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Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría
versión On-line ISSN 2340-2733versión impresa ISSN 0211-5735
Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq. no.85 Madrid ene./mar. 2003
LIBROS Y REVISTAS
Francisco Pereña. El hombre sin argumentos. Una introducción a la clínica psicoanalítica. Editorial Síntesis, 2002.
Este libro de Francisco Pereña tiene su antecedente inmediato en otro que publicara en esta editorial, La pulsión y la culpa. En su Introducción el autor nos presenta un texto de Paul Celan, poeta alemán del que recientemente se ha publicado un excelente libro biográfico de J. Felstiner Paul Celan. Poeta, superviviente, judío que una cita suya acompañara el trabajo, "herido de realidad y en busca de realidad", condición del hombre de la cual nos habla el poeta y que el autor tomará de guía para responder a las cuestiones fundamentales de la condición humana. En este camino nos anuncia Pereña que estará presente, entre sus muchas lecturas, cuatro nombres: Aristóteles y Kant, Freud y Leviñas. Como conclusión a la lectura de este intenso y apasionado libro, como lo define Fernando Colina en su prefacio, sería conveniente agregar el nombre de Jacques Lacan, del que Pereña es un profundo conocedor, que con su enseñanza ha permitido el retorno a la obra de Freud y que el psicoanálisis continúe teniendo plena vigencia.
Desde un comienzo Pereña nos sitúa la originalidad inicial de la investigación freudiana que aun hoy deslumbra. Lo que Freud describe en el Proyecto de una Psicología para Neurólogos y en el capitulo VII de La interpretación de los sueños como la primera experiencia mítica de satisfacción que como conclusión de la misma hay una pérdida de acción específica en el sujeto, el objeto queda definitivamente perdido y la identidad de percepción fallará para siempre, hecho traumático para el sujeto que va asociado a la soledad de su desamparo (Hilflosigkeit). Es a partir de aquí que se inicia un peregrinaje del sujeto que intenta procurarse una identidad para asegurarse del otro, creando "un entramado de relación con el otro donde figure un modo de satisfacción supuestamente adecuado a esa relación. A ese entramado se llama en la clínica psicoanalítica fantasma" Tomando el título que Pereña ha dado a su trabajo, tenemos aquí al hombre con su argumento fantasmático, como respuesta al trauma, que señala con absoluta precisión en la página 51, en donde se refiere al texto de Freud Pegan a un niño.
Otro de los hallazgos del libro es que ante el debate de la época actual, en la disputa epistemológica entre el discurso de la ciencia y la religión sitúa al psicoanálisis al margen de las mismas, correspondiéndole la introducción de la causa subjetiva en la clínica. "La clínica psicoanalítica ha descubierto ese tipo de causalidad que abre la posibilidad de un trabajo en el que la determinación no queda eliminada sino esclarecida y, de ese modo, subjetivizada", tarea fundamental ante discursos que excluyen (forcluyen) la causa del sujeto. Todo esto en íntima relación con la ética que introduce el psicoanálisis.
Es así como Francisco Pereña entiende la experiencia analítica, según nos refiere en la pagina 178 "podemos entender el recorrido del análisis como una des- argumentación". El argumento fantasmático ha sido desmantelado poniéndose fin a la repetición o al constante fracaso de encontrar la identidad.
Volviendo a Paul Celan que en los versos del extraordinario poema Fuga en muerte, donde se repite: "una fosa en los aires", "subiréis... como humo en el aire", el hombre sin argumentos no solamente leería la metáfora del poeta, sino que también no se dejaría engañar por este bello artificio que vela lo real, yendo mas allá, en donde "el humo en el aire" es el que subía desde los campos de exterminio.
Este excelente libro no solamente es útil a quienes se acercan al psicoanálisis y a la clínica que este elabora, sino que también es una referencia con la que Pereña ha obsequiado a los psicoanalistas para que problematicen sus conceptos y su práctica y se alejen de la infatuación.
Rodolfo Pujol Rios (España)
Fernando Gracia Clavero. La nueva educación, teoría y práctica. El síndrome de inmadurez psicológica de base educativa. Mira Editores, 2002. 447 Pgs.
Es necesario resaltar en primer lugar la armonía, sencillez y claridad con la que se plantean los diferentes temas que aborda el libro. Sencillez solo aparente porque todos los profesionales que trabajan en el campo de niños y adolescentes saben de la complejidad del crecimiento y el desarrollo infantil y de los diversos enfoques teóricos y técnicos que se han planteado, en muchas ocasiones divergentes, e incluso contradictorios. Pongamos por caso entre las tendencias de la psicología evolutiva, los enfoques psicodinámicos y los biológicos. El acierto de Gracia Clavero está en saber articular todas ellas de una forma personal y coherente, con un lenguaje claro y al alcance de padres, educadores y profesionales. Cualquiera que lea el libro verá reflejada en él su propia experiencia en la atención a los niños, los adolescentes y sus padres.
La primera parte dedicada al desarrollo del niño, desde su nacimiento hasta la adolescencia, muestra el conocimiento del autor sobre las aportaciones que a lo largo del tiempo han ido haciendo teóricos ya clásicos en el campo infantil, como Freud, Winnicott, Mahler, Spitz, Bawlby, Piaget, Gesell, sobre las pulsiones y el principio de realidad, la relación afectiva entre la madre y el niño, el proceso de separación y la construcción de la identidad, el desarrollo de la inteligencia, etc.; sin olvidar las teorías biologicistas sobre la complejidad del sistema nervioso y su funcionamiento; en un discurso coherente y directo. Incluso hay incursiones, diríamos que filosóficas sobre el dilema entre la libertad individual y el compromiso social.
La segunda parte retoma el crecimiento psíquico y madurativo desde un punto de vista diferente y al tiempo complementario. Desarrolla con detenimiento y precisión las diferencias fundamentales entre los animales superiores y el ser humano. En definitiva nos explica de forma muy práctica y comprensible el proceso de humanización que se va desenvolviendo a lo largo del crecimiento y que finalizará con un adulto psicológicamente maduro. Como reza uno de sus capítulos de la dependencia al autocontrol. El largo proceso psicológico que un niño atraviesa para controlar sus pulsiones, tolerar la frustración, aceptar mecanismos de satisfacción cada vez más sofisticados, gracias al manejo de la imaginación, la voluntad, la inteligencia, la memoria, la atención, etc.
Por último, la tercera parte desarrolla lo que es el planteamiento central del libro, todo este desarrollo se logra felizmente gracias a una educación responsable de los padres. Esta educación consiste en proporcionar el soporte afectivo necesario para acompañar, sostener, contener y exigir al niño, en cada etapa que va atravesando, el esfuerzo psíquico necesario para lograr un crecimiento madurativo y psíquico progresivo. Es por tanto este lugar fundamental y como correlato la labor de los padres, el elemento imprescindible que pone las bases para un desarrollo armónico, que tendrá su continuación en el trabajo educativo en el ámbito escolar. Sin entrar en ningún cuadro clínico, el autor va mencionando los problemas que pueden ir apareciendo en diferentes etapas, miedos, fobias, dificultades para dormir, etc.; explicando sus orígenes en función de la inmadurez del niño y advirtiendo que su permanencia está causada por las debilidades de los padres, la sobreprotección o el abandono de su rol. El síndrome de inmadurez psicológica de base educativa, que es el argumento central de todo el libro, nos explica de forma contundente que muchas de las patologías que vemos en la consulta están cimentadas en las deficiencias de esta educación humanizante.
Consuelo Escudero (España)
Enrique G. Fernández-Abascaly María Pilar Jiménez Sánchez. Control del estrés. UNED Ediciones. Madrid. 2002. 381 págs.
En realidad los que figuran como autores de esta obra son, en verdad, compiladores de una serie de artículos escritos por un nutrido grupo de profesores, que sería prolífico enumerar y que los autores ordenan de una forma estratégica e hilvanada en capítulos, conformando finalmente una obra de estructura adecuada.
El estrés desde sus diferentes ópticas ha recibido en nuestro país, una atención merecida y que algunos tildan de exagerada, ya que al campo de la prevención y terapia de estrés se le dedica una constante atención que se materializa en los medios de comunicación social y en cursos, libros y artículos especializados.
Hace más de seis décadas que Hans Selye publicó su articulo sobre este fenómeno en la Revista Nature y desde entonces se ha recorrido mucho camino. Y la perspicacia y buena suerte (como diría Kant: La perspicacia sin la buena suerte es vacía y la buena suerte sin perspicacia es ciega) de Selye y de muchos otros ha configurado el abanico y dado a luz una fructífera área de conocimiento psicológico que es el estrés.
De modo que este libro trata en sus doce capítulos del concepto de estrés, de su evaluación y de su abordaje terapéutico.
El concepto de estrés está en constante revisión y todavía se mantiene cierta ambigüedad porque ha sido empleado para referirse por un lado a circunstancias ambientales que interfiere la actividad normal del organismo, por otro a las respuestas fisiológicas y psicológicas del organismo ante sucesos particulares y también como denominación global del área de estudio que examina los procesos por medio de los cuales se adaptan los organismos a los acontecimientos perturbadores.
De manera que este concepto involucra la interacción del organismo con el medio, lo que nos podría llevar a definir el estrés como estímulo: es la fuerza o el estímulo que actúa sobre el individuo y que da lugar a una respuesta; como respuesta: sería la respuesta fisiológica o psicológica del individuo ante un estresor ambiental; y como interacción estímulo-respuesta: sería una consecuencia de la interacción de los estímulos ambientales y la respuesta idiosincrásica del individuo.
El estrés conlleva, por tanto, una serie de cambios físicos, biológicos y psicológicos, previa evaluación o atribución consciente o inconsciente de los factores estresantes, que permite responder adecuadamente a las demandas externas. Es decir, las respuestas del organismo se realizan en los planos biológico, físico y psicológico a través del complejo sistema psiconeuroendocrinológico.
Por eso la Organización Mundial de la Salud se atreve a definir el estrés como el "conjunto de reacciones fisiológicas que preparan el organismo para la acción". Al mencionar la evaluación o atribución de estrés no se puede dejar de lado la definición de Richard Lazarus: "estrés es el resultado de la relación entre el individuo y el entorno, evaluado por aquel como amenazante, que desborda sus recursos y pone en peligro su bienestar". Pero, sin duda, el estrés es un proceso inherente e imprescindible para la vida, y aunque puede llegar a ser causa del deterioro de la salud, tanto físico como psíquico, el problema en sí mismo no es el estrés sino la ausencia de control del mismo.
Este texto es una aportación que nos muestra y sumerge en cómo ante los efectos negativos del estrés el ser humano no está indefenso si conoce técnicas como la relajación, el control del pensamiento y de la respiración que están, hoy día, al alcance de cualquier persona.
Por tanto, esta obra intenta y consigue exponer los conocimientos actuales sobre el estrés, su forma de generarse y los efectos negativos que puede producir. Así como las técnicas terapéuticas más efectivas.
Los capítulos sobre evaluación y sobre la intervención y control del estrés son quizá la aportación más valiosa del texto.
El capítulo que trata sobre la Evaluación Psicológica del Estrés es preciso, además añade cuestionarios completos que son de utilidad práctica como el Test de Cambios Vitales Estresantes de Rahe, el Listado de Experiencias Vitales de Saranson, Johnson y Siegel o la Escala de Estrés Percibido de Cohen y Williamson. Pero, sin duda, los capítulos dedicados al tratamiento como los que abordan las Técnicas Cognitivas en el Control del Estrés, las Técnicas de Sugestión (hipnosis) y las Técnicas Psicofisiológicas (relajación muscular y control de la respiración, cuya práctica creciente les ha hecho recibir el sobrenombre de "aspirina conductual") son los más interesantes. Aunque es importante reseñar que estas últimas técnicas no sirven para evitar o anular el problema sino que enseñan a controlar los efectos fisiólógicos del estrés.
Quizá el capítulo menos práctico sea el que versa sobre la vulnerabilidad al estrés porque son discutibles los estudios sobre Patrón de Conducta Tipo y porque aún habrá que demostrar que el estrés es una entidad clínica.
En el último capítulo se afronta un tema que de un modo u otro no pierde actualidad: El Estrés Postraumático. Pero hubiera sido interesante incluir un capítulo sobre Estrés Laboral porque es necesario ir contribuyendo a que forme parte del "Cuadro de Enfermedades Profesionales", ya que pese a que el Estrés Laboral constituye una importante causa en la producción de patología laboral no se hace referencia en forma expresa en la legislación laboral española.
Además, dispone este libro de una bibliografía general abundante y exhaustiva; así como de un índice de materias que facilita su lectura.
En definitiva, esta obra es un digno material y una excelente síntesis sobre el estrés y su terapia, con una parte teórica y otra eminentemente práctica. Y para conseguir este texto, ha sido necesaria la observación y aportación del conjunto de autores con la mente despejada, ya que como señalaría Louis Pasteur "en los campos de observación, el azar favorece sólo a la mente preparada".
Fernando Mansilla. (España)