INTRODUCCIÓN
El sobrepeso y la obesidad son problemas de salud a nivel mundial, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo1. Recientes estudios confirman el aumento del sobrepeso y de la obesidad en edad infantil. Ese aumento, tanto en edad infantil como juvenil, tiene tendencia a persistir en la edad adulta, con una probabilidad cinco veces mayor en escolares con exceso de peso, comparada con otros escolares con un peso corporal dentro de los parámetros normales2,3,4,5.
El sobrepeso y la obesidad se pueden definir como el percentil en el que se encuentra ubicado el Índice de Masa Corporal del niño de acuerdo a su edad y género6. El Índice de Masa Corporal que se encuentra entre el percentil 85 a 95, se denomina sobrepeso, mientras que un Índice de Masa Corporal por encima del percentil 95 se considera obesidad7,8. Se pueden encontrar diferentes tablas percentiladas en función del sexo y de la edad del escolar, donde se puede contemplar entre qué rango se encuentra el índice de normopeso, obesidad y sobrepeso1,6,9.
Numerosos estudios manifiestan la relación entre el Índice de Masa Corporal del alumnado y la percepción de su imagen corporal10,11,12. La imagen corporal es un constructo complejo que incluye tanto la percepción que tenemos de todo el cuerpo y de cada una de sus partes, así como del movimiento y límites de éste, la experiencia subjetiva de actitudes, pensamientos, sentimientos y valoraciones que hacemos y sentimos y, por último, del modo de comportarnos derivado de los conocimientos y los sentimientos que experimentamos13.
Gracias a los cuestionarios de siluetas corporales, la imagen corporal real y la deseada ayudan a establecer el nivel de insatisfacción corporal del sujeto. Especialistas en el tema pudieron constatar cómo un tercio de las chicas encuestadas y un cuarto de los chicos afirmaban estar insatisfechos con su imagen corporal14. Por otro lado, algunos investigadores manifiestan que la insatisfacción corporal puede llegar a ser altamente perturbadora e incluso problemática para los niños y adolescentes, donde la padecen en mayor porcentaje los chicos13,15.
En lo que respecta al factor edad, los jóvenes de 13 y 15 años de edad presentan mayor insatisfacción corporal16. Sin embargo, otros autores manifiestan que el periodo de mayor insatisfacción corporal es el comprendido entre los 12 y 16 años10.
Por otro lado, el autoconcepto es uno de los rasgos psicológicos de mayor importancia en el desarrollo de la personalidad del individuo, siendo considerado un indicador relevante para un adecuado funcionamiento físico, cognitivo, comportamental, afectivo y social17. Algunos autores han adaptado el modelo de autoconcepto, quedando dividido en seis escalas: habilidad física, condición física, atractivo físico, fuerza, autoconcepto físico general y autoconcepto general18,19,20.
También se establece una relación entre el autoconcepto físico y el Índice de Masa Corporal (IMC). Se halla una correspondencia negativa entre el IMC y las percepciones de habilidad física, condición física y atractivo físico, y se ha encontrado una correspondencia positiva con la percepción de fuerza, aunque no hay diferencias significativas con el autoconcepto físico general21. Algunos autores han encontrado únicamente relación negativa del IMC con el autoconcepto físico22, mientras que otros reportan una relación negativa del IMC con las percepciones en la apariencia física23.
Llegados a este punto, no resulta inadecuado establecer una relación entre el autoconcepto físico y el sobrepeso. Un bajo autoconcepto puede ser predictor de diversas problemáticas, entre las que destacan trastornos alimenticios24, problemas familiares25,26, un pobre desarrollo escolar27, violencia intrafamiliar28, sobrepeso29,30,21,32,33 y escasa práctica de actividad física34.
La obesidad es uno de los condicionantes que afectan al autoconcepto durante la infancia y la adolescencia. Hoy en día, los estándares de belleza están muy marcados y se prioriza un cuerpo delgado a un cuerpo con sobrepeso35. Un escolar con sobrepeso posiblemente tenga un autoconcepto bajo de sí mismo debido al rechazo social al que se enfrenta36).
Por otra parte, en la adolescencia es evidente la insatisfacción de la imagen corporal, con actitudes negativas hacia el cuerpo de aquellos jóvenes que presentan obesidad37,38,39.
Ante los estudios realizados y la diversidad de resultados obtenidos, se hacen necesarias investigaciones complementarias. El objeto de esta investigación fue profundizar en la relación entre la actividad física y el autoconcepto físico y la imagen corporal, así como observar cómo mejora la satisfacción corporal del escolar.
En la actualidad, el sedentarismo en edad infantil y juvenil está provocando que los escolares tengan sobrepeso y obesidad y no estén satisfechos con su imagen corporal. Por ello, nos planteamos los siguientes objetivos en este estudio:
SUJETOS Y MÉTODOS
Se realizó un estudio transversal con una estrategia descriptiva y asociativa40, donde la toma de datos se realizó mediante una encuesta.
En el estudio participaron 19 centros educativos de Badajoz con un total de 1.093 alumnos, de los cuales 620 alumnos pertenecían a 6º de Educación Primaria y 473 eran alumnos de Educación Secundaria Obligatoria, lo que supuso un error de muestreo del 2,4% para un 95% del nivel de confianza. Los padres de los niños/as participantes en el estudio dieron el consentimiento informado, garantizándose la confidencialidad de los datos, cumpliendo así los principios de la Declaración de Helsinki.
Para conocer la satisfacción corporal se tuvo que aplicar el cuestionario de siluetas corporales en primer lugar y, en segundo lugar, calcular el grado de insatisfacción corporal.
Las siluetas corporales se midieron con el cuestionario de siluetas41,42. El cuestionario muestra 9 figuras masculinas/femeninas que van siendo progresivamente más gruesas. El alumnado ha de seleccionar a qué figura se parece y a cuál le gustaría parecerse. Posteriormente, los sujetos son agrupados en 5 categorías establecidas en función de la diferencia entre el Índice de Masa Corporal real y el percibido o el deseado.
Una vez conocidas las siluetas corporales, se procedió a calcular el Grado de Insatisfacción de la Imagen Corporal (IIC)43,44, en la que se utilizó la siguiente fórmula:
Imagen corporal percibida (ICP) - Imagen corporal percibida deseada (ICPD)
Se consideró satisfecho al sujeto cuando ICP-ICPD=0, ligeramente insatisfecho cuando igual a 1, moderadamente insatisfecho cuando igual a 2, y severamente insatisfecho cuando mayor o igual a 3.
Para identificar el autoconcepto físico de los escolares, se utilizó el cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF)45. Consta de 36 ítems distribuidos en seis escalas: “Habilidad física”, “Condición física”, “Atractivo físico”, “Fuerza”, “Autoconcepto físico general” y “Autoconcepto general”). El cuestionario CAF presenta ítems directos e indirectos. Los ítems directos se evalúan con una escala tipo Likert de 5 puntos en la que 1 significa “falso”, 2 significa “casi siempre falso”, 3 significa “a veces verdadero o falso”, 4 significa “casi siempre verdadero” y 5 significa “verdadero”. Los ítems indirectos se puntúan a la inversa, el 5, 6, 7, 8, 9, 15, 16, 22, 23, 24, 25, 26, 32, 33, 35 y 36. La puntuación de cada escala se hallaría sumando las puntaciones de todos los ítems pertenecientes a esa escala. La fiabilidad del cuestionario CAF para este estudio, medida a través del coeficiente de Alpha de Crombach, fue buena, con un valor α de 0,89.
Por otro lado, para conocer el nivel de obesidad del alumnado se obtuvo el IMC utilizando la siguiente fórmula: peso (kg) / estatura² (m²) y, posteriormente, se clasificó al alumnado en edad infantil y juvenil9.
Para la aplicación del cuestionario, se contactó en primer lugar con la dirección de los centros educativos para solicitar permiso a cada equipo directivo. Posteriormente, se solicitó a los padres de cada alumno su consentimiento informado para participar en dicho estudio, informándoles de los procedimientos que se llevarían a cabo a lo largo del mismo. Finalmente, se administró el cuestionario en presencia del investigador principal, empleando un tiempo aproximado de 15 minutos. Para conocer el peso y altura del escolar se procedió a seguir el protocolo de ISAK46.
Se procedió a analizar los resultados estadísticos con el programa estadístico SPSS, versión 23. Se estudió la asociación entre las variables nominales a través de tablas de contingencia y los estadísticos Chi2, V de Cramer o el Coeficiente de Contingencia, analizando la asociación en las casillas de las tablas a través de los residuos tipificados corregidos (RTC).
RESULTADOS
Con respecto al índice de obesidad, la gran mayoría de los alumnos encuestados presentaba normopeso (76%, n=830), un 20% tenía sobrepeso (n=219) y un 4% tenía obesidad (n=44). Por otra parte, el 79% de los alumnos encuestados estaban satisfechos con su imagen corporal; un 19% afirmaron estar ligeramente insatisfechos y el 2% restante moderadamente insatisfechos. Dichos datos se pueden comprobar de manera desglosada en función de las variables sociodemográficas y contextuales en la tabla 1.
Se observaron diferencias significativas en el análisis descriptivo e inferencial del índice de obesidad en las variables de carácter de centro educativo y de oferta educativa (tabla 2). Los RTC manifestaron que había más casos de los esperados de alumnos con sobrepeso en los centros públicos (n=157, RTC=3,0) y menos casos de los esperados de alumnos con normopeso (n=498, RTC=-3,5). El caso contrario ocurrió en los centros concertados, observándose más casos de los esperados de alumnos con normopeso (n=332, RTC=3,5) y menos casos de los esperados de alumnos con sobrepeso (n=62, RTC=-3,0). Por otro lado, los RTC también informaron que había más casos de los esperados de alumnos con sobrepeso en centros donde solo se impartía Educación Primaria (n=94, RTC=2,5) y menos casos de los esperados de alumnos con normopeso (n=276, RTC -3,1). Así mismo, también se observaron menos casos de los esperados de alumnos con sobrepeso matriculados en centros donde se impartía tanto Educación Primaria como Educación Secundaria Obligatoria (n=62, RTC=-3,1) y más casos de los esperados de alumnos con normopeso (n=333, RTC=3,4).
También se realizó un análisis interferencial de la satisfacción corporal en función de las variables sociodemográficas estudiadas. En ninguna de ellas se observaron diferencias significativas sobre la satisfacción corporal (tabla 2).
Posteriormente, también se comprobó si existían diferencias significativas entre los resultados obtenidos con los diferentes instrumentos utilizados en el estudio.
En la tabla 3 se constatan diferencias significativas del nivel de obesidad con la escala de condición física (X2=8,254, gl=2, p=0,016), con la escala de actividad física general (X2=19,751, gl=2, p=0,0001); con la escala de actividad general (X2=21,561, gl=2, p=0,0001) y con la escala de atractivo físico (X2=11,956, gl=2, p=0,003). No se observaron diferencias con la escala de habilidad física ni en la escala de fuerza.
En la tabla 4 se comprueba cómo solamente se apreciaron diferencias significativas de la insatisfacción corporal con la escala de actividad física general (X2=8,952, gl=3, p=0,030) y con la escala de actividad general (X2=12,127, gl=3, p=0,007). No se observaron diferencias con el resto de escalas del autoconcepto.
Y para finalizar, en la tabla 5 los resultados indican que sí existía relación significativa entre el nivel de obesidad y la insatisfacción corporal del alumnado (X2= 297,445, gl= 6, p=0,001, C=0,522, Vc=0,369, p=0,001). En la tabla de contingencia se observa que hubo más casos de los esperados de escolares con un nivel de obesidad de normopeso satisfechos con su imagen corporal (n=698, RTC=6,9) y menos casos de los esperados de alumnos ligeramente insatisfechos (n=129, RTC=-5,1) y moderadamente insatisfechos (n=3, RTC=-5,9).
Por otro lado, hubo menos casos de los esperados de alumnos con sobrepeso satisfechos con su imagen corporal (n=161, RTC=-2,4) y más casos de los esperados de alumnos ligeramente insatisfechos (n= 56, RTC=2,8).
También es necesario destacar que hubo menos casos de los esperados de alumnos obesos satisfechos con su imagen corporal (n=8, RTC=-10,9) y más casos de los esperados de alumnos ligeramente insatisfechos (n=22, RTC=5,4), moderadamente insatisfechos (n=13, RTC=14,8) y severamente insatisfechos (n=1, RTC=4,9).
DISCUSIÓN
El Índice de Masa Corporal es considerado el mejor indicador antropométrico para diagnosticar el sobrepeso y la obesidad en niños entre los 2 y los 18 años47. En este estudio se ha comprobado cómo el 20% del alumnado encuestado presenta sobrepeso y un 4% presenta obesidad. Se puede observar como los datos obtenidos son similares a los obtenidos en otras investigaciones.
Un grupo de investigadores realizó un análisis en la provincia de Jaén con un total de 2.811 alumnos/as de edades comprendidas entre los 6 y 12 años. Obtuvieron como resultados que el 13,7% de alumnos encuestados presentaba sobrepeso y el 14,5% obesidad48.
Nuestros resultados también se asemejan a los obtenidos por otros estudios, reflejando que un 26,3% de los niños españoles49 y un 30,3% de la población adolescente50 están por encima de su peso saludable.
Lo mismo ocurre en lo que respecta al sexo: los chicos obtienen puntuaciones ligeramente más altas de sobrepeso con respecto a las chicas48.
En lo que respecta a la satisfacción corporal, no se observan diferencias significativas en función del sexo, al contrario de lo que ocurre en otros estudios, dónde las chicas se encontraban más insatisfechas con su imagen corporal que los chicos35,51,53.
También nos parece relevante resaltar que los alumnos con normopeso obtienen mejores resultados de condición física, actividad física general, actividad general y atractivo físico que los alumnos que tienen obesidad o sobrepeso, mientras que en la escala de habilidad física y fuerza no ocurre así. Dichos resultados son diferentes a los ofrecidos por otros autores, ya que esas mejoras se obtienen en todas las escalas del autoconcepto físico20,29,31,32,33,36,53,54.
La preocupación por el cuerpo no es algo particular de las personas que sufren un trastorno alimentario, como la anorexia o la bulimia, sino que cada vez es mayor el número de personas, incluso con sobrepeso y obesidad, que muestran insatisfacción con su cuerpo43.
Una posible explicación de la asociación entre un índice elevado de obesidad y un bajo autoconcepto puede ser debido a la insatisfacción con la imagen corporal percibida55.
En lo que respecta a la relación entre la insatisfacción corporal y el autoconcepto físico, solamente tiene influencia en dos escalas del autoconcepto físico: autoconcepto físico general y actividad general. Mientras, en otros estudios se comprobó que la insatisfacción corporal se relaciona con un autoconcepto más pobre en todas las escalas10,56,57,58,59. En otros estudios en los que se analizó el autoconcepto a través de la Escala de Piers-Harris, se pudo comprobar cómo un mayor IMC obtuvo como resultado peores puntuaciones del autoconcepto físico53,60. Igualmente también se discrepa con los resultados obtenidos en otros estudios, ya que la insatisfacción corporal también se asocia con las escalas de condición física, fuerza y habilidad deportiva61 y en estas no se encontró relación entre la satisfacción y el autoconcepto físico general23.
En otra investigación, una mayor insatisfacción se asoció solamente con las escalas de condición física, fuerza y habilidad deportiva61. Sin embargo, en otro estudio realizado con población universitaria, no se encontró relación significativa entre el autoconcepto y el estatus de peso corporal62).
Respecto a la obesidad y al grado de insatisfacción percibido, estamos en condiciones de afirmar que los alumnos con valores más altos en el IMC presentan una mayor insatisfacción corporal al igual que en otras investigaciones11,43.
En el presente trabajo se ha estudiado el nivel de obesidad y la insatisfacción corporal en función de las variables sociodemográficas y contextuales del centro educativo. Podemos concluir que la obesidad presenta diferencias significativas con el carácter del centro y la oferta educativa, mientras que la insatisfacción corporal no presenta diferencias en función de las variables.
Existe un elevado porcentaje de alumnos obesos (20%) y un elevado porcentaje de alumnos satisfechos con su imagen corporal (79%).
Además, también se ha analizado la relación entre el nivel de obesidad y la satisfacción corporal con el autoconcepto físico. Los resultados de esta investigación muestran cómo el autoconcepto físico correlaciona positivamente con los niveles de obesidad, excepto en la escala de fuerza y de habilidad física. Sin embargo, no correlaciona positivamente con la satisfacción corporal, excepto en las escalas de actividad física general y actividad general.
También podemos concluir que el nivel de obesidad de los escolares también correlaciona positivamente con la insatisfacción corporal. Se observa que hay más casos de los esperados de alumnos con normopeso satisfechos con su imagen corporal y menos casos de los esperados de alumnos con sobrepeso y obesidad satisfechos con su imagen corporal.
Este estudio tiene una serie de limitaciones que deben ser consideradas en futuras investigaciones, como que los rangos de edad son muy limitados, puesto que solo se analizó a alumnos de 6º de Educación Primaria y de 1º de Enseñanza Secundaria Obligatoria. Por ello, sería conveniente ampliar la muestra a todos los cursos de Primaria y Secundaria e, incluso, ampliar la muestra al entorno rural y al urbano de la Comunidad Autónoma.