Sr. Director:
La rápida expansión de Aedes (Stegomyia) albopictus (Skuse, 1894) en España desde su detección por primera vez en Cataluña en 20041 ha demostrado su alta capacidad de dispersión y adaptación a diferentes ecosistemas. Esta situación, junto con los recientes brotes de dengue autóctono en el sur de España2, hacen necesario para la salud pública conocer su estatus epidemiológico e intentar detectar su posible presencia precozmente en las diferentes regiones, permitiendo establecer de forma rápida protocolos de lucha mucho más concretos y adaptados.
Por ello, de abril a octubre de 2018 se estableció por primera vez un plan de vigilancia del mosquito tigre en Extremadura, basado en la colocación y la observación de 61 trampas de oviposición repartidas en 17 localizaciones permanentes (figura 1A). De las 874 tablillas recogidas en trampas fijas, seis resultaron positivas con huevos compatibles con A. albopictus correspondientes a cuatro localizaciones de muestreo, durante agosto y septiembre. Tras la cría de las larvas, se identificaron morfológicamente 45 adultos de A. albopictus:19 en una estación de servicio en el municipio de Monesterio, 12 en la estación de autobuses de Badajoz, y 6 y 8 adultos en dos estaciones de servicio de los municipios de Almaraz y Aldea del Cano, respectivamente (figura 1A). El análisis molecular a través de los cebadores específicos LCO1490 y HCO2198, y el análisis de los árboles genéticos (figura 1B) mediante la metodología ya descrita3, confirman la clasificación morfológica de los especímenes de mosquitos recolectados en cada localización en Extremadura (números de acceso LC428094, LC428095, LC431229 y LC431230).
La detección en cuatro municipios diferentes en ambas provincias extremeñas en un año demuestra las constantes incursiones en la región, y conociendo las áreas de localización positivas (estaciones de autobuses y estaciones de servicio) podríamos decir que está en línea con su capacidad de expansión por carretera4. Por tanto, estas localizaciones parecen ser ideales para un muestreo de vigilancia inicial de la invasión de esta especie, demostrando la necesidad y la eficacia de estos planes de vigilancia en regiones donde, a priori, aún no se había establecido.
Sería importante y prioritario determinar si son introducciones concretas por el transporte o si se está produciendo un establecimiento en estas áreas y sus alrededores, e intensificar la búsqueda a lo largo de las carreteras A-5 y A-66, arterias principales de esta región, así como colaborar con las zonas fronterizas con Portugal, por una posible recirculación en esas zonas.
Para ello, y aunque no hay motivo de alarma entre la población debido a las bajas densidades a priori de este mosquito en la región, sería muy recomendable una mayor implicación por parte de los entes implicados (investigadores, Administración pública y ciudadanos) para establecer globalmente las medidas adecuadas que frenen el avance de este peligroso mosquito en Extremadura. Es destacable que la concienciación y la colaboración ciudadana (www.mosquitoalert.com) son de vital importancia para detectar y evitar el establecimiento en un área5, ya que la probabilidad de encontrar lugares de cría de A. albopictus aumenta en propiedades privadas.