INTRODUCCIÓN
Los primeros casos de la enfermedad COVID-19, producida por el coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave 2 (SARS-CoV-2) fueron descritos en la ciudad de Wuham (República Popular de China) a finales de diciembre de 2019, extendiéndose posteriormente a otras zonas de Asia y finalmente por todo el mundo, siendo declarada por la OMS como una emergencia de salud pública internacional en febrero de 2020, y como pandemia el 11 marzo.
Uno de los aspectos de mayor trascendencia en el manejo de la pandemia de COVID-19 es la realización de un diagnóstico lo más temprano y fiable posible. La técnica que ofrece una mayor sensibilidad en el diagnóstico de la infección provocada SARS-CoV-2, es la toma de muestras con hisopo de la nasofaringe para estudio mediante RT-PCR (reverse transcription polymerase chain reaction) y detección posterior del ARN viral. Su sensibilidad oscila entre el 56 y el 83% dependiendo de la fase de la enfermedad en la que sea recogida la muestra (muy relacionada con la carga viral), severidad de cuadro clínico, técnica empleada, manipulación posterior y la propia técnica de RTPCR [1]. Por otra parte, esta técnica tiene muy pocos falsos positivos (especificidad de un 99%) [1]. Otros tipos de muestras como las de origen orofaríngeo ofrecen una sensibilidad mucho menor [2].
La toma de muestras de nasofaringe para estudio de RT-PCR puede ser utilizada tanto en niños como en adultos, aunque en los primeros no está estudiada su sensibilidad real y presenta con más frecuencia falsos negativos.
Por otra parte, la toma de muestras de nasofaringe con hisopo también es útil para detectar otros virus respiratorios e incluso algunas bacterias [3].
El objetivo de nuestro trabajo es describir de una forma detallada, los aspectos más relevantes de la toma de muestras de nasofaringe mediante hisopo para estandarizar la recogida de muestras entre diferentes centros sanitarios.
MATERIAL Y MÉTODO
Se describen los diferentes pasos a seguir para realizar una toma de muestras de nasofaringe, adecuada y segura, para el diagnóstico de COVID-19, evitando riesgo de contagio para el personal que realiza el proceso, condiciones necesarias para su realización, técnica a realizar y manipulación posterior de la muestra.
RESULTADOS/DISCUSIÓN
Selección de pacientes para la toma de muestras nasofaríngeas.
Aunque son escasas las contraindicaciones para la recogida de muestras nasofaríngeas con hisopo, se debe evitar en pacientes con epistaxis frecuentes por presentar una telangiectasia hemorrágica hereditaria y en pacientes con coagulopatías con antecedentes de sangrados nasales severos previos [4]. En estos pacientes es recomendable la toma de muestras orofaríngeas mediante hisopo o por autoextracción [5]. Además, se debe tener cuidado si hay antecedente de traumatismos nasales o cirugía reciente [6]. En pacientes con antecedentes de obstrucción nasal severa puede ser complicado completar el procedimiento adecuadamente y en niños puede ser complicado realizar el procedimiento por mala colaboración.
Material necesario
Para su realización se precisa:
Los hisopos nasofaríngeos que están fabricados específicamente para tener ejes largos y flexibles hechos de plástico o metal y puntas de poliéster, rayón o nylon rebobinado (Figura 1).
Medio de transporte adecuado donde depositar la muestra de forma hermética. En muchos casos se disponen de kits especialmente preparados que incluyen tanto el hisopo como el medio de transporte.
Equipo de protección individual (EPI), que incluya una bata y gorro impermeable, guantes no estériles, gafas de adaptación hermética a la car y pantalla de protección facial. Es preciso conocer de antemano como colocarse y quitarse el EPI de forma segura.
Etiquetado de los tubos y preparación de volantes de petición
Antes de inicio del procedimiento hay que asegurarse de que todos los tubos de muestra se han etiquetado y que los formularios de solicitud adecuados se han rellenado antes de iniciar el procedimiento.
Colocación del EPI
Dado que es un procedimiento de alto riesgo porque podemos provocar que el paciente tosa o estornude durante la realización de este, con la consecuente aerosolización, es muy importante realizar la técnica con un EPI adecuado. Si es posible, debe ponerse y quitarse el EPI en presencia de un observador para asegurarse de que no haya roturas en la técnica que puedan suponer un riesgo de contaminación. Se deben seguir las normas de la institución para la que trabaja.
Instrucciones al paciente
Se invita a sentarse al paciente en el lugar de la toma de la muestra y se le informa en que consiste el procedimiento comentándole que es algo molesto e incluso, a veces doloroso. Ocasionalmente puede presentar sangrado después de la realización de este.
Posteriormente se pide al paciente que se baje la mascarilla lo justo para dejar las fosas nasales al descubierto.
Procedimiento
El objetivo del procedimiento es obtener células superficiales del epitelio respiratorio que presenten el virus, y aunque las secreciones pueden interferir con la toma de la muestra, hay que ser muy cautos a la hora de recomendar al paciente sonarse la nariz. Si es necesario hacer esto porque el paciente tiene abundante secreción nasal, es recomendable hacerlo en un lugar diferente al de la toma de muestra para no exponer al personal sanitario. Se retira el hisopo del embalaje y se inclina ligeramente la cabeza del paciente hacia atrás, de modo que las fosas nasales sean más accesibles. El sanitario que toma la muestra se debe colocar algo lateral al paciente por razones de seguridad en caso de que el paciente tosa o estornude. Se le pregunta al paciente si tiene una fosa nasal por la que respira mejor y se intenta primero por ese lado. Puede ser útil tirar un poco de la punta nasal hacia arriba con la otra mano. Se inserta suavemente el hisopo por el suelo de la fosa nasal, intentado mantener el hisopo recto sin lateralizarse, apuntando hacia la parte superior del pabellón auricular (más o menos la parte más anterior del hélix) (Figura 2). Si vemos que el hisopo entra adecuadamente sin resistencia los primeros 5 o 6 cm, quiere decir que estamos realizando adecuadamente el procedimiento. Cuando encontramos una resistencia que quiere decir que hemos llegado a la nasofaringe (Figura 3). En ese momento procedemos a girar durante 1015 segundos el hisopo para asegurarnos de obtener una buena muestra. Posteriormente se retira suavemente al mismo tiempo que lo giramos para recoger más muestra. Si al comenzar la introducción del hisopo, a los 2-3 cm notamos resistencia al paso del mismo retrocederemos un poco buscando un paso diferente y en caso de no conseguir pasar sin hacer fuerza, lo intentaremos por la otra fosa. Nos aseguraremos de que nos mantenemos paralelos al tabique nasal sin desviarnos y con dirección a la zona del pabellón comentada. El hisopo debe alcanzar una profundidad variable según las características del paciente (alrededor de 7-10 cm). En la siguiente dirección de YouTube se describe la técnica comentada. https://www.youtube.com/watch?v=DVJN WefmHjE [7].
Tras la toma de muestra el paciente debe colocarse bien la mascarilla.
Retirada del EPI
Para la retirada el EPI siga las instrucciones de la institución en la que trabaja. Es recomendable ser ayudado/a por otra persona.
Manipulación de la muestra y traslado al laboratorio
Posteriormente se abre el tubo de recogida y se inserta el hisopo en el mismo con el medio de transporte especial para virus. Si el hisopo viene preparado en kit standard se procede a romperle por la ranura preparada para ello y se descarta lo que queda del mismo. Se cierra el tubo de recogida etiquetado y se coloca en una bolsa de riesgo biológico. Conviene enviar lo antes posible la muestra para estudio al laboratorio o en su defecto almancenarla en el refrigerador [8].
La correcta manipulación de la muestra durante el transporte al laboratorio es esencial. Las muestras deben ser entregadas rápidamente al laboratorio para ser almacenadas a temperaturas entre 2 y 8 grados. Los medios de transporte de virus ayudan a preservar las muestras en condiciones en caso de retraso de llegada al mismo. Si puede haber retrasos en la entrega al laboratorio es necesario congelarlos a menos 20 grados centígrados e idealmente a menos 70, y enviado posteriormente en hielo seco si se esperan nuevos retrasos. Es importante evitar episodios repetidos de congelado y descongelado [9]. El transporte de la muestra debe seguir las normas de transporte españolas para traslado de muestras biológicas de riesgo.
Hay que asegurar una buena comunicación con el laboratorio y proporcionar toda la información necesaria. Hay que avisar antes del envío de muestras para asegurarse una adecuada capacidad de manejo de estas, que deben estar correctamente etiquetadas con la información del paciente y su volante de petición.
CONCLUSIONES
Dado que la sensibilidad de las muestras nasofaríngeas para diagnóstico de COVID-19 depende en gran parte de una adecuada técnica, es muy importante la formación adecuada del personal implicado en la recogida de esta. La persona formada a tal efecto debe conocer el objetivo claro de la misma, como se debe poner y quitar el EPI, conocer cómo se realiza la técnica y como se manipula la muestra.
A pesar de ser el gold standard, la toma de muestra nasofaringe, es importante tener en cuenta que ante un paciente con alta sospecha clínica de COVID-19 la presencia de una prueba negativa debe ser valorado con mucha cautela y es necesario repetir la prueba posteriormente o ser complementada, según la fase de la enfermedad, con test serológicos.