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Nutrición Hospitalaria

versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611

Nutr. Hosp. vol.19 no.5 Madrid sep./oct. 2004

 

Alimentos funcionales

Ingesta de antioxidantes y poliaminas en pacientes con quemaduras graves

M. Farriol, Y. Venereo, X. Orta, C. Company*, P. Gómez** , G. Delgado*** y R. Rodríguez***

Centro de Investigaciones Metabólicas y Biología Molecular (CIBBIM); *Unidad Soporte Nutricional; **Servicio de
Quemados y Cirugía Plástica; ***Asesor externo de Bioquímica. Hospital Vall d'Hebrón. Barcelona.

 

Resumen

El objetivo del estudio fue valorar el aporte energético, de antioxidantes y de poliaminas de la ingesta, iniciándose desde las primeras 24 horas inmediatas a la quemadura. La valoración nutricional se realizó a los 7, 15 y 21 días y se comparó con el grupo control (n = 30). La edad de los pacientes (n = 25; 20 hombres y 5 mujeres) fue de 45,6 ± 20,4 años. Veintiún pacientes presentaron una superficie corporal quemada (SQC) entre el 20-50% y en 4 casos fue superior al 50%. Se observó un descenso del aporte energético medio de ~40% vs el teórico calculado en los 3 períodos: 1.186 ± 32, 1.117 ± 589 y 1.331 ± 578 kcal. En los primeros 15 días la ingesta de antioxidantes fue ligeramente inferior a las RDA para la vitamina C: 60 mg vs 57 ± 32, 57 ± 53 y 75 ± 53 mg, e inferior durante todo el período para la vitamina E: 10 mg vs 5,0 ± 2,9; 4,5 ± 3,0 y 5,3 ± 3,4 mg, selenio: 40 µg vs 22,8 ± 13,7, 22,5 ± 9,8 y 25,7 ± 11,2 µg y zinc: 12 mg vs  7.3 ± 3.0; 6,8 ± 4,8 y 8.4 ± 5,3 mg. La ingesta de taurina descendió en el día 15 y se incrementó significativamente en el día 21: 65,7 ± 30 mg, 50,9 ± 25 y 72,0 ± 29 mg (p < 0,05). La ingesta de poliaminas totales no difirió significativamente de los valores hallados en el grupo control y fue el día 7, 45,2 ± 23,0 µmol, putrescina 16,7 ± 10,2, espermidina 13,5 ± 7,6 y espermina 13,6 ± 8,8; día 15: total 41,1 ± 38,5 y 14,9 ± 14,0, 11,7 ± 9,4 y 10,8 ± 9,0; el día 21: total 39,1 ± 35,3 y 15,4 ± 16,9, 12,3 ± 11,4 y 17,3 ± 16,8 µmol respectivamente.

(Nutr Hosp 2004, 19:300-304)

Palabras clave: Aporte energético. Quemaduras graves. Ingesta de antioxidantes. Poliaminas en pacientes.

 

INGESTION OF ANTIOXIDANTS AND POLYAMINES IN PATIENTS WITH SEVERE BURNS

Abstract

Starting the first 24 hours after burn injury, energy supply, antioxidants and polyamines were assessed in 25 severe burn patients (20 men and 5 women) with a mean age of 45.6 ± 20.4 years. Nutritional assessment was performed at 7, 15 and 21 days and was compared with a control group (n = 30). In 21 patients the burned body surface area was 20%-50% and in four patients it was greater than 50%. A mean decrease in energy supply of ~40% versus the calculated theoretical value was found in the three periods: 1,186 ± 32; 1,117 ± 589 and 1,331 ± 578 kcal. In the first 15 days antioxidant ingestion was slightly lower than the recommended daily allowance for vitamin C: 60 mg versus 57 ± 32, 57 ± 53 and 75 ± 53 mg, and was lower during the entire period for vita-min E: 10 mg versus 5.0 ± 2.9; 4.5 ± 3.0 and 5.3 ± 3.4 mg; selenium: 40 µg versus 22.8 ± 13.7; 22.5 ± 9.8 and 25.7 ± 11.2 µg and zinc: 12 mg versus 7.3 ± 3.0, 6.8 ± 4.8 and 8.4 ± 5.3 mg. Taurine ingestion decreased on day 15 and significantly increased on day 21: 65.7 ± 30 mg, 50.9 ± 25 and 72.0 ± 29 mg (p < 0.05). Ingestion of total polyamines did not differ significantly from the values observed in the control group and were as follows: day 7, total 45.2 ± 23.0 umol, putrescine 16.7 ± 10.2, spermidine 13.5 ± 7.6 and spermine 13.6 ± 8.8; day 15: total 41.1 ± 38.5 and 14.9 ± 4.0, 11.7 ± 9.4 and 10.89 ± 9.0; day 21: total 39.1 ± 35.3 and 15.4 ± 16.9, 12.3 ± 11.4 and 17.3 ± 16.8 umol, respectively.

(Nutr Hosp 2004, 19:300-304)

Key words: Energy intake. Severe burns. Intake of antioxidants. Polyamines in patients.


Correspondencia: Mireia Farriol Gil.
Centro de Investigaciones Bioquímicas y Biología Molecular.
Hospital General Vall d'Hebrón.
Passeig Vall d'Hebrón, 119-129.
08035 Barcelona.
E-mail: mfarriol@vhebron.net

Recibido: 10-XI-2003.
Aceptado: 14-IV-2004.

 

Introducción

Las quemaduras graves representan el punto máximo del espectro del trauma que se manifiesta por un incremento exacervado del gasto energético como expresión de la persistente respuesta hipermetabólica. Las estrategias terapéuticas para inhibir este hipercatabolismo van desde disminuir las señales hipermetabólicas ocluyendo las heridas con material estéril, adaptación de la temperatura ambiente, cirugía hasta tratamiento farmacológico y la nutrición.

Después de la quemadura se produce una reacción inflamatoria con aumento en la producción de radicales libres (RL). Adicionalmente la anestesia es un agente causal en dicha producción. Por ello, el paciente con quemaduras graves necesita equilibrar y neutralizar la producción de RL tanto por el incremento como por el gasto de defensas antioxidantes.

Inmediatamente después de la lesión térmica se produce un déficit proteico y energético1 debido al incremento en la demanda, que afecta a los macro y micronutrientes y por tanto, a los oligoelementos y elementos traza que intervienen en la síntesis de las defensas antioxidantes2. En esta situación aflora de modo especial la necesidad de incrementar el aporte exógeno. Sobre el modo de hacerlo tenemos, desde hace tiempo, guías muy adecuadas, pero existen pocos datos sobre la ingesta oral en las áreas de hospitalización de los pacientes con quemaduras graves.

El objetivo del estudio ha sido valorar el aporte energético, de nutrientes antioxidantes habituales y otros menos conocidos como son las poliaminas provenientes de la ingesta, en pacientes con quemaduras graves, durante 21 días de hospitalización y con tratamiento quirúrgico.

Material y método

El estudio fue diseñado de modo prospectivo, longitudinal y estrictamente seriado según orden de ingreso. Se inició en las primeras 24 horas del ingreso en el Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Vall d'Hebrón, inmediatamente después de la quemadura. Su ejecución fue aprobada por la Comisión de Ética. La valoración nutricional se realizó a los 7, 15 y 21 días. El grupo de pacientes (n = 25; 20 hombres y 5 mujeres) tenía una edad media de 45,6 ± 20,4 años. La etiopatogenia de las quemaduras fue de 23 por llama y 2 eléctrica. Veintiún pacientes presentaron una superficie corporal quemada (SQC) entre el 20-50% y en 4 casos fue superior al 50%. En estos pacientes se calcularon los requerimientos energéticos por la fórmula de Harris-Benedict considerando un factor de estrés de 1,8.

El grupo control contó con un total de 30 voluntarios sanos (7 hombres y 23 mujeres), de edades comprendidas entre los 29 y 78 años (48,8 ± 17,6) y un BMI dentro del rango de normalidad: 24,6 ± 4. Fueron reclutados dentro del ámbito hospitalario y carecían de antecedentes de enfermedad. Los datos de la dieta del grupo control fueron recopilados por cada sujeto que entró voluntariamente en el estudio, recogiendo por escrito la ingesta diaria de modo detallado y en todos los casos durante un período consecutivo de 7 días tomados al azar (incluyendo siempre el fin de semana).

Para valorar el aporte nutricional se utilizó el programa DietSource 1.2 (Novartis). En el grupo de estudio se introdujeron todos los datos de la dieta registrados de modo detallado en las historias clínicas y correspondientes al desayuno, comida, merienda y cena. Previamente se introdujeron en el programa informático los datos de composición de platos y tamaño de las raciones (tabla 1) preparadas de forma habitual en la cocina del hospital y que correspondieron a 20 platos diferentes de: arroces, sopas, pastas, verduras, legumbres, carnes, aves y pescados. La valoración diaria incluía la dieta oral y el aporte de nutrición enteral (NE) en los casos en que se administró como suplemento o bien por sonda. La NE por sonda sólo se administró a dos pacientes y un total de 12,5 días. Las fórmulas de nutrición enteral utilizada fueron el Meritene® y el Precitene estándar.


Por lo que atañe al grupo control, y para el caso en que se indicaran platos que no constaban en la base de datos se valoró el tipo y cantidad de cada ingrediente utilizado en la preparación, así como el tamaño de las raciones. Para el término "plato" se consideró siempre un peso de la ración de 200 g. Adicionalmente se incorporó en la base de datos el contenido de taurina y poliaminas de los alimentos no incluido habitualmente. Para ello se elaboraron unas tablas de composición obtenidas a partir de los datos biblográficos de taurina (tabla II)4-7 y de poliaminas (tablas III y IV)8-12 y considerando los hábitos dietéticos en nuestro medio.




El análisis estadístico se realizó mediante pruebas descriptivas, correlación de Spearmen y el test no paramétrico de Wilcoxon (SPSS 8.0), aceptando un nivel de significación estadística para p < 0,05.

Resultados

La ingesta de nutrientes y antioxidantes de ambos grupos se observa detalladamente en la tabla V. En el grupo control el aporte medio diario de macronutrientes fue el siguiente: energía 1.540 ± 573 kcal; proteínas 68 ± 17 g; carbohidratos 160 ± 86 g y lípidos 66,4 ± 25 g. En cuanto a la ingesta total de poliaminas de 47 ± 22 µmol se desglosa del siguiente modo: putrescina 17,6 ± 9,5, espermidina 13,6 ± 7,1 y espermina 14,5 ± 9,5.


En el grupo de pacientes con quemaduras el análisis del aporte diario en cada uno de los tres períodos de la estancia hospitalaria mostró una gran variabilidad, incluso en los dos casos en que se administraron fórmulas comerciales como suplemento.

El descenso del aporte global puede atribuirse a los siguientes factores: intervenciones quirúrgicas (n = 52), sedación (1-2 veces al día), anorexia (n = 20%) y depresión (n = 8).

El aporte energético medio a lo largo de los tres períodos fue ~40% inferior al teórico basal calculado (1.585 ± 248) y ~30% al observado en el grupo control (1.540 ± 573) a lo largo de los tres períodos: 1.186 ± 32 kcal, 1.117 ± 589 kcal y 1.331 ± 578 kcal. También fue inferior durante todo el período la vitamina E: 10 mg vs 5,0 ± 2,9; 4,5 ± 3,0 y 5,3 ± 3,4 mg, el selenio: 40 µg vs 22,8 ± 13,7; 22,5 ± 9,8 y 25,7 ± 11,2 µg y el zinc: 12 mg vs 7,3 ± 3,0; 6,8 ± 4,8 y 8,4 ± 5,3 mg. En los primeros quince días el aporte medio de antioxidantes derivado de la dieta fue ligeramente inferior a las RDA para la vitamina C: 60 mg vs 57 ± 32, 57 ± 53 y 75 ± 53 mg. La ingesta de taurina descendió en el día 15 y se incrementó significativamente en el día 21: 65,7 ± 30 mg, 50,9 ± 25 y 72,0 ± 29 mg (p < 0,05).

La ingesta de poliaminas totales o de cada una de ellas no difirió significativamente de los valores hallados en el grupo control y fue en el día 7 de 45,2 ± 23,0 µmol, con el siguiente desglose: la putrescina 16,7 ± 10,2, la espermidina 13,5 ± 7,6 y la espermina 13,6 ± 8,8; descendió ligeramente en el día 15, el total: 41,1 ± 38,5 y 14,9 ± 14,0 y 11,7 ± 9,4 y 10,8 ± 9,0 respectivamente mientras que en el día 21 el total fue algo superior del orden de: 62,6 ± 68,6 y 15,4 ± 16,9, 12,3 ± 11,4 y 17,3 ± 16,8 µmol respectivamente.

Discusión

Un aspecto importante para el cálculo del aporte es la recogida de datos de la ingesta. En los pacientes con quemaduras y hospitalizados no es correcto realizar el sistema rápido del "recordatorio" de 24 horas que se usa en otras patologías13. En el presente estudio los datos fueron recogidos de modo retrospectivo en cuanto a que se utilizó la ingesta recogida de modo estricto en la historia clínica, en la que se especifica con precisión la cantidad y calidad del aporte nutricional en cada comida del día pero a su vez podemos considerarlos como datos prospectivos pues fueron recogidos in situ por el personal adscrito al servicio de grandes quemados.

El programa informático utilizado cubre fundamentalmente tres campos: composición de alimentos, composición de platos y raciones dietéticas. La composición de los alimentos se basa en los datos bibliográficos que se hallan en las tablas de composición del programa y que fueron editados ya en 199714. La evaluación del tamaño de las raciones y la composición de los platos que se suministraron, tanto en la cocina hospitalaria como los del grupo control, se hizo a partir de datos introductorios por personal cualificado en la base. Creemos que esto ha permitido ajustar datos de la alimentación difícilmente evaluables con otros sistemas como es el caso de las barritas energéticas, composición de los bocadillos, bollería, platos típicos de la región, etc.

Observamos que en el grupo de pacientes con quemaduras graves, superiores siempre al 20% de la SQC, la ingesta energética fue inferior tanto a la prevista teórica calculada con la fórmula de Harris-Benedict, como a la media calculada en el grupo control. Un hecho a considerar es que hubo una diferencia entre el grupo de estudio y el control. En el grupo de estudio había mayoría de hombres y en el grupo control la mayoría era de mujeres, lo que podía ser un factor de sesgo ya que consumen habitualmente menos energía15. Pero en ambos casos se demostró un déficit energético y de macronutrientes. Una causa demostrable es que en las quemaduras graves se provoca un déficit de macronutrientes atribuible a factores inherentes al tratamiento. Así constatamos que un número de intervenciones quirúrgicas superior a dos y de 1 a 2 curas al día con sedación son factores que impiden una correcta alimentación. A esto hay que sumar la frecuente anorexia y depresión que presentan estos pacientes. Todo ello se traduce, a su vez, en la necesidad de aporte suplementario.

En los pacientes quemados el aporte de antioxidante estuvo también disminuido y para la vitamina E y el zinc, por debajo de las RDA españolas, lo que es clara-mente atribuible al déficit generalizado de energía y de algunos alimentos con alto contenido en ambos nutrientes. En cuanto a la vitamina C, hallamos valores en el límite bajo, pero llama la atención que en el grupo control se observan valores inferiores a los descritos en un grupo de población de la provincia de Murcia16 o en los citados en el mismo estudio. Creemos que esto puede deberse a que en dicho grupo poblacional se usó el método de la encuesta alimentaria y frecuencia de consumo de alimentos ingeridos durante el último mes, en contraposición al método usado en el presente trabajo en el que se detalla toda la dieta con precisión y los fallos no pueden ser atribuidos al "olvido".

Las poliaminas son sustancias habituales en la dieta con capacidad antioxidante y que son sintetizadas por todas las células del organismo17. No se han descrito sus requerimientos dietéticos. Sin embargo dado que el músculo y la piel son los grandes reservorios de nutrientes su papel en el mantenimiento del pool corporal de poliaminas debería considerarse en el caso de las quemaduras. En este estudio se observa que la ingesta de poliaminas es de similar cuantía a la de la población del grupo control y no sabemos a que atribuir este hecho. Por otro lado y aunque en general existen pocos datos sobre el aporte de poliaminas en los países europeos, hemos podido constatar que en las poblaciones estudiadas el aporte de poliaminas en la dieta es muy inferior al descrito en el Reino Unido (2 ó 3 cientos de µmol)10. No sabemos cuál es la causa de esta discordancia tan marcada pero si conocemos dos hechos que acontecen en nuestro país: a) hay pocos estudios de composición de poliaminas en los alimentos y sólo tenemos constancia de que se ha realizado para los quesos, carnes y embutidos mediante técnicas de cuantificación por HPLC11,18, y b) no hay datos sobre su consumo poblacional. Otro hecho a resaltar son los hábitos alimentarios tan distintos de la población anglosajona que afectan al consumo de frutas y verduras o la preparación y consumo de platos cárnicos, lo que podría estar en la base de esta divergencia.

Podemos concluir que en este grupo de adultos, si bien hay un déficit de aporte de macronutrientes, el consumo de antioxidantes es el adecuado y en cuanto a las poliaminas no tenemos datos con los que podamos comparar, por lo que se necesitan medidas fiables de su composición en los alimentos y estudios en grupos de mayor población.

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