Mi SciELO
Servicios Personalizados
Revista
Articulo
Indicadores
- Citado por SciELO
- Accesos
Links relacionados
- Citado por Google
- Similares en SciELO
- Similares en Google
Compartir
Anales de Medicina Interna
versión impresa ISSN 0212-7199
An. Med. Interna (Madrid) vol.21 no.9 sep. 2004
Cartas al Director
Prevalencia del síndrome metabólico en pacientes con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana
Sr. Director:
El síndrome metabólico se considera como la asociación de resistencia a la insulina e hiperinsulinemia, dislipemia, generalmente existe hipertrigliceridemia, disminución del colesterol ligado a las lipoproteínas de alta densidad (cHDL), hipertensión arterial, obesidad de tipo central o visceral e intolerancia a la glucosa o diabetes mellitus no insulinodependiente. Asimismo se ha encontrado una mayor asociación en el síndrome metabólico de anomalías en la coagulación, tales como aumento del fibrinógeno y del inhibidor del activador del plasminógeno, hiperuricemia y microalbuminuria (1).
En algún estudio publicado recientemente se ha encontrado una prevalencia del síndrome metabólico del 21,8%, que variaba entre el 6,7% en el grupo de edad entre 20 y 29 años, hasta el 43,5% en el grupo de edad del 60 a 69 años (2).
Los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), al recibir tratamiento, sobre todo con fármacos antirretrovirales inhibidores de la proteasa, desarrollan frecuentemente un trastorno global del metabolismo de los lípidos y del tejido adiposo, de los glúcidos y de los mecanismos de control vascular con el desarrollo de hipertensión arterial. Las características fundamentales de ésta alteración son el desarrollo de lipodistrofia con redistribución del panículo adiposo, hiperlipidemia con acumulo de triglicéridos, descenso de las HDL-colesterol, generalmente existe un aumento de las LDL-colesterol, resistencia a la insulina, que puede conllevar a la aparición de una diabetes mellitus e hipertensión arterial. Este trastorno es muy similar a la situación metabólica que se presenta en el síndrome metabólico (3).
En algún estudio se ha encontrado un aumento del riesgo en la aparición de accidentes vasculares cerebrales isquémicos y de infarto agudo de miocardio en la población VIH (4) e incluso mediante estudios ecográficos se ha demostrado un mayor engrosamiento de la íntima de las arterias carotídeas en los pacientes VIH (5).
Se define que presentan el síndrome metabólico a los pacientes que cumplen tres o más de los criterios mencionados a continuación: a) Obesidad abdominal: circunferencia de la cintura superior a 102 centímetros en el varón y de 88 centímetros en la mujer. b) Hipertrigliceridemia, igual o superior a 150 mg/dl. c) Colesterol HDL, inferior a 40 mg/dl en la varón y de 50 mg/dl en la mujer. d) Hipertensión arterial: presión arterial sistólica de 130 mmHg o superior y/o presión arterial diastólica superior a 85 mmHg, también se admiten los pacientes que reciben tratamiento con medicación antihipertensiva. e) Hiperglucemia: glucosa superior o igual a 110 mg/dl, aceptándose como criterio los pacientes que recibían medicación antidiabética (6,7).
Presentamos los resultados de un estudio observacional, prospectivo, de prevalencia, analizando los pacientes que acudieron a una consulta monográfica de VIH durante 45 días en un hospital del grupo 2 y que cumplían los criterios de síndrome metabólico.
El total de enfermos analizados es de 47 pacientes, 36 varones (76,5%) y 11 mujeres, de edades comprendidas entre 19 y 50 años, con una edad media de 34,5 años.
El factor de riesgo más frecuente era la ADVP en 36 casos (76,5%). 15 de los 47 pacientes (32%), estaban encuadrados en el estadio C ( definitorio de Sida).
Quince de los 47 pacientes no cumplían ningún criterio(32%), 17 enfermos tenían un único criterio (36%), 10 pacientes tenían dos criterios (21%), 4 pacientes cumplían 3 criterios (8,5%) y un enfermo cumplía los cinco criterios (2%). Por lo tanto, cinco de los 47 pacientes cumplían tres o más criterios para definir el síndrome metabólico (10,6%). 4 eran varones, de 19,27,36 y 38 años y una mujer de 47 años de edad.
Analizando los criterios por separado, el criterio de obesidad abdominal, lo cumplían 6 pacientes, 5 varones y una mujer ( 12,7%), el criterio de hipertrigliceridemia lo presentaban 14 pacientes (29,7%), 10 varones y 4 mujeres; el criterio de colesterol HDL disminuido lo presentaban 19 pacientes (40,4%), 14 varones y 5 mujeres. El criterio de cifras elevadas de tensión arterial lo cumplían 8 enfermos (17%), 7 varones y una mujer y el criterio de hiperglucemia lo cumplían 9 pacientes (19%), 7 varones y 2 mujeres.
Hay que destacar que los criterios para definir el síndrome metabólico son relativamente sencillos y por supuesto se encuentran al alcance de todos los profesionales sanitarios, tanto en el nivel de medicina especializada como de atención primaria ( 7).
Un importante estudio español realizado en una población teóricamente sana se encontró una prevalencia del síndrome metabólico del 24,4% (7), que como vemos es inferior a la encontrada en nuestro estudio y que era del 10,6%.
Se podría pensar que esta diferencia se debía a que la edad media de nuestros enfermos era inferior, sin embargo analizando por grupos de edad, en el intervalo de 35 a 44 años, la prevalencia de positividad de 3 o más criterios era de un 14% (7), cifra incluso algo más elevada que la que se encontró en los pacientes de nuestro estudio.
El adecuado diagnóstico y tratamiento del síndrome metabólico, permitiría la identificación de una población de riesgo de un modo sencillo y cómodo y ésta medida podría redundar en una disminución en la incidencia de la enfermedad coronaria.
F. Marcos Sánchez, M. I. Albo Castaño, F. Árbol Linde, A. Viana Alonso, A. I. Franco Moreno, S. Casallo Blanco
Servicio de Medicina Interna. Hospital Nª Sª del Prado. Talavera de la Reina. Toledo
1. Timar O, Sestier F, Levy E. Metabolic síndrome X: a review. Can J Cardiol 2000; 16: 779-789.
2. Ford ES, Giles WH, Dietz WH. Prevalence of the metabolic syndrome among US adults: findings from the third National Health and Nutrition Examination Survey. JAMA 2002; 287: 356-359.
3. Fellay J, Boubaker K, Ledergerber B, Benasconi E, Furrer H, Battegay M, et al. Prevalence of adverse events associated with potent antiretroviral treatment: Swiss VIH cohort study. Lancet 2001; 358: 1322-1327.
4. Rickerts V, Brodt H, Staszewski S, Stille W. Incidence of myocardial infarctions in HIV- infected patients between 1983 and 1998: the Frankfurt HIV-cohort study. Eur J Med Res 2000; 5: 329-333.
5. Behrens G, Schmidt H, Meyer S, Stoll M, Schmidt RE. Vascular complications associated with use of VIH protease inhibitors. Lancet 1998; 351: 1958-1960.
6. National Institutes of Health. Thrid report of the National Cholesterol Education Program Expert Panel on Detection, Evaluation and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III). Bethseda, Md. National Institutes of Health 2001.
7. Álvarez León E, Ribas Barba L, Serra Majem L. Prevalencia del síndrome metabólico en la población de la Comunidad Canaria. Med Clin (Barc) 2003; 120: 172-174.