, con tacto, compasión por su dolor y sufrimiento" (PGM). En el marco del cuidado humanizado es necesario tener en cuenta las diferencias entre las personas, para dar a cada una lo que necesita, con la consideración de su unicidad, cultura, experiencias previas e individualidad, no para discriminar o negar el derecho al cuidado. Conocer estos aspectos permite adecuar el cuidado a las condiciones de cada persona y mostrar moderación al apoyarla respetando sus decisiones, autonomía y preferencias; llegar al acuerdo con los pacientes y tomar en cuenta su decisión puede ayudar a iluminar la manera de actuar en vista de las diferentes formas de pensar y de actuar de las enfermeras: "para mí, humanizar puede ser una cosa y para el paciente otra; ¿qué pasa si alguien quiere estar solo y no ser molestado?" (NJT).
El segundo detalle del cuidado humanizado descrito consiste en el interés personal de las enfermeras para cuidar, compartir con los pacientes, apoyarlos y ayudarlos, demostrando empeño y satisfacción al hacerlo y no solamente con la intención de cumplir una labor, horario o asignación; en caso contrario, podría caerse en la costumbre de desarrollar labores administrativas más que asistenciales con el consiguiente alejamiento de los pacientes y la imposibilidad de ofrecer cuidado humanizado o de cualquier tipo porque no existe la interacción con los pacientes: "frente a los pacientes, para la enfermera debería ser tan importante cuidarlos como dedicarse a revisar las historias" (NGG). Si bien es cierto que el trabajo administrativo es importante para el funcionamiento del servicio y del hospital, también es recomendable evitar que dicha labor desplace la interacción con los pacientes y el cuidado directo. El interés de la enfermera por ofrecer cuidado humanizado puede hacer posible canalizar los esfuerzos de quienes trabajan a su alrededor para que su labor dé la respuesta que las personas y la sociedad esperan; así como es posible inculcar ideas y llevar a las personas por la senda de la atención rutinaria e impersonal modulada por las instituciones de salud y otros profesionales, también está al alcance de las enfermeras proponer reflexiones y preocuparse porque el cuidado sea verdadero, es decir, que tenga en la práctica los atributos que la disciplina enfermera le otorga como objeto de estudio, desde el punto de vista teórico: "sí, a mí me parece importante sensibilizar a todas las personas, a todas las enfermeras" (NA). Con trabajo, reflexión y capacitación permanentes será posible que las enfermeras asuman el cuidado humanizado como la mejor forma de responder a las expectativas y necesidades del paciente y de sus familiares: "yo pienso que el personal de enfermería está más cerca del paciente y la familia y son quienes deben trabajar con más ahínco en la humanización" (NNS). El cuidado es la vía para lograr la satisfacción tanto del paciente y su familia como de las enfermeras mismas y contribuye al prestigio y reconocimiento social de la Enfermería; por definición es humanizado, holístico, y de calidad y si esto no se cumple sencillamente no es cuidado ni es Enfermería: "ellas entienden el dolor y sufrimiento de pacientes y familiares; pudimos vivir una experiencia buena;, ella salió exitosamente del hospital y no solo porque sobrevivió, porque así no hubiera sobrevivido, el cuidado fue el mejor y eso cambio mi forma de pensar y mi visión de enfermería" (SD). Además, los participantes hacen referencia a la percepción sobre el cumplimiento del deber y resaltan la necesidad de la presencia de las enfermeras al lado de los pacientes, velando por su situación, realizando actividades de cuidado, resolviendo los problemas de índole física o emocional o brindando explicaciones y educación, con lo cual la sensación de apoyo y compañía de los pacientes y familiares contribuye al bienestar: "cuando mi familiar estaba enfermo era muy bueno ver a la enfermera haciendo todos los cuidados respectivos" (PJE).
El tercer detalle importante en el cuidado humanizado, está relacionado con creer lo que las personas manifiestan, aceptar su queja y ofrecer ayuda como en caso de síntomas o malestares subjetivos como el mareo y el dolor, que motivan diferentes intervenciones de enfermería, pero su corroboración no es fácil y la única fuente posible, en muchos casos, es el paciente mismo: "uno tiene que creerle a las personas, ser objetiva; al evaluar el dolor, creerle al paciente porque afirmaciones como está fingiendo o se volvió adicto al analgésico pueden no tener ningún fundamento" (PGM). Para enfrentar el dolor existen diferentes propuestas porque es un síntoma desagradable frecuente en los enfermos; sin embargo, los participantes resaltan que es necesaria cierta habilidad en la valoración para establecer el nivel necesario de intervención, ayudar a los pacientes y no dejarlos de lado cuando su resolución sea dificultosa: "depende de la habilidad de la enfermera, porque si el dolor no se le quita el problema es del paciente y de cómo se interviene esa sintomatología" (PM). El dolor puede resolverse con intervenciones medicamentosas, pero además, se han descrito intervenciones no farmacológicas, de relajación y apoyo al alcance de las enfermeras que contribuyen para atenuarlo o aliviarlo: "cuando van hacer algo doloroso, la persona te empieza a hablar de temas diferentes y cuando te das cuenta ya ha pasado; lo atienden a uno con tacto, le preguntan donde prefiere, le sugieren tener cuidado" (PJE).
No obstante el auge que ha tenido entre las enfermeras la orientación por el plano físico en el cuidado, hay aspectos relacionados con otras esferas de la persona que requieren un exhaustivo análisis, incluirlas en la valoración diaria y mayor interés en las intervenciones, con miras a optimizar los resultados y contribuir al bienestar; uno de estos aspectos tiene que ver con la comodidad, el confort y la ausencia de molestias: "la comodidad también habla de la humanización lo mismo que el trato de las enfermeras y me complace ver que en las instituciones se está hablando mucho de eso, mucho" (PJE). Aun cuando para asegurar la comodidad, las intervenciones de enfermería pueden tener una complejidad variable, frecuentemente al alcance del rol de enfermería, también se requiere tener plena conciencia de que es una labor que debe emprenderse con cada paciente, para evitar molestias, sufrimientos innecesarios y para planear las actividades orientadas a garantizarlo y contribuir al bienestar, lo que constituye el cuarto detalle mencionado por los participantes.
Mirado como "un conjunto de detalles", el cuidado humanizado facilita responder a las necesidades de pacientes y familiares quienes se consideran como una unidad, pero se entiende que aunque las necesidades del paciente y las de la familia son diferentes, concuerdan en que el cuidado al paciente es parte del cuidado a la familia: "además de brindar todo lo necesario para que el paciente esté bien, la humanización incluye la familia; la enfermera tiene que ser consciente de la ayuda y del cuidado que tiene que brindar" (PJE). Se resalta en el cuidado humanizado la importancia de la familia del paciente, para ofrecer la información y apoyo necesarios, permitirles el ingreso para dar compañía, apoyo, amor y cuidado a sus seres queridos: "no es solamente el paciente sino también la familia, para explicarles, ayudarles a entender y ser consciente de todo, eso es humanizar el cuidado desde mi punto de vista" (PJE). Por lo tanto, las actividades de valoración, detección de problemas e intervención que las enfermeras llevan a cabo en el cuidado humanizado deben integrar también a los familiares de los pacientes, conocer la situación por la que atraviesan al tener un familiar enfermo y determinar los efectos de dicha experiencia para ofrecerles apoyo y ayuda: "la humanización se logra por la calidad humana de las personas que llegan a las familias, averiguan qué piensan y sienten y cómo afecta, la experiencia que viven con el enfermo, sus relaciones familiares" (NA).
Discusión
"Cuidar los detalles" puede asimilarse al planteamiento de Nelson y Gordon sobre las "pequeñas cosas"14 que son tan importantes en el cuidado como las intervenciones y procedimientos complejos; estos detalles reclaman la atención de las enfermeras en el marco de un cuidado humanizado y favorecen los acercamientos con los pacientes, pero son una preocupaciones en la práctica del cuidado, porque por las demandas institucionales o de otros profesionales, la exagerada asignación de funciones, tareas simultáneas y la falta de interés se ha dejado de lado el cuidado de dichos detalles; según las autoras "las enfermeras no tienen suficiente tiempo para cosas pequeñas por ocuparse de lo extra y no se preocupan por la comodidad y cuidado personalizado; no dedican tiempo a conocer a sus pacientes, establecer relaciones interpersonales, hacer por el otro y hacerlo sentir especial";14 se limita la actividad enfermera al trabajo sobre el cuerpo y a "oficios de escritorio, olvidándose de la importancia del cuidado directo a los pacientes en los servicios de hospitalización"15 y "a conocer las necesidades médicas y no la historia personal de los pacientes, sus emociones y sueños",14 lo que demuestra la preponderancia del patrón empírico de conocimiento sobre aspectos éticos y estéticos. Así mismo, las enfermeras "dejan de ocuparse de los pacientes para preocuparse por ellas mismas"14 debido a deficientes condiciones y ambientes laborales, causando el alejamiento entre enfermeras y pacientes y la pérdida del "cuidado directo", lo que contribuye, según Zas, a que "los pacientes y familias no identifiquen a la enfermera como la persona que lidera o da el cuidado directo, por falta de claridad en los roles y las tareas que desempeña"16 y además, a la invisibilidad y falta de reconocimiento social de la profesión. Todo esto contribuye a la ausencia de las enfermeras al lado de la cama de los pacientes y la falta de interacción en el cuidado que no hace posible la confianza requerida para el cuidado.17
Para Gasull, "las enfermeras resaltan la falta de tiempo y la necesidad de priorizar los cuidados técnicos" como obstáculos para ofrecer "cuidados globales que proporcionarían al paciente mejor calidad de vida".18 Sin embrago, la falta de confluencia entre el deber ser y la realidad en el cuidado ha llevado a "la necesidad de implementar procesos reflexivos acerca de los principios, valores y deberes que rigen la práctica enfermera"19 y que hacen posible dotarla de atributos como es el caso del cuidado humanizado que "supone establecer un entorno de cuidado humano y una cultura de respeto y afecto que no tome como centro de atención la enfermedad sino el ser humano",19 en una relación de sujeto a sujeto. Un entorno que facilite "aprender en la acción y revisar los estándares establecidos para el cuidado"20 en beneficio de las personas. Almeida y Chaves resaltan la condición humana de pacientes, familiares y enfermeras y por esto, "la clasificación del cuidado como humanizado depende de la calidad de las interacciones entre ellos"; además, plantean que el acto de cuidar es "una reunión de subjetividades"21 en la cual se espera que las enfermeras "posean conocimiento técnico y habilidades humanas" y combinen las habilidades profesionales y técnicas con la capacidad de relacionarse con pacientes y familiares con sentido de cercanía espacial y proximidad temporal",22 lo que es posible si se supera la visión del "otro" como "diferente-pero-peor" y la tendencia a tratar de aprovecharse de "las diferencias para convertirlas en desigualdades" y se aprovecha la ventaja que otorga el privilegio de estar cara a cara con el paciente y tener un contacto directo, superando prejuicios y mirándolo tal como es realmente.23
Las condiciones en la que se lleva a cabo en cuidado han contribuido para que "en la actualidad el término humanización se utilice cuando, además de mejorar el cuidado en sus dimensiones técnicas y científicas, se reconozcan los derechos de los pacientes, el respeto a su individualidad, dignidad, autonomía y subjetividad"21 y sin perder de vista que "el cuidado puede ser demostrado y practicado de una manera eficaz, mediante unas relaciones interpersonales con actitud de escucha, empatía y en términos de necesidades humanas satisfechas".18 Watson se refiere a las características de dicha relación al plantear que es necesario "el desarrollo de una relación de ayuda y confianza" y "de un sistema de valores humanista-altruista, de creencias y esperanza y desarrollar la cultura de sensibilidad al yo y a los otros",24 que sirvan de marco para la toma de decisiones en el cuidado de manera que se considere la centralidad de los pacientes en el cuidado y resolver los dilemas en su beneficio para no causar malestar y rechazo.25
En la interacción enfermera-paciente, la comunicación no verbal es importante porque tanto gestos como palabras expresan el mundo interior y las experiencias emocionales de cada uno; para Merleau Ponty "las emociones y sentimientos llenan los gestos y por eso la ira, la alegría, el desagrado pueden leerse en ellos" y "no se leen los gestos como se leen las cosas sino que pasan por un proceso de interpretación basada en la experiencia de quien los lee; quien les da sentido o significado, no en un acto de intelección o conocimiento, sino de comprensión";26 por las diferencias individuales entre enfermeras y pacientes, los gestos son leídos mutuamente provocando percepciones reales o atribuidas que tienen efecto en los comportamientos; las enfermeras mediante los gestos valoran aspectos de los pacientes y ellos valoran la actitud y respuesta de las enfermeras.
Para construir una recomendación sobre condiciones para el cuidado humanizado es importante desarrollar la "competencia para hablar y escuchar que es imprescindible en nuestra sociedad y comprender que el ser humano necesita comunicarse y transmitir mensajes mediante el lenguaje"27 y "expresar ideas, emociones y opiniones mediante expresión oral, escrita y la relación social".27 También es "fundamental humanizar el cuidado, no como una obligación, sino como un acto de respeto y solidaridad, orientada a repensar, rehacer acciones y crear innovaciones para favorecer la vida humana".28 Además, es preciso reconocer y defender la dignidad humana como bien absoluto e "independiente de toda circunstancia que no está supeditada a condiciones de sexo, edad, credo, raza, estado de salud o posición social y que es la base para múltiples principios que promueven el respeto por las personas. Es un valor fundamental inherente al ser humano, que no se otorga, sino que se reconoce indefectiblemente; no es opcional y es el pilar de múltiples principios, que promueven el respeto que, sin condicionamiento alguno, cobija a todos".29
Como conclusión podemos afirmar que el cuidado humanizado incluye detalles que pueden influir en las interacciones porque favorecen el acercamiento a los pacientes y sus familiares, contribuyen al nivel de confianza en las relaciones y permiten realizarlas en una forma conveniente para los participantes. Estos detalles realzan y adornan el cuidado y exigen dedicación de tiempo, esfuerzo y el deseo de las enfermeras para tenerlos en cuenta.
Bibliografía
1. Caron Ch, Bowers B. Methods and application of dimensional analysis: a contribution to concept and knowledge development in nursing. En Rodgers B, Knafl K. Concept development in nursing. Foundations, techniques and applications. 2 ed. Philadelphia: Saunders, 2000: 285-319. [ Links ]
2. Brusco A. Humanización de la asistencia al enfermo. Madrid: Centro de humanización de la salud, 1998. [ Links ]
3. Echeverry E. Derecho a la salud, estado y globalización. Rev. Fac. Nal. Salud Pública. 2006; 24: 81-96. [ Links ]
4. Heidegger M. Ser y tiempo. México: Fondo de Cultura Económica, 1951. [ Links ]
5. Da Silva V, Aparecido L. El significado cultural del cuidado humanizado en la UCI. "muito falado e pouco vivido". Rev Latin Am de Enfermagen. 2002; 2(2). Disponible en http://dx.doi.org/10.1590/S0104-11692002000200003 (acceso: 18/03/2013). [ Links ]
6. De la Cuesta C. Cuidado Artesanal. La invención ante la adversidad. Medellín: Facultad de enferme-ría, UdeA; 2004. [ Links ]
7. Martínez M. Ciencia y arte en la metodología cualitativa. México: Trillas; 2006, 2 ed. [ Links ]
8. Diekelmann N, Allen D y Tanner C. The NLN criteria for appraisal of baccalaureate programs. A critical hermeneutic analysis. NY: National League for Nursing; 1989. [ Links ]
9. Cohen M, Kahn D, Steeves R. Hermeneutic phenomenological research. A practical guide for nurse research. Londres: Saac; 2000: 71-83. [ Links ]
10. Gadamer G. Truth and method. NY: Seabury Press; 1975. [ Links ]
11. Miles M, Huberman M. Qualitative data analysis. Thousand Oaks: Sage. 1994, 2 ed. [ Links ]
12. Guba E, Lincoln Y. Effective evaluation: Improving the usefulness of evaluation results through responsive and naturalistic approaches. San Francisco: Jossy Bass; 1981. [ Links ]
13. Galeano E. Diseño de proyectos en la investigación cualitativa. Medellín: Fondo editorial EAFIT; 2003. [ Links ]
14. Nelson S, Gordon S. The complexities of care. Nursing reconsidered. NY: IRL Press; 2006. [ Links ]
15. Quintero T, María Teresa; Gómez G, Margarita María. Cuidar: nuestra razón de ser. Index de Enfermería 2010; 19(1): 69. [ Links ]
16. Zas B. La satisfacción como indicador de excelencia en la calidad de los servicios de salud. Psicología Científica. 26.08.2002. Disponible en: http://www.psicologiacientifica.com/bv/psicologia-80-1-la-satisfaccion-como-indicador-de-excelencia-en-la-calidad-d.html 2002 (acceso: 4/09/2013). [ Links ]
17. Beltrán Salazar, Óscar. Cuando las enfermeras están ausentes. Index de Enfermería 2010; 19(4): 240-244. [ Links ]
18. Gasull M. La ética del cuidar y la atención de enfermería. 2005. Disponible en: www.openaccess.uoc.edu/webapps/o2/bitstream/10609/1242/1/31802tfc.pdf (acceso: 28/08/2013). [ Links ]
19. Stein D, Lunardi W, Lerch V. Humanização hospitalar: percepção dos pacientes Acta Sci. Health Sci. Maringá; 2005, 27(2): 103-107. [ Links ]
20. Lozano-León, Tomás; Romero Indiano, Esther María; Lozano León, María del Pilar. La Enfermería reflexiva como paradigma ante la coyuntura socio-económica actual. Index de Enfermería 2012; 21(4): 183-184. [ Links ]
21. Almeida V, Chaves C. Teaching humanization in undergraduate nursing course subjects. Invest Educ Enferm. 2013;31(1): 44-53. [ Links ]
22. Palazzani L. La contribución de la bioética en femenino a la praxis del cuidado. Ediciones Universidad de Salamanca Azafea. Rev. filos. 2008; 10:145-157. [ Links ]
23. Moreno Preciado, Manuel. Nuevos enfoques en el cuidado del "otro". Index de Enfermería 2010; 19(2-3): 167-171. [ Links ]
24. Watson J. Nursing: Human Science and Human Care, a theory of Nursing. Boston, Massachusetts: Jones and Bartlett, 1999. [ Links ]
25. Beltrán Salazar, Oscar. Dilemas éticos en el cuidado enfermero. Index de Enfermería 2011; 20(1-2). Disponible en http://www.index-f.com/index-enfermeria/v20n1-2/7361.php (acceso: 19/08/2014). [ Links ]
26. Merleau Ponty M. Fenomenología de la percepción. Barcelona: Península, 1994. [ Links ]
27. Chomsky N. Aspectos de la teoría de la sintaxis. Barcelona: Gedisa, 1999. [ Links ]
28. Batista C, Fraga K, Viana C, Efigênia A, Guedes D, Santana B, Freitas E. Cuidados paliativos a os pacientes terminais: percepção da equipe de enfermagem. Bioethikos 2009; 3(1): 77-86. [ Links ]
Dirección para correspondencia:
Calle 64 # 52-09
Oficina 309.
Medellín, Colombia.
oscar.beltran@udea.edu.co
Manuscrito recibido el 24.1.2014
Manuscrito aceptado el 11.8.2014