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Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología
versión impresa ISSN 0365-6691
Arch Soc Esp Oftalmol vol.87 no.5 may. 2012
EDITORIAL
¿Qué es un pterigión reproducido en la era actual?
What is a reproduced pterygium these days?
E. Arenas
Correo electrónico: earenascable@gmail.com
Desde épocas remotas el pterigión se ha definido como una proliferación fibro vascular de la conjuntiva que invade la córnea y ha sido objeto de numerosos estudios en medicina que datan desde 1.000 a. C. En la India, Susruta, considerado como el primer cirujano oftalmólogo, describió con precisión el pterigión, su tratamiento, así como su fácil recidiva1. Hipócrates, Celso y Galeno también describen varias formas para tratar este padecimiento2.
De acuerdo a lo anterior entendemos que el pterigión es un padecimiento que ha sido descrito y manejado desde hace miles de años que afecta a porcentajes altos de la población, en diferentes proporciones de acuerdo a factores raciales, geográficos o laborales y para su manejo quirúrgico se han descrito innumerables técnicas a través de la historia, todas buscando que el porcentaje de recurrencias sea el menor posible.
El pterigión está relacionado con diferentes factores de riesgo; entre ellos el más importante tal vez sea la exposición crónica a rayos ultravioleta, al polvo y al medio ambiente: es por esto que su incidencia es mucho más común en climas cálidos y secos, predomina en países comprendidos entre 0o y 30o de latitud norte y sur donde la intensidad de la radiación ultravioleta es más elevada3, asimismo se relaciona con la edad mayor en el grupo poblacional de 40-50 años, más en zona rural que urbana, y es igual en ambos sexos si tienen la misma exposición a la radiación UV4.
El número de recurrencias varía según diversos autores y las diferentes técnicas. Es así como el porcentaje de recurrencia en los casos de resección amplia con esclera desnuda va desde un 24 a un 82%5 y en los casos de auto injerto de conjuntiva desde un 2 a un 39%6, dependiendo del criterio con el que se defina cuándo un pterigión se ha reproducido. Esta definición no es clara y no existe en la literatura un acuerdo global para definir esta complicación. Nosotros creemos que para los parámetros actuales de exigencia que han generado las modernas tecnologías de la facoemulsificación, la cirugía endoscópica y estereotáxica, es necesario adoptar una definición moderna del término recurrencia en cirugía del pterigión.
En la actualidad no basta que el pterigión invada de nuevo la córnea y que vuelva a tomar un aspecto aún más agresivo y antiestético del que tenía el paciente antes de la cirugía; creemos que un pterigión debe ser considerado reproducido cuando la cicatrización no solo de la cabeza sino del cuerpo después de cirugía luce irregular, existen pliegues o vasodilatación crónica de la conjuntiva vecina, persisten los síntomas de irritación y el paciente no está completamente satisfecho con los resultados. Algunos ejemplos de este nuevo criterio podemos observarlos en las figuras anexas (fig. 1A-D).
Figura 1. Pterigios reproducidos.
A) Pterigión evidentemente reproducido.
B) Postoperatorio con congestión conjuntival intensa en paciente sintomático e insatisfecho.
C) Cicatriz densa del pliegue semilunar, sintomático y antiestético.
D) Paciente con síntomas de irritación y tinción positiva con rosa de Bengala.
Aunque existen técnicas como la del trasplante de conjuntiva y la descrita por Hirst como pterygium extended removal followed by extended conjunctival transplant (PERFECT)7 es necesario insistir en que debemos buscar un procedimiento que para las exigencias actuales garantice a lo máximo una recuperación corta, que no sea muy invasiva y que obtenga unos resultados similares de satisfacción a los que se obtienen hoy en día con otros procedimientos modernos en oftalmología como la cirugía refractiva y la facoemulsificación.
Es por esto que según nuestro criterio cualquier resultado que no ofrezca un bienestar absoluto al paciente ni una recuperación estética completa como la obtenida en la figura 2 deberá ser considerado como un pterigión reproducido.
Figura 2. Resultado ideal en cirugía de
pterigión tanto cosmético como sintomático.
Bibliografía
1. Cameron M.E. Pterygium throughout the world. Springfield, Illinois: Thomas CC; 1965. [ Links ]
2. Rojas-Alvarez E. Cirugía del pterigión: Una historia que aún no termina. Arch Soc Esp Oftalmol. 2008; 83:333-4. [ Links ]
3. Murube J. Pterygium: evolution of medical and surgical treatments. Ocul Surf. 2008;6:155-1615. [ Links ]
4. McCarty C.A., Fu C.L., Taylor H.R. Epidemiology of pterygium in Victoria, Australia. Br J Ophthalmol. 2000; 84:289-92. [ Links ]
5. Arenas E. Manejo del pterigio recidivante. En: Iradier MT, editor. Cirugía del pterigio. Comunicación solicitada. 82 Congreso Sociedad Española de Oftalmología. 2006: 107-14. [ Links ]
6. Sánchez-Thorin J.C., Rocha G., Yelin J.B. Meta-analysis on the recurrence rates after bare sclera resection with and without mitomycin C use and conjunctival autograft placement in surgery for primary pterygium. Br J Ophthalmol. 1998; 82:661-5. [ Links ]
7. Hirst L.W. Recurrent pterygium surgery using pterygium extended removal followed by extended conjunctival transplant: recurrence rate and cosmesis. Ophthalmology. 2009; 116:1278-86. [ Links ]