NECROLÓGICA

 

In memoriam. Dr. Alfredo Arruga Forgas

 

 

Barraquer-Moner J.¹

¹ Presidente de la Sociedad Española de Oftalmología. Catedrático de Cirugía Ocular. Universidad Autónoma de Barcelona. Presidente Instituto Universitario Barraquer. Cirujano Director del Centro de Oftalmología Barraquer. Barcelona. España.

 

 

Todos los oftalmólogos españoles perdimos el pasado día 16 de enero, al muy querido amigo, el Dr. Alfredo Arruga Forgas.

El Dr. Alfredo Arruga, continuó la tradición familiar iniciada por su padre el Conde Hermenegildo Arruga Liró, que junto con el Profesor Ramón Castroviejo Briones y el Profesor Ignacio Barraquer Barraquer formaron el A, B, C de la oftalmología Española. El Dr. Jorge Arruga Ginebreda continúa actualmente la labor de su padre y abuelo, dirigiendo el Servicio de Neuro-oftalmología del Hospital de Bellvitge de Barcelona.

D. Hermenegildo, el fundador de la estirpe, se inició en la oftalmología en la consulta del conocido Dr. Menacho de la ciudad condal, donde también ejercía su padre. Destacó, en sobremanera, por su especialización en la cirugía de la retina (1933) y que culminó en 1946 con la publicación del libro «Cirugía Ocular». Labor que le valió la concesión en 1950 de la Medalla Jules Gonin, y el título «Conde de Arruga».

Su hijo el Dr. Alfredo Arruga Forgas, estuvo desde siempre impregnado de la oftalmología pues, como yo, vivió en la clínica familiar, que fundó su padre en Barcelona. D. Alfredo fue un hombre de trato franco y cariñoso que se especializó en la Estrabología y el Nistagmus, campo en el que presentó una brillante ponencia en el Congreso de la «Sociedad Oftalmológica Hispano Americana», en 1961.

Curiosamente, se repite el A, B, C, pues la ponencia de 1961 fue del Dr. Alfredo Arruga; la de 1962 fue del Dr. Joaquín Barraquer, y la de 1964, del Dr. Ramón Castroviejo. Hermenegildo Arruga con su voto, fue decisivo para que se me otorgara la ponencia de 1962.

Alfredo Arruga, como seguidor también de la labor del Dr. Menacho, fue uno de los autores de libro publicado en 1963 «Traumatología ocular y oftalmología laboral», que constituyó el germen de «Sociedad Ergoftalmológica Española», en la que realmente se volcó, llegando a ser su Presidente en el período comprendido entre 1980 y 1983.

Y lo más importante, fue un hombre bueno, que ayudó todo lo que pudo sin esperar premio a cambio: sólo amistad sincera.

Descanse en Paz.