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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología
versión impresa ISSN 0365-6691
Arch Soc Esp Oftalmol vol.79 no.11 nov. 2004
SECCIÓN HISTÓRICA
ALEGORÍAS DE LA VISTA
BARBÓN GARCÍA JJ1, ÁLVAREZ SUÁREZ ML2
La representación de la vista como motivo pictórico, al igual que sucede con los otros cuatro sentidos, se inició en la Edad Media y alcanzó su máximo esplendor en los s. XVI y XVII. En los bestiarios medievales, influidos por la Naturalis Historia de Plinio el Viejo, cada sentido se relacionaba con uno o varios animales, que en el caso de la vista eran dos mamíferos: el lince y el gato, y dos aves: el águila y el neblí. También existía una correspondencia de los sentidos con las divinidades clásicas, Júpiter en el caso de la vista, y con los cuatro elementos (tierra, agua, fuego y aire) a los que Aristóteles había añadido un quinto, la luz o éter, formado por la misma sustancia de dios y que sería el asociado a la facultad visual. El tema de los sentidos también ha sido utilizado para ofrecer una representación simbólica y moralizante sobre la inconsciencia del placer y la fugacidad de la vida humana, dentro del género de la Vanitas: el mundo de los sentidos, fuente de sensualidad y alegría, evocaría la condición pasajera de nuestras percepciones.
En el famoso ciclo de seis tapices flamencos conocidos como La dama del unicornio, realizado en la Edad Media a finales del s. XV, se dedican los cinco primeros a los sentidos corporales y el sexto al sentido del honor. En el que se ocupa de la visión, una muchacha ricamente ataviada está dispuesta entre un unicornio y un león, ambos símbolos heráldicos del linaje de la familia donante del tapiz, y personifica la vista sosteniendo con su mano derecha un espejo que refleja el rostro del unicornio.
La vista, tapiz de "La dama del Unicornio". Museo de Cluny, París.
El grabado, que consiste en tallar un dibujo en una plancha de madera o metal para la impresión de estampas o ilustraciones, fue un procedimiento muy utilizado a partir del Renacimiento para la difusión de las obras de arte. Cornelis Cort (1533-1578) fue uno de los grabadores renacentistas mas importantes y desarrolló su carrera en Flandes e Italia. En su conocida serie de grabados sobre los cinco sentidos sigue los dictámenes recogidos por Cesare Ripa en su Iconología para representar la Alegoría de la vista: «Jovencito que lleva con la diestra un buitre, según dice Horapollo que lo pintaban los Egipcios, sujetando además con la siniestra un espejo...». El espejo simboliza la cualidad reflectante de nuestro ojo al recibir en su superficie las formas accidentales y visibles de las cosas. El grabado se completó escribiendo al pie la descripción anatómica del órgano visual, según los versos latinos De anima et vita de Juan Luis Vives. Otros grabadores flamencos de esta época que hicieron ilustraciones sobre la vista fueron Frans Floris, Cornelius van Kittensteyn, Adrien Collaert, Marten de Vos y Jan Saenredam.
Alegoría de la vista de "Cornelis Cort".
Fundamentalmente fue durante el Barroco (s. XVII) cuando las alegorías de los sentidos se utilizaron con profusión como arma artística que desarrollaba el gusto por el significado oculto y metafórico a través de objetos y actitudes. Uno de los primeros cuadros de Rembrandt titulado La alegoría de la vista o El vendedor de gafas (1625), ilustra una escena callejera de venta de anteojos. Jacques Linard utiliza un simple bodegón en Los cinco sentidos (1638) para representarlos: la vista queda simbolizada por un espejo, que ofrece al espectador un ángulo diferente de una fruta partida. En Los cinco sentidos y los cuatro elementos, completará la analogía incluyendo objetos cotidianos y productos de la naturaleza para mostrar tanto los sentidos como los cuatro elementos del orden cósmico. Sebastien Stosskopff, especialista en naturalezas muertas, también usa objetos en su tela Verano o Los cinco sentidos (1633) y simboliza la vista mediante el globo terráqueo, que alude mundo geográfico. Giusseppe Rocco, en su Gran naturaleza muerta con los cinco sentidos (1676), realiza una composición con alusiones a la vanitas en la que rememora la vista con un catalejo y unos anteojos, mientras que Lubis Baugin en su Bodegón con ajedrez o Los cinco sentidos (1630) refleja una rígida estética calvinista en la que un espejo negro representa la vista. Gerard de Lairesse, en su Alegoría de los cinco sentidos (1668) cada figura humana personifica un sentido y es el niño que sujeta el espejo el que encarna al sentido de la visión. Theodor Rombouts (1597-1637), en su Alegoría de los cinco sentidos utiliza un grupo de cinco adultos en actitudes alusivas, al igual que Ludovicus Finson en Los cinco sentidos (1737) con dos hombres y tres mujeres, una de las cuales mira directamente al espectador como alegoría visual.
Los cinco sentidos de "Jacques Linard".
Museo de Bellas Artes de Estrasburgo.
Jan Brueghel el Viejo y Peter Paul Rubens colaboraron en una serie completa de alegorías de los cinco sentidos en forma de galerías de arte, entre ellas una Alegoría de la vista (1617), donde Rubens pintó las figuras humanas. La habitación muestra a una joven junto a un pequeño cuadro central que escenifica la curación de un ciego por Jesucristo; los instrumentos ópticos, un telescopio y un astrolabio, las pinturas, las estatuas y las joyas figuran como objetos que requieren para su percepción del sentido visual. Jan Brueghel el Viejo también colaboró con Hendrick Van Balen en otro gran panel titulado Una Alegoría de los cinco sentidos.
Alegoría de la vista y el oftalmologo de Jan Brueghel el Joven.
Museo del Prado
Jan Brueghel el Joven, que continúa el estilo y la temática de su padre, compone un cuadro similar al anterior en su Alegoría de la vista y el olfato. Entre las alegorías visuales que contiene, por una parte, una joven se mira complacida en un espejo como representación de la visión interior, que además alude a la fugacidad de la belleza al producir una imagen reflejada que no coincide con su apariencia real. Por otra parte, dos de los cuadros que incluye el lienzo: La adoración de los Pastores y La curación del Ciego, representan la visión interior de la Fe, una de las tres virtudes teologales, junto a la Esperanza y la Caridad, que forman parte de la ética cristiana revelada en las Sagradas Escrituras.
Ya fuera de la época Barroca, Hans Mackart (1840-1884), famoso pintor, decorador y diseñador vienés utilizó el desnudo femenino para la ilustración alegórica de Los Cinco Sentidos en otras tantas estampas. La inglesa Annie Louisa Swynnerton pintó El sentido de la vista (1895) con un estilo romántico y de gran belleza, dentro de un movimiento llamado Pre-Rafaelita, que imitaba a Rafael al considerarlo como el pintor que había alcanzado el más alto grado de perfección, y que floreció en Gran Bretaña durante finales del s. XIX.
1 Oftalmólogo. Hospital San Agustín de Avilés.
2 Oftalmólogo. Hospital Álvarez-Buylla de Mieres.
BIBLIOGRAFÍA
- R Giorgi. Símbolos y alegorías. Los diccionarios del arte. Barcelona: Ed. Electa, 2003.
- Cesare Ripa. Iconología. 2.ª Ed. Madrid: Ediciones Akal; 1996.
- Summa Pictorica. Historia Universal de la Pintura. Barcelona: Editorial Planeta; 1999.
- Stefano Zuffi. La naturaleza muerta. Milan: Ed. Electa; 1999.
- web gallery of art. http://gallery.euroweb.hu/