Mi SciELO
Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Citado por Google
- Similares en SciELO
- Similares en Google
Compartir
Revista de Diagnóstico Biológico
versión impresa ISSN 0034-7973
Rev Diagn Biol vol.50 no.4 oct./dic. 2001
ORIGINALES
Evaluación del medio de Stonebrink para la recuperación de micobacterias
A. Sepúlveda, P. García-Martos, M.J. Rodríguez, A. Márquez, J.L. Puerto, A. Saldarreaga.
Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Puerta del Mar. Cádiz.
Palabras clave: Löwenstein-Jensen, Löwenstein-Jensen piruvato, Mycobacterium, tuberculosis.
Key Words: Löwenstein-Jensen, Löwenstein-Jensen piruvate, Mycobacterium, tuberculosis.
Resumen
Analizamos el índice de recuperación y el tiempo de detección de micobacterias a partir de muestras clínicas empleando dos medios de cultivo sólidos con base de huevo, durante un período de cuatro años (1997-2000). Un total de 7.806 muestras fueron inoculadas en medio de Löwenstein-Jensen y medio de Stonebrink (Löwenstein-Jensen con piruvato sódico), de las cuales 294 mostraron cultivo positivo para micobacterias. Un 70,4% de las micobacterias fueron aisladas en ambos medios; un 16,7% solamente en el medio de Löwenstein-Jensen, todas Mycobacterium tuberculosis; y otro 12,9% sólo en el medio de Stonebrink (23 M. tuberculosis, 8 M. bovis, 5 M. avium, 1 M. fortuitum, y 1 M. gordonae). El tiempo requerido por M. tuberculosis para crecer en el medio de Löwenstein-Jensen fue significativamente mayor que en el medio de Stonebrink. Este último medio fue más eficaz para la recuperación de M. tuberculosis a partir de muestras con escasa concentración bacilar. El empleo de la combinación de ambos medios incrementa sustancialmente el diagnóstico microbiológico de las infecciones por micobacterias.
Summary
The rate of recovery and time to detection of mycobacteria from clinical specimens were analysed using two solid egg-based culture media during a four years period (1997-2000). A total of 7,806 samples were inoculated on Löwenstein-Jensen and Stonebrink (Löwenstein-Jensen with sodium pyruvate) media, of which 294 showed positive culture for mycobacteria. A 70.4% of mycobacteria were isolated from both media; a 16.7% only from Löwenstein-Jensen medium, all them Mycobacterium tuberculosis; and another 12.9% only from Stonebrink medium (23 M. tuberculosis, 8 M. bovis, 5 M. avium, 1 M. fortuitum, and 1 M. gordonae). The time required for M. tuberculosis to grow on Löwenstein-Jensen medium was significantly greater than the time required to grow on Stonebrink medium. This last medium was more efficient for M. tuberculosis recovering from samples with low concentration of bacilli. The use of a combination of both media substantially increased the microbiological diagnosis of mycobacterium infections.
Recibido: 24-III-01
Aceptado: 9-VIII-01
Correspondencia: Antonio Sepúlveda Toscano.
Servicio de Microbiología. Hospital Puerta del Mar
Avda. Ana de Viya, 21
11009 Cádiz
Introducción
Actualmente, para el diagnóstico de tuberculosis se emplean en la rutina del laboratorio dos métodos de detección de micobacterias en muestras clínicas: la tinción y el cultivo, pues las técnicas de biología molecular no están al alcance de cualquier laboratorio1.
La observación de preparaciones teñidas por el método de Ziehl-Neelsen y/o fluorescencia con auramina es un método rápido y de bajo coste pero adolece de falta de sensibilidad, siendo casi siempre obligado el cultivo2,3. Éste se realiza en medios selectivos tanto líquidos (Proskauer-Beck, Sauton, Sula, Dubos, Middlebroock 7H9) como sólidos, con huevo (Löwenstein-Jensen, Petragnani, Coletsos), los más utilizados, y con agar (Dubos, Middlebroock 7H10, Middlebroock 7H11)4,5. En los últimos años se ha impuesto el medio líquido de Middlebroock para el diagnóstico rápido automatizado, existiendo en el mercado diversos sistemas comerciales de buen rendimiento: BACTEC, MGIT, MB/Bact, ESP6-9. Los sistemas radiométricos basados en el empleo de isótopos están en desuso en la actualidad10, así como el sistema bifásico MB-Septi-Chek11 y la técnica de lisis centrifugación12.
Aunque el empleo de los sistemas automatizados con medios líquidos se ha generalizado en la práctica del laboratorio de mi crobiología por su rapidez y mayor índice de recuperacón de micobacterias, debido a ciertos inconvenientes que presentan, principalmente la contaminación de los medios, no se aconseja prescindir aún de los medios sólidos si se quiere lograr un mejor diagnóstico de las micobacteriosis. El medio de Löwenstein-Jensen sigue siendo el de referencia para la valoración de los nuevos sistemas comerciales y se utiliza rutinariamente para el aislamiento de micobacterias de importancia clínica. No obstante, su rendimiento no siempre es óptimo, y así es frecuente la pérdida de Mycobacterium bovis, que crece mal o tardíamente en este medio, e incluso de cepas disgónicas de Mycobacterium tuberculosis. Para solucionar estos inconvenientes fueron diseñados medios complementarios que incrementan el rendimiento del medio de Löwenstein-Jensen al inocularlos en paralelo. Uno de éstos es el medio de Löwenstein-Jensen suplementado con piruvato sódico o medio de Stonebrink, empleado en algunos laboratorios13-15.
En el presente trabajo se evalúa la utilidad del medio de Stonebrink en relación con el de Löwenstein-Jensen, con el fin de aconsejar uno u otro medio para su empleo en paralelo con los medios líquidos de los sistemas automatizados.
Material y Métodos
Durante un período de cuatro años (1997-2000) se analizó un total de 7.806 muestras procedentes de pacientes atendidos en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, con sospecha de tuberculosis o micobacteriosis. Las muestras se procesaron para cultivo previa descontaminación por el método de Tacquet y Tison, inoculando en paralelo, del mismo modo y a igual concentración (2-3 ml del sedimento), un tubo con medio de Löwenstein-Jensen (LJ) (Difco) y otro de Löwenstein-Jensen suplementado con piruvato sódico o medio de Stonebrink (ST) (Difco) por muestra. Los cultivos se incubaron en estufa a 35ºC, en posición horizontal y atmósfera ambiente, durante 8 semanas antes de descartarlos como negativos, realizando lectura para detección de crecimiento dos veces por semana.
De todos los cultivos positivos fueron registrados los datos referentes al tiempo de crecimiento en días y el número de colonias, en cada medio de cultivo. Simultáneamente se identificó en estas muestras la procedencia anatómica y la especie de micobacteria aislada.
Resultados
De las 7.806 muestras estudiadas, 294 (3,8 %) tuvieron cultivo positivo para micobacterias. Las localizaciones anatómicas de estas muestras fueron: 222 secreciones respiratorias, 31 orinas, 9 pus de abscesos, 9 líquidos pleurales, 8 aspirados gástricos, 7 líquidos cafalorraquídeos, 4 líquidos pericárdicos, 1 biopsia pleural, 1 médula osea y 1 líquido ascítico.
Las especies de micobacterias aisladas en estas muestras fueron: 267 (90,8%) M. tuberculosis, 9 (3,1%) M. bovis, 8 (2,7%) M. avium, 6 (2,0%) M. fortuitum, 3 (1,0%) M.gordonae y 1 (0,3%) M. kansasii.
De los 294 cultivos positivos, 207 (70,4%) lo fueron en los dos medios ensayados (LJ + ST), 49 (16,7 %) sólo en medio LJ y 38 (12,9%) en medio ST. El índice de sensibilidad asociado a cada uno de los medios fue del 87,1% para LJ y 83,3% para ST. Un 29,0 % de las muestras con cultivo positivo en LJ + ST presentaron negatividad en la tinción de Ziehl-Neelsen/auramina; la tinción fue negativa también para un 55,3% de las muestras con crecimiento sólo en LJ y para un 79,6% de las crecidas en ST.
En a la tabla I se expresan las características de crecimiento de aquellas muestras que sólo crecieron en uno de los dos medios ensayados (LJ o ST).
En el medio LJ sólo creció M. tuberculosis, mientras que en el medio ST crecieron además 8 cepas de M. bovis, 5 de M. avium, 1 de M. fortuitum y 1 de M. gordonae. Un 81,6% de las cepas de M. tuberculosis creció entre 25 y 40 días en el medio LJ, frente a un 28,9% en el medio ST, ya que de las 23 cepas que crecieron en este intervalo de tiempo en ST, 8 eran M. bovis y 4 M. avium.
El 91,9% de las cepas de M. tuberculosis crecidas en LJ presentaron un número de colonias inferior a 10, frente a un 100% de las crecidas en ST.
Discusión
El rendimiento del cultivo para el diagnóstico de infección por micobacterias suele ser excelente cuando existe una fundada sospecha clínica basada en la sintomatología del paciente y exploraciones complementarias, principalmente reacción de Mantoux, radiología de tórax y datos analíticos. Sin embargo, en nuestra casuística observamos que en nuestra área sanitaria se solicita la investigación de micobacterias con cierta falta de criterio, ya que el índice de positividad del cultivo (3,8%) es bastante bajo. Las secreciones respiratorias y la orina son las muestras en las que se recupera un mayor número de micobacterias, resultados previsibles por ser éstas las muestras que se procesan con más frecuencia.
Mycobacterium tuberculosis es la especie mayormente implicada en las infecciones por micobacterias, hecho relacionado con la mayor incidencia de tuberculosis pulmonar frente a otras formas clínicas. Los aislamientos de M. bovis correspondían a pacientes inmunodeprimidos con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)16, a excepción de 2 casos registrados en pacientes con neoplasias. M. avium se aisló exclusivamente en pacientes VIH con infección diseminada17.
A pesar de los avances metodológicos para la detección e identificación de micobacterias directamente en las muestras clínicas, las técnicas clásicas de tinción y cultivo siguen siendo de gran utilidad para el diagnóstico y hasta la fecha no está justificado su abandono. Diversas técnicas de biología molecular basadas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), transcriptasa inversa (TAM), Q-beta-replicasa y reacción en cadena de la ligasa (LCR) se han ensayado pero su utilidad real está aún por dilucidar18-21.
El uso de medios líquidos para el diagnóstico de la tuberculosis, en comparación con los medios sólidos, ha supuesto una indudable mejora en la rapidez de detección de micobacterias, así como una mayor recuperación de las mismas acortando notablemente el tiempo en establecer un diagnóstico microbiológico. Los sistemas comerciales automatizados, a su vez, facilitan el procesamiento de las muestras y la lectura de resultados, permitiendo incluso la realización de antibiograma6-9,22,23. El mayor inconveniente de estos sistemas radica en el alto índice de contaminación que soportan estos medios, lo cual obliga a utilizar en paralelo medios sólidos que minimicen en alguna medida este problema24.
La adición de piruvato sódico al medio de LJ en cantidad suficiente para obtener una concentración final del 0,5% ha demostrado ser efectiva para la recuperación de cepas disgónicas o multirresistentes de M. tuberculosis, M. avium, M. malmoense y, sobre todo, de M. bovis13,25-29. En presencia de piruvato las cepas de M. bovis adquieren la capacidad de utilizar el glicerol y la glucosa para presentar un crecimiento eugónico. Sin embargo el piruvato sódico puede perjudicar la recuperación de M. kansasii30. Mycobactyerium avium puede aislarse en LJ, pero el crecimiento puede potenciarse añadiendo al medio piruvato o glicerol y ajustando el pH a 6; el glicerol, aunque estimula el crecimiento de casi todas las especies de micobacterias, puede perjudicar el crecimiento de M.bovis e incluso inhibirlo29.
Según nuestros resultados, el uso del medio ST con piruvato permitió recuperar hasta un 8,6 % de las cepas de M. tuberculosis, la mayoría de las cepas de M. bovis y más de la mitad de las de M. avium. Estos datos sugieren la utilidad de este medio para su empleo junto al LJ, ya que su exclusión hubiera impedido el diagnóstico de un significativo número de pacientes con tuberculosis o infección diseminada y la detección de tuberculosis por M. bovis en pacientes VIH, en los cuales el pronóstico es muy malo por ser este microorganismo multirresistente a los tuberculostáticos de uso habitual31.
El tiempo medio de crecimiento en ambos medios es similar para el conjunto de las especies, con una notable diferencia en días a favor del medio suplementado con piruvato, circunstancia asociada con la mayor riqueza de este medio. En el caso de M. tuberculosis, el tiempo de crecimiento en el medio con piruvato es significativamente inferior. El medio de Stonebrink se muestra también más idóneo para recuperar M. tuberculosis cuando las muestras son paucibacilares.
De acuerdo con nuestros resultados parecería aconsejable el empleo del medio de Stonebrink en sustitución del de Löwenstein-Jensen cuando solamente existiera la posibilidad de utilizar un medio sólido. Sin embargo, dado que la presencia de piruvato inhibe o dificulta el crecimiento de algunas cepas de micobacterias no tuberculosas, la utilización exclusiva del medio de Stonebrink no se aconseja. Siempre deberá emplearse en paralelo con el medio de Löwenstein-Jensen.
Bibliografía
1. Westwood SA. Diagnostic mycobacteriology: currents challenges and technologies. Lab Med 1993; 24: 357-361. [ Links ]
2. Strumpf IJ, Tsang AY, Sayre JW. Reevaluation of sputum staining for the diagnosis of pulmonary tuberculosis. Am Rev Resp 1979; 119: 599-602. [ Links ]
3. Augier J, Parot R, Le Roy A, Prigent Y et al. La microscopie en fluorescence du bacille tuberculeux, II. Specificité de la methode. Rev Tuberc Pneumol 1970; 34: 257-266. [ Links ]
4. Somoskovi A, Magyar P. Comparison of the mycobacteria growth tube with MB redox, Löwenstein-Jensen and Middleboock 7H11 media recovery of mycobacteria in clinical specimens. J Clin Microbiol 1999; 5: 1366-1369. [ Links ]
5. Nolte FS, Metchok B. Mycobacterium. En: Murray PR, Baron EJ, Pfaller MA, Tenover FC, Yolken RH (eds.). Manual of Clinical Microbiology. 6th ed. Washington: American Society for Microbiology 1995; 400-437. [ Links ]
6. White T, Hanahoe B, Collins T, Corbett-Feeney G, Cormican M. Evaluation of the BACTEC MIGIT 960 and MB BACT/T systems for routine detection of Mycobacterium tuberculosis. J Clin Microbiol 2000; 38: 398-401. [ Links ]
7. Williams-Bouyer N, Yorke R, Lee HI, Woods GL. Comparison of de BACTEC MIGIT 960 and ESP culture system II for growth and detection of mycobacteria. J Clin Microbiol. 2000; 38: 4167-4170. [ Links ]
8. Piersimoni C, Scarparo C, Callegaro A et al. Comparison of MB/BacT ALERT 3D system with Radiometric BACTEC system and Löwenstein-Jensen medium for recovery and identification of mycobacteria from clinical specimens: a multicenter study. J Clin Microbiol 2001; 39: 651-657. [ Links ]
9. Chien HP, Yu MC, Wu MH, Lin TP, Luh KT. Comparison of the BACTEC MGIT 960 with Löwenstein-Jensen medium for recovery of mycobacteria from clinical specimens. Int J Tuberc Lung Dis 2000; 4: 866-870. [ Links ]
10. Cheng AF, Li MS, Chan CY el al. Evaluation of three culture media and their combinations for the isolation of Mycobacterium tuberculosis from pleural aspirates of patiens with tuberculous pleurisy. J Trop Med Hyg 1994; 97: 249-253. [ Links ]
11. Isenberg HD, D'Amato RF, Heifets L el al. Collaborative feasibility study of biphasic system (Roche Septi-Chek AFB) for rapid detection and isolation of mycobacteria. J Clin Microbiol 1991; 29: 1719-1722. [ Links ]
12. Kiehn TE, Gold JWM, Brannon P, Timberger RJ, Armstrong D. Mycobacterium tuberculosis bacteremia detected by the Isolator lysis-centrifugation blood culture system. J Clin Microbiol 1991; 29: 647-648. [ Links ]
13. Yagupsky P, Kaminski D, Palmer K, Nolte F. Cord formation of BACTEC 7H11 medium for rapid presumptive identification of Mycobacterium tuberculosis complex. J Clin Microbiol 1990; 28: 1451-1453. [ Links ]
14. Cousins DV, Francis BR, Gow BL. Advantages of a new agar medium in the primary isolation of Mycobacterium bovis. J Vet Microbiol 1989; 20: 89-95. [ Links ]
15. Corner LA, Nicolapoulos C. Comparison of media used for the primary isolation of Mycobacterium bovis by veterinary and medical diagnostic laboratories. Aust Vet J 1988; 65: 202-205. [ Links ]
16. Blázquez J, Espinosa de los Monteros LE, Samper S et al. Genetic characterization of multidrug-resistant Mycobacterium bovis strains from a hospital outbreak involving human immunodeficiency virus-positive patients. J Clin Microbiol 1997; 35: 1390-1393. [ Links ]
17. Wallace, JM, Hannah JB. Mycobacterium avium complex infection in patiens with acquired immunodeficiency syndrome. Chest 1988; 93: 926-932 [ Links ]
18. Janas V, Aden J, Curry JL et al. Detection and identification of Mycobacterium tuberculosis directly from sputum sediments by amplification of rRNA. J Clin Microbiol 1993; 31: 2410-2416. [ Links ]
19. Abe C, Hirano K, Kazumi Y et al. Detection of Mycobacterium tuberculosis in clinical especimens by polimerase chain reaction and Gen-Probe amplified Mycobacterium tuberculosis direct test. J Clin Microbiol 1993; 31: 3270-3274. [ Links ]
20. An Q, Buxton D, Hendricks A et al. Comparison of amplified Q-beta-replicase and PCR assays for detection of Mycobacterium tuberculosis. J Clin Microbiol 1995; 33: 860-867. [ Links ]
21. Tortoli E, Lavinia F, Simonetti MT. Evaluation of a commercial ligase chain reaction kit (Abbott LCx) for direct detection of Mycobacterium tuberculosis in pulmonary and extrapulmonary specimens. J Clin Microbiol 1997; 35: 2424-2426. [ Links ]
22. Ruiz P, Zerolo FJ, Casal MJ. Comparison of susceptibility testing of Mycobacterium tuberculosis using the ESP culture system II with that using the BACTEC method. J Clin Microbiol 2000; 38: 4663-4664. [ Links ]
23. Tortoli E, Mattei R, Savarino A, Bartolini L, Beer J. Comparison of Mycobacterium tuberculosis susceptibility testing performed with BACTEC 460TB (Becton Dickinson) and MB/ Bact (Organon Teknika) systems. Diagn Microbiol Infect Dis 2000; 38: 83-86. [ Links ]
24. Middleton AM, Chadwick MV, Gaya H. Evaluation of a commercial radiometric system for primary isolation of mycobacteria over a fifteen-year period. Eur J Clin Microbiol Infect Dis 1997; 16: 166-170. [ Links ]
25. Cousins DV, Francis BR, Gow BL. Advantages of a new agar medium in the primary isolation of Mycobacterium bovis. J Vet Microbiol 1989; 20: 89-95. [ Links ]
26. Corner LA, Nicolapoulos C. Comparison of media used for the primary isolation of Mycobacterium bovis by veterinary and medical diagnostic laboratories. Aust Vet J 1988; 65: 202-205. [ Links ]
27. Katila ML, Mattila J, Brander E. Enhancement of growth of Mycobacterium malmoense by acidic pH and piruvate. Eur J Clin Microbiol Infect Dis 1989; 8: 998-1000. [ Links ]
28. Thoen CO, Himes EM, Jarnagin JL, Harrington R. Comparison of four culture media for isolation of Mycobacterium avium complex from porcine tissues. J Clin Microbiol 1979; 9: 194-196. [ Links ]
29. Katila ML, Mattila J. Enhanced isolation of MOTT on egg media of low pH. Acta Pathol Microbiol Immunol Scand 1991; 99: 803-807. [ Links ]
30. Alcaide F. Diagnóstico microbiológico actual del complejo Mycobacterium avium. En: Podzamczer D, Moreno S. Infecciones por complejo Micobacterium avium. Barcelona: Prous Science 1997; 17-40. [ Links ]
31. García-Martos P, González-Moya E, Mira-Gutiérrez J et al. Tuberculosis multirresistente en la Bahía de Cádiz. Rev Diagn Biol 2000; 49: 31-38. [ Links ]