Introducción
El envejecimiento se caracteriza por cambios y transformaciones producto de las interrelaciones genéticas, ambientales y de los factores de riesgo que se han presentado a lo largo de la vida. En ocasiones estos cambios pueden repercutir en el estado de salud ocasionando deterioro funcional y llevando a la persona adulta mayor (PAM) a presentar cierto grado de dependencia o incapacidad.1
En el año 2015 el número de personas mayores de 60 años fue de 901 millones, lo que equivalía al 12,3% de la población mundial, se pronostica que para el año 2050 la cifra se eleve a 2,092 millones lo que reflejará un 21,5% del total de la población.2 En lo que respecta a México, este grupo poblacional presenta un crecimiento vertiginoso y se calcula que en menos de 50 años la estructura poblacional nacional estará envejecida, es decir, una proporción importante tendrá 60 años y más. Se estima que para el 2050 los adultos mayores sumarán 24.4 millones. En términos relativos, la proporción de este grupo crecerá de 7,2% a 16,2 %.3
Como consecuencia del envejecimiento acelerado, el estudio de los cambios fisiológicos y biológicos que ocurren con la edad han tomado relevancia, entre ellos, el estudio de los trastornos en la composición corporal que traen consigo riesgos de fragilidad, dependencia, enfermedad y muerte.4 Durante el envejecimiento el sistema musculoesquelético sufre importantes cambios: disminuye su masa muscular, es infiltrado con grasa y tejido conectivo, disminuyen las unidades motoras y lo mismo sucede con el flujo sanguíneo.5
La relación entre la disminución de la masa y la fuerza muscular puede estar asociada con la sarcopenia, la cual es una característica del envejecimiento corporal que se relaciona con una pérdida progresiva de agilidad y fuerza, lo que con el tiempo conlleva un incremento en el grado de dependencia de la persona que la padece, con el consiguiente descenso en su calidad de vida y con una mayor morbilidad y mortalidad.6,7
La sarcopenia se define como una enfermedad muscular (falla muscular) asociada con cambios musculares adversos que se acumulan a lo largo de la vida.8 La presencia de sarcopenia se identifica cuando la masa y la fuerza muscular son bajas, mientras que el rendimiento físico queda como una medida para conocer la gravedad de la patología cuando se ha identificado la sarcopenia.9
Existen diversos factores que justifican la aparición de sarcopenia: neuromusculares, endocrinos, un descenso de hormonas anabolizantes, factores inmunitarios y, por último, los factores celulares. A esto se suman los hábitos de vida, como baja ingesta de proteínas, escaso ejercicio físico, consumo de tabaco o ingesta excesiva de alcohol. También influyen los cambios en las condiciones de vida, como permanencia prolongada en la cama, inmovilidad y desuso, así como la presencia de enfermedades concomitantes como deterioro cognitivo, trastornos afectivos (depresión y ansiedad) y diversas enfermedades crónicas.10
Es evidente que este suceso tiene consecuencias clínicas, la funcionalidad se ve afectada al presentarse mayor dificultad para caminar, así como lentitud o dificultad al realizar las actividades diarias. La funcionalidad se puede definir como la capacidad de la persona de desempeñar actividades básicas e instrumentales satisfaciendo sus necesidades por sí misma, por tanto, la aparición de sarcopenia repercute en la calidad de vida de las personas de edad avanzada restándoles funcionalidad.11 Su presencia aumenta el riesgo de caídas y lesiones, al igual que la morbilidad e incrementa la posibilidad de enfermedades crónicas y el riesgo de mortalidad en las PAM.12
La pérdida de masa y fuerza muscular implica pérdida de independencia funcional, que se relaciona con caídas, fracturas y hace necesaria la atención familiar o de cuidadores profesionales. Todo esto lleva a la debilitación del adulto mayor, ya sea por otra patología o por sarcopenia, costándole más esfuerzo y tiempo realizar las actividades de la vida diaria (ABVD) y las actividades instrumentales (AIVD), lo que deviene finalmente en discapacidad y dependencia.13
La evidencia científica muestra que existe una relación entre funcionalidad y sarcopenia (p<0.05).13,14 Por lo que el considerar el estudio de la sarcopenia en el adulto mayor, posibilitará la prevención o retardo de la dependencia, con el objetivo de mantener su autonomía y proteger o mejorar su calidad de vida.15 Asimismo, permitirá entender el fenómeno del envejecimiento e identificar el impacto en la salud del adulto mayor para, de esta manera, crear un mayor conocimiento y una mejor atención. Lo anterior permitió plantear el siguiente objetivo: determinar la influencia de la sarcopenia en la funcionalidad de adultos mayores de Saltillo, Coahuila, México.
Método
El diseño de la presente investigación fue correlacional, predictivo y transversal, ya que se analizó la predicción de las relacionales causales entre la sarcopenia y la funcionalidad.16 La muestra se calculó con la fórmula para poblaciones infinitas, con un nivel de confianza del 95%, un error de estimación del 5% y una probabilidad del 44,8% de presencia de sarcopenia; obteniendo una muestra de 380 PAM, quedando una muestra final de 316 personas encuestadas, quienes asistieron a un centro de actividades artísticas y deportivas de Saltillo, Coahuila. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia. Se seleccionaron PAM de ≥60 años que aceptaran participar en el estudio y firmaran el consentimiento informado.
Se aplicó a la población una cédula de datos sociodemográficos y clínicos, en la cual se recabó información relacionada con género, edad, estado civil y antecedentes clínicos de diabetes e hipertensión.
Para medir la sarcopenia se utilizó el instrumento A simple Questionnaire to Rapidly Diagnose Sarcopenia (SARC-F), validada en PAM de México con una alfa de Cronbach de 0.64, que permite evaluar la fuerza muscular a través de un sistema de evaluación y puntuación en el que los pacientes registran su habilidad en 5 parámetros: fuerza, capacidad para caminar, capacidad de levantarse de una silla, capacidad de subir escaleras y frecuencia de caídas. Para cada componente los pacientes son evaluados con 0,1 o 2 puntos (0 representa ninguna dificultad, 1 supone alguna dificultad y 2 mucha dificultad o incapacidad). La puntuación total va de 0 a 10 y los pacientes que registran 4 puntos o menos padecen sarcopenia.17
Para medir el estado funcional de las PAM se utilizaron dos escalas, la primera de ellas es el índice de Barthel (IB), el cual valora la autonomía de la persona para realizar actividades básicas de manera dependiente o independiente. Su puntuación oscila de 0 (completamente dependiente) a 100 puntos (completamente independiente). Contiene 10 preguntas con respuestas de dos a cuatro opciones por pregunta, los puntos de corte son < de 20 = dependencia total, 20 - 40 = dependencia grave, 45 - 55 = dependencia moderada y > 60 = dependencia leve, la puntuación es por intervalos de cinco puntos; el alfa de Cronbach es de 0.86. Para este estudio se determinará que, a mayor puntuación, mayor independencia.18
La segunda escala es la de Lawton, que es uno de los instrumentos de medición de AIVD más utilizado internacionalmente, se trata de un método objetivo y conciso que implementa y evalúa un plan terapéutico a nivel del cuidado en los pacientes, así como a nivel docente e investigador. Consta de ocho ítems, a menor puntuación, mayor dependencia y a mayor puntuación, incremento de la independencia. Se realiza en cuatro minutos aproximadamente, tiene coeficiente de reproductividad inter e intraobservador alto de 0.94.19
Los participantes fueron reclutados en las instalaciones de un Centro de Actividades Artísticas y Deportivas de la ciudad de Saltillo, Coahuila. A todos los voluntarios se les informó el objetivo del estudio y del proceso de participación, que fue mediante el registro a lápiz y papel de los instrumentos antes mencionados. Una vez que aceptaron participar, se les leyó el consentimiento informado y tras la firma de éste se procedió a la aplicación de la cédula de datos sociodemográficos, seguida de la evaluación de sarcopenia; posteriormente se aplicó el instrumento de Barthel (ABVD) y, por último, la escala de Lawton y Brody (AIVD).
El estudio se adhirió a las consideraciones éticas requeridas en la investigación con seres humanos, respetando los principios fundamentales incluidos en la Declaración de Helsinki: "el derecho a información, la protección de los datos personales y las garantías de confidencialidad, no discriminación, gratuidad, voluntariedad y la posibilidad de abandonar el estudio en cualquiera de sus fases". Además, el estudio fue evaluado y aprobado por las comisiones de Investigación y Ética de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Los datos se procesaron con el paquete estadístico Statical Package for Social Sciences (SPSS) versión 22 para Windows 2010. Se utilizó estadística descriptiva para variables nominales y ordinales, posteriormente se determinó la prueba de normalidad para variables cuantitativas, obteniéndose una distribución normal (p>0.05). Para las correlaciones de las variables se aplicó la prueba de Pearson y para dar respuesta al objetivo general se utilizó el modelo de Regresión Lineal por medio de la técnica "atrás".
Resultados
La muestra estuvo constituida por 316 adultos mayores, la edad osciló entre los 60 y 92 años, con una edad media de 69.80 años (DE=7.93). El sexo que predominó fue el femenino, con un 73,30% (fr=233), los hombres representaron el 26% (fr=83). El estado civil mayoritario fue casado, con un 42,70% (fr= 135), seguidos de viudo con un 33,9% (fr=107), soltero con un 12,30% (fr=39) y divorciado con un 11% (fr=35).
En cuanto a la sarcopenia, se obtuvo una media de 2.59 (DE=2.68), siendo la prevalencia de sarcopenia de 32,30% (fr=102). En cuanto a las características de salud el 31% (fr=98) obtuvo un diagnóstico de diabetes tipo 2, y el 53,20% (fr=168) presentó hipertensión arterial. De igual manera, se encontró que el 27,70% (fr=23) de los hombres y el 33,90% (fr=79) de las mujeres, así como el 38,80% (fr=38) de los pacientes con DT2 y el 41,70% (fr=70) con HTA tienen sarcopenia.
Por otra parte, el 41,50% (fr=131) presentó algún grado de dependencia en las ABVD, cuya puntuación obtuvo una media de 92,92 (DE=12.38). Además, el 67,50%(fr=56) de los hombres, el 35,20%(fr=82) de las mujeres, el 48% (47) con DT2, 41.10% (fr=69) con HTA tienen algún grado de dependencia en las ABVD.
No obstante, las AIVD se encontró que el 43,7% (fr=138) tiene algún grado de dependencia, con una media de 6,96 (DE=1.59). De igual manera, el 49.4%(fr=41) de los hombres, el 38,6% (fr=90) de las mujeres, el 42,70% (fr =45) de los adultos con DT2, 45,3% (fr=67) con HTA tiene algún grado de dependencia en las AIVD.
Por otra parte, las medias obtenidas de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria (ABVD y AIVD) fueron menores en los adultos con sarcopenia comparados con las PAM sin sarcopenia (véase Tabla 1). Se aprecia que, a mayor edad, mayor dependencia (AIVD), así como menor autonomía (ABVD) y mayor es el riesgo de padecer sarcopenia (Tabla 2). Finalmente, en el modelo de regresión se observa que la sarcopenia tiene impacto negativo sobre las AIVD y las AIVD, siendo para ambas, una variable predictora ya que explica en un 34% las actividades de la vidia diaria y en un 22% las actividades instrumentales de la vida diaria (Tabla 3).
Sarcopenia | Sin sarcopenia | p | |
---|---|---|---|
ABVD | 83.97 DE=17.26) | 97.19 (DE=5.35) | <0.001 |
| |||
AIVD | 5.96 (DE=2.09) | 7.44 (DE=.98) | <0.001 |
Nota: ABVD=Actividades básicas de la vida diaria; AIVD=Actividades instrumen-tales de la vida diaria; DE= Desviación estándar.
1 | 2 | 3 | 4 | |
---|---|---|---|---|
1.Edad | 1 | |||
| ||||
2.Sarcopenia | 0.358** | 1 | ||
| ||||
3.ABVD | -0.287** | -0.535** | 1 | |
| ||||
4.AIVD | -0.337** | -0.461** | 0.571** | 1 |
Nota: **=p<0.001;
*=p<0.05.
ABVD=Actividades básicas de la vida diaria; AIVD=Actividades instrumentales de la vida diaria
Actividades Básicas de la Vida diaria | |||||||
| |||||||
B | ET | β | T | P | F | R2 | |
| |||||||
Sarcopenia | -2.70 | 0.211 | -0.585 | -12.79 | <0.001 | 163.65 | 0.343 |
| |||||||
Actividades Instrumentales de la Vida Diaria | |||||||
| |||||||
B | ET | β | T | P | F | R2 | |
| |||||||
Sarcopenia | -0.279 | 0.030 | -0.471 | -9.451 | <0.001 | 89.23 | 0.221 |
Nota: ET: Error típico; β: beta; FIV: Factor de inflación de la varianza
Discusión
Se observó que la prevalencia de la sarcopenia fue del 32,3%, estos resultados fueron menores a lo reportado por Rodríguez y Cols. con un 60,1% y mayores al estudio de Almeida y Cols. con un 18%, resultando mayor prevalencia en mujeres.20,21 Lo anterior se puede explicar porque la sarcopenia en la muestra puede estar asociada al envejecimiento y a ciertas enfermedades, pudiendo tener un impacto en la salud de los adultos mayores ya que aumenta el riesgo de dependencia funcional y de muerte. Además, existen factores de riesgo que potencializan la aparición de esta condición, como son las enfermedades crónicas.
De la misma manera, más de 38% de las personas con DT2 y HTA tiene sarcopenia, siendo mayor en esta última: contrastando los resultados se encuentra que fue mayor la prevalencia a lo hallado en Brasil, con una prevalencia de sarcopenia de 34% en personas con HTA y 14% en personas con DT2. En otro estudio realizado en México fue mayor lo reportado, con una prevalencia de 69,3% en personas con HTA y menor para la diabetes, con un 27,4%; en Taiwán la prevalencia en HTA y DTA fue de 58,1% y 18,3% respectivamente.21-23 Estos resultados podrían indicar que la presencia de una enfermedad crónica acelera la pérdida de tejido muscular debido a un estado inflamatorio.24
En cuanto a la funcionalidad en las actividades básicas de la vida diaria, el 41,5% de las personas de este estudio tiene un grado de dependencia, siendo menor a lo reportado en Ecuador y España, donde el 98,41% y 91% presentaron algún grado de dependencia funcional.20,25,26 De igual manera, las actividades instrumentales de la vida diaria fueron dependientes en el 43,7%, siendo este resultado menor a lo hallado en nuestro estudio en Saltillo Coahuila, México que arrojó un 82,5%, mientras que en Taiwán la cifra fue de 65,6%13,26.
Por otra parte, la relación de sarcopenia y funcionalidad es similar a la reportada en un estudio realizado en la Ciudad de México (p<-05).13,20 Esto nos permite inferir que, en este grupo poblacional, si no se revierten los factores de riesgo, como son una dieta adecuada, ejercicio optimo, cuidados generales de salud y control de las enfermedades crónicas, en los años próximos estas personas podrían sufrir sarcopenia grave y ver afectada su funcionalidad.27
En relación con lo anterior, los estudios realizados en Brasil y España encontraron que la sarcopenia es un factor predictor para una funcionalidad dependiente, similar a lo encontrado en este estudio.21,28 El impacto de la sarcopenia sobre la capacidad funcional en las ABVD y AIVD se debe a reducciones en las fibras de tipo IIA, que pueden reducir la capacidad regenerativa de las fibras musculares y la capacidad de compensación, ocasionando hipertrofia del músculo, el cual conlleva al deterioro funcional en personas mayores, que resultan de interacciones de la enfermedad y la edad.29
Planteado lo anterior, la sarcopenia impone una importante carga económica para los servicios de salud, además de comprometer de manera significativa la calidad de vida de los adultos mayores, pues afecta la funcionalidad, les dificulta o impide el desempeño de sus actividades cotidianas y aumenta la incidencia de caídas y la dependencia física.13 Es por ello que la práctica de cuidados de enfermería en los adultos mayores tiene entre sus metas la promoción del envejecimiento saludable, uno de sus componentes es la prevención de deterioro funcional. Para alcanzar este objetivo es necesario pensar en estrategias de acciones educativas que consideren el contexto sociocultural, ofrecer recomendaciones y cuidados para un envejecimiento activo e independiente, utilizando recursos creativos que permitan una adecuación al lenguaje de la persona atendida.30
Conclusiones
Este estudio comprobó que la sarcopenia es un factor predictor de la funcionalidad de las ABVD que la influye en un 34,3% y en un 22,1% sobre las AIVD. La sarcopenia obtuvo una prevalencia de 32,3%, siendo mayor en adultos con hipertensión arterial y mujeres. De igual manera, la funcionalidad fue dependiente en más del 40% de la muestra, siendo mayor el deterioro en hombres y en adultos con hipertensión arterial.
Esta investigación plantea bases para futuras intervenciones multidisciplinarias que disminuyen el riesgo de sarcopenia, así como las complicaciones en las personas que ya lo padecen. Por otra parte, es necesario adoptar estrategias de valoración de individuos con sarcopenia o en riesgo de desarrollar esta condición a través de las consultas en el primer nivel de atención para su prevención.