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Ene
versión On-line ISSN 1988-348X
Ene. vol.9 no.3 Santa Cruz de La Palma dic. 2015
https://dx.doi.org/10.4321/S1988-348X2015000300017
¿Cómo crees que te ven? Imagen de la enfermería percibida por profesionales y usuarios
Virginia García Moreno, Pedro Ruymán Brito Brito, Domingo Ángel Fernández Gutiérrez, Begoña Reyero Ortega y Cristina Ruiznavarro Menéndez
Gerencia de Atención Primaria de Tenerife. Servicio Canario de la Salud.
RESUMEN
El progresivo proceso de profesionalización de la enfermería actual no se presenta adecuadamente a los usuarios de nuestros servicios de salud incidiendo en el problema de invisibilidad del cuidado que vive la profesión enfermera. La imagen social configurada de la enfermería se debe, en parte, a la representación que los medios de comunicación proyectan. Existen distintos movimientos que luchan para contrarrestar este hecho.
Objetivo: describir cómo se valoran diferentes aspectos de la disciplina enfermera desde dos perspectivas: el profesional y el usuario.
Método: Estudio analítico descriptivo, observacional. 1) Encuesta diseñada en formulario google para cumplimentación on-line por enfermeras del territorio nacional con ocho aspectos a puntuar según creyeran que la población les califica. 2) encuesta diseñada para cumplimentar por pacientes del CS Laguna Mercedes (Tenerife) con los mismos aspectos a valorar por las enfermeras. Ponderación positiva del 1 al 10 en ambas.
Variables incluidas: para profesionales, sexo, edad, Comunidad Autónoma de procedencia y ámbito profesional; para usuarios, sexo, edad, frecuencia anual de visitas a consulta de enfermería e identificación de enfermera de referencia. Recogida de datos: noviembre -2014 y marzo- 2015. Variables nominales resumidas según frecuencia de sus categorías y las de escala, con media y desviación estándar. Análisis bivariantes con pruebas de correlaciones de Pearson, T de Student y ANOVA de un factor. Pruebas bilaterales, nivel de significación alfa de 0,05 ; SPSS v.21.
Resultados: Enfermeras: 38,4(10,8) años de media, 68,8% mujeres; pacientes: 54(18,6) años de media, 54,5 % mujeres. p<0,05 en la puntuación asignada por profesionales y pacientes en todos los aspectos menos "prestigio social".
Discusión-conclusión: ¿Modestia?., ¿baja autoestima crónica?... Se han emitido juicios de hecho descriptivos de consideraciones y percepciones sociales y comunitarias en este estudio. Así, al parecer, y a falta de nuevos estudios confirmatorios para nuestros hallazgos, la población valora mejor a las enfermeras de lo que éstas mismas creen.
Palabras clave: identificación social, rol de la enfermera, atención de enfermería.
ABSTRACT
There is a problem of invisibility of care experienced by nurses. The gradual process of nursing professionalization today is not properly presented to users of our health care services. Nursing social image today is configured by mass media proyections.
There are different professional movements fighting against this.
Objective: to describe how to value different aspects of the nurse discipline from two different perspectives: the professional one and the user one.
Method: Descriptive, observational analytical study. 1) Google survey form filled online by nurses nation wide with eight points ahere they have to rate how they believe the population qualifies them. 2) One survey designed to be completed by patients attending Mercedes Laguna health care center (Tenerife) with the same points to be assessed by nurses. Positive weight 1 to 10 in both. Professional Variables included are: sex, age, Autonomous Community and professional field; user's variables are: sex, age, nursing consultations' annual frequency and reference nurse identification. Data collection: March-November -2014 and 2015. Nominal variables summarized by categories and frequency of the scale, with mean and standard deviation. Bivariate analysis with Pearson correlation test, Student t test and one-way ANOVA. Tailed tests, alpha significance level 0.05; SPSS v.21.
Results: Nurses: 38.4(10.8) years on average, 68.8% women; patients: 54(18.6) years on average, 54.5% women. p <0.05 in the score given by professionals and patients in all respects but "social prestige".
Discussion-conclusion: Modesty?., chronic low self-esteem?. Judgments have been passed with descriptive fact considerations and social and community perceptions in this study. In the absence of further confirmatory studies, population value nurses better than they themselves believe to be valued.
Key words: social identification, nurse's role, nursing care.
Introducción
Tradicionalmente, los cuidados enfermeros han sido descritos por los propios profesionales como invisibles para el resto de la sociedad (1,2). Nos atrevemos a decir que dentro de las funciones de la enfermería (asistencial, docente, investigadora y gestora) la que más define, desde una mirada social, la profesión del cuidado es la asistencial. Parece que el progresivo proceso de profesionalización de la enfermería actual no se ha presentado adecuadamente a los usuarios de nuestros servicios de salud, pudiendo incidir en los problemas de visibilidad referidos. Algunos autores, como Gordon y Buresh (3) en su obra From silence to voice: What Nurses Know and Must Communicate to the Public, describen las causas por las cuales las enfermeras no han sido capaces de exponer con claridad el alcance y la importancia de su práctica profesional e inciden en la necesidad de planificar estrategias concretas para comunicar las repercusiones de su trabajo diario sobre la salud de las personas y la seguridad del paciente: "Because nurses are busy, many of the communication techniques... are designed to integrate naturally into nurses' everyday lives and to complement nurses'work with patients and families" (3).
La profesión enfermera sigue siendo definida como una disciplina dedicada a tareas delegadas y dependientes de la práctica médica. La Real Academia Española la describe como: "Profesión y titulación de la persona que se dedica al cuidado y atención de enfermos y heridos, así como a otras tareas sanitarias, siguiendo pautas clínicas" (4). Esta imagen social se ve reforzada y mantenida por el modo en que los medios de comunicación proyectan el rol profesional de enfermería. Es frecuente encontrar escenificaciones de las enfermeras como personal subalterno, "niñas guapas sin cerebro" que siguen órdenes constantemente, tratadas como sirvientes no formadas y dando una falsa impresión de que no saben lo que hacen. O bien escenificaciones de enfermeras "a pie de cama", ángeles de la guarda, misericordiosas y extremadamente bondadosas (5). Este patrón de representación de la enfermería se repite continuamente y en todo el mundo, por supuesto también en España (6), existiendo asociaciones dentro del colectivo que tratan de contrarrestar esta tendencia como #EnfermeriaVisible o The truth about nursing en EEUU.
La normativa juega un papel importante en la representación de la figura enfermera en la gestión y las políticas sanitarias (7). Miguelez et al identifican el RD 571/1990 de 27 de abril, por el que se dictan normas sobre la estructura periférica de gestión de los servicios sanitarios (8), como una de las causas responsables de la invisibilidad del proceso enfermero. Dicho Real Decreto reconoce la figura del director médico para desempeñar labores de gerente o sustituto del mismo, no así la del director enfermero.
Entre los problemas relacionados con la invisibilidad del cuidado está la dificultad para la medida del producto enfermero. Como estrategias puestas en marcha en la actualidad para contrarrestar dicha situación y contribuir a la mejora en la definición de dicho producto está la estandarización y empleo de un sistema común y universal de lenguajes de cuidados que permita definir e identificar los elementos que conforman los problemas de salud que las enfermeras identifican y atienden, en términos de necesidades (9). Otra medida pendiente es la lucha por el derecho a la libre elección de enfermera en los centros de Atención Primaria. Este derecho se ha hecho efectivo en Comunidades Autónomas como Madrid e Islas Baleares (10) y la tendencia actual es homogeneizarlo en todo el territorio nacional. Como base para mejorar la proyección social de la figura enfermera están las mejoras en formación de estudios de Grado y Postgrado, ya consolidados en España con varias promociones, y el desarrollo y puesta en marcha de las especialidades de enfermería, que deben permitir en unos años diferenciar aún más claramente la calidad de los cuidados, junto con la producción científica y difusión del conocimiento productos de la investigación.
Con todo ello, la imagen social de la enfermería no parece coincidir con lo que las propias enfermeras perciben sobre cuál es su realidad profesional. El objetivo de este estudio es describir cómo se valoran diferentes aspectos de la disciplina enfermera desde estas dos perspectivas: la de los profesionales y la de los usuarios.
Método
Se plantea un estudio de diseño observacional, analítico, descriptivo y transversal. Para la recogida de datos se confeccionaron dos modelos de encuesta: una dirigida a profesionales, diseñada en formulario google para su cumplimentación on-line, y otra para usuarios de centros de Atención Primaria, diseñada en formato papel para su cumplimentación en las salas de espera de consultas de enfermería de una Zona Básica de Salud de Tenerife, Laguna-Mercedes. Previamente se solicitó permiso a la dirección del centro. La encuesta a profesionales iba dirigida para aquellos que trabajasen como enfermeros dentro del ámbito nacional español y se distribuyó a través de correo electrónico y las redes sociales twitter y facebook especificando los objetivos de la investigación y siguiendo una secuencia de muestreo en bola de nieve. Los aspectos incluidos en ambos modelos de encuesta fueron discutidos y consensuados por el grupo de investigación, decidiéndose finalmente por los siguientes: nivel académico y proyección profesional (investigación, postgrado, doctorado...); aspectos técnicos del cuidado; empatía, confianza y cercanía; accesibilidad; autonomía profesional; capacidad para resolver problemas de salud; contribución a la mejora de salud de la población; y prestigio social. A los profesionales se les pidió que respondieran, puntuando entre 1 y 10, en una escala de ponderación positiva, sobre cómo creían que la población les valora en cada uno de los ocho aspectos considerados. Seguidamente, a un grupo de usuarios del centro de salud se le pidió participación valorando los mismos aspectos sobre la profesión enfermera, al objeto de comparar ambas percepciones. Otras variables incluidas en el estudio fueron: para los profesionales, sexo, edad, Comunidad Autónoma (CCAA) de procedencia y ámbito profesional; y para los usuarios, sexo, edad, frecuencia anual de visitas a consulta de enfermería e identificación de su enfermera de referencia. La recogida de datos se hizo entre noviembre de 2014 y marzo de 2015. La muestra final quedó conformada por 138 enfermeras y 46 pacientes. Las variables nominales fueron resumidas según la frecuencia de sus categorías y las de escala, utilizando media y desviación estándar o mediana y percentiles 5 y 95, según la normalidad de su distribución. Los análisis bivariantes se realizaron con pruebas de correlaciones de Pearson, T de Student y ANOVA de un factor, según el tipo de variables implicadas en las asociaciones. Todas las pruebas fueron bilaterales, con nivel de significación alfa de 0,05 y empleando el paquete estadístico SPSS v.21.0 para ordenador personal.
Resultados
La muestra de enfermeras participantes tenía una media de 38,4(10,8) años, siendo el 68,8% mujeres, procedentes de hasta catorce CCAA. La mayoría pertenecientes a Canarias (65,2%) y al ámbito de Atención Primaria (51%). La distribución geográfica se muestra en el Gráfico 1 y la distribución con respecto al ámbito profesional, en el Gráfico 2.
Gráfico 1. Distribución geográfica de la muestra de enfermeras según
Comunidades Autónomas de procedencia y número de participantes
Gráfico 2. Distribución de la muestra de enfermeras según ámbito profesional.
La muestra de pacientes participantes tenía una media de 54(18,6) años, siendo el 54,5% mujeres, con una frecuencia de 5(1-40) visitas anuales a consulta de enfermería en su centro de salud, Laguna Mercedes (Tenerife). El 88,9% de los pacientes decían conocer el nombre de su enfermera de referencia.
Las puntuaciones medias de los dos grupos, enfermeras y pacientes, sobre los ocho aspectos valorados en la encuesta, utilizando una escala entre 1 (peor puntuación) y 10 (mejor puntuación), se muestran en el Gráfico 3.
Gráfico 3. Media de puntuación (1-10) asignada por enfermeras y
pacientes a cada aspecto profesional incluido en la encuesta.
El aspecto que las enfermeras consideraron sería mejor valorado por los pacientes fue "Empatía, confianza, cercanía" (7,86 puntos) aunque finalmente las puntuaciones más altas asignadas por los pacientes fueron para "Contribución a la mejora de salud poblacional" (8,96 puntos). La "Empatía, confianza, cercanía" fue el tercer aspecto mejor valorado, después del ya mencionado y de los "Aspectos técnicos del cuidado" (8,91 puntos). El factor peor considerado en ambos casos, enfermeras y pacientes, fue el "Prestigio social" (5,49 y 5,78 puntos respectivamente). Destaca la alta consideración que tuvo para las enfermeras el aspecto "Accesibilidad", segundo mejor valorado, que, por el contrario, para el grupo de pacientes, fue el segundo peor valorado. En la Tabla 1 se presenta el orden obtenido en ambos grupos para cada aspecto según las puntuaciones asignadas.
En la Tabla 2, se presentan las diferencias entre las medias de puntuaciones asignadas por el grupo de enfermeras y el de pacientes, ordenadas de mayor a menor diferencia y junto a su nivel de significación estadística.
A continuación se describirán los hallazgos resultantes de las asociaciones bivariantes para los dos grupos, el de enfermeras y el de pacientes. Grupo de enfermeras (n=138):
- No se encontraron diferencias significativas entre las puntuaciones asignadas por hombres frente a las asignadas por mujeres.
- Dentro de las categorías de edad, se encontraron diferencias entre el grupo de enfermeras "menores de 30 años" frente al de "30 a 39 años" para las puntuaciones atribuidas al aspecto "Capacidad para resolver problemas de salud", siendo la media asignada para el primero de ellos de 5,56(1,98) puntos frente a 6,79(2,18) puntos (p=0,049). Se realizaron, para esta comprobación de los grupos entre los que existían las diferencias, las pruebas Post hoc de comparaciones múltiples entre grupos.
- Existen correlaciones significativas positivas entre la edad y la puntuación asignada a la "Capacidad para resolver problemas de salud" (p=0,030) y entre la edad y la puntuación asignada a "Prestigio social" (p=0,045). Por tanto, a más edad de las enfermeras mayor percepción de puntuaciones elevadas por los pacientes en estos aspectos.
- Se encontraron diferencias significativas en las puntuaciones asignadas al aspecto "Nivel académico y proyección profesional" por el grupo de enfermeras docentes frente a las puntuaciones asignadas por el resto de grupos, 8,33(0,58)puntos frente a un rango entre 5(1,7)-6,43(2,51) (p<0,001). De este modo, se aprecia cómo las enfermeras dedicadas a la docencia pensaba que los pacientes asignarían puntuaciones mucho más altas en este aspecto que las profesionales de los otros ámbitos.
Grupo de pacientes (n=46):
- No se encontraron diferencias significativas entre las puntuaciones asignadas por hombres frente a las asignadas por mujeres, ni entre las diferentes categorías de edad. Sí se comprobó asociación positiva entre la edad de los pacientes y las puntuaciones asignadas a los ítems "Aspectos técnicos del cuidado" (coeficiente de correlación de Pearson 0,314, p=0,034) y con respecto a la puntuación global (coeficiente de correlación de Pearson 0,298, p=0,047).
- Para el grupo de pacientes que refería conocer a su enfermera de referencia se encontraron diferencias significativas en los siguientes aspectos:
- Empatía, confianza, cercanía": puntuaciones asignadas de 9,15(1,27) vs 5,60(1,95) (p<0,001).
- Accesibilidad: puntuaciones asignadas de 8,69(1,79) vs 7(1) (p=0,046).
- Autonomía profesional": puntuaciones asignadas de 9,03(1,07) vs 6,60(1,14) (p<0,001).
- Capacidad para resolver problemas de salud": puntuaciones asignadas de 9(1,32) vs 6,20(2,28) (p<0,001).
- Puntuación media Global: puntuaciones asignadas de 8,55(0,77) vs 6,73(1,19) (p<0,001).
- Se comprobó asociación entre el número de visitas anuales a enfermería y las puntuaciones asignadas al aspecto profesional "Capacidad para resolver problemas" (coeficiente de correlación de Pearson 0,314, p=0,050).
Discusión y conclusiones
Como posibles limitaciones de nuestro estudio encontramos un tamaño de muestra pequeño, considerando además que la recogida de datos para el grupo de pacientes se realizó sólo en el ámbito de Atención Primaria y, dada la relación terapéutica profesional cercana y de confianza que suele generarse en este medio entre profesional y paciente, la respuesta de los usuarios podría estar condicionada por ese motivo.
Entre las conclusiones principales de este estudio cabe destacar la percepción, por parte de las enfermeras, de bajas puntuaciones asignadas por los pacientes a diversos aspectos de los profesionales del cuidado. Hecho que no se constató en las puntuaciones reales asignadas por los pacientes, siendo estas más altas para todos los aspectos excepto para el prestigio profesional. Estos datos son consistentes con los resultados de la encuesta realizada por el Centro de investigaciones sociológicas (CIS) en el Barómetro de marzo de 2013 (11) en que se preguntaba por la valoración merecían una serie de profesiones u oficios en la sociedad española actual y en el que la enfermería quedó en tercer puesto tan sólo después de médicos y muy cercana a los profesores. Este resultado general podría indicar una baja autoestima colectiva, ante la sensación de escasa o insuficiente consideración social para el colectivo de enfermeras. Sin embargo, en la misma encuesta del CIS citada anteriormente también se pregunta sobre qué profesión recomendaría a un hijo o a un buen amigo y, en este caso, la profesión de enfermería cae a los últimos puestos.
Como se ha apuntado, los pacientes que acuden a los centros de salud tienen alta consideración de la profesión enfermera. Más aún cuando conocen al profesional de referencia y le visitan más. Mientras que las enfermeras creyeron que recibirían puntuaciones altas en "Accesibilidad", se comprobó cómo, para nuestra muestra de pacientes, no sucedió así, siendo éste uno de los aspectos peor valorados. Esto debe hacernos reflexionar sobre si realmente somos tan accesibles a la población como creemos. Es reseñable igualmente la valoración que hacen los pacientes del aspecto "Contribución a la mejora de salud de la población", el mejor valorado, siendo ésta una de las cuestiones que más preocupa al colectivo profesional, dada la importancia de medir el producto enfermero y ofrecer mayor visibilidad a los cuidados prestados, sobre todo en materia de resultados en salud. En este sentido es importante trabajar en la comunicación con la sociedad. Habría que reforzar el concepto de que tan importante es disponer de un profesional con un alto nivel de formación y entrenamiento para realizar una cirugía mayor en un hospital, como disponer de otro profesional con alto nivel de formación y entrenamiento para cuidar de un paciente que acaba de ser intervenido de dicha cirugía mayor y evitar cualquier complicación con garantías (3). Las mayores diferencias encontradas en las puntuaciones asignadas por enfermeras y pacientes fueron para los aspectos "Autonomía profesional" y "Nivel académico y proyección profesional", de manera que cuando las enfermeras opinan que recibirían puntuaciones bajas en ambos aspectos, los pacientes atribuyen alta importancia a los mismos. El hecho de que las enfermeras no perciban el reconocimiento social se relaciona con cosecuencias negativas como pueden ser absentismo laboral, estrés, burnout y disminución en la calidad de los cuidados (3).
Se comprobó, para el grupo de enfermeras, cómo a menor edad, peor consideración de los aspectos "Capacidad para resolver problemas de salud" y "Prestigio social", lo cual puede indicar que la creencia de peores valoraciones asignadas por los pacientes en dichos enunciados está más asentada entre las enfermeras noveles. Además, el grupo de enfermeras docentes tiene una percepción más próxima a la realidad para el aspecto "Nivel académico y proyección profesional", según se puede constatar en las puntuaciones asignadas por los pacientes para este ítem.
Con respecto al grupo de pacientes, las puntuaciones más altas asignadas por aquellos de más edad a los "Aspectos técnicos del cuidado" nos hacen pensar en una creencia social asentada y aceptada, sobre todo en personas de más edad, de que las enfermeras son profesionales de alto dominio técnico. Esto es lógico si analizamos el contexto histórico profesional, proveniente de figuras como el Ayudante Técnico Sanitario (ATS) y, anteriormente, de los Practicantes, coetáneos de este grupo de pacientes mayores. Por otro lado, este dominio técnico, a veces denostado, también demuestra que las enfermeras tienen la capacidad intelectual para ejecutar las técnicas clínicas avanzadas y que tienen el dominio de los conceptos y procesos complejos así como la capacidad de participar activamente en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes (12). Resulta, además, que aquellos pacientes que refieren conocer a su enfermera suelen ser quienes mejor valoran aspectos como la empatía, confianza, cercanía, accesibilidad, autonomía profesional y capacidad de resolución de problemas. Este grupo de pacientes suele coincidir con el de frecuentadores de centros de Atención Primaria que es, además, el de mayor edad, según se apunta en diversos estudios (13).
Creemos que no deben, por tanto, emitirse juicios de valor, positivos o negativos, en torno a estos hallazgos sino, por contra, juicios de hecho descriptivos de consideraciones y percepciones sociales y comunitarias. Así, al parecer, y a falta de nuevos estudios confirmatorios, la población valora mejor a las enfermeras de lo que éstas mismas creen aunque considerando niveles bajos de prestigio social.
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