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Nutrición Hospitalaria

versão On-line ISSN 1699-5198versão impressa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.19 no.2 Madrid Mar./Abr. 2004

 

Original

Desarrollo de un cuestionario para la valoración y cuantificación de los 
hábitos de vida relacionados con el sobrepeso y la obesidad

A. Pardo*, M. Ruiz*, E. Jódar**, J. Garrido***, J. M. De Rosendo***, L. A. Usán***

* Departamento de Psicología Social y Metodología. Facultad de Psicología. Universidad Autónoma de Madrid. ** Servicio
de Endocrinología. Hospital 12 de Octubre. Madrid. *** Departamento Médico. Abbott Laboratories S.A.

 

Resumen

Introducción: La modificación de la conducta es imprescindible en el tratamiento de la obesidad. El objetivo de este estudio es diseñar un cuestionario que permita describir y cuantificar las conductas relacionadas con la obesidad en la población obesa española.

Material y métodos: Un grupo de expertos diseñó un cuestionario inicial de 57 preguntas tipo Likert que se administró a 335 pacientes con sobrepeso (110 hombres y 225 mujeres; edad, 42 ± 14 años; IMC, 32,6 ± 3,7 kg/m2). Tras una primera fase de búsqueda de la dimensionalidad subyacente y de reducción de preguntas, se administró un cuestionario depurado de 24 preguntas a una muestra de 156 pacientes con sobrepeso (52 hombres y 104 mujeres; edad 42 ± 12 años; IMC, 33,1 ± 3,5 kg/m2), repitiéndose en 56 de ellos para obtener información test-retest.

Resultados: El cuestionario final incluye 22 preguntas agrupadas en cinco dimensiones: contenido calórico de la dieta, comer por bienestar psicológico, ejercicio físico, alimentación saludable y consumo de alcohol. La estructura factorial encontrada se reproduce en lo esencial utilizando muestras distintas y diferentes métodos de extracción: en todas las dimensiones se obtienen índices de fiabilidad alfa por encima de 0,75, excepto en consumo de alcohol; la estabilidad test-retest es superior a 0,90 en todas las dimensiones excepto en consumo de alcohol; en los análisis de validez efectuados (de constructo, de contenido y discriminativa) los resultados son muy satisfactorios.

Conclusiones: Los resultados del estudio métrico (fiabilidad y validez) ponen de manifiesto que el cuestionario propuesto es una excelente herramienta para valorar los hábitos de vida relacionados con el control de la obesidad.

(Nutr Hosp 2004, 19:99-109)

Palabras clave: Obesidad. Hábitos de vida. Cuestionario. 

DEVELOPMENT OF A QUESTIONNAIRE FOR 
THE ASSESSMENT AND QUANTIFICATION OF 
OVERWEIGHT AND OBESITY RELATED 
LIFESTYLES

Abstract

Introduction: Lifestyle intervention is mandatory for obesity treatment. The aim of this study is to design a questionnaire to describe and quantify those behaviours more closely related to obesity in the Spanish obese population.

Methods and procedures: An expert panel designed a preliminary 57 Liker-type item questionnaire, which was self-administered to 335 overweight patients (110 male, 225 female; age, 42 ± 14 years; BMI, 32,6 ± 3,7 kg/m2). After a subjacent dimensionality searching and item reducing first phase, a shrunk questionnaire of 24 items was then self-administered to 156 overweight patients (52 male, 104 female; age 42 ± 12 years; BMI, 33,1 ± 3,5 kg/m2); 56 of those patients were re-administered the questionnaire in order to provide test-retest information.

Results: Final questionnaire includes 22 items clustered in five dimensions: diet caloric intake, searching for psychological well-being eating, physical activity, healthy eating and alcohol intake. Proposed factorial structure is mostly reproduced in different samples and using different extraction methods: all dimensions but alcohol intake score alpha values > 0,75 for liability; test-retest stability is greater than 0,90 in all dimensions but alcohol intake; results for all validity tests performed (of construct, of content and discriminative) are highly satisfactory.

Conclusion: Metrics study results (liability and validity) demonstrate that the proposed questionnaire provides an excellent tool to assess those lifestyles related to obesity control.

(Nutr Hosp 2004, 19:99-109)

Key words: Obesity. Life-styles. Questionnaire.


Correspondencia: Jesús Mª de Rosendo González. 
Departamento Médico.
Abbott Laboratories S.A.
Avda. de Burgos, 91. - 28050 Madrid. 
e-mail: jesus.derosendo@abbott.com

Recibido: 30-VI-2003.
Aceptado: 12-VIII-2003.

 

Introducción

En los últimos años asistimos a un enorme incremento de la prevalencia de la obesidad, tanto en las sociedades desarrolladas como en los países menos favorecidos1. En España, la prevalencia de sobrepeso y obesidad (Índice de masa corporal, IMC, 25 kg/m2) se incrementó del 35,6% en 1987 al 40,9% en 1995/97 entre las mujeres y del 47,1% al 56,2% en los varones2,3. La obesidad es una enfermedad multifactorial 4 condicionada por factores genéticos 5, metabólicos 6, psicológicos 7,8 y ambientales 9. Existe la convicción generalizada de que los factores que más contribuyen a explicar el explosivo incremento en la prevalencia de la obesidad son estos últimos 10,11, ya que la base genética de la población obviamente no puede haberse modificado de forma tan rápida. Los factores ambientales revisten todavía mayor importancia si tenemos en cuenta que son los que permiten la mayor capacidad de intervención en el desarrollo de políticas sanitarias eficaces contra la obesidad12.

Las condiciones ambientales actuales de nuestra sociedad promueven el aumento del consumo de calorías y la disminución del gasto de energía. Entre los factores ambientales que explican el exceso en el ingreso calórico se incluye la amplia disponibilidad de alimentos de alto contenido en grasa y elevado valor calórico, baratos y servidos en raciones cada vez mayores13,14, los cambios en la distribución del consumo de comida a lo largo del día15 o el comer rápido16. A su vez, conducen a un descenso de la actividad física la disminución de los trabajos que precisan de un gran esfuerzo físico y el incremento de las actividades de ocio sedentarias17. De acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad18 (SEEDO) y de otras sociedades internacionales 19, toda intervención terapéutica sobre el paciente obeso o con sobrepeso destinada a perder peso debe basarse siempre en un programa de modificación del estilo de vida que incluya dieta, incremento de la actividad física y técnicas de modificación de la conducta. La consecución de los objetivos de pérdida de peso y, sobre todo, el mantenimiento del peso a largo plazo dependerán de la capacidad del paciente de modificar de forma eficaz y mantenida sus hábitos de vida.

La investigación psicológica de la conducta en la obesidad se ha dirigido sobre todo al estudio de la conducta alimentaria. Aunque desarrollado originalmente en sujetos con normopeso, la herramienta psicológica más ampliamente utilizada para ello ha sido el Three Factor Eating Questionnaire20 (TFEQ), también conocido como Eating Inventory (EI). El TFEQ/EI es un cuestionario de 51 enunciados, destinado a ser cumplimentado por el propio paciente, que explora tres dimensiones de la conducta alimentaria: el autodominio cognitivo de la ingesta, la desinhibición del control de la ingesta y la susceptibilidad al hambre. Otros cuestionarios como el Dutch Eating Behaviour Questionnaire 21 (DEBQ) y la Restraint Scale22 (RS), que exploran únicamente el autodominio, han gozado de menor predicamento 23. Foster y Wadden han estudiado la utilidad clínica del TFEQ/EI en mujeres obesas24, demostrando una débil correlación entre las puntuaciones en las subescalas de auto-dominio y desinhibición y los valores de peso e IMC basales. La subescala de autodominio es claramente la de mayor utilidad clínica, ya que la puntuación basal se comporta como factor predictor de la pérdida de peso y el cambio en la puntuación se correlaciona con la pérdida de peso obtenida. Sin embargo, la validez del TFEQ/EI ha sido ampliamente cuestionada. Un estudio realizado sobre la amplia población de pacientes del estudio Swedish Obese Subjects (SOS)25 replicó sólo parcialmente la estructura factorial del TFEQ/EI: aunque la dimensión de autodominio seguía claramente presente, la mayoría de los enunciados de las dimensiones desinhibición y hambre se agrupaban en una única dimensión, nominada como ingesta incontrolada, a la vez que surgía otra dimensión, ingesta emocional. Los autores proponen un cuestionario más sencillo de 18 enunciados agrupados en estas tres dimensiones. Otro estudio añade ulterior dimensionalidad a cada una de las tres dimensiones originales, describiendo un total de ocho, y llamando la atención sobre la necesidad de definir qué enunciados tienen auténtica relevancia clínica. Independientemente de su validez intrínseca, el TFEQ/EI no explora otros hábitos de conducta relacionados con la obesidad.

Hasta donde los autores conocen, el TFEQ/EI no ha sido validado en español ni aplicado a una población obesa española. Tampoco existe ninguna otra herramienta en nuestro idioma que permita estudiar la psicología no sólo de la conducta alimentaria sino del conjunto de los hábitos de conducta relacionados con la obesidad. El objetivo del presente trabajo es diseñar un cuestionario, con buenas propiedades métricas y de fácil aplicación en la práctica clínica, que permita describir y cuantificar las conductas relacionadas con la obesidad de la población obesa española. Este cuestionario permitirá, en el futuro, cuantificar el impacto real de la modificación de la conducta sobre la pérdida de peso y concretar qué facetas de la conducta se encuentran más asociadas al éxito del tratamiento.

Material y métodos

Primer paso. Cuestionario inicial

Con la ayuda de un panel de expertos en obesidad se generó un cuestionario de 57 preguntas sobre las conductas que habitualmente son recomendadas a los sujetos obesos o con sobrepeso (hábitos alimentarios, tipo de alimentos y forma de prepararlos, ejercicio físico, etc.). El cuestionario inicial se recoge en el Cuadro 1.

El cuestionario se diseñó para ser cumplimentado por el propio paciente. Todas las preguntas que incluye tienen 5 categorías de respuesta: 1) nunca; 2) pocas veces; 3) con alguna frecuencia; 4) muchas veces, y 5) siempre. Las respuestas se codificaron asignándoles una puntuación de 1 a 5, de modo que la puntuación más alta indica siempre la conducta más saludable.

Segundo paso. Análisis de la dimensionalidad subyacente

Muestra

La primera muestra estaba formada por 335 sujetos con sobrepeso u obesidad (110 hombres y 225 mujeres; edad: 42 ± 14 años; IMC 32,6 ± 3,7 kg/m2, rango 25,4-45,8 kg/m2), atendidos en consultas especializadas de obesidad de seis centros españoles (Barcelona, A Coruña, Madrid, Murcia, Santander y Sevilla). Los criterios de exclusión fueron: edad inferior a 14 o superior a 75 años, IMC 25 kg/m2 y obesidad de origen secundario.

En los sujetos que no respondieron a una o dos preguntas, el correspondiente valor perdido se reemplazó por el punto medio de la escala (en 36 sujetos se reemplazó una pregunta y en 14 se reemplazaron dos). Tras desechar a los sujetos con más de dos preguntas sin contestar, la muestra quedó constituida por 298 sujetos. En ninguna pregunta se reemplazaron más de 5 valores perdidos.

Análisis de la dimensionalidad del cuestionario

Para identificar la dimensionalidad (estructura factorial) subyacente en el conjunto de preguntas del cuestionario, se aplicó un análisis factorial exploratorio. En la extracción de factores se utilizaron tanto el método de componentes principales como el de factorización del eje principal. La rotación de factores se llevó a cabo con un método ortogonal (varimax) y con un método oblicuo (oblimin).

Tercer paso. Depuración de las dimensiones y preguntas del cuestionario

Para depurar las preguntas agrupadas en cada factor se utilizó el índice de fiabilidad alfa de Cronbach. Finalmente, algunas preguntas se desdoblaron o modificaron en función de consideraciones teóricas (ver resultados).

Cuarto paso. Estudios de fiabilidad y validez

Muestra

El cuestionario depurado se administró individual-mente (en la consulta médica) a una segunda muestra de 156 sujetos con sobrepeso u obesidad (52 hombres y 104 mujeres; edad: 44 ± 12 años; IMC 33,1 ± 3,5 kg/m2, rango 27,2-39,9 kg/m2), reclutados en los mismos centros y con los mismos criterios expuestos previamente. Uno de los sujetos fue excluido por presentar 3 cuestiones sin respuesta, quedando 155 sujetos evaluables.

Análisis de fiabilidad

El grado en el que las dimensiones del cuestionario son medidas de manera eficiente y con poco error se estableció analizando tanto su consistencia interna (mediante el índice de fiabilidad alfa de Cronbach) como su consistencia temporal o estabilidad (mediante la correlación entre las dos aplicaciones consecutivas del cuestionario a los mismos sujetos: test-retest).

Análisis de validez

Se han estudiado tres tipos de validez: de constructo, de contenido y discriminativa: a) Validez de constructo; se realizó un análisis factorial para valorar si al utilizar los datos obtenidos con la muestra de la segunda fase del estudio (n = 155) vuelven a reproducirse las mismas cinco dimensiones detectadas en la fase preliminar (n = 298); b) Validez de contenido; se valoró mediante una estrategia de acuerdo interjueces: 12 jueces clasificaron cada una de las preguntas del cuestionario depurado en una de las subescalas finalmente propuestas y a los resultados de esta clasificación se les aplicó el índice de Hambleton y Rovinelli26, y c) Validez discriminativa; junto con los datos del cuestionario se recogió información relativa a la realización de algún programa de pérdida de peso. Esta información se utilizó para evaluar la capacidad discriminativa del cuestionario. Si las subescalas propuestas realmente miden lo que se está suponiendo que miden, deben ser capaces de distinguir entre las personas que siguen determinados programas de adelgazamiento y las que no siguen tales programas (asumiendo, claro está, que los sujetos que siguen un programa de adelgazamiento mantengan hábitos más saludables -ingieren menos calorías, consumen menos alcohol, etc.- que los sujetos que no lo siguen); los distintos grupos (ver resultados) se han comparado utilizando la prueba t de Student.

Resultados

Análisis de la dimensionalidad del cuestionario

Tanto utilizando el método de extracción de componentes principales como el método de factorización del eje principal, la solución encontrada contiene 17 factores con autovalor mayor que 1 (regla K1). Estos 17 factores explican un 61,6 por ciento de la varianza total, pero algunos de ellos incluyen sólo una o dos variables y explican un porcentaje de varianza muy pequeño. La dimensionalidad inicial de 17 factores se ha reducido seleccionando sólo los factores con sumas de las saturaciones al cuadrado mayores que 1, lo que ha dado lugar a una solución de 8 factores.

La solución de 8 factores explica un porcentaje relativamente bajo de la varianza total (41,3 %). Por un lado, hay variables cuya saturación factorial mayor no alcanza un valor aceptable en ninguno de los 8 factores, a pesar de tratarse de una solución rotada: 15 de las 57 preguntas (26,3%) tienen saturaciones que no superan el valor 0,30. Por otro lado, hay factores en los que la saturación mayor no pasa de 0,50: ninguna de las saturaciones del factor 6 alcanza el valor 0,5 y de las 11 preguntas agrupadas en el factor 4, sólo una posee una saturación por encima de 0,5. Estos resultados apuntan a la necesidad de (1) depurar el número de preguntas agrupadas bajo cada factor y (2) reducir el número de factores.

Depuración de factores y preguntas

La tabla I ofrece los resultados de la depuración de las preguntas del cuestionario inicial mediante el índice de fiabilidad alfa de Cronbach. Incluyendo en cada uno de los 8 factores todas las preguntas que les asigna la solución factorial sólo se obtiene un índice alfa aceptable en los tres primeros factores (alfa > 0,6). No obstante, al eliminar paso a paso las preguntas que además de tener un índice de homogeneidad muy bajo (< 0,30) mantienen o aumentan el valor del índice alfa, todos los factores excepto el sexto y el séptimo alcanzan un valor aceptable (alfa final). Estos dos factores han sido desechados. El factor 4, a pesar de presentar una consistencia interna aceptable (0,82), también ha sido excluido por no presentar el interés conceptual de las restantes dimensiones (ver discusión).

Por tanto, la solución resultante consta de 5 factores o dimensiones con un total de 24 preguntas. El primer factor (F1) contiene preguntas relacionadas fundamentalmente con el contenido energético o calórico de la dieta (CC). El segundo (F2) hace referencia explícita a la práctica habitual o sistemática de ejercicio físico (EF). El tercer factor (F3) incluye preguntas referidas, esencialmente, al cumplimiento de ciertas normas dietéticas básicas relacionadas con una alimentación saludable (AS). El cuarto factor (F5) incluye preguntas explícitamente referidas al consumo de alcohol (CA). Y el quinto factor (F8) contiene dos preguntas relacionadas con el hecho de ingerir alimentos por bienestar psicológico (BP).

Conviene señalar que, dada la naturaleza de los factores obtenidos, la solución ortogonal parece razonable; hacer una dieta sana, por ejemplo, no tiene por qué estar relacionado con hacer ejercicio o con tomar alcohol. Sin embargo, aplicando una rotación oblicua a la solución factorial (oblimín directo) se obtienen idénticos resultados.

La solución factorial alcanzada en esta fase preliminar (24 preguntas agrupadas en cinco dimensiones) se ha matizado aplicando una serie de consideraciones de carácter teórico. En primer lugar, dado que aparecía un factor que relacionaba la comida con la reducción de la ansiedad o el desánimo y que ese factor únicamente agrupaba dos preguntas (32 y 42), se decidió desdoblar una de ellas que incluía dos mensajes distintos. Así, la pregunta 32, Picoteo si tengo ansiedad o estoy bajo de ánimo, ha quedado reformulada en estas dos: 32. Picoteo si tengo ansiedad y 22. Picoteo si estoy bajo de ánimo (esta pregunta, incluido su número, sustituye a la pregunta 22 del cuestionario inicial). En segundo lugar, se ha reelaborado el contenido de la dimensión relacionada con el consumo de alcohol (preguntas 18, 41 y 43) por ser la subescala con menos consistencia interna de las cinco obtenidas (alfa = 0,65). Por un lado, se ha eliminado la pregunta 18 (Tomo alcohol todos los días) por considerarse que no introducía suficientes matices en la conducta evaluada; por otro, las preguntas 41 y 43 se han reformulado de la siguiente manera: 41. Tomo bebidas de baja graduación alcohólica (cerveza, vino); 43. Tomo bebidas de alta graduación alcohólica (licores, ginebra, güisqui). Las posibles respuestas a estas dos nuevas preguntas se siguen codificando en cinco categorías, pero introduciendo matices sobre la frecuencia: 1. Nunca; 2. Una vez al mes; 3. Una vez por semana; 4. Varias veces por semana, y 5. Todos los días.

Al incluir estas modificaciones, el cuestionario ha quedado configurado con las 24 preguntas que constituyen el cuestionario depurado, agrupadas en las 5 dimensiones ya señaladas.

Análisis de fiabilidad

Consistencia interna

El cuestionario depurado se administró a una segunda muestra de pacientes. Antes de adoptar las 24 preguntas del cuestionario depurado como preguntas definitivas se analizó la consistencia interna de cada dimensión para valorar si los datos obtenidos con esta segunda muestra (n = 155) eran consistentes con los del estudio preliminar (n = 298). Los resultados obtenidos llevaron a eliminar las preguntas 2 y 12 de la subescala Contenido calórico (CC), manteniéndose la consistencia interna en 0,80. Esto ha permitido reducir el número total de preguntas del cuestionario final de 24 a 22, que se recogen en el Cuadro 2. El resto de subescalas del cuestionario depurado permanecen inalteradas, con índices de fiabilidad muy aceptables (EF = 0,92; AS = 0,75; BP = 0,87; CA = 0,65) e índices de homogeneidad por encima de 0,40 en todas las preguntas.

Desarrollo de un cuestionario para la valoración y cuantificación de los hábitos de vida relacionados con el sobrepeso

Estabilidad

La estabilidad o consistencia temporal de las cinco dimensiones se valoró mediante la readministración del cuestionario a 56 de los 156 sujetos de la segunda muestra de pacientes. El intervalo de tiempo transcurrido entre el test y el retest (11,2 ± 3,4 días, rango 7-22 días), se fijó lo bastante corto para que no se produjeran cambios en los hábitos evaluados y lo bastante largo como para que el sujeto no recordara las respuestas dadas en la primera aplicación. Todos los coeficientes de correlación test-retest fueron superiores a 0,90 (excepto el referido a la dimensión Consumo de alcohol, 0,85) y significativos (p < 0,001). El coeficiente de correlación referido a las puntuaciones totales del cuestionario fue de 0,95 (p < 0,001).

Análisis de validez

Validez de constructo

La tabla II muestra los resultados del análisis factorial con extracción por factorización del eje principal y rotación oblicua. El conjunto de los cinco factores explican un 61,4 % de la varianza total, lo que significa que las cinco dimensiones propuestas consiguen reproducir de forma muy aceptable la variabilidad observada.

En lo esencial, el análisis vuelve a reproducir la estructura factorial encontrada en la fase preliminar. Hay tres dimensiones que se reproducen de forma idéntica: EF (16, 27, 35), BP (22, 32, 42) y CA (41, 43). Estas tres dimensiones aparecen sistemáticamente y con la misma composición independientemente del método de extracción aplicado (componentes principales, factorización del eje principal, máxima verosimilitud, etc.), independientemente de que se rote o no la solución, e independientemente del método de rotación utilizado (varimax, oblimin, etc.). Por lo que se refiere a las otras dos dimensiones (CC y AS), la estructura se reproduce en lo fundamental, pero existen ligeras diferencias: comparada con la solución alcanzada en la fase preliminar, en la solución actual la pregunta 6 pasa de la dimensión AS a la CC y la pregunta 15 pasa de la dimensión CC a la AS; el resto de la estructura permanece idéntica. La tabla III muestra las cinco dimensiones con la nueva estructura. Por último, la consistencia interna y temporal de la nueva estructura ofrece valores similares (tabla IV) a los obtenidos con la estructura previa.

Validez de contenido

Los resultados de la estrategia de acuerdo interjueces se ofrecen en la tabla V. Puede comprobarse que los jueces agrupan las preguntas de idéntica manera a como lo hace el análisis factorial (tabla III). Todas las preguntas poseen índices de acuerdo próximos a 1 salvo las preguntas 1, 13 y 23, que poseen índices comprendidos entre 0,49 y 0,67.

Justamente estas tres preguntas son las que en la solución factorial final (tabla II) poseen saturaciones más igualadas en ambas dimensiones, lo que apunta, una vez más, a la posible existencia de cierto grado desolapamiento entre las dimensiones CC y AS. De hecho, estas dos dimensiones correlacionan 0,38 (p < 0,01). Lo cual no significa que constituyan un único factor, pues la solución factorial es persistente en ofrecer dos factores y, cuando se incluyen sólo las preguntas de esas dos dimensiones en un análisis factorial forzando una solución de un factor, el porcentaje de varianza explicada no alcanza el 30% y varias preguntas poseen saturaciones muy bajas. Se trata de dos dimensiones distintas, pero con cierto grado de relación casi exclusivamente debida a las preguntas 1, 13 y 23.

Validez discriminativa

Dada la naturaleza de las dimensiones encontradas, lo presumible es que todas ellas, a excepción de ejercicio físico, permitan distinguir entre los sujetos que siguen una dieta y los que no la siguen. Es decir, cabe esperar que los sujetos sometidos a un programa de adelgazamiento basado en la dieta, en comparación con los sujetos no sometidos a tal programa, consuman menos calorías, mantengan una alimentación más saludable, consuman menos alcohol, y no coman por bienestar psicológico. Consecuentemente, si el cuestionario mide lo que se supone que mide, debe ser capaz de distinguir entre unos y otros sujetos.

Por otro lado, cabe esperar que los sujetos sometidos a un programa de adelgazamiento basado en el ejercicio físico, en comparación con los sujetos no sometidos a tal programa, puntúen más alto en la dimensión ejercicio físico.

Entre los datos recogidos con la muestra de la segunda fase (155 casos válidos) existe información relativa a si se sigue o no algún programa de adelgazamiento. A partir de esta información se ha clasificado a los sujetos en tres grupos o categorías: (1) sujetos que no siguen ningún programa de adelgazamiento (n = 76); (2) sujetos que siguen un programa de adelgazamiento basado exclusivamente en la dieta (n = 25); y (3) sujetos que siguen algún programa de adelgazamiento basado en la dieta y en el ejercicio físico (n = 39). Los restantes 15 sujetos no han sido considerados por seguir un programa de adelgazamiento basado en un fármaco (puesto que los sujetos tratados con fármaco podrían o no seguir una dieta, y hacer o no ejercicio físico, no es presumible que el cuestionario pueda distinguir entre los sujetos tratados con un fármaco y los no tratados).

La tabla VI ofrece las medias y desviaciones típicas de cada grupo en cada una de las cinco dimensiones del cuestionario, y los resultados obtenidos tras las comparaciones efectuadas con la prueba t de Student. Por un lado, los sujetos que siguen algún programa de adelgazamiento (grupos 2 y 3) puntúan significativamente más alto que los que no lo siguen (grupo 1) en las dimensiones contenido calórico, alimentación saludable y consumo de alcohol; no difieren en la dimensión comer por bienestar psicológico. Por otro lado, en la dimensión ejercicio físico, los sujetos que siguen un programa de adelgazamiento basado en el ejercicio físico (grupo 3) puntúan significativamente más alto que los que no siguen un programa de adelgazamiento o siguen un programa de adelgazamiento exclusivamente basado en la dieta (grupos 1 y 2).

Globalmente considerados, los resultados de estas comparaciones permiten afirmar que las preguntas del cuestionario propuesto permiten discriminar allí donde cabe esperar que discriminen: los sujetos que siguen algún programa de adelgazamiento puntúan sistemáticamente más alto que aquellos que no lo siguen.

Datos normativos (baremos)

La tabla VII ofrece algunos estadísticos descriptivos entre los que se encuentran los deciles obtenidos en cada dimensión con la muestra de 155 sujetos.

Para ubicar a un sujeto en el decil que le corresponde en una determinada subescala es necesario: (1) corregir cada pregunta asignado una puntuación de 1 a 5 en los términos ya señalados, (2) sumar las puntuaciones de las preguntas correspondientes a esa subescala, y (3) dividir esa suma por el número de preguntas de la subescala. Se obtiene así una puntuación individual comprendida entre 1 y 5 que puede ser comparada con los datos normativos de la tabla VII para conocer la ubicación relativa de un sujeto particular.

Discusión

El tratamiento de la obesidad precisa un abordaje integral encaminado a la modificación de los hábitos y conductas relacionados con el control del peso. Es necesario, por tanto, contar con herramientas capaces de detectar las modificaciones producidas en esos hábitos y conductas por las intervenciones terapéuticas.

Hemos desarrollado un cuestionario reducido, auto-administrado, de fácil utilización en un contexto clínico real, que ha demostrado ser un instrumento válido y fiable en la valoración de los hábitos y conductas relacionadas con el control del peso en sujetos obesos. Además, se trata de un cuestionario capaz de discriminar entre los hábitos y actitudes de los sujetos obesos en función de estar enrolados o no en un programa activo de control del peso corporal.

El presente cuestionario no tiene su origen en ninguno anterior, ya que no existen precedentes en lengua española. Como además la dimensionalidad de los cuestionarios existentes ha sido objeto de discusión, el primer análisis persiguió el objetivo exploratorio de averiguar cuántas y cuáles eran las dimensiones (estructura factorial) subyacentes en el conjunto de preguntas del cuestionario, utilizando tanto el método de extracción de componentes principales como el método de factorización del eje principal. La solución inicial de 8 factores se ha considerado insatisfactoria por el relativamente bajo porcentaje de varianza total que conseguían explicar algunos factores, porque un cuarto de las variables presentaba una saturación factorial máxima inferior a 0,3 en todos los factores, y porque había factores en los que las saturaciones más altas no superan 0,50. Estos resultados han obligado a depurar el número de preguntas agrupadas bajo cada factor y a reducir el número de factores.

La depuración de preguntas se ha realizado mediante el índice de fiabilidad alfa de Cronbach, que ha mostrado que la solución final podría reducirse a 5 factores. Tanto si se mantienen las preguntas originales como si se depuran, los factores 6 y 7 tienen una consistencia interna demasiado baja (alfa < 0,60). Además, a pesar de que la consistencia interna del factor 4 es muy aceptable (0,82), la dimensión que representa no tiene el interés conceptual de las restantes: no parece que hacer o no la comida y la compra sean determinantes para los hábitos alimentarios de las personas; y, en el caso de que lo fueran, no se trata de algo que pueda modificarse fácilmente como ocurre con otros hábitos (como evitar cierto tipo de alimentos, seguir algunas recomendaciones dietéticas, hacer ejercicio físico, etc.). Los cinco factores resultantes han sido: (F1) contenido energético o calórico de la dieta (CC); (F2) ejercicio físico (EF); (F3) alimentación saludable (AS); (F5) consumo de alcohol (CA) y (F8) bienestar psicológico (BP).

Conviene señalar que, dada la naturaleza de los factores obtenidos, la solución ortogonal parece razonable; hacer una dieta sana, por ejemplo, no tiene por qué estar relacionado con hacer ejercicio, o con tomar alcohol; etc. Sin embargo, al aplicar una rotación oblicua a la solución factorial (oblimín directo) se han obtenido idénticos resultados, lo que refuerza la estructura de la dimensionalidad final.

La consistencia interna de cada una de las subescalas del cuestionario final se ha valorado con una muestra distinta de sujetos obesos. Además, se ha estudiado la posibilidad de aumentar la consistencia interna de cada subescala eliminando alguna de las 24 preguntas del cuestionario depurado, lo que ha permitido depurar dos preguntas de la subescala más numerosa sin modificar su consistencia interna. Los índices de fiabilidad obtenidos alcanzan valores que van desde aceptables (0,65) a muy buenos (0,92). Al igual que ya había ocurrido en la fase preliminar, la subescala consumo de alcohol ha sido la que ha arrojado un índice más bajo. A pesar de haber reformulado las preguntas de esta subescala buscando mejorar su fiabilidad, el valor del índice alfa es igual al obtenido en la fase previa. Probablemente, con preguntas referidas al consumo de alcohol no sea posible encontrar toda la sinceridad deseable en los sujetos (debido, quizá, al rechazo social que suscitan este tipo de conductas). El resto de subescalas muestra una consistencia interna más que aceptable, sobre todo, teniendo en cuenta que el número de preguntas de que constan es bastante reducido (particularmente en lo relativo a las subescalas CA, EF y BP).

Por otra parte, en lo referente a las relaciones entre la puntuación final del cuestionario y las de las subescalas, exceptuando la subescala consumo de alcohol, todas las subescalas correlacionan entre sí de forma significativa; lo que podría indicar que todas las subescalas apuntan en la misma dirección.

En el análisis de la consistencia temporal se han detectado correlaciones significativas entre las puntuaciones obtenidas en la administración test-retest, lo que constituye un buen indicador de la estabilidad de las mediciones y de la capacidad del cuestionario para evaluar sistemáticamente el mismo tipo de constructos.

En el análisis de validez de constructo se ha utilizado un análisis factorial con extracción por factorización del eje principal y rotación oblicua por considerar que las dimensiones podrían estar relacionadas. El alto porcentaje de la variabilidad explicada por las cinco dimensiones así como la reproducción de la estructura factorial, exacta en 3 factores y con ligeras modificaciones en 2 factores, permiten afirmar que la estructura factorial encontrada es consistente. En lo esencial, la estructura se ha vuelto a reproducir utilizando una muestra distinta de personas, por lo que podemos afirmar que las cinco subescalas del cuestionario poseen una elevada validez de constructo.

Así pues, se detectan tres dimensiones claramente definidas y dos con límites algo más confusos pero que aparecen insistentemente. A partir de las preguntas que agrupa cada una de ellas (tabla III), estas cinco dimensiones pueden quedar caracterizadas de la siguiente manera:

1. Contenido calórico de la dieta (CC): recoge, básicamente, la preocupación por el contenido energético o calórico de la dieta. Probablemente, esta dimensión recoge el tipo de conductas propias de una persona con sobrepeso que ha recibido instrucciones sobre algún tipo de dieta alimenticia: vigilar las calorías que se consumen, tomar raciones pequeñas, esperar unos minutos antes de tomar algo que apetece, etc.

2. Comer por bienestar psicológico (BP): incluye afirmaciones que relacionan la comida con el alivio de algún tipo de malestar psicológico (desánimo, aburrimiento, ansiedad).

3. Ejercicio físico (EF): se refiere a la práctica habitual o sistemática (incluso programada) de ejercicio físico.

4. Alimentación saludable (AS): agrupa afirmaciones relacionadas con el tipo de alimentos (y la forma de prepararlos) que toma una persona preocupada por mantener una alimentación saludable. Probablemente, esta dimensión recoge el tipo de conductas que lleva a cabo una persona sin problemas de sobrepeso pero interesada en cuidar la alimentación: tomar verdura y alimentos frescos, no abusar de los fritos y de las grasas, etc.

5. Consumo de alcohol (CA): refleja la frecuencia con la que se toman bebidas con contenido alcohólico.

Los resultados del análisis de la validez de contenido coinciden con los resultados del análisis de la validez de constructo. De hecho, las valoraciones de los jueces permiten agrupar las 22 preguntas del cuestionario final exactamente de la misma manera que el análisis factorial. Lo cual contribuye a reforzar la validez del cuestionario.

Por último, en lo referente a la validez discriminativa, los resultados de las comparaciones entre los grupos que han recibido tratamiento y los que no, permiten afirmar que el presente cuestionario es capaz de diferenciar entre los sujetos que siguen algún programa de adelgazamiento (puntúan sistemáticamente más alto) y los que no siguen ningún tipo de tratamiento.

Teniendo en cuenta que el tratamiento de la obesidad requiere, según se ha señalado ya, un abordaje integral, el cuestionario propuesto se perfila como una herramienta de especial utilidad (y con excelentes propiedades métricas) para valorar si los pacientes modifican eficazmente sus hábitos de conducta durante el tratamiento para perder peso.

Agradecimiento

Los autores desean agradecer a los Dres. Emilio Moreno y Rosa Domínguez su colaboración en el diseño y desarrollo del estudio. El trabajo de campo con pacientes fue realizado por los siguientes investigadores: Diego Bellido (Hospital Naval, el Ferrol, La Coruña), Xavier Formiguera (Hospital Germáns Trías i Pujol, Badalona, Barcelona), José Luis Griera (Hospital Virgen Macarena, Sevilla), Esteban Jódar (Hospital 12 de Octubre, Madrid), Francisco Javier Tébar (Hospital Virgen de la Arrixaca, Murcia) y Manuel Zúñiga (Hospital Marqués de Valdecilla, Santander).

El presente trabajo ha sido financiado por Abbott Laboratories S.A.

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