INTRODUCCIÓN
La úlcera por presión (UPP) se considera un problema de salud pública que implica el deterioro de la calidad de vida de la persona1, aumento de la morbilidad2 e incremento del gasto sociosanitario del sistema de salud2,3,4. Es uno de los eventos yatrogénicos más frecuentes asociados con la atención sanitaria1. Los costos totales del cuidado y tratamiento de UPP ascienden escandalosamente hasta cifras de 32 mil millones de dólares en Estados Unidos4. Sin embargo, esos costos son directos y no consideran los costos indirectos, tales como la pérdida de productividad o la calidad de vida2,3,4,5.
Las UPP se desarrollan como resultado de la combinación de diferentes condiciones externas y procesos fisiológicos, como la isquemia tisular mantenida sobre el tejido o la ausencia de drenaje linfático6,7. El tiempo necesario para desarrollar UPP depende de otros factores, tales como el estado físico del paciente, el grado de presión y el lugar presionado6,8. Afecta principalmente a personas mayores, dado que es la franja de edad que presenta una mayor prevalencia a causa de su estado físico y de salud9.
La prevención y el tratamiento, junto a los recursos materiales necesarios, se basan en detectar los factores de riesgo, minimizar los episodios de presión prolongada y favorecer un ambiente húmedo6. Los cambios posturales y las superficies de apoyo se emplean para la lucha contra las UPP, lo que aumenta el costo sociosanitario3,5.
OBJETIVOS
El objetivo general de este estudio es analizar la evidencia actual respecto a si los cambios posturales son más eficaces para la prevención de las úlceras por presión que una superficie de apoyo en un paciente anciano.
METODOLOGÍA
El tipo de estudio responde a una revision bibliográfica. La pregunta clínica o PICO planteada para el desarrollo del estudio ha sido paciente anciano con actividad cama-cama (“patient”), uso de soporte de apoyo (“intervention”), cambios posturales (“comparation”) y prevención de UPP (“results”).
Se realizó una búsqueda en PubMed con los descriptores y términos MeSH [“pressure ulcer” AND “repositioning”], que produjo un resultado de 152 artículos. Con los mismos descriptores se realizó otra búsqueda en Scopus empleando la misma estrategia, que produjo 102 resultados, de los cuales obtuvimos 3 revisiones sistemáticas. Tras ello, a todos los resultados obtenidos se les aplicó el cribado de criterios de inclusión, con lo que se obtuvo un resultado de 14 publicaciones en PubMed, de la cuales obtuvimos dos revisiones sistemáticas con suficiente calidad científica.
Por otro lado, se llevó a cabo otra búsqueda bibliográfica en ambas bases de datos con los descriptores [“pressure ulcer” AND “beds”], [“pressure ulcer” AND “support surface”] con la que se obtuvieron 1.170 resultados en PubMed y 492 en Scopus. Tras aplicar los mismos criterios que en la anterior búsqueda obtuvimos una revisión sistemática y un ensayo clínico controlado. Finalmente, se descartó la revisión sistemática debido a la duplicidad del artículo.
Los criterios de inclusión eran los siguientes: a) acceso a texto completo, b) con una antigüedad inferior a 7 años, c) sujeto anciano con actividad limitada, d) prevención de UPP mediante cambios posturales y/o superficies de apoyo y e) ensayo clínico como mínimo nivel de evidencia científica.
La calidad metodológica de los artículos seleccionados y su posterior análisis se ha basado en el modelo PRISMA. Revisión por pares por los investigadores. Se han obtenido los datos relacionados con el número de sujetos, tipo de estudio, intervención, resultados, sesgos y limitaciones de los estudios seleccionados.
RESULTADOS
Los resultados obtenidos se expresan en la tabla 1 en función del número de sujetos, tipo de diseño, intervención, resultados, sesgos y limitaciones.
DISCUSIÓN/CONCLUSIONES
Los diferentes autores concuerdan en que no existe suficiente investigación y calidad científica ante esta tesitura10,11,12. No obstante, afirman que los cambios posturales realizados cada 3-4 horas en vez de cada dos supone una disminución del coste de trabajo enfermero y a su vez incrementa el sueño y mejora la calidad de vida del paciente, ya que el efecto de prevención en ambos turnos de rotación no supone diferencia11. Además, se recomienda que el paciente tenga una inclinación aproximada de 30º en aquellos que estén encamados, a diferencia de los 90º de los cuidados estándar de enfermería10. Por otro lado, existen diversos tipos de superficies de apoyo (de aire, de fluidos, etc.) y en comparación con el colchón estándar de hospitalización supone cierta mejora en la prevención de las UPP.
La repercusión de dicha pregunta recae en el incremento tanto de la incidencia como de la prevalencia de las UPP en la población a causa de la disminución de cambios posturales y una correcta hidratación y alimentación. La prevención es el tratamiento más eficaz para las UPP, reinvirtiendo su ausencia positivamente en la calidad de vida de las personas3,4,5,6.
Sin embargo, a pesar de tener un almohadillado adecuado en una superficie de apoyo y estar expuestos a una presión baja, la no realización de cambios posturales6,10 puede conducir al desarrollo de UPP. Por tanto, se deben priorizar los cambios posturales, los cuales pueden ejercerse cada 4 horas, lo que mejorará el descanso y la calidad de vida de la persona.