INTRODUCCIÓN
El coristoma es definido como el crecimiento de tejido normal en locaciones anormales, rara vez observado en cavidad oral y, cuando se presenta, está con mayor frecuencia compuesto de tejido óseo o cartilaginoso. Otras composiciones menos frecuentes incluyen tejido glial periférico, glándulas sebáceas o tejido gastrointestinal 1. El coristoma óseo lingual se refiere al crecimiento heterotópico de tejido óseo maduro dentro de tejido blando lingual. Es una lesión rara y benigna de la cavidad oral que afecta más comúnmente el dorso de la lengua, con menos de 100 casos reportados en la literatura desde su definición en el año 19131,2. En ocasiones genera sintomatología de estimulación mecánica, como disfagia y náuseas.
La etiología del coristoma óseo aún es desconocida, sin embargo se debate entre un origen embriológico o traumático3,4. Su frecuencia es mayor en mujeres de la tercera y cuarta década de edad. A pesar de ser consideradas lesiones autolimitadas en su crecimiento, pueden asemejarse a neoplasias malignas y debe realizarse el diagnóstico diferencial en pacientes con lesiones tumorales en lengua.
Su presentación clínica común es una lesión nodular indolora, de base sésil o pediculada de consistencia firme a la palpación. Se encuentra localizado con mayor frecuencia en la región posterior de la lengua. A pesar de que la mayoría de los pacientes reportados en la literatura no presentan sintomatología, se ha reportado disfagia, sensación de cuerpo extraño, náuseas, incomodidad y dolor. El diagnóstico definitivo debe realizarse con biopsia y estudio histológico. La histología generalmente informa hueso laminillar compacto con canales de Havers bien desarrollados o cartílago maduro rodeado por tejido conectivo denso. El tratamiento de elección para esta patología es la exéresis quirúrgica con un pronóstico favorable y sin reportes de recidivas locales1,2,3,4.
CASO CLÍNICO
Hombre de 65 años, con historia de accidente vascular encefálico (AVE), hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo II y daño renal crónico en tratamiento con amlodipino, metformina y acenocumarol. El paciente consulta por úlcera sangrante en borde lateral de la lengua derecha sin dolor. Al examen físico se observa una úlcera de consistencia firme, coloración blanca, en relación con el borde lateral de la lengua derecho y cercano a un molar inferior derecho afilado con extensa destrucción coronaria (Figura 1). No se palpan masas en el cuello.
Se realizó la biopsia excisional de la lesión bajo anestesia general (Figura 2) junto con la exodoncia del diente y se envió la muestra para diagnóstico histopatológico. El estudio histológico informó pared lingual con epitelio plano escamoso no cornificado, en partes ulcerado, y en lámina propia tejido óseo trabecular maduro, sin atipias, mitosis ni signos de malignidad (Figura 3). Se confirma así el diagnóstico de coristoma óseo lingual.
DISCUSIÓN
El coristoma óseo lingual es una patología muy rara con menos de 100 casos reportados en la literatura. En una revisión sistemática realizada el año 2020 por Shareef y cols., se reportaron 69 casos de coristoma óseo lingual desde su definición como patología el año 19131,5. En la Tabla 1 se sintetizan los casos reportados de coristoma óseo lingual en los últimos 20 años, adaptado de Shareef y cols.
Esta patología se ha reportado con mayor frecuencia en mujeres, alrededor de un 70 % de los casos. La edad de los pacientes con coristoma óseo lingual es variado y ha sido reportado desde los 5 años hasta 73 años de edad con mayor frecuencia en la 3.ª y 4.ª década de edad1,5,6. Este caso reportado fue un paciente de sexo masculino de 65 años de edad al momento de la consulta.
La revisión sistemática realizada por Shareef y cols. describe que esta lesión se presenta como una lesión sésil o pediculada en un 58 % de los casos en el dorso de la lengua en la región posterior a la altura de las papilas circunvaladas, aunque se han reportado otras localizaciones1,5,6,7,8,9,10. Además, se han presentado diversos signos y síntomas como disfagia, sensación de cuerpo extraño, náuseas, incomodidad y dolor. En este caso el principal signo fue el sangrado. La ulceración de la lesión y el sangrado fue probablemente asociado al trauma crónico generado por el molar destruido en relación con la lesión y no sería una característica propia de la lesión.
Actualmente la etiología de esta patología aún es incierta. Se han postulado dos teorías en cuanto a la etiología del coristoma óseo lingual. Una teoría sugiere que el desarrollo de los coristoma óseos se debe frecuentemente a una malformación congénita. Otra teoría propuesta es que estas lesiones pudiesen formarse a partir de trauma previo y/o irritación crónica en la lengua1,5. En el caso reportado, se podría atribuir a una etiología traumática crónica del molar en relación con la lesión. Sin embargo, en la actualidad no existe evidencia suficiente que apoye a cualquiera de las dos teorías.
Los diagnósticos diferenciales del coristoma óseo en borde lateral de la lengua pueden incluir tumores benignos de tejido blando, tejido nervioso y tumores malignos1,7,8.
El tratamiento más común del coristoma óseo es la resección quirúrgica con bisturí o electrobisturí, sin embargo se describe también el uso del láser de titanil fosfato de potasio para la eliminación de la lesión1,9, con buenos resultados y sin recurrencias reportadas.
El pronóstico postquirúrgico del coristoma óseo lingual es excelente debido a que en lengua no se han reportado recidivas1,2,3,4,5, sin embargo se han reportado recurrencias en coristomas óseos ubicados en otras localizaciones, como en el músculo masetero, encía y mucosa yugal1,10. En el caso reportado, el paciente se mantiene asintomático y sin signos de recidiva a los 3 meses.