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Anales de Medicina Interna
versión impresa ISSN 0212-7199
An. Med. Interna (Madrid) vol.19 no.3 mar. 2002
CARTAS AL DIRECTOR
Metástasis coroideas y cutáneas como forma de presentación
de un adenocarcinoma esofágico
Sr. Director:
Las neoplasias malignas ocasionalmente metastatizan en estructuras intraoculares. La mayoría de ellas en la uvea (88% en la coroides). En el 25% de los casos la lesión intraocular representa la primera manifestación del cáncer sistémico (1). La mama y el pulmón representan más del 80% del origen del tumor primario. Las metástasis cutáneas son expresión de una enfermedad neoplásica representando el 10% de la enfermedad metastásica y normalmente se presentan cuando el tumor primitivo está muy avanzado (2). Los tumores de mama, pulmón, colon y el melanoma son los que más frecuentemente metastatizan en piel. Presentamos un paciente con un adenocarcinoma esofágico cuya forma de presentación fue la presencia de metástasis oculares y cutáneas.
Varón de 47 años de edad ex fumador moderado que un mes antes de nuestra valoración presentó de forma brusca dolor y pérdida de visión en ojo izquierdo. La exploración oftalmológica mostró una masa sólida redondeada, con hiperfluorescencia precoz y escasa elevación ocupante de todo el polo posterior y asociada a exudación subrretiniana inferior, sin signos inflamatorios asociados (Fig. 1). 3 semanas antes notó la aparición de bultomas en cuero cabelludo y 15 días antes disfagia para sólidos. Junto a ello refería astenia, anorexia y pérdida de unos 8 Kg de peso. En la exploración presentaba lesiones de vitíligo en manos y 3 nódulos eritematosos, dolorosos a la palpación en cuero cabelludo . En la analítica destacaba una anemia normocítica (Hb: 7,8 gr/dl), una VSG de 62 mm a la la hora y una GGT y una FA elevadas. La radiografia de tórax mostraba un ensanchamiento del mediastino superior.
Fig. 1. Masa en el polo posterior del ojo izquierdo.
En la ecografia ocular se vio una elevación máxima de 3 mm, reflectividad interna media/alta que reafirmaba la impresión diagnóstica inicial de lesión metastásica coroidea. Dos meses después se observaron nuevas lesiones en ojo derecho, múltiples, de idénticas características. La tomografia computariada (TAC) torácica y abdominal mostraba una tumoración esofágica con imágenes compatibles con metástasis ganglionares, pulmonares, hepáticas y óseas. La gammagrafia ósea era compatible con metástasis a nivel de la calota craneal, D12, 1Oª y 11ª costilla derecha y fémur derecho. La endoscopia confirmó la presencia de una tumoración de esófago proximal desde los 20 a los 30 cm de la arcada dental. Se realizó biopsia informada como adenocarcinoma moderadamente diferenciado infiltrante. La biopsia de la lesión cutánea (cuero cabelludo) era compatible con metástasis de adenocarcinoma moderadamente diferenciado. Se indicó exclusivamente tratamiento sintomático con radioterapia paliativa.
La edad media de presentación de las metástasis oculares es de 52 años de edad y sólo en el 10% de los casos supone la 1ª metástasis identificada (3).
El tracto gastrointestinal (colorectales sobre todo) es la localización del tumor primario en el 4% de los casos (1). En estos casos las metástasis uveales suelen ser unilaterales y de un grosor mayor que en otro tipo de tumores.Las metástasis cutáneas se presentan con 4 patrones metastásicos clásicos: nodular, inflamatorio o infiltrativo, esclerodermiforme y formas atípicas (4). La correlación entre las características histológicas de la lesión primitiva y la metastásica suele ser buena, ofreciendo las lesiones metastásicas un menor grado de diferenciación (5).
En revisión de la literatura (MEDLINE 1966-1999) sólo encontramos una referencia en la que se asocia un carcinoma esofágico con metástasis en iris (6). La asociación de metástasis cutáneas y tumores esofágicos está descrita también de forma excepcional (7-9).
En presencia de metástasis intraoculares y/o cutáneas consideramos que se debe descartar en primer lugar los tumores de mama en la mujer y el pulmón en el varón sin olvidarnos de otras localizaciones como el tracto gastrointestinal (esófago en nuestro caso), riñón, etc.
J. Noval Menéndez, F. J. Nuño Mateo, E. Rodríguez Álvarez*, P. Pérez Solís**, Y. López Álvarez**
Servicio de Medicina Interna, *Servicio de Dermatología y **Servicio de Medicina Familiar y Comunitaria.
Hospital de Cabueñes. Gijón.
1. Shields CL, Shields JAt Gross NE, Schwartz GP, Lally SE. Survey of 520 eyes with uveal metastases. Ophthalmology 1997; 104: 1265-76.
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4. Brownstein MH, Helwig EB. Spread of tumours to the skin: Arch Dermatol 1973, 107:80-6.
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6. Shields JA, Shields CL, Kiratli H, de Potter P. Metastatic tumors to the iris in 40 patients. Am J Ophthalmol 1995; 119: 422-30.
7. Farr P, Goens J, Herchuelz J, Van Hasselt C, Litvin B. Cutaneous metastasis as the first manifestation of adenocarcinoma in Barret esophagus. J Belge Radiol 1987; 70: 329-32.
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