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Anales de Medicina Interna
versión impresa ISSN 0212-7199
An. Med. Interna (Madrid) vol.22 no.8 ago. 2005
Cartas al Director
Orquiepididimitis brucelósica
Sr. Director:
La brucelosis es una zoonosis endémica de algunos países en vías de desarrollo y zonas rurales de países desarrollados. Se transmite por el contacto con animales enfermos, el consumo de productos lácteos no pasteurizados y la inhalación de partículas infectadas (1,2). La Brucella spp. puede afectar a múltiples órganos y tejidos, la orquiepididimitis es una manifestación poco frecuente descrita en el 2-20% de las brucelosis sistémicas (2-5). Presentamos el caso de un varón joven, residente en un área urbana con baja incidencia de la enfermedad, que tenía el antecedente epidemiológico de un viaje a un área endémica de brucelosis y el consumo de productos lácteos no pasteurizados.
Varón de 37 años, sin antecedentes médicos de interés, que consulta por un cuadro de once días de evolución de fiebre termometrada de hasta 40,5 ºC, de predominio matutino y vespertino, que en los últimos días se acompaña de molestias en el testículo derecho cuando realiza un esfuerzo físico. El mes anterior había realizado un viaje a Extremadura, donde consumió queso y leche de cabra sin pasteurizar. Al ingreso presentaba fiebre de 40,2 ºC y taquicardia sinusal a 105 latidos por minuto, la tensión arterial era normal. En la exploración física sólo se objetivaba que el testículo derecho estaba aumentado de tamaño sin transiluminación, tumefacto, doloroso a la palpación y con zonas de fluctuación.
En las exploraciones complementarias realizadas destacaba: una analítica de sangre con 14.610 leucocitos/mm3, 77% neutrófilos, sin desviación izquierda y una VSG de 40 mm a la primera hora; una analítica de orina sin hallazgos patológicos y una ecografía testicular con un aumento inhomogéneo del tamaño del testículo derecho, con pequeñas zonas hipoecoicas y una mínima cantidad de líquido en la bolsa escrotal. El rosa de Bengala, el test Brucellacapt (1/5120) y el test de Coombs (1/1280) fueron positivos. En los hemocultivos se aisló Brucella spp. a los pocos días de haberlos realizado.
Realizó tratamiento con doxiciclina, 100 mg cada 12 horas durante 6 semanas, asociando un gramo intramuscular de estreptomicina al día durante dos semanas. El paciente evolucionó de forma satisfactoria con desaparición de la sintomatología y normalización del tamaño testicular.
La afectación genitourinaria es infrecuente en la infección por Brucella spp, la orquiepididimitis generalmente es unilateral y no suele ocasionar atrofia o esterilidad (2,5). Se distingue clínicamente de otras formas de orquiepididimitis por la presencia de fiebre ondulante, un inicio gradual con un curso prolongado, la presencia de menor inflamación local, la ausencia de sintomatología urinaria y el contacto con animales o el consumo de derivados lácteos no pasteurizados (3,5,6).
La aproximación diagnóstica puede realizarse mediante las pruebas serológicas: rosa de Bengala, test de Coombs y test Brucellacapt. El diagnóstico definitivo se obtiene cuando se aísla la Brucella spp., generalmente en los hemocultivos (2,3,5). La importancia de la ecografía reside más en su capacidad para descartar un absceso o un tumor, que en su utilidad para proporcionar el diagnóstico etiológico (5).
El tratamiento adecuado precisa de la combinación de dos antibióticos durante un periodo de tiempo prolongado, como mínimo seis semanas. La pauta más utilizada es la doxiciclina asociada a un aminoglucósido; se pueden emplear cotrimoxazol, doxiciclina o ciprofloxacino asociados a rifampicina obteniéndose similares resultados (2,3,5,6). La forma necrotizante responde mal al tratamiento antibiótico y generalmente debe realizarse drenaje del absceso u orquiectomía para curar la enfermedad (5,7).
R. López Rodríguez, S. Arias Rivas, E. González Babarro, C. Martínez Rey, M. R. Alende Sixto
Unidad Médica de Alta Precoz. Servicio de Medicina Interna. Complejo Hospitalario Universitario. Santiago de Compostela. A Coruña
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2. Alapont JM, Gomez L, Delgado F, et el. Brucellar orchiepididymitis. Actas Urol Esp 2004; 28: 774-6.
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