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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología

versión impresa ISSN 0365-6691

Arch Soc Esp Oftalmol vol.86 no.7  jul. 2011

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Efecto de la mitomicina C en el engrosamiento corneal tras queratectomía subepitelial con láser excimer (LASEK)

Effect of mitomycin C on corneal regrowth after laser-assisted sub-epithelial keratectomy (LASEK)

 

 

L. De Benito-Llopis, M.A. Teus y P. Drake-Casanova

Vissum, Hospital Oftalmológico, Madrid, España

Dirección para correspondencia

 

 


RESUMEN

Objetivo: Estudiar el efecto de la mitomicina C (MMC) en el engrosamiento corneal tras queratectomía subepitelial con láser excimer (LASEK).
Métodos: Realizamos un estudio prospectivo, controlado, enmascarado de 64 ojos consecutivos operados con LASEK para corregir su miopía. Separamos dos grupos empatados por edad. Los 32 ojos en los que la profundidad de ablación era < 50 micras (μm) fueron incluidos en el grupo 1 y no recibieron MMC. Los 32 ojos en los que la profundidad de ablación era >50μm se incluyeron en el grupo 2 y recibieron MMC al 0,02% durante 30 seg. sobre el lecho ablacionado. Un observador enmascarado midió el grosor corneal central (GCC) al mes y tres meses tras la cirugía. Se comparó el cambio en el GCC postoperatorio entre los dos grupos.
Resultados: La media de edad era de 31,5 (DE 4,6) años y 31,6 (DE 8,7) años en los grupos 1 y 2 respectivamente (p=0,9). En el grupo 1, la media del GCC era 444,0 (DE 41,3) μm al mes y 450,3 (DE 43,5) μm a los tres meses (p=0,04). El GCC en el grupo 2 era 399,7 (DE 31,2) μm al mes y 407,9 (DE 32,6) μm tres meses tras la cirugía (p=0,006). La diferencia entre los incrementos de GCC entre los dos grupos no fue estadísticamente significativa (p=0,6).
Conclusiones: Una única aplicación intraoperatoria de MMC al 0,02% durante 30 seg. no parece causar un cambio sustancial en el incremento del grosor corneal postoperatorio observado tras LASEK.

Palabras clave: LASEK. Ablación de superficie. Mitomicina C. MMC. Hiperplasia epitelial.


ABSTRACT

Purpose: To study the effect of mitomycin C (MMC) on the corneal regrowth after laser-assisted sub-epithelial keratectomy (LASEK).
Methods: We performed a prospective, controlled, observer-masked study of 64 consecutive eyes scheduled to undergo LASEK to correct their myopia. The patients were divided into two age-matched groups, with group 1 including 32 eyes in which the ablation depth was < 50μm and received no MMC. Group 2 consisted of 32 eyes in which the ablation depth exceeded 50μm and were treated with intra-operative 0.02% MMC for 30seconds over the ablated zone. A masked observer measured the central corneal thickness (CCT) 1 and 3 months after surgery. We compared the change in CCT between both groups up to 3 months after surgery.
Results: The mean patient age was 31.5 years (SD 4.6) and 31.6 (SD 8.7) years in groups 1 and 2, respectively (P=.9). Group 1 showed a mean CCT of 444.0 (SD 41.3) μm one month after surgery and 450.3 (SD 43.5) μm three months after surgery (P=.04). CCT in group 2 was 399.7 (SD 31.2) μm and 407.9 (SD 32.6) μm one and three months after surgery, respectively (P=.006). The difference in the CCT increases between both groups was not statistically significant (P=.6).
Conclusions: A single intraoperative application of 0.02% MMC for 30seconds did not seem to cause a substantial change in the post-surgical corneal thickening expected after LASEK.

Key words: LASEK. Surface ablation. Mitomycin C. MMC. Epithelial hyperplasia.


 

Introducción

La mitomicina C (MMC) tiene, por un lado, un efecto antiproliferativo que deriva de su capacidad de generar uniones covalentes en las cadenas de ADN y, por otro lado, un efecto citotóxico que desencadena un incremento en la apoptosis de queratocitos tras su aplicación sobre la córnea1. En cirugía refractiva de superficie, tanto queratectomía fotorrefractiva (PRK) como queratectomía subepitelial (LASEK), se utiliza para disminuir la incidencia y la intensidad del haze postoperatorio, al disminuir la proliferación fibroblástica en el estroma corneal2.

Diversos estudios3-5 han demostrado que el epitelio tras la PRK no sólo se regenera, sino que también sufre una hiperplasia postoperatoria, que es considerada la causa más probable del aumento del grosor corneal detectado tras ablación de superficie. No obstante, otros autores no detectan dicha hiperplasia epitelial, sino un engrosamiento estromal que justificaría dicho incremento del grosor corneal en el periodo postoperatorio6.

La MMC, con sus efectos antiproliferativo y citotóxico, podría conllevar un cambio en el patrón de engrosamiento corneal tras ablación de superficie. No encontramos en la literatura ningún estudio que se centre en este aspecto, por lo que decidimos analizar si la aplicación de MMC tras ablación de superficie conlleva una alteración en el engrosamiento corneal postoperatorio, considerando este una medida indirecta de la hiperplasia epitelial o del engrosamiento estromal descritos tras cirugía de superficie.

 

Sujetos, material y métodos

Se ha realizado un estudio prospectivo, controlado, intervencionista, no aleatorizado, con observador enmascarado, de 64 pacientes (64 ojos) consecutivos que iban a ser sometidos a LASEK para corregir su miopía. Se excluyeron del estudio aquellos pacientes con refracción inestable, aquellos con enfermedad o cirugía ocular previa y aquellos que presentaran enfermedades sistémicas que pudieran alterar el proceso de cicatrización, tales como diabetes y trastornos del tejido conectivo. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de nuestra institución antes de su realización.

Se identificaron dos grupos de pacientes empatados por su edad, que aceptaron voluntariamente participar en el estudio. En el grupo 1 se incluyeron ojos en los que la profundidad de la ablación era 50μm o menor, que no fueron tratados con MMC. En el grupo 2 se incluyeron aquellos en los que la profundidad excedía las 50μm, en los cuales se aplicó intraoperatoriamente MMC al 0,02% durante 30 seg. sobre el área ablacionada. Todas las cirugías fueron realizadas por el mismo cirujano experimentado (M.A.T.).

Todos los pacientes del estudio se sometieron a un examen oftalmológico exhaustivo previo a la cirugía que incluía la determinación de la agudeza visual sin corrección (AVsc), la agudeza visual con la mejor corrección en gafa (AVcc) (utilizando los optotipos de Snellen, Nidek autochart projector CP 670, Nidek, Gamagori, Japón) tanto con la refracción manifiesta como con la ciclopléjica, exploración biomicroscópica, tonometría (CT-80, Topcon, Tokio, Japón), paquimetría ultrasónica (OcuScan RXP, Alcon Laboratories, Inc. Fort Worth, TX), queratometría y topografía corneal (Dicon CT200, Vismed Inc., San Diego, Calif.), medición del diámetro pupilar en condiciones mesópicas (pupilómetro Colvard, Oasis, Glendora, Calif) y valoración funduscópica.

Técnica quirúrgica

La cirugía se realizó, en todos los casos, bajo anestesia tópica con lidocaína al 2%. Tras aplicar alcohol diluido al 20% dentro de un marcador circular de 7mm durante 40 seg., el flap epitelial es separado con una cuchilla tipo Crescent (Alcon Surgical), dejándolo unido por una bisagra a las 12h. Realizamos la ablación sobre el lecho estromal seco utilizando el láser excimer Technolas 217C (Bausch & Lomb Surgical, Claremont, CA). En los casos que iban a recibir MMC, la ablación programada fue un 10% menor a la refracción que se pretendía corregir, para evitar hipercorrecciones. En los casos en los que la profundidad de ablación era mayor de 50μm, aplicamos una esponja de celulosa empapada en MMC 0,02% durante 30 seg. Se irriga después el estroma abundantemente y, tras recolocar el lentículo epitelial, se coloca una lente de contacto terapéutica (Acuvue 2, Johnson & Johnson Vision Care, Inc., Jacksonville, FL). Para finalizar, se aplican gotas de ciprofloxacino 3mg/ml y ketorolaco trometamol 5mg/ml.

Seguimiento postoperatorio

Se programaron revisiones al día, a la semana, al mes y al tercer mes después de la cirugía. En las revisiones del mes y 3 meses, un observador enmascarado registró el grosor corneal central (GCC) de cada ojo, tomando tres medidas de cada ojo y promediándolas.

Análisis estadístico

Se utilizó el programa Statview+Graphics Tm (Abacus Concept Inc., Cupertino, CA). Las comparaciones se realizaron con el test t de Student de dos colas para datos pareados para la comparación intragrupo y para datos no pareados para la comparación entre grupos. Se utilizó además el análisis por regresión lineal para estudiar si existía relación entre el aumento de GCC en el postoperatorio y el defecto refractivo tratado. Se consideró estadísticamente significativo un valor de p<0,05. Los datos se indican con la media y desviación estándar (DE).

 

Resultados

Fueron incluidos 64 pacientes consecutivos (64 ojos) en el estudio: 32 ojos en el grupo 1 (no tratado con MMC) y 32 ojos en el grupo 2 (tratado con MMC intraoperatoria). La Tabla 1 muestra los datos preoperatorios de ambos grupos.

La refracción esférica residual a los 3 meses de la cirugía era 0,1 D (DE 0,3) en el grupo 1 y 0,05 D (DE 0,6) en el grupo 2 (p=0,4). El cilindro residual era -0,2 D (DE 0,6) y -0,07 D (DE 0,3), respectivamente (p=0,2).

La Tabla 2 muestra las mediciones paquimétricas antes de la cirugía y en todas las revisiones postoperatorias. La comparación dentro de cada grupo entre el GCC medido al mes y a los 3 meses de la cirugía mostraba un incremento estadísticamente significativo en ambos grupos. La diferencia entre el incremento del GCC entre uno y otro grupo no era estadísticamente significativa (p=0,6).

El análisis de regresión lineal no mostró relación significativa entre el error refractivo tratado y el incremento postoperatorio en el GCC en ninguno de los dos grupos (teniendo en cuenta en el grupo que recibió MMC que se había programado una hipocorrección del 10% del error refractivo preoperatorio). Los resultados del análisis fueron: en los 64 ojos en conjunto: r2=0,01 (p=0,3); en el subgrupo de 32 ojos tratados con MMC: r2=0,08 (p=0,1); en el subgrupo de 32 ojos sin MMC: r2=0,08 (p=0,1).

No hubo complicaciones intra- ni postoperatorias relevantes. No se encontró ningún caso de haze mayor de grado 1 (leve, sin efecto sobre la visión) en ninguna de las visitas postoperatorias.

 

Discusión

En este estudio, encontramos un incremento estadísticamente significativo en el GCC entre el mes y los 3 meses tras ablación de superficie en ambos grupos, independientemente del uso o no de MMC. No encontramos diferencias significativas en el porcentaje de incremento del GCC entre el grupo que recibió MMC intraoperatoria y el grupo que no fue tratado con ella.

La MMC no parece causar un retraso clínicamente significativo en la reepitelización corneal cuando se aplica intraoperatoriamente en ablación de superficie2,7-11. Sin embargo, ninguno de estos estudios mencionados ha analizado si aparecían diferencias significativas en el grosor epitelial final entre las córneas tratadas con MMC y aquellas no tratadas, diferencias que podrían ser un signo sutil de toxicidad epitelial.

Rajan et al12 analizaron el efecto de la MMC al 0,02% sobre la morfología del epitelio corneal tras su aplicación en córneas humanas in vitro. Al mes, el epitelio era similar en grosor y morfología en el grupo control y el grupo tratado con MMC durante 1min, pero era significativamente más fino y menos diferenciado en el que recibió MMC durante 2min. Quizá un seguimiento más largo habría permitido que el epitelio se diferenciase y engrosase y que dichas diferencias desaparecieran. No obstante, en nuestro estudio utilizamos un tiempo de exposición de 30 seg., el cual, basándose en sus resultados, no debiera producir ningún cambio significativo en el grosor y la morfología del epitelio regenerado ya al mes de la cirugía.

Tras ablación de superficie, se ha descrito una hiperplasia epitelial corneal3-5, especialmente asociada a zonas ópticas pequeñas (< 5mm) y a ablaciones profundas, en las que el cambio del poder dióptrico de la córnea en el borde de la zona ablacionada es más abrupto13. El epitelio corneal reacciona frente a la ablación estromal con una hipertrofia de las células de la capa basal y, si esta hipertrofia no es suficiente para conseguir una superficie corneal lisa, con una hiperplasia epitelial para conseguir alisar más la superficie4.

Debido al hecho de que el epitelio juega un papel no despreciable en la determinación del poder dióptrico corneal14, se considera que la hiperplasia epitelial tras cirugía refractiva puede ser una de las causas de regresión tras PRK5 y LASIK15. Sin embargo, otros estudios con microscopio confocal en córneas humanas tras PRK no encontraron dicha hiperplasia epitelial ni ninguna relación entre el grosor epitelial postoperatorio y la regresión refractiva, mientras que sí detectaron un incremento del grosor estromal significativamente relacionado con la regresión postoperatoria6.

En nuestro estudio, la diferencia estadísticamente significativa que encontramos entre el GCC al mes y a los 3 meses de la cirugía apoya la hipótesis del engrosamiento corneal postoperatorio, bien debido a una hiperplasia epitelial, bien a un engrosamiento estromal o a una combinación de ambos mecanismos. El hecho de que no encontremos diferencias en el engrosamiento corneal entre el grupo que recibió MMC intraoperatoria y el que no la recibió sugiere que este fármaco, a la concentración de 0,02% y aplicado durante 30 seg., no sólo no produce un retraso clínicamente significativo en la reepitelización de la úlcera quirúrgica2,7-11, sino que además permitiría tanto la hiperplasia epitelial descrita tras la ablación de superficie como el engrosamiento estromal.

De hecho, encontramos en nuestros resultados un incremento mayor de GCC en el grupo que recibió MMC que en el grupo no tratado con MMC, aunque la diferencia no alcanzaba significación estadística. Este mayor aumento podría ser debido al mayor defecto refractivo tratado en el grupo que recibió MMC6,13. Sin embargo, el análisis por regresión lineal realizado en ambos grupos no mostró correlación significativa entre el error refractivo preoperatorio y el incremento postoperatorio del GCC. Quizá un número mayor de casos nos habría permitido detectar una correlación significativa entre ambos parámetros, lo que explicaría el mayor incremento en el GCC en el grupo tratado con MMC.

Hay que considerar, sin embargo, que conseguimos buena predictibilidad en los resultados refractivos en el grupo al que aplicamos la MMC, a pesar de programar una hipocorrección del 10% del defecto refractivo esférico preoperatorio. Esto podría sugerir que, si realmente la regresión refractiva postoperatoria estuviera única y directamente determinada por el recrecimiento corneal postoperatorio, el uso de la MMC estaría realmente inhibiendo parcialmente dicho engrosamiento postoperatorio, pero, según indica nuestro estudio, sin anular del todo la respuesta cicatricial corneal tras la cirugía y, por tanto, sin poner en peligro la capacidad regenerativa corneal. Nuevos estudios serían necesarios para medir si la MMC ejerce realmente una inhibición parcial (y en qué medida) del engrosamiento corneal tras ablación de superficie.

Los resultados de nuestro estudio sugieren que la MMC no parece anular el engrosamiento corneal tras ablación de superficie. Es obvio que son necesarios más estudios, con mayor número de pacientes y con análisis histológico y con microscopio confocal in vivo de córneas humanas, que ayuden a esclarecer el efecto de la MMC en el proceso de cicatrización tras ablación de superficie.

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

 

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Dirección para correspondencia:
lbenito@vissum.com
(L. De Benito-Llopis)

Recibido 29 Julio 2010
Aceptado 22 Febrero 2011

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