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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología
versión impresa ISSN 0365-6691
Arch Soc Esp Oftalmol vol.80 no.8 ago. 2005
COMUNICACIÓN CORTA
METÁSTASIS ORBITARIA COMO PRIMERA MANIFESTACIÓN
DE ADENOCARCINOMA PULMONAR
AN ORBITAL METASTASIS AS THE PRESENTATION OF LUNG ADENOCARCINOMA
CAMPOS-MOLLO E1, MOYA-MOYA MA1, PÉREZ-GONZÁLEZ LE1, ALENDA-GONZÁLEZ C1
RESUMEN Introducción: Las metástasis de tumores primitivos invaden la órbita generalmente por vía hemática y en el 19% de los casos representan la primera manifestación de enfermedad neoplásica. Palabras claves: Metástasis, Tumor orbitario, carcinoma pulmonar. | ABSTRACT Introduction: Metastasis of primary tumours can involve the orbit via the blood stream. In 19% of cases this type of metastasis is the first oncologic symptom. Key words: Metastasis, orbital tumor, lung carcinoma. |
Recibido: 27/12/04. Aceptado: 16/8/05.
Servicio de Oftalmología. Hospital General Universitario de Alicante, Alicante, España.
1 Licenciado en Medicina.
Comunicación presentada parcialmente en el LXXX Congreso de la S.E.O. (Córdoba, 2004).
Correspondencia:
Ezequiel Campos Mollo
Ptda. Alzabares Alto, 145
03290 Elche (Alicante)
España
E-mail: ezequiel.campos@alu.umh.es
INTRODUCCIÓN
Las metástasis orbitarias son tumores que tienen un origen localizado fuera de la órbita y la invaden generalmente por vía hemática. La incidencia oscila entre un 1-13% de los casos, presentándose como la primera manifestación de enfermedad neoplásica en un 19%. En un 10% de los casos se desconoce el origen del tumor primitivo después del estudio sistémico (1,2).
CASO CLÍNICO
Se presenta el caso de una mujer de 42 años, no fumadora, que acudió a nuestro servicio refiriendo la presencia de un nódulo en región orbitaria anterior derecha de un mes de evolución.
En la exploración se detectó un nódulo palpable de consistencia pétrea bien delimitado asociado a leve tumefacción palpebral y dolor a la presión. Se objetivaba una limitación de la supraducción de tipo mecánico sin desplazamiento del globo ocular y una discreta ptosis. La exoftalmometría fue normal. En ambos ojos, presentó una agudeza visual sin corrección de unidad, tensión ocular de 12 mmHg y oftalmoscopía normal.
Se realizaron estudios de neuroimagen: TAC (fig. 1) y RMN (fig. 2). La resonancia magnética reveló una imagen de morfología ovoidea, inmediatamente anterior e inferior al reborde orbitario que improntaba de forma discreta el músculo recto superior en su porción más anteromedial. La lesión estaba bien delimitada por el tejido graso con captación homogénea de gadolinio. El nervio óptico, las estructuras musculares y el globo ocular presentaron una intensidad de señal normal. Se visualizaron ambas glándulas lagrimales con sus características conservadas y no se observó afectación de los senos maxilares, etmoidales y frontales.
Fig. 1. En la tomografía computerizada se observa una
lesión tumoral en órbita anterior en bien delimitada sin
extensión intracorneal.
Fig. 2. A) El corte coronal de la RM (ponderada en T1) se observa una masa
única hipotensa respecto a la grasa orbitaria de morfología ovoidea. B) En el
corte sagital de la RM (ponderada en T2), la lesión se halla inmediatamente
anterior e inferior al reborde orbitario improntando de forma discreta el músculo
recto superior en su posición más anteromedial. La lesión se muestra bien
delimitada por el tejido graso.
Se realizó una exéresis-biopsia a través del surco palpebral superior en la que se evidenció una tumoración blanquecina de 1,2 cm de diámetro máximo con afectación de periostio y hueso, bien delimitada y de consistencia elástica (fig. 3). Microscópicamente estaba constituida por una proliferación neoplásica con formación de estructuras glandulares con abundante estroma desmoplásmico concordante con adenocarcinoma ductal que sugirió, en primer lugar, un origen mamario (fig. 4). En el estudio inmunohistoquímico la positividad para citoqueratinas sostuvo el diagnóstico de carcinoma aunque mostró negatividad para receptores hormonales.
Fig. 3. A) Examen macroscópico: tumoración blanquecina bien delimitada.
B) Corte macroscópico de la tumoración.
Fig. 4. Proliferación neoplásica de arquitectura ductal
con abundante estroma desmoplásico entre las glándulas
neoplásicas (Fijación en formalina neutra tamponada.
Tinción: hematoxilina-eosina. H&E x 400).
Tras los hallazgos histopatológicos se contactó con el Servicio de Ginecología y Oncología. La mamografía y ecografía de los senos descartó la patología mamaria. El origen del tumor primario se detectó en el TC toracoabdominal, donde se objetivó un nódulo de 2 cm especulado en el lóbulo pulmonar inferior derecho, así como múltiples nódulos pulmonares milimétricos dispersos por ambos campos pulmonares con conglomerado adenopático retro y subcarinal (fig. 5).
Fig. 5. En el TAC torácico se observa un nódulo de 2 cm
especulado en el lóbulo inferior derecho del pulmón y
múltiples nódulos pulmonares milimétricos dispersos
por ambos campos pulmonares.
La paciente, previamente informada, decidió evitar la biopsia del nódulo pulmonar por consistir en una técnica invasiva cuyos hallazgos no iban a modificar el tratamiento de una enfermedad ya diseminada.
En el contexto de un nódulo pulmonar de 2 cm con adenopatías mediastínicas, diseminación pulmonar bilateral y metástasis orbitaria resecada con confirmación histológica de adenocarcinoma se inició tratamiento quimioterápico con Cisplatino-Gemcitabina. En estudios posteriores de imagen no se ha detectado recidiva tumoral orbitaria.
DISCUSIÓN
La incidencia de metástasis en la órbita es de un 7% y los tumores primitivos que más metastatizan son el cáncer de mama (48%) y próstata (12%) (3).
En el caso del carcinoma pulmonar la incidencia de metástasis orbitarias (8%) contrasta con las uveales dónde es el tumor más metastatizante (3).
La forma de presentación clínica depende de la naturaleza del tumor primitivo, la velocidad de progresión y la situación inmunológica del paciente. En este caso, se manifestó como una masa palpable que producía discreta ptosis (característico de las lesiones orbitarias anteriores) con leve componente inflamatorio (tumefacción palpebral y dolor a la palpación). Sin embargo los síntomas de presentación más frecuentes son la diplopia y la proptosis (1,2,4).
El tiempo de evolución fue de un mes, siendo en el 90% de los casos inferior a un año. La visión no se comprometió debido a la localización y tamaño del tumor, si bien, generalmente no suele alterarse en los momentos iniciales (2).
Por su accesibilidad, se realizó una biopsia-exéresis del tumor a través del surco palpebral superior con fines diagnósticos y terapéuticos. Se puede recurrir a una biopsia punción-aspiración para evitar una cirugía invasiva, sobretodo cuando la cirugía radical no es curativa (1,5).
Incluso con una tecnología sofisticada se pueden encontrar dificultades diagnósticas. En caso de sospecha de metástasis, además del estudio oftalmológico y de imagen, debe realizarse un examen de mama en la mujer, próstata en el hombre y broncopulmonar en ambos.
El TAC toraco-abdominal detectó un origen pulmonar. El carcinoma pulmonar generalmente tiene un comportamiento agresivo y metastatiza pronto en comparación con las metástasis de carcinoma de mama (2,4,5).
La exploración oftalmológica ha constituido el inicio del proceso diagnóstico de un adenocarcinoma pulmonar diseminado. El oftalmólogo puede jugar un papel relevante en el diagnóstico del cáncer metastásico cuando existe afectación del ojo y de la órbita. Fue indispensable la cooperación entre con el patólogo, el oncólogo y el ginecólogo, de ahí la importancia de un abordaje multidisciplinar. El tratamiento por parte del oftalmólogo debe de ir enfocado a la preservación de la visión y alivio del dolor ya que, incluso en pacientes con una supervivencia limitada, la preservación de la visión tiene un impacto importantísimo en la calidad de vida (4).
BIBLIOGRAFÍA
1. Shields JA, Shields CL, Brotman HK, Carvalho C, Perez N, Eagle RC Jr. Cancer metastatic to the orbit: the 2000 Robert M. Curtis Lecture. Ophthal Plast Reconstr Surg 2001; 17: 346-354. [ Links ]
2. Pérez Moreiras JV, Satorre Grau J, Prada Sánchez MC, Coloma Bockos J. Tumores metastásicos en la órbita. In: Pérez Moreiras JV, Prada Sánchez MC, Coloma Bockos J, Becerra E. Patología Orbitaria. Barcelona: Edika Med; 2002; II: 931-936. [ Links ]
3. Shields JA, Shields CL, Scartozzi R. Survey of 1264 patients with orbital tumors and simulating lesions: The 2000 Montgomery Lecture, part 1. Ophthalmology 2004; 111: 997-1008. [ Links ]
4. Golberg RA, Rootman J, Cline RA. Tumors metastatic to the orbit: a changing picture. Surv Ophthalmol 1990; 35: 1-24. [ Links ]
5. Adenis JP, Dourlhes N. Tumeurs métastatiques de l´orbite. In: Adenis JP, Morax S. Patologie orbito-palpebrale. Paris: Société Française d´Ophtalmologie et Masson; 1998; 563-569. [ Links ]