La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano. Aldous Huxley.
INTRODUCCIÓN
La evidencia de la relación entre la patología del hombro y el uso de equipos informáticos es, en general, baja y/o contradictoria1,2,3, si bien algunos autores4,5 lo asocian con el uso del ratón informático, su posición alejada del cuerpo o el espacio insuficiente en la mesa de trabajo.
Caso clínico
Presentamos el caso de cuatro trabajadores que, en el transcurso del último año, se han dirigido espontáneamente al servicio médico manifestando dolor en el hombro que relacionaban con sus condiciones de trabajo.
Nuestro objetivo es exponer como una serie de casos de dolor en el hombro en trabajadores usuarios de ordenador se han solucionado clínicamente gracias a la colaboración entre el personal técnico y sanitario del servicio de prevención, mediante la adaptación del puesto de trabajo, básicamente gracias a la introducción de un ratón inalámbrico.
En todos los casos destacaba clínicamente la presencia de positividad de la maniobra de Jobe, sin acompañarse de limitaciones funcionales evidentes. La anamnesis no indicaba motivos de sospecha de riesgo extralaboral. La evaluación ergonómica del puesto de trabajo mostró la existencia de un ratón desplazado a la parte lateral de la superficie de la mesa de trabajo, con restricción de movimientos debido a la disposición del cableado, situación que obligaba al hombro a adoptar una posición permanente de rotación externa y discreta abducción, con una angulación cercana a los 45º (Figura 1).
Se propuso la utilización de un ratón inalámbrico dispuesto en la zona anterior del cuerpo, trasladando el hombro a rotación interna, al mismo tiempo que se informó sobre las condiciones de uso en esta posición. Se actuó sobre las dimensiones del mobiliario (silla y mesa de trabajo) para disminuir la angulación del hombro (Figura 2). Desde el punto de vista estrictamente médico se prescribió un tratamiento antiinflamatorio al uso por espacio de 5 a 7 días.
El control evolutivo de estos trabajadores ha permitido constatar la desaparición de la clínica álgica y, hasta la fecha, no han desarrollado nuevos episodios de características similares.
DISCUSIÓN
Hace unos meses publicamos en esta misma revista una revisión sistemática1 sobre las alteraciones asociadas al uso de puestos de trabajo informáticos: en el caso de los hombros, concluíamos que la evidencia de la sintomatología a este nivel y el uso de los equipos era contradictoria. En esta misma línea se manifestaron Wærsted et al2. quienes concluyeron que existía evidencia insuficiente entre las tendinopatias de hombro y su relación con el uso de teclados o ratones. Hoe et al.3 también concluyen que existe baja-moderada evidencia de que el apoyo de los brazos o el diseño alternativo de ratones informáticos pueda disminuir significativamente los problemas músculo-esqueléticos de hombros y región cervical en trabajadores de oficina.
Sin embargo, en nuestra revisión -y acorde con la evolución de nuestra serie-, un estudio de elevada calidad metodológica relacionaba la patología de hombros con la adopción de determinadas posturas. Según Huysmans et al.4, el riesgo incrementado de alteraciones en extremidades superiores se asociaba a la imposibilidad de mover el ratón libremente debido a restricciones en el espacio de la mesa de trabajo y a la utilización de ratón más de 4 horas/día durante la jornada laboral, del mismo modo que Kiss et al.5 en un estudio multicéntrico sobre patología de extremidades superiores en usuarios de PVD, llegaron a la conclusión que los factores relacionados con el uso del ratón informático eran el espacio insuficiente en la mesa de trabajo, tener el ratón alejado de la posición corporal o utilizarlo durante la mitad o más tiempo de la jornada laboral.
Desde un punto de vista biomecánico, y en referencia al manguito de los rotadores del hombro, dada la escasez de estabilidad ósea en esta articulación, la fuerza generada por un músculo requiere siempre de la activación de un músculo antagonista de modo que no se produzca una fuerza luxante, tarea que realiza mediante la contracción excéntrica o mediante la producción de una fuerza neutralizadora en sentido opuesto6. El rotador externo primario del húmero es el m. infraespinoso; el m. subescapular es igualmente activo pero tiene un papel antagonista como principal estabilizador del desplazamiento anterior de la cabeza humeral en rotación externa6. Estudios electromiográficos también han mostrado que supraespinoso y deltoides se activan a lo largo del rango de elevación del brazo. El supraespinoso, sin embargo, tiene un papel más importante al inicio de la abducción. Su ángulo de tracción es más constante aproximadamente a 75° y el resto de músculos del manguito ejercen presión en un ángulo cercano a los 45°, provocando fuerzas que estabilizan la articulación glenohumeral6.
CONCLUSIONES
Si bien la evidencia sigue siendo poca e insuficiente, algunos autores2,3 relacionan el uso del ratón de ordenador con tendinopatías del manguito de los rotadores. Nuestra experiencia en estos casos nos indica que una sencilla y asumible modificación de la posición del hombro durante la utilización del ratón ha sido útil para revertir cuadros clínicamente compatibles con tendinopatías a este nivel.
Alentamos a otros compañeros a comunicar experiencias similares o a implicarse en el diseño de estudios que contemplen la hipótesis de la relación de una postura mantenida en rotación externa por el uso o posición indebida del ratón informático con la aparición de cuadros de tendinopatía del manguito de los rotadores.