Toda historia, larga o corta es perecedera, tiene un inicio y un fin, lo que transcurre en el medio depende de la actividad que realicemos o de la que dejemos de hacer. Vivimos una época vertiginosa; la ciencia avanza a pasos agigantados, pero a la vez la destrucción que el gran depredador de la naturaleza realiza, está haciendo de la tierra un lugar inhóspito. A cada uno de nosotros nos toca hacer nuestra labor para evitar que nuestros hijos vivan en un lugar desagradable.
Cuando este editorial ya estaba preparado para ver la luz en este número de la revista, a primeros de abril, justo antes de nuestro congreso FILACP de Punta Cana, afrontamos un problema muy serio y grave a nivel mundial. ¡Un virus nos tiene doblados de rodillas! Se han cancelado infinidad de eventos masivos de todo tipo, culturales, deportivos, académicos, religiosos, y por supuesto, muchos eventos científicos para los que se había trabajado con mucho tiempo y mucho esfuerzo.
Lo más importante ahora es cuidar la salud, el tesoro más valioso que tenemos en vida. Ante este manto invisible que va invadiendo el mundo, vale la pena cualquier sacrificio y pérdida económica.
Posponer el congreso de Punta Cana ha sido una decisión difícil, pero necesaria. No perderemos todo, pues tanto el hotel sede como las líneas aéreas están comprendiendo la situación de urgencia frente a la que estamos y colaborarán manteniendo reservas y entregando bonos para nuevos vuelos cuando la situación lo permita. Buscaremos la fecha idónea y apreciamos infinitamente los comentarios de solidaridad y de comprensión que hemos recibido de las Sociedades Nacionales de la FILACP y de muchos de Ustedes como asistentes.
Como teníamos previsto contarles en este editorial, antes de que el imprevisto aconteciera, estamos cerrando la corta historia de este libro de 2 años de mi paso por la Presidencia de la FILACP, y el telón está bajando lentamente. Fue una historia realmente encantadora. Desde el principio, con unas elecciones plenas de nerviosismo, incertidumbre, hasta la apoteosis de felicidad de haber logrado llegar a la cúspide de una de las federaciones más importantes del mundo de la Cirugía Plástica, la Ibero Latinoamericana, con 22 encantadores y diferentes países y con dos lenguas preciosas como la española y la portuguesa de las cuales nos sentimos muy orgullosos. Lo maravilloso que fue pisar tierras fantásticas, con sus costumbres, sus sabores, olores y fragancias, con sus sones de música embelesadora, sus coloridos parajes montañosos y playas preciosas, y con esa gastronomía, en parte heredada de España y Portugal, a la que Latinoamérica agregó el rico toque picante con sus aderezos y plantas locales.
Como experiencia personal, lo más importante para mí fue la interrelación con los hermanos colegas de profesión, la emoción de observar desde el avión la llegada a las diferentes tierras sabiendo que me esperaban una sonrisa y un abrazo llenos de hospitalidad y entrega plena en amistad de corazón por parte de cada una de las Sociedades Nacionales que visité.
Se trabajó muy fuerte, se cometieron errores, pero no de trascendencia, pues somos humanos, y si herí sensibilidades de alguno, pido mis más sinceras disculpas. El trabajo de equipo fue sin duda la clave del éxito y progreso de nuestra comunicación y proyección hacia el público en general, para darnos a conocer y diferenciarnos como especialistas de los intrusionistas.
Quedaron grabadas tareas importantes realizadas en esta gestión, un Congreso Internacional de Residentes en México a principios del año pasado; 17 videoconferencias retransmitidas a través de internet sobre temas de la mayor actualidad que fueron incrementando de forma notable los conectados en red en cada sesión; dos congresos regionales que salieron adelante a pesar de las diferentes vicisitudes políticas sufridas y gracias al esfuerzo de sus organizadores, el de Centroamérica-Caribe organizado entre las Sociedades Nacionales de Nicaragua y Panamá, y el Bolivariano celebrado en Quito con la Sociedad Ecuatoriana como anfitriona; un Curso Internacional de Estética en cada uno de estos dos eventos coordinados por el Capítulo de Estética de FILACP; la participación de otros Capítulos también en foros internacionales latinoamericanos de temas como Cirugía de Mano, Microcirugía, Quemados, Cirugía Postbariátrica, etc., así como la del Comité de Registro de Implantes en el I Consenso Mundial sobre LACG-AIM de Roma; 5 Cursos Internacionales de Redacción Científica en Cirugía Plástica; y las brigadas altruistas de cooperación y labor social que actuaron en varios países de nuestro ámbito geográfico coordinadas por el Comité Médico-Social son, entre muchas otras, algunas de las actividades realizadas.
Me llevo en el corazón el chip de la hermandad y del cariño que existe entre todos los miembros de la FILACP; la gran amistad que nos une con lazos estrechos sin importar las fronteras.
Han sido 2 años maravillosos y al finalizarlos, alabo la labor de los 14 secretarios y presidentes que me precedieron, así como la de todos los integrantes de los Capítulos, Comités y Comisiones que me acompañaron en este trayecto. A mi mesa directiva, la más cercana, mis respetos por su magnífica y coordinada actividad en la dirección de los temas científicos, en las relaciones internacionales, en la tesorería y en la fundación docente. A todos y cada uno de los participantes en este trayecto, infinitas gracias.
Agradezco también a la revista Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana por haber dado espacio e imágenes en sus páginas a las actividades relatadas y por darme ahora este espacio para derramar mis más profundos sentimientos de agradecimiento y satisfacción de haber cumplido con el trabajo.
A pesar de que un nuevo contratiempo nos obliga a posponer en congreso de finales de abril, estoy seguro de que cerraremos actividad en el XXIII congreso de FILACP en Punta Cana, en cuanto podamos reunirnos allí y lo hagamos con más ilusión, con más ganas y con un excelente congreso, acogidos por la gran labor que han realizado para recibirnos a todos el Comité Organizador y la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica como anfitriona.
¡Estamos más unidos que nunca ante esta contingencia y listos para NO CANCELAR! sino para esperar que llegue la calma y la seguridad necesarias para reunirnos nuevamente en nuestro querido congreso bienal de la FILACP.
Les iremos informando de los avances que se vayan haciendo para gestionar las nuevas fechas a medida que las circunstancias lo permitan.
Un abrazo a todos, con los deseos de que se cuiden y de que como comunidad médica hagamos todo aquello que esté en nuestras manos por la salud de nuestros pacientes y de todos aquellos que puedan precisar nuestra atención, y de que pasemos esta crisis brazo con brazo (en forma virtual al menos) para reunirnos de nuevo pronto y en la República Dominicana
Presidente de la FILACP 2018-2020