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Gaceta Sanitaria
versión impresa ISSN 0213-9111
Gac Sanit vol.21 no.6 Barcelona nov./dic. 2007
QUE 20 AÑOS NO ES NADA
Crónica de una tertulia esperada
Chronicle of a foretold chat
Salvador Peiró
Escola Valenciana d'Estudis de la Salud. Valencia. España.
Es sabido que los números redondos estimulan la propensión humana a hacerse preguntas sobre el pasado, el presente y el futuro. En 2007, Gaceta Sanitaria cumplía 20 años como órgano científico de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), así que el tema de la mesa que la revista tradicionalmente organiza en el Congreso SESPAS se veía venir de lejos. Nadie nos iba a librar del «Que 20 años no es nada», lema un tanto gazmoño, todo hay que decirlo, que Gaceta Sanitaria viene utilizando para estos menesteres y que, según la demasiado homogénea coartada del Comité Editorial, fue idea del corresponsal que firma esta crónica. Un elemento adicional que por fuerza tenía que influir en el desarrollo de la mesa era la, entonces reciente, inclusión de la revisa en el Journal Citation Reports. Gaceta Sanitaria había entrado en el club de la treintena de revistas españolas de cualquier materia (apenas una docena son sanitarias) y el del escaso centenar de revistas de salud pública y áreas afines en todo el mundo que presumen de tener «factor de impacto».
Números redondos y ascenso a primera división. Así que los editores diseñaron una sesión poco formal. Más parecida a las tertulias radiofónicas que a las mesas de ponencias. Este corresponsal, por aquellas fechas ya ex editor adjunto de Gaceta Sanitaria, quedó encargado de conducir --antes que moderar-- la conversación. Esta poco meditada decisión (para que nos vamos a engañar, el corresponsal en cuestión no es José Luís Balbín ni Isabel Gemio) venía contrapesada por la elección de los «tertulianos», que hubieran pasado el examen en cualquier emisora: Carme Borrell, Fernando García-Benavides, Beatriz González López-Valcárcel e Ildefonso Hernández combinaban nivel científico, conocimiento de SESPAS y de las asociaciones que la integran y una amplia (y en algún caso larga) experiencia como autores, evaluadores o editores, bien de Gaceta Sanitaria o de otras revistas del campo de la salud pública. La campaña promocional de la mesa ya daba idea de su capacidad para interpretar la vida de la revista en diferentes registros (fig. 1).
Figura 1. Una de las octavillas de convocatoria a la tertulia.
La primera parte de la conversación giró en torno a los cambios que debería afrontar Gaceta en su actual situación. Algunas preguntas, más o menos retóricas (¿ganar factor de impacto frente a ganar lectores?), fueron llevando en una animada charla a cuestiones más prácticas: ¿más artículos en inglés y menos en español?, ¿artículos más internacionales frente a más locales?, ¿qué es mejor para los autores que publican?, ¿qué es mejor para la salud pública?, ¿la nueva posición de Gaceta Sanitaria perjudicará el desarrollo de otras revistas del área que se ocupan de temas específicos como la salud laboral o la economía de la salud? Los tertulianos fueron pasando de una a otra cuestión, mientras el debate crecía con la participación de los oyentes. Entre ellos, editores de Gaceta Sanitaria que lo son o lo han sido, como Esteve Fernández o Antoni Plasencia, y otros compañeros con dilatada experiencia, como Miquel Porta, José Ramón Repullo, Joan Ramon Villabí o Lluís Bohigas, recién elegido Presidente de SESPAS. A ratos el ambiente fue más caldeado (sobre las decisiones de la Junta Directiva de SESPAS que, en su día, limitaban o dificultaban el acceso abierto a Gaceta Sanitaria, un elemento importante para ampliar el número de lectores), a veces muy homogéneo (lo mejor que Gaceta Sanitaria puede hacer para incrementar su factor de impacto es seguir publicando buenos artículos).
Una segunda parte de la tertulia partía del limitado papel social y mediático que tradicionalmente ha adoptado Gaceta Sanitaria (no hace editoriales «intervencionistas», no critica ni debate medidas de los gobiernos central o autonómicos, no marca orientaciones de políticas de salud o sanitarias) para preguntarse si la revista debería abrirse a estos espacios. Otra vez la charla discurrió por ámbitos diversos, incluida la influencia de las relaciones de SESPAS y miembros significados de la Sociedad con los diversos gobiernos (que no sólo son de patrocinio de SESPAS y de la propia revista, sino también de afinidades políticas y dependencias laborales). La discusión recogió diversos ejemplos de situaciones de interés social o para la comunidad sanitaria o científica, que apenas fueron recogidos en Gaceta Sanitaria. También salieron a relucir las dificultades de intervenir en la «actualidad» con una revista bimestral que cierra números 4-6 meses antes de su aparición.
Ya con poco tiempo, la tertulia fue fluyendo, muy abierta, por espacios variados. Desde preguntarse por la calidad científica de los manuscritos que publica Gaceta Sanitaria, su innovación metodológica y su relevancia para la sociedad, a la necesidad de promocionar la investigación en salud pública y servicios sanitarios mediante un mayor despliegue mediático. Algunas intervenciones denotaron una importante resistencia a caminar hacia una revista sin papel. También se debatió sobre el valor real de la revisión por pares (peer review) y, casi mientras se acercaban los componentes de la mesa de clausura, se dirigió una rápida mirada a algunos aspectos relacionados con la ética de la publicación. Tertulianos y público coincidieron en calificar de «fraude» científico, sin paliativos, algunas situaciones que tradicionalmente han tenido cierta tolerancia en la comunidad científica española. Entre ellas, los llamados «autores honorarios», el relleno de datos missing, publicar una variante de una publicación previa sin advertir a los editores o firmar un artículo preparado por un «autor fantasma».
La tertulia proporcionó muchos elementos de reflexión para los que allí estuvimos y, sobre todo, dejó muchas puertas abiertas para que los lectores de esta incompleta crónica, los amigos de Gaceta Sanitaria y cualquier persona con interés en el tema de la «publicación científica» puedan continuar con más debate y más reflexión. Gaceta Sanitaria, y en particular la sección de Cartas al Director, tiene también las puertas abiertas.