Introducción
La prevalencia mundial estimada de trastornos mentales comunes (TMC) es del 17,6%1. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los TMC están aumentando en el mundo, situándolos como segunda causa de incapacidad para 20202. En España, según la Encuesta Nacional de Salud (ENS) de 2006, el 21,3% de la población adulta presentaba alto riesgo de TMC (ARTMC)3. Sin embargo, no hay datos de los años más recientes ni de la evolución temporal. El objetivo de este trabajo es conocer la prevalencia y la evolución del ARTMC en población adulta española entre 2006 y 2012.
Métodos
Las ENS son estudios periódicos, transversales y representativos de la población española no institucionalizada. En este trabajo se utilizaron los datos de las ENS de 2006 y 2012, realizadas por el Instituto Nacional de Estadística. En la ENS de 2006 se encuestó a personas ≥ 16 años, y en la de 2012 a personas ≥ 15 años. En este estudio se han incluido únicamente participantes ≥ 16 años. Ambas ENS realizaron un muestreo trietápico estratificado (unidades de primera etapa: secciones censales; unidades de segunda etapa: viviendas familiares principales; unidades de tercera etapa: selección de un adulto). Cada participante tiene asignado un coeficiente de ponderación para asegurar la representatividad. El número de participantes ≥ 16 años en las ENS de 2006 y 2012 fue de 29.478 y 20.884, respectivamente4. Este estudio incluye a los/las 27.329 y 20.576 participantes que respondieron al Cuestionario de Salud General-12 preguntas de Goldberg (GHQ-12), siendo el método de administración similar en ambas ENS. El GHQ-12 está validado para población española y se utiliza para detectar la incapacidad de seguir realizando actividades habituales y la aparición de nuevos fenómenos de malestar psíquico, como un primer instrumento de cribado5. En este último caso, se establece un punto de corte que permite determinar la probabilidad de desarrollar TMC. Las preguntas se responden mediante una escala Likert (0-1-2-3), que puede transformase en una puntuación dicotómica (0-0-1-1), cuya suma permite calcular la puntuación GHQ total. Las puntuaciones GHQ total ≥3 indican ARTMC6.
La estimación de la población adulta con ARTMC se presenta como porcentaje. Para evaluar la evolución temporal del ARTMC se calculó una regresión logística ajustada. La variable dependiente fue el ARTMC, y las independientes fueron la edad (tres categorías: 16-44, 45-64 y ≥65 años), el sexo, la clase social (seis niveles), el nivel académico del cabeza de familia (cuatro categorías) y el año de la ENS. Los valores perdidos fueron tratados como otra categoría. Para valorar si la evolución temporal de la prevalencia de ARTMC dependía de la edad, se calculó un término de interacción del año de la ENS y la edad (continua) del participante, añadiendo esta nueva variable al modelo ajustado.
Resultados
Según la ENS, la prevalencia de ARTMC en población adulta se situaba en 2012 en el 20.5%. La tabla 1 recoge las características de los/las participantes en cada ENS. Se observó un descenso ajustado significativo en 2012 respecto a 2006 (tabla 2). Al estratificar por sexo, se confirmó un descenso en las mujeres de todas las edades. Sin embargo, en los hombres aumentó en los <65 años y disminuyó en los ≥65 años (p de interacción = 0,007) (tabla 2). El cambio de tendencia en los hombres se produjo a los 64 años de edad, según el modelo. Las mujeres presentaron una mayor prevalencia de ARTMC que los hombres en todos los estratos de edad y en ambas ENS (p <0,001 en todas las comparaciones). No se encontró una asociación significativa entre el nivel académico, la clase social y el riesgo de padecer TMC.
ENS: Encuesta Nacional de Salud.
aLa suma de participantes en los estratos de nivel académico y clase social no iguala al número total de participantes porque hay participantes en los que no figuran esos datos.
Discusión
Según la ENS de 2012, el 20,5% de la población adulta española se encontraba en situación de ARTMC. Se observa un descenso respecto al año 2006, excepto en los varones <65 años.
A pesar la disminución del riesgo global, este es elevado. La prevalencia hallada en este estudio es inferior al 26% encontrado en el Reino Unido7, y es superior a la prevalencia media mundial de TMC (17,6%)1 hallada en un metaanálisis en el que se estableció el diagnóstico de TMC según criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders(DSM) y la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). Estas diferencias pueden explicarse porque el criterio GHQ ≥3 sobreestima la prevalencia de TMC respecto a los criterios DSM y CIE. Al estratificar por sexo, la prevalencia de ARTMC fue mayor en las mujeres, observación previamente descrita8,9.
Son pocas las publicaciones de otros países sobre dicho cambio temporal basadas en el GHQ-129. En líneas generales, en todas ellas se mantiene una evolución temporal estable, salvo en una, en la que se observa un incremento en las personas >75 años, aunque en esos trabajos se evaluaban años previos a los de este estudio9. Es probable que las estrategias sociosanitarias utilizadas en España para mejorar la salud mental hayan contribuido al descenso objetivado en la ENS10. De hecho, el aumento de la dotación económica destinada a salud mental ha incrementado los recursos sociosanitarios, implementando abordajes multidisciplinarios en la asistencia de la patología de salud mental11. Además, se han realizado diversas intervenciones en la promoción y la prevención de la salud mental, y no solo en el abordaje asistencial de los trastornos mentales ya establecidos11.
Estos hallazgos se contraponen a la predicción realizada por la OMS sobre el incremento de los TMC3. Sin embargo, esta predicción se realiza para todo el mundo, incluyendo países con más factores de riesgo y menos estrategias de prevención o promoción de la salud mental.
El incremento del riesgo encontrado en los hombres <65 años puede explicarse, al menos parcialmente, por el efecto de la crisis económica entre los años 2006 y 2012. Un estudio reciente realizado en España ha observado que los hombres jóvenes son emocionalmente más sensibles a los efectos de la crisis económica12, debido a factores socioculturales (distintos roles y posición social atribuidos según género).
La fortaleza de este trabajo es el uso de datos representativos de la población española con una metodología uniforme de evaluación, que permite conocer la prevalencia del ARTMC en el conjunto de la población y establecer comparaciones entre 2006 y 2012 (datos no disponibles en ENS previas). Una limitación del estudio es que el GHQ no permite realizar diagnósticos clínicos concretos. Así, los TMC engloban trastornos mentales1 del espectro depresivo, ansioso y relacionado con el consumo de sustancias, cuya edad de inicio, distribución por sexos y tendencia temporal de su prevalencia pueden ser heterogéneas. Esto podría explicar en parte las diferencias observadas en los diferentes estratos de edad y sexo entre 2006 y 2012. Otra limitación es que el GHQ detecta el cambio en la intensidad de un síntoma concreto en el último mes, y por tanto no es útil para valorar trastornos crónicos, lo que puede infravalorar la verdadera prevalencia del ARTMC. Sin embargo, no hay argumentos para pensar que este efecto sea diferente entre las ENS de 2006 y 2012. Además, el ARTMC según las puntuaciones GHQ en la ENS se asocia con medidas de carga de enfermedad, como la demanda asistencial13 y la hospitalización14. En conclusión, según las ENS, la prevalencia del ARTMC era del 20,5% en 2012 y disminuyó entre 2006 y 2012 en las mujeres y en los hombres >65 años, pero aumentó en los hombres <65 años. Estos datos resultan de interés para establecer programas de promoción y prevención en salud mental.