En el diario el Espectador (Colombia) se publicó el 9 de diciembre de 2021, como una columna de opinión, una versión con algunos apartes (adaptado a público general) del contenido de esta Editorial. “Plan alimentario saludable, una tarea nada fácil de seguir”. En: https://www.elespectador.com/salud/plan-alimentario-saludable-una-tarea-nada-facil-de-seguir/)
Objetivos de desarrollo sostenible (ODS): ODS-3 - Meta 3.4 - Enfermedades no transmissibles
En 2015, la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, ruta para que los países y sociedades transiten hacia una mejor vida para todos, sin dejar a nadie atrás. La Agenda define 17 ODS, que van desde la erradicación de la pobreza hasta contrarrestar el cambio climático. En el área de la salud, el ODS-3 establece “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades” y como meta 3.4 “reducir en un 33% la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles” (crónicas), mediante la prevención y tratamiento, acompañadas de la promoción de la salud y el bienestar de toda la población1,2.
Las enfermedades no transmisibles-ENT corresponden a 5 problemas de salud crónicos (enfermedad cardiovascular-ECV, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas, diabetes y otras, incluyendo salud mental y bienestar). Estos problemas de salud son responsables de la mayor carga de morbimortalidad mundial, en especial la ECV. Además, comparten, como factores de riesgo, condiciones genéticas, ambientales (polución/contaminación), fisiológicas/biológicas (hipertensión arterial, hiperglucemia e hipercolesterolemia) y comportamentales/conductuales (tabaquismo, alimentación no-saludable, sedentarismo/inactividad física y consumo excesivo de alcohol)1. Por ello, las actividades de promoción y prevención, orientadas a controlar dichos factores, generan un efecto notorio en la morbimortalidad por ECV y, por las ENT, en general. En este contexto, las intervenciones dirigidas a toda la población (prevención primordial), para reducir la exposición y efecto de dichos factores de riesgo, son costo/efectivas, principalmente cuando se implementan de forma precoz (idealmente, desde la infancia)3.
Las ECV incluyen más de diez condiciones de salud, entre ellas: a) Síndromes isquémicos agudos, de etiología ateroesclerótica (ECV-AS), como el síndrome coronario agudo y el accidente cerebrovascular; y b) enfermedades crónicas, como la insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular. En conjunto, las EVC generan un 33% de la mortalidad mundial y un 50% de la mortalidad por ENT. Por ello, tienen un impacto socio-sanitario notorio, especialmente en países de ingresos bajos/medios, lo cual determina una carga de morbimortalidad alta, en términos de años de vida ajustados por discapacidad y una menor esperanza de vida4.
El mecanismo patológico de la ECV-AS es la ateroesclerosis, proceso caracterizado por ser inflamatorio y sistémico (todos los vasos del organismo), tener un inicio precoz (desde la infancia) y evolucionar, de forma asintomática (subclínica), acorde con la magnitud y tiempo de exposición a los factores de riesgo3,5. Por ello, las acciones de promoción (primordial) y prevención primaria, orientados a desarrollar y mantener una buena salud cardiovascular resultan de valor alto y requiere de la implementación de estrategias que la favorezcan.
Salud cardiovascular: Concepto y variables (métricas) que la definen
La salud cardiovascular (CV) está determinada por 7 métricas (variables) modificables o controlables: 4 asociadas a estilos/hábitos de vida (actividad física, índice de masa corporal, plan alimentario y tabaquismo) y 3 factores de RCV mayores (presión arterial, colesterol total y glucemia en ayunas)6. De forma general, acorde con umbrales definidos, cada una de dichas métricas se clasifica y se le asigna una puntuación de DOS (ideal: niveles óptimos), UNO (intermedia: Tratada y controlada, o no tratada/elevada), o CERO (pobre: No controlada); generando un puntaje global entre 0 a 14 puntos y, con ello, la valoración de la salud CV como: Alta (12-14 puntos); media (8-11 puntos) o baja (0-7 puntos)6-8. (Ver tabla 1).
Variable (puntos) | Ideal (2) | Intermedia (1) | Pobre (0) |
---|---|---|---|
Plan alimentario (porciones de frutas/verduras al día) | >5 | 2-4 | 0-1 |
Actividad física (minutos por semana de actividad física moderada a vigorosa) | ≥150 | >0 pero <150 | 0 |
Cigarrillo/tabaquismo | Nunca o abandonó el hábito de fumar hace >12 meses | Anteriormente, abandonó hace ≤12 meses | Fumador actual |
Índice de masas corporal (peso/altura) kg/m2 | <25 | 25-29,9 | >30 |
Presión arterial (sistólica/diastólica) mmHg | <120/<80 | Sistólica 120-139 o diastólica 80-89 o <120/<80 con tratamiento | Sistólica ≥ 140 o diastólica ≥90 |
Colesterol total mg/dL | <200 sin tratamiento | 200-239 o <200 con tratamiento | ≥240 |
Glucemia en ayunas mg/dL | <100 sin tratamiento | 100-125 o <100 con tratamiento | ≥126 |
Desde una perspectiva práctica y sencilla, existe una propuesta simplificada y validada, para valorar y definir la salud CV, Fuster-BEWAT, por el acrónimo formado por las iniciales, en inglés, de las 5 métricas incluidas8 (Ver tabla 2).
Variable (puntos) | 3 | 2 | 1 | 0 |
---|---|---|---|---|
B (Blod pressure): Presión arterial mmHg | <120/<80 | Sistólica 120-199 o diastólica 80-84 | Sistólica 130-139 y/o diastólica 85-89 | Sistólica ≥ 140 o diastólica ≥90 |
E (Exercise): Actividad física, minutos por semana de actividad de ocio moderada a vigorosa | ≥150 | 75-149 | 74 -11 | <10 |
W (Weight): Índice de masas corporal kg/m2 | <25 | N/A | 25-29,9 | >30 |
A (Alimentation): Plan alimentario (porciones de fruta y vegetales/día) | >5 | 3-4 | 1-2 | <1 |
T (Tobacco): Paquetes de cigarrillos/tabaquismo al día | No-fumador (nunca o dejó de fumar hace más de 12 meses) | N/A | <1 | >1 |
Estas 5 métricas, de forma dicotómica, se pueden considerar como positivas (valores asociadas a los valores que puntúan 3) o negativas (valores 0, 1 y 2) de la tabla 2. Con ello, si se le asigna UNO (métrica positiva) o CERO PUNTOS (métrica negativa), se genera un resultado total de 0 a 5 puntos; y la persona puede establecer su salud CV como: Óptima (ideal): 4-5 puntos; intermedia: 2-3 puntos, o baja: 0-1 punto.
Por ser un método práctico, sencillo y validado, para valorar y seguir su salud CV, la persona podría utilizar el método simplificado FUSTER-BAWET8, buscando mantener o, en caso de ser necesario, lograr los cambios necesarios para alcanzar una puntuación positiva en cada una de las 5 métricas y, con ello, una salud CV optima/ideal (4 o 5 puntos).
Retos/desafíos con el logro y conservación de salud cardiovascular desde edades tempranas (escolar)
La salud CV requiere alcanzar hábitos y estilos de vida saludables, desde edades tempranas (infancia y adolescencia) y, con ello, prevenir forma subclínica y clínica de la ECV; lo cual se convierte en uno de los objetivos fundamentales de los programas de información y educación para la salud9. En este marco, se considera que la salud CV es un concepto clave para evaluar la población; y sus métricas se asocian, de forma inversa, con una menor incidencia y mortalidad CV y por todas las ENT. Por tanto, es un concepto que se puede utilizar para seguir la salud de la población a lo largo del tiempo.
Viabilidad de alcanzar las metas asociadas a las métricas que determinan la salud cardiovascular
En general, de las 5 métricas que definen la salud cardiovascular, el consumo diario de 5 o más porciones de frutas a verduras al día podría ser uno o el más complejo de alcanzar en la rutina habitual de las personas. Situación atribuible a la frecuencia diaria (5 veces: desayuno, media mañana, comida, algo y cena) y posibles limitaciones de acceso y disponibilidad para su consumo en la vida cotidiana. De forma global, La Organización Mundial de la Salud-OMS recomienda el consumo mínimo de 400 gramos de frutas y verduras diarios (cinco porciones de 80 gramos cada una) (10), equivalente a una taza de frutas o verduras crudas y cortadas (similar al tamaño de una pelota de béisbol).
Acceso, disponibilidad y logro de la métrica relacionada con la porción de frutas y verduras al día: reto para la alimentación saludable
En el ámbito internacional, debido al efecto positivo, del consumo diario mínimo de 400 gramos o de 5 porciones de 80 gramos de frutas y verduras al día, en la reducción de la morbimortalidad por ENT (en especial ECV, diabetes y cáncer), diferentes organizaciones multilaterales han liderado iniciativas para favorecer la adopción y seguimiento de esta práctica. Por ejemplo, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2021 como el año internacional de las frutas y verduras, responsabilidad que ha cumplido la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), motivando a la comunidad internacional a emprender acciones/intervenciones, orientadas a promover una mayor producción y consumo de frutas y verduras, y a optimizar su productividad10. En este contexto, es necesario explorar opciones que contribuyan con esta meta mundial, en especial en regiones o poblaciones con limitaciones para el consumo de los 400 gramos de frutas/verduras diarias.
Desde el punto de vista científico/tecnológico, especialmente para las ciencias farmacéuticas y alimentarias, resulta esencial buscar opciones que favorezcan la disponibilidad y acceso a las 5 porciones de frutas y verduras, en paquetes unitarios de una porción, fáciles de almacenar, trasportar, distribuir y utilizar. En este sentido, la incorporación de la cantidad y calidad equivalente de la porción, mínimamente elaborados, en sobres con la porción, (listos para ser dispuestos y consumidos) es una opción. Este reto podría perfilarse como desafío tecnológico, avanzando en la definición de la forma más adecuada de incorporación y presentación de la porción individual, la cual debe garantizar la cantidad, calidad, gusto, aceptación, conservación y costo asequible del producto. Desde una perspectiva de salud pública, el logro de este reto/desafío es una forma de contribuir a la salud CV y, con ello, con la prevención de la ECV y las ENT, de forma general. En todo caso, se debe buscar que el consumo de frutas y verduras sea natural (crudas); reservando este tipo opciones para los casos que exista limitaciones para ello.
En definitiva, todos tenemos el deber de lograr y mantener las 5 métricas de salud CV; además, todos podemos contribuir con políticas, prácticas e intervenciones efectivas, orientadas a favorecer, desde edades tempranas-escolares, conductas que aporten a la salud CV, entre ellas: Plan alimentario saludable, actividad física/ejercicio habitual y evitar, tanto el tabaquismo como el sobrepeso/obesidad.