Introducción
Los trabajadores de la salud se ven sometidos a una enorme presión asistencial, turnicidad, situaciones de estrés, que pueden afectar su salud y aumentar los errores médicos1-2).
Los trastornos del sueño como el insomnio se relacionan con la exposición a diferentes factores estresantes (crisis económicas, ataques terroristas…)3-4).
La exposición a los factores estresantes a los que están sometidos los sanitarios puede actuar como factor precipitante o generador de insomnio, ya que éste se ha descrito como un mecanismo neurobiológico y fisiológico en respuesta al estrés5).
Así mismo la ansiedad puede aumentar debido al insomnio o conducir al desarrollo de trastornos de insomnio con consecuencias para la salud6-7).
Mantener una buena higiene del sueño previene la aparición de trastornos del sueño8).
La falta de adaptación de los mecanismos de respuesta del estrés puede contribuir al insomnio crónico, el cual tiene un impacto negativo en la percepción de la calidad de vida subjetiva y la salud mental, el desempeño ocupacional y cognitivo9).
Además, el insomnio está relacionado con mayor riesgo de infarto agudo de miocardio, enfermedades coronarias, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial, diabetes y muerte, por tanto, sería muy recomendable detectarlas y prevenirlas en sanitarios10.
La aparición de insomnio u otros trastornos del sueño y ansiedad en profesionales de la salud, se ha analizado previamente, pero no se ha encontrado evidencia científica en el área geográfica del sur de la Comunidad de Madrid, ni que se establezcan relaciones entre los centros hospitalarios escogidos. Tampoco se han encontrado estudios al respecto realizados en el contexto de la 6ª ola de la pandemia por el SARS-CoV- II, que duró desde el 18 de octubre de 2021 hasta el 20 de marzo de 2022. En ella, se diagnosticaron 717.182 nuevos casos, representando el 43,9% del total de casos desde el inicio de la pandemia. El grupo de edad más afectado fue el de fue 25 a 44 años con el 36,7% de los casos. La variante predominante fue Ómicron. De los 15.605 casos que requirieron ingreso, el 70,9% estaban vacunados. La severidad (como riesgo de ingreso en cuidados intensivos) fue un 64% menor respecto a la quinta ola donde predominó la variante delta311).
Este estudio trata de averiguar las características del sueño de los profesionales de la salud de cuatro hospitales de la zona sur de la Comunidad de Madrid (España). Se realizó mediante cuestionarios autoinformados, rellenados informáticamente, evaluando la calidad del sueño, los niveles de ansiedad y la higiene del sueño.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses y no haber recibido compensación económica por la realización del presente trabajo.
El objetivo general del estudio es conocer las características del sueño en trabajadores sanitarios de hospitales de la zona sur de la Comunidad de Madrid (España). Los objetivos específicos son estudiar la calidad del sueño, el nivel de ansiedad y la higiene del sueño de los trabajadores sanitarios de estos hospitales.
Con la evaluación de los resultados de este estudio, podrán implantarse programas que reduzcan el perjuicio que los problemas del sueño causan en los trabajadores y poder plantear soluciones para cuidar de quienes nos cuidan.
Métodos
Estudio multicéntrico observacional transversal, sobre la calidad del sueño en los profesionales de la salud que trabajaron en los hospitales de Alcorcón, Fuenlabrada, Móstoles y Getafe de la Comunidad de Madrid entre diciembre de 2021 y enero 2022. El tamaño muestral para 7.706 trabajadores con un intervalo de confianza del 95% y un margen de error del 5% fue de 367 personas.
Los participantes del estudio incluyeron médicos, enfermeras, residentes y auxiliares de enfermería que trabajaban en urgencias, unidad de cuidados críticos y unidades de hospitalización. Fueron seleccionados a través de una prueba no probabilística de conveniencia y bola de nieve, a través de cuestionarios online en cuatro hospitales de la zona sur de la Comunidad de Madrid, durante un período que incluyó enero y febrero de 2022. Los criterios de inclusión fueron ser mayor de 18 años y estar en activo. Los criterios de exclusión fueron no formar parte de ninguna de las categorías anteriormente descritas.
Se recogieron datos de todos los sujetos que cumplían los criterios de estudio, leyeron la hoja de información al participante y firmaron el consentimiento informado. Se recogieron variables sociodemográficas, varias relacionadas con la situación laboral de los sujetos. Los síntomas de ansiedad se midieron con la escala de ansiedad generalizada GAD-7. La calidad del sueño se midió a través del Pittsburg Sleep Quality Index (PSQI). Para conocer la variable higiene del sueño, se utilizó la Scale Higiene Index (SHI) validada en español.
A la finalización del cuestionario, se entregaron recomendaciones para la mejora del sueño, basadas en buenas prácticas de higiene del sueño.
El comité de ética de cada hospital aprobó el protocolo del estudio.
El GAD-7 es un instrumento autoadministrado de 7 ítems que se utiliza ampliamente para evaluar el trastorno de ansiedad generalizada durante las últimas 2 semanas según el DSM-5. Cada elemento se puntúa en una escala Likert de 4 puntos que indica la frecuencia de los síntomas, que van de 0 (nada) a 3 (casi todos los días). La puntuación total de GAD-7 puede variar de 0 a 21, estableciéndose que entre 0- 4 no se aprecian síntomas de ansiedad, entre 5-9 hay síntomas de ansiedad leves, entre 10-14 los síntomas de ansiedad son moderados y entre 15-21 los síntomas de ansiedad son graves. Por tanto, como puntos de corte se establecen el 5 para ansiedad leve, 10 para ansiedad moderada y 15 para ansiedad grave12-13.
El estudio original reportó adecuados valores de sensibilidad (0,92) y especificidad (0,83). Este test se utilizó para establecer una relación con la higiene del sueño y la calidad del mismo14.
El índice de calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI), se utilizó para medir la calidad del sueño mediante una escala de 19 ítems, que contenía siete ítems que incluían la calidad del sueño, la duración del sueño, la latencia del sueño, la eficiencia habitual del sueño, la alteración del sueño, cualquier uso de medicamentos para dormir y disfunción diurna durante el último mes. Las puntuaciones de los siete componentes se suman para obtener una puntuación PSQI global. A efectos descriptivos, se consideró que los participantes con puntuaciones inferiores a 5 puntos tenían buena calidad de sueño, mientras que los participantes con puntuaciones superiores a 5 puntos tenían mala calidad de sueño. El alfa de Cronbach, como medida de consistencia interna para el uso del PSQI, fue de 0,81115-18.
Al igual que en la versión original, se tomó como «punto de corte» que separaría a los sujetos que dormían bien de los que dormían mal una PT superior a 5: igual o menor a 5 = “buena calidad del sueño”, mayor o igual a 5 = “mala calidad del sueño”15-17.
La escala de higiene del sueño está formada por 17 ítems valorados de 1 a 5: 1=nunca, 2=casi nunca; 3=algunas veces, 4=casi siempre y 5=siempre; la puntuación total puede oscilar entre 17 y 85 puntos, y cuantos más puntos obtenga el sujeto peor higiene del sueño tendrá. El percentil 75 como punto de corte para diferenciar a los trabajadores con buena y mala higiene del sueño: los sujetos con una puntuación igual o superior al percentil 75 en la SHI se incluyeron en el grupo de mala higiene del sueño19-20.
El cuestionario se diseñó y suministró mediante la plataforma REDCap alojada en el servidor del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). REDCap es una plataforma de software en línea que permite la recogida, salvaguarda y descarga de datos para estudios de investigación. Durante todo el estudio se garantizó la seguridad y confidencialidad de los datos.
Se compartió a través de un enlace y un código QR, disponible en carteles informativos, que fueron distribuidos por las unidades de los hospitales. La cumplimentación del cuestionario fue anónima y el tiempo estimado fue de 10 minutos.
Los datos demográficos se analizaron descriptivamente. Las variables continuas se expresaron como medias y variaciones estándar (Media ± DE) y las variables categóricas como frecuencias y porcentajes. Para determinar las diferencias entre los grupos en las variables categóricas, se utilizaron pruebas chi-cuadrado y pruebas de Fisher. Las diferencias en las variables continuas se evaluaron mediante el análisis de varianza unidireccional (ANOVA) y la prueba T de grupo independiente seguido de una comparación post hoc utilizando la prueba de Bonferroni, para intentar mitigar el efecto de las comparaciones múltiples.
El coeficiente de correlación de Pearson se utilizó para medir la fuerza de asociación entre los test de calidad del sueño, ansiedad e higiene del sueño.
Se utilizaron tablas cruzadas para determinar el valor de prevalencia entre las variables sociodemográficas y los test. Calculando Chi-cuadrado para analizar las relaciones entre la prevalencia de las variables y los test.
El análisis estadístico se efectuó con el programa SPSS Versión 23 y p < 0,05 se consideró estadísticamente significativo.
Resultados
De los 357 sujetos, se obtuvo una tasa de respuesta de 92,15% (n=329). El 84,5% (n=278) eran mujeres, el 14,6%(n=48) eran hombres, y la edad media de los participantes fue 38,86 ± 10,74 años, ver Figura 1.
De ellos, el 42% estaba casado y el 40,4% soltero. El 87,8% de los participantes no vive solo, y un 43,8 % tiene familiares a cargo, ver Figura 2.
De las variables laborales de los 329 trabajadores, el 29,2% pertenecen al Hospital de Fuenlabrada, 26,7% al Hospital de Alcorcón, 26,7% al Hospital de Getafe, y el 17,3% al Hospital de Móstoles.
Las enfermeras representan el 50,5% (n=166), seguido de las auxiliares de enfermería 25,8%(n=85) y facultativos 20,7% (n=68=. El 42,6% de los sujetos pertenecían a las unidades de Hospitalización, el 30,7% al servicio de Urgencias, y el 10,6% a la Unidad de Cuidados Intensivos, ver Figura 3.
Los participantes con más de 15 años de experiencia profesional representan el 41,6%, con menos 5 años un 32,2 %, de 5 - 10 años un 13,4% y entre 10-15 años 12,8%, ver Figura 4.
Un 78,7% trabaja a turnos, y el 89,1% tiene jornada completa.
Según el tipo de contrato el 36,5% es eventual, 29,8% es fijo, y el 23,1 % interino, ver Figura 5.
De los 260 participantes, que contestaron correctamente, el turno de trabajo mañana - tarde - noche lo realizó el 36,5%, seguido mañana-noche con 35,8%, tarde-noche 23,8%, y mañana-tarde 3,5%.
En relación con el COVID-19, un 93,6% trabajó durante el estado de alarma, y el 67,5 trabaja actualmente con pacientes COVID-19, ver Tablas 1 y 2.
Variables | n | % |
---|---|---|
Familiares a cargo | ||
Si | 144 | 43,8 |
No | 185 | 56,2 |
Vive solo | ||
Si | 40 | 12,2 |
No | 289 | 87,8 |
Trabajo en el estado de alarma | ||
Si | 308 | 93,6 |
No | 21 | 6,4 |
Tipo de contrato | ||
Fijo | 98 | 29,8 |
Eventual | 120 | 36,5 |
Interino | 76 | 23,1 |
Residente | 35 | 10,6 |
Trabaja con pacientes Covid 19 | ||
Si | 222 | 67,5 |
No | 107 | 32,5 |
Trabaja a jornada completa | ||
Si | 293 | 89,1 |
No | 36 | 10,9 |
Trabaja a turnos | ||
No | 70 | 21,3 |
Si | 259 | 78,7 |
Turno de trabajo | ||
Mañana/Noche | 93 | 35,8 |
Tarde/Noche | 62 | 23,8 |
Mañana/Tarde | 9 | 3,5 |
Mañana/Tarde/Noche | 95 | 36,5 |
Variables | n | % |
---|---|---|
Hospital al que pertenece: | ||
Hospital de Getafe | 88 | 26,7 |
Hospital de Fuenlabrada | 96 | 29,2 |
Hospital de Móstoles | 57 | 17,3 |
Hospital de Alcorcón | 88 | 26,7 |
Unidad en la que trabaja | ||
Unidad Cuidados Intensivos | 35 | 10,6 |
Plantas de hospitalización | 140 | 42,6 |
Servicio de Urgencias | 101 | 30,7 |
Otro | 53 | 16,1 |
Sexo | ||
Masculino | 48 | 14,6 |
Femenino | 278 | 84,5 |
Otro | 3 | 0,9 |
Cat. Profesional | ||
Enfermer@ | 166 | 50,5 |
TCAE | 85 | 25,8 |
Medic@ | 68 | 20,7 |
Otro | 10 | 3,0 |
Experiencia profesional | ||
0-5 años | 106 | 32,2 |
5-10 años | 44 | 13,4 |
10-15 años | 42 | 12,8 |
Más de 15 años | 137 | 41,6 |
Estado civil | ||
Soltero | 133 | 40,4 |
Casado | 139 | 42,2 |
Viudo | 1 | 0,3 |
Divorciado/Separado | 22 | 6,7 |
Otro tipo de relación | 34 | 10,3 |
En cuanto al nivel de ansiedad generalizada, un 83,3% (n=274) de los sujetos de estudio reportó ansiedad en algún grado. De ellos manifiestan síntomas graves el 18,8%, síntomas moderados el 28,6% y síntomas leves 35,9%, ver Tabla 3.
GAD-7 | Frecuencia | Porcentaje | Porcentaje válido | Porcentaje acumulado | |
---|---|---|---|---|---|
Válido | Sin síntomas | 55 | 16,7 | 16,7 | 16,7 |
Síntomas leves | 118 | 35,9 | 35,9 | 52,6 | |
Síntomas moderados | 94 | 28,6 | 28,6 | 81,2 | |
Síntomas graves | 62 | 18,8 | 18,8 | 100,0 | |
Total | 329 | 100,0 | 100,0 |
En cuanto a la relación del GAD-7 con las variables sociodemográficas se encontró relación estadísticamente significativa con la variable categoría profesional con el test estadístico ANOVA, p = 0,011. Se aplicó prueba post hoc Bonferroni, donde se observó p = 0,009 entre las categorías auxiliar de enfermería y médico.
Asimismo, se pudo observar relación significativa entre la variable ansiedad y el trabajo a turnos, como muestra el análisis Chi-Cuadrado p = 0,008, ver Tabla 4.
Pruebas de chi-cuadrado | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|
Valor | gl | Sig. asintótica (2 caras) | Significación exacta (2 caras) | Significación exacta (1 cara) | Probabilidad en el punto | |
Chi-cuadrad o de Pearson | 11,750a | 3 | ,008 | ,008 | ||
Razón de verosimilitud | 12,464 | 3 | ,006 | ,007 | ||
Prueba exacta de Fisher | 12,017 | ,007 | ||||
Asociación lineal por lineal | 9,682b | 1 | ,002 | ,002 | ,001 | ,000 |
N de casos Válidos | 329 |
Con el resto de variables no se encontró ningún resultado estadísticamente significativo.
En relación a la calidad del sueño, los sujetos del estudio informaron de una calidad de sueño media de 9,8 (n=320), con una desviación estándar de 4,06. Teniendo en cuenta el punto de corte igual o superior a 5 establecido por Buysse en 198915, el 85% (n=281) declara tener mala calidad del sueño, ver Tabla 5.
Total | Recuento | 281 | 48 | 329 |
---|---|---|---|---|
% dentro de Cat. profesional: | 85,4% | 14,6% | 100,0 % | |
% dentro de PSQI | 100,0% | 100,0% | 100,0 % | |
% del total | 85,4% | 14,6% | 100,0 % |
Por categoría profesional, un 77,9% de los médicos, un 84,3% de las enfermeras y un 94,1% de las auxiliares de enfermería refirieron mala calidad del sueño.
Al realizar la prueba post hoc Bonferroni la categoría auxiliar de enfermería se asoció con una peor calidad del sueño respecto a médicos p = 0.001 y respecto a enfermeras p = 0,035.
En relación con los años trabajados, al realizar la prueba post hoc Bonferroni se aprecia asociación de mala calidad del sueño y haber trabajado más de 15 años p= 0,030.
Se encontró relación significativa p = 0,046, al realizar T Student con la variable Familiares a cargo y mala calidad del sueño.
Con el resto de variables no se encontró ningún resultado estadísticamente significativo.
Usando el índice SHI para la higiene del sueño, 52% se clasificaron con mala higiene del sueño y 48% con buena higiene del sueño.
En relación a la variable edad, tras realizar la prueba T de Student, los sujetos que fueron clasificados con buena higiene del sueño tenían una media de edad de 40,44 años y desviación estándar 10,78, mientras que los sujetos clasificados con mala higiene del sueño tenían una media de 37,43 años y DE 10,53, p = 0,012. Para esta asociación se perdieron 11 sujetos, debido a que no facilitaron la fecha de nacimiento.
En relación a los años de experiencia, tras realizar la prueba de ANOVA y post hoc de Bonferroni, se observaron diferencias significativas, p = 0,007, entre el grupo de 0-5 años de experiencia con respecto al grupo de más de 15 años de experiencia.
En relación al estado civil, utilizando T Student, los solteros tuvieron unas puntuaciones más altas, con una media de 36,35 y DE 6,19, frente a la opción casado, con una media de 33,99 y DE 6,17, p = 0,002.
Asimismo, se observa una relación significativa p = 0,019 tras realizar T Student entre la variable Familiares a cargo y SHI. Presentaron puntuaciones más altas aquellos que no tenían familiares a cargo, con media 36,03 y desviación estándar 6,37.
Con el resto de variables no se encontró ningún resultado estadísticamente significativo.
En cuanto a la relación entre cuestionarios, se han podido establecer relaciones estadísticamente significativas entre SHI y GAD-7 p <0,001, y PSQI con SHI y GAD- 7 p <0,001 al aplicar la correlación de Pearson, ver Tabla 6.
Correlaciones | ||||
---|---|---|---|---|
PuntuacionGADF | total_shi | TotalPSQI | EDA D | |
PuntuacionGADF | Correlación de Pearson | |||
Sig. (bilateral) | ||||
N | ||||
total_shi | Correlación de Pearson | ,394** | ||
Sig. (bilateral) | ,000 | |||
N | 329 | |||
TotalPSQI | Correlación de Pearson | ,592** | ,417** | |
Sig. (bilateral) | ,000 | ,000 | ||
N | 320 | 320 | ||
EDAD | Correlación de Pearson | ,045 | -,145** | ,151** |
Sig. (bilateral) | ,427 | ,010 | ,008 | |
N | 318 | 318 | 309 |
Discusión
En cuanto a la gravedad de los síntomas de ansiedad, se evidencia un predominio de los síntomas leves de ansiedad frente a la intensidad de los síntomas moderados y graves. Al igual que muestran los resultados de un estudio realizado en Medellín en marzo del 202121.
Analizando los resultados por sexo, las mujeres son el grupo más participativo del estudio, pero también el grupo que mayores síntomas de ansiedad presenta. Estos resultados coinciden con los del estudio sobre el impacto del Covid19 en los profesionales sanitarios españoles publicado en 2021 por la Revista de Psiquiatría y Salud Mental22. En este estudio, los sanitarios pertenecientes al sexo femenino predominan frente a los del sexo masculino y tienen mayores niveles de ansiedad. Sin embargo, en nuestro análisis estadístico realizado a través de la prueba Chi-Cuadrado, no hay una relación causal entre la variable sexo y la ansiedad, siendo el nivel de significación 0,096.
En lo que respecta a la categoría profesional y su relación con la ansiedad, se han obtenido mayores niveles de ansiedad en las auxiliares, sin embargo, varios estudios muestran que es el colectivo de enfermería el grupo de sanitarios con mayores niveles de ansiedad23-25.
El trabajo a turnos se relaciona con un aumento del nivel de ansiedad según los resultados obtenidos. Una revisión sistemática realizada en 2020 mostraba la asociación entre el insomnio y el trabajo a turnos26-27, así como un estudio realizado en Italia, en el que se muestran los efectos negativos que tiene para la salud el trabajo a turnos28.
En cuanto a la calidad del sueño, la declaración de mala calidad del sueño arroja índices mayores que en otros estudios29.
La categoría auxiliar de enfermería, está asociada a una peor calidad del sueño respecto al resto de categorías. En otros estudios, las enfermeras tenían peor calidad del sueño frente a las demás categorías30.
Al relacionar el PSQI con los años de experiencia profesional, en este estudio, se ve una asociación entre tener una experiencia mayor a 15 años y una peor calidad del sueño31.
Existe correlación entre tener familiares a cargo y tener una peor calidad del sueño, sin embargo, tras la búsqueda bibliográfica no se han encontrado estudios que lo refrenden, por tanto, sería interesante la ampliación de investigaciones en este sentido.
En relación a la higiene del sueño, relativo a la variable sexo, un alto porcentaje de los estudios analizados alcanzaron porcentajes de participación entre el sexo masculino y femenino paritarios32-34.
No obstante, en la línea de nuestro estudio realizado, se encontró un estudio con una proporción muy similar al manejado en nuestra muestra35.
En relación a las medias obtenidas al pasar el cuestionario de Índice de higiene de Sueño, las investigaciones citadas obtienen puntuaciones por debajo del valor 35 (buena calidad del sueño), mientras que en nuestro estudio la media obtenida es de 35,31(32, 34-37).
La distribución de los sujetos entre buena (48%) y mala higiene del sueño (52%) es similar a otros estudios(33, 35).
Siguiendo con otras variables analizadas, se detectó significativamente una peor higiene del sueño en personas más jóvenes y solteros, características que concuerdan con los resultados obtenidos en esta investigación32.
Estudios previos han descrito una relación significativa entre el matrimonio y conductas de sueño más profundo38-39. Varias de las explicaciones probables pueden estar relacionadas con que las personas casadas tienden a residir en un ambiente más tranquilo y limpio39 y con un mayor nivel de seguridad, apoyo emocional e integración social41.
Sin embargo, otros estudios han identificado relación significativa para la muestra con trabajo a turnos, con peor higiene del sueño, mientras que en nuestra muestra no hemos podido relacionar el trabajo a turnos con una mala higiene del sueño37.
Asimismo, no se han hallado diferencias significativas entre la higiene del sueño y variable sexo, aunque otros estudios destacan esta asociación entre el sexo femenino y la mala calidad del sueño33.
En lo referente a la relación entre cuestionarios, al igual que en varias investigaciones se describen asociaciones significativas entre peor higiene del sueño, por una parte, con ansiedad generalizada(33, 36), y con la calidad del sueño8, al igual que peor calidad del sueño con ansiedad generalizada41, resultados coincidentes con el de este estudio.
Como limitación del estudio, debemos tomar en consideración la necesidad de ampliar la muestra para disminuir el margen de error en la tasa de respuesta. Además, en la selección de los sujetos de estudio no se ha realizado a través de un método probabilístico, por lo que puede haber presencia de sesgos. Por tanto, los resultados del estudio han sido generalizados, debido a que todos los sujetos no han tenido la misma probabilidad de ser seleccionados.