Introducción
Producto del envejecimiento de la población mexicana y los cambios en los estilos de vida, existen cada vez más personas adultas mayores (PAM) que han desarrollado enfermedades crónicas.1 En México, las enfermedades crónicas no trasmisibles (ECNT) se han convertido en una de las principales causas de muerte.2 En el 2017 reflejaban el 80% del total de las muertes de todas las edades, como causa subyacen el sobrepeso y la obesidad.2 Lo anterior constituye uno de los mayores retos que enfrenta el sistema de salud debido al gran número de casos, su creciente contribución a la mortalidad general, la aparición en edades cada vez más tempranas, el aumento del riesgo de incapacidad prematura, así como la complejidad y costo elevado del tratamiento.3
La mayor parte de las personas con estas enfermedades presentan necesidades de cuidado que, en la mayoría de los casos, es asumido por un miembro de la familia llamado Cuidador Familiar (CF). Existe amplia evidencia del impacto que tiene la ECNT no solo en la persona, sino también en su familia y su cuidador. Por ello, cuidar a una persona con ECNT es una experiencia que implica elevados costos físicos, emocionales y económicos para las familias implicadas4,5 y en la mayoría de los casos esto le ocurre principalmente al familiar que se dedica en mayor medida que los demás a otorgar los cuidados.
Las personas que cuidan de otras, especialmente de PAM, se ven obligadas a realizar tareas específicas y especializadas de manera repentina, a llevar a cabo esfuerzos físicos y a someterse a tensiones derivadas de tales trabajos. Asimismo, permanecen en estas circunstancias por tiempo indefinido, mientras la dependencia del PAM persista, de manera que todo esto puede generarles un desequilibrio en su vida personal y con su entorno.6 Lo anterior implica cambios en el contexto familiar, laboral y social, que afecta la calidad de vida del cuidador.7 Trayendo como consecuencia la alteración en la salud mental, manifestada por presencia de ansiedad, depresión y soledad.
Algunos estudios refieren factores como baja economía, falta de redes de apoyo, múltiples y complejas actividades por realizar, así como muchas horas dedicadas al cuidado6 de otro, influyen en la percepción del CF respecto de su propia salud emocional. También mencionan que la prevalencia de rasgos de ansiedad es de un 80%, y un 82% de depresión.8 De la misma manera, se reporta ansiedad y depresión alta en CF con actividades de cuidado muy demandante.9
La soledad es un fenómeno que se presenta tanto en el adulto mayor como en su CF. Algunos autores mencionan que la carga de cuidado, la falta de participación social y algunos sentimientos negativos que provoca el mismo cuidado (resentimiento o culpa, por ejemplo), conducen a una restricción del contacto social, lo cual puede favorecer el sentimiento de soledad.10,11 La bibliografía refiere la prevalencia de soledad entre un 25 a 30% en CF de adultos mayores con demencia, y que las variables que se relacionan con su presencia son la disfunción familiar, menor apoyo social y la realización de actividades de ocio.12
Lo anterior permite plantear el objetivo de la presente investigación: determinar la relación entre la ansiedad, depresión y soledad en cuidadores familiares de adultos mayores con enfermedades crónicas.
Métodos
Estudio de diseño descriptivo correlacional de corte transversal.13 Se encuestaron a 178 CF de adultos mayores con ECNT de enero a julio del 2021. El tamaño de la muestra fue adecuado para el propósito del estudio considerando un cálculo a través del programa G-Power 3.1.9.7 con los parámetros de ingreso: Exact, correlación, tamaño del efecto 0.3, probabilidad de error tipo 1 de 0.05, poder (1 -beta) 0.95, se obtuvo un tamaño de muestra de 133 cuidadores.
El muestreo fue no probabilístico por conveniencia. Se seleccionaron CF mayores de edad, que tuvieran mínimo un mes otorgando el cuidado, que aceptaran participar en el proyecto a través de la firma del consentimiento informado y se eliminaron aquellos que obtuvieron cuatro errores o más en el test mental SPMSQ.
Para la medición de las variables del estudio se aplicaron tres instrumentos: para la caracterización del cuidador se empleó la encuesta de caracterización de la diada (GCPC-UN-D), conformada por 23 ítems en los que se identifican características sociodemográficas del cuidador y de la persona enferma, tiempo que lleva como cuidador, las horas diarias dedicadas a cuidar, si es único cuidador y la satisfacción con el apoyo recibido. La escala fue elaborada por el Grupo de Investigación Cuidado de Enfermería al Paciente Crónico de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia. La escala presentó una comprensibilidad del 95% y una validez aparente del 100% en un estudio en Colombia.14
La soledad se midió con la Escala de Soledad de UCLA15 (University of California at Los Ángeles) que consta de tres dimensiones: percepción subjetiva de soledad, apoyo familiar y apoyo social, con dos factores: la intimidad con otros y la sociabilidad. Es un test que consta de diez preguntas puntuables entre 10 y 4 puntos, permitiendo una puntuación mínima de 10 y máxima de 40, en la que valores < 20 pueden indicar un grado severo de soledad; y entre 20-30 pueden indicar un grado moderado de soledad. La validación de constructo realizada con análisis factorial exploratorio presentó un índice de adecuación muestral KMO (0,93) muy elevado, el test de esfericidad de Bartlett es altamente significativo (p < 0,0001), con una varianza explicada del 71,6% en una sola dimensión. La confiabilidad se estimó con el coeficiente de alfa de Cronbach, obteniéndose un valor muy elevado: 0.95, con un IC 95% de 0.94 a 0.98.
La Escala Hospitalaria de ansiedad y depresión (HADS) desarrollada por Zigmond y Snaith16, es una escala autoaplicada conformada por 14 ítems que permite utilizarla en medios hospitalarios no psiquiátricos o en atención primaria. Considera dimensiones cognitivas y afectivas, omitiendo aspectos somáticos. Tiene cuatro opciones de respuestas que puntúan de 0 a 3, para un total de 0 a 21. Ha mostrado una adecuada validez convergente (p< 0,05); mostrando rangos de sensibilidad entre 0.74 y 0.84, especificidad de 0.78 a 0.80. La validez de constructo obtuvo un índice de adecuación muestral (KMO=0,831) significativo y una prueba de esfericidad de Bartlett de (p=0.001); el análisis factorial por método de componentes principales y rotación Varimax arrojó dos factores con una varianza del 42,58%. La consistencia interna de la escala global mostró un alfa de Cronbach de 0.83. Para la subescala de ansiedad fue de α=0.82 y la de depresión α=0.78.
Esta investigación contó con la aprobación del Comité de Ética e Investigaciones de una universidad pública del Noreste de México (CBFEUSUADEC-IEM7).
Se empleó estadística descriptiva e inferencial. Para la caracterización de los participantes, soledad, ansiedad y depresión se calcularon proporciones, medias, desviaciones estándar e intervalos de confianza del 95%. La distribución de las variables fue normal de acuerdo con el test de Kolmogorov-Smirnov, por tanto, para la exploración de correlaciones se usó el coeficiente de Pearson (r) y Chi cuadrado de Pearson para variables categóricas. Se reportaron como valores p significativos aquellos menores a 0.05 y para el caso de la interpretación de las correlaciones obtenidas se fijaron los valores de menores a 0.3 de magnitud débil, entre 0.3 a 0.6 magnitud moderada y mayores a 0.6 magnitud fuerte.17
Resultados
Se incluyeron 178 cuidadores con una M de edad de 45 años (DE= 15), con un tiempo estimado de cuidado que va desde un mes hasta 30 años, en su mayoría mujeres, casadas, que se encargan del hogar, con escolaridad baja y que cuida a mamá/papá.
Con respecto a quien recibe los cuidados, la edad media es de 72 años (DE=8), con una edad mínima de 60 y máxima de 99 años (ver Tabla 1).
Características del cuidador familiar | fr | % | Características de la persona receptora del cuidado | fr | % |
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Sexo | Sexo | ||||
Mujer | 132 | 74,2 | Mujer | 104 | 58,4 |
Hombre | 46 | 25,8 | Hombre | 74 | 41,6 |
| |||||
Estado civil | Estado civil | ||||
Casado | 81 | 45,5 | Casado | 69 | 38,8 |
Soltero | 44 | 24,7 | Soltero | 49 | 27,5 |
Unión libre | 28 | 15,7 | Viudo | 38 | 21,3 |
Separado | 18 | 10,1 | Separado | 13 | 7,3 |
Viudo | 7 | 3,9 | Unión libre | 9 | 5,1 |
| |||||
Ocupación | Ocupación | ||||
Hogar | 85 | 47,8 | Hogar | 79 | 44,4 |
Empleado | 40 | 22,5 | Desempleado | 30 | 16,9 |
Trabajo indep. | 22 | 12,4 | Trabajo indep | 23 | 12,9 |
Otro | 17 | 9,5 | Empleado | 20 | 11,2 |
Estudiante | 14 | 7,9 | Estudiante | 14 | 7,9 |
Jubilado | 12 | 6,7 | |||
| |||||
Escolaridad | Escolaridad | ||||
Primaria | 47 | 26,4 | Primaria | 93 | 52,3 |
Secundaria | 42 | 23,6 | Nivel medio superior | 38 | 21,4 |
Nivel medio superior | 57 | 32 | Secundaria | 23 | 12,9 |
Superior | 32 | 18 | Superior | 18 | 10,1 |
Ninguna | 6 | 3,4 | |||
| |||||
Persona a quien cuida | Percepción de sobrecarga | ||||
Mamá/papá | 93 | 52,2 | Moderada | 62 | 34,8 |
Esposo(a) | 31 | 17,4 | Alta | 45 | 25,3 |
Hijo (a) | 20 | 11,2 | Baja | 44 | 24,7 |
Abuelo (a) | 14 | 7,9 | Muy alta | 27 | 15,2 |
Amigo (a) | 11 | 6,2 | |||
Vecino (a) | 7 | 3,9 | |||
Otro (a) | 2 | 1,1 |
Nota: n=187; %=porcentaje
En cuanto a las variables de interés ambas escalas (escala de HADS y UCLA) mostraron una confiabilidad aceptable (0.943 y 0.813). Destaca que la mitad de los cuidadores presentan ansiedad y soledad de moderada a severa mientras que la mayoría no presenta depresión (véase Tabla 2).
Variables | % | Media | DE | IC 95% | |
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Lim Superior | Lim Superior | ||||
HADS | |||||
| |||||
Ansiedad | 8.26 | 4.95 | 7,53 | 9,00 | |
| |||||
Normal | 48,9 | ||||
| |||||
Dudoso | 16,3 | ||||
| |||||
Problema clínico | 34,8 | ||||
| |||||
Depresión | 4.52 | 3.61 | 3,98 | 5,05 | |
| |||||
Normal | 73 | ||||
| |||||
Dudoso | 22,5 | ||||
| |||||
Problema Clínico | 4,5 | ||||
| |||||
UCLA | |||||
| |||||
Soledad | 30.11 | 10.43 | 28,57 | 31,66 | |
| |||||
Sin soledad | 59 | ||||
| |||||
Soledad moderada | 28,7 | ||||
| |||||
Soledad severa | 12,4 |
Nota: n=187; IC= Intervalo de Confianza
En cuanto a la correlación de las variables, se encontró que, a mayor edad del cuidador familiar, mayor es la percepción de soledad. De igual forma se observa que, a mayor tiempo de cuidado, menores son la depresión y la ansiedad. El puntaje total de la escala HADS, así como sus dimensiones, se correlacionaron negativamente con la escala UCLA, lo cual podría significar que, a mayor ansiedad y depresión, mayor es la percepción de soledad. Se realizó un análisis de asociación a través de la prueba Chi-cuadrado encontrando asociación entre la percepción de la soledad y el estado civil del cuidador (Chi2 = a 15.59, p= a 0.049) (ver Tabla 3).
Discusión
El estudio de ansiedad, depresión y soledad en cuidadores familiares de adultos mayores con enfermedad crónica genera conocimiento para implementar, de manera anticipada, programas de atención encaminados a mejorar la calidad de vida de los CF. En cuanto a las características sociodemográficas, los resultados demuestran predominio de cuidadores del sexo femenino y casadas, similar a lo reportado por Fhon et al.7 Esto puede deberse a que históricamente el cuidado ha sido considerado una actividad feminizada, carente de valor económico y social.18 También se encontró que quien brinda cuidado, en su mayoría, son hijas/esposas, tal y como menciona Martínez.19 La ocupación predominante de los CF es el hogar, dato que coincide con los resultados de Hurtado-Vega. Esto podría deberse a que el tiempo invertido en cuidar a otros implica que los CF dejan de distribuir espacios personales dedicados a actividades laborales, sociales, de ocio o de autocuidado, en deterioro de su propia salud física y mental.20
Diversas investigaciones indican que el cuidado familiar asemeja una fuente de estrés crónico que puede tener consecuencias significativas sobre la salud física y psicológica.19 En esta investigación se encontró que el 34,8% de los CF presentan ansiedad y un 4,5% depresión, datos que concuerdan con lo reportado por Wulff et al., quienes refieren ansiedad de 3 a 5% y depresión de 18.2 a 36%.9 Respecto a la soledad, se encontró que el 12,4% de la población percibe soledad severa, esto es similar a lo reportado por Lee et al., que reportan un 18%.12
El puntaje total de la escala HADS, así como sus dimensiones, se correlacionaron negativamente con la escala UCLA. Esto podría significar que, a mayor ansiedad y depresión, mayor es la percepción de soledad. Esto coincide con lo reportado por Lee et al., que refieren que la depresión se asocia con la soledad en un 18%.12
Conclusión
Se encontró que, a mayor edad del cuidador, mayor es la percepción de soledad y a mayor tiempo de cuidado, menor es la depresión y ansiedad. Se considera necesario abordar la salud mental en este grupo de personas que se ve afectado, por lo que implementar futuros programas de atención, podría mejorar significativamente la calidad de vida de los cuidadores familiares.