Introducción
En la antigüedad, se consideraba que las mujeres tenían que dedicarse al cuidado humano de forma natural dado que estaba ligado a la maternidad, la crianza de los hijos, la alimentación y la condición de esposa. Este oficio del cuidado humano no se ejercía con base en la afinidad, motivación y llamado de vida, sino por imposición familiar y social.1 Dados los grandes aportes de Florence Nightingale, quien impulsó la enfermería como disciplina científica profesional, y el paso de los años, la enfermería se ha venido consolidando como una profesión vital para el logro del bienestar y la salud humana. Es por esto que las personas que sienten una llamada de vida frente a esta labor pueden ingresar al estudio de esta ciencia y arte del cuidado, sin importar si son mujeres u hombres, dado que la vocación no está ligada a ningún sexo. De acuerdo con la Filosofía de la Asistencia de Enfermería, la vocación alude a un bien que se provee a un semejante, el cual incita un cúmulo de sensaciones y emociones que guían al individuo en su camino profesional.2,3 La vocación enfermera se construye por medio de factores, condiciones y elementos que emergen desde el interior de cada persona que elige ser enfermera, y se concatena con el desarrollo de las habilidades y competencias para promover salud, prevenir enfermedades y brindar cuidados humanos a la persona, familia y comunidad.4
En este sentido, se espera que el ingreso en un programa universitario se fundamente en gustos, motivaciones, emociones, características personales, afinidades y por supuesto, una llamada de vida o vocación, enfocada hacia dicha área de conocimiento. Sin embargo, pueden existir muchos factores agregados que contradicen la llamada de vida y que condicionan el proceso de elección e ingreso universitario. De acuerdo con la evidencia científica, la familia y especialmente la madre son las personas más influyentes sobre la elección de la carrera.5 También se han relacionado con esta elección el sexo y género,6 el grupo étnico, el nivel socioeconómico, el tipo de programa educativo, los intereses y la autoeficacia del estudiante.7
Dado que el proceso de toma de decisiones respecto a la elección de carrera universitaria puede llegar a ser multifactorial, es común que dicha decisión pueda influir en la culminación exitosa de esta misma carrera universitaria. Algunos autores manifiestan que solo la tercera parte de los estudiantes que inician un programa de enfermería universitaria logran graduarse.8 Sin embargo, aunque la culminación del estudio universitario no solamente está determinada por la elección de la misma, es muy probable que dicha selección sí tenga un rol preponderante en las probabilidades de finalizar dicha carrera universitaria.
Es por esto que se considera sumamente importante identificar la vocación de los aspirantes a los programas educativos dentro de los procesos institucionales de ingreso a carreras universitarias, específicamente al ingresar al programa educativo de enfermería. Dado que, en palabras de Hernández Ortega, la vocación de ser profesional en enfermería, conlleva una alta responsabilidad social para brindar una atención con calidad humana, que trasciende más allá de la exigencia del sistema de salud, implica una serie de elementos axiológicos, teóricos y humanistas para garantizar un alto nivel de desempeño en cualquier lugar donde el profesional se desenvuelva.4 No obstante, son escasos los instrumentos para medir la vocación específica para enfermería y la medición de dicho elemento es poco frecuente en las instituciones universitarias.9
El objetivo del presente estudio es comparar el nivel de vocación existente en estudiantes de segundo, cuarto, sexto y octavo semestre de la licenciatura en enfermería de una universidad privada en México. Lo que puede redundar en mejorar la comprensión del fenómeno de vocación en enfermería, establecer una línea de base para mejorar los procesos de selección de aspirantes a este programa educativo y la posibilidad de potenciar dicho elemento en las personas que tengan niveles bajos de vocación.
Métodos
Estudio descriptivo, transversal y comparativo, con estudiantes de una universidad privada de México. Se incluyeron estudiantes inscritos al período de primavera 2021 de segundo, cuarto, sexto y octavo semestre de la licenciatura en enfermería. Se excluyeron los estudiantes que no contestaron completamente el instrumento.
Se utilizó una cédula de datos sociodemográficos que constó de 10 preguntas y para medir la vocación en enfermería se utilizó el instrumento "Vocación de servicio para el cuidado humano" el cual fue validado en México. Consta de 23 ítems divididos en tres dimensiones: inclinación hacia el cuidado de la salud, autoeficacia en el servicio de cuidado de salud y componente axiológico, con respuestas de escala tipo Likert.9 Para evaluar la felicidad, se utilizó una escala de cero (0) donde no hay felicidad al estudiar enfermería hasta el diez (10) que representa el nivel máximo de felicidad al estudiar enfermería. Los instrumentos fueron sometidos al análisis mediante una prueba piloto con 32 estudiantes, de la cual no se derivaron cambios sustantivos.
El procedimiento para la obtención de datos se fundamentó en una explicación del estudio e invitación a participar del mismo mediante correo electrónico institucional, además se compartieron infografías por distintos grupos de los estudiantes en los medios sociales (Facebook y WhatsApp) y adicionalmente, en las sesiones grupales de clase se les invitó a participar de forma voluntaria en la investigación.
Los datos se recolectaron a través de la plataforma Google Forms y se analizaron mediante estadística descriptiva (frecuencias, porcentajes y medidas de tendencia central) y estadística inferencial previa prueba de normalidad de las variables. Se utilizó la correlación producto-momento de Pearson para establecer la relación entre las variables cuantitativas. Por último, para detectar las diferencias específicas en los promedios del nivel de vocación, se realizó una comparación de medias ANOVA con la Prueba Tukey como prueba post hoc.
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética del Departamento de Salud de dicha universidad. El consentimiento informado se obtuvo digitalmente por los estudiantes que aceptaron participar en el estudio de acuerdo con los lineamientos de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud de México.
Resultados
Los resultados corresponden a 127 participantes de ambos sexos. Su edad oscila entre los 18 y 59 años, el promedio de edad de los participantes fue 21.17 años (DE=4.05, Min = 0, Max = 48, Mdn = 21), predominó el sexo femenino con 86% (109); En lo referente al estado civil, el 95% (120) se encuentran solteros, el 92% (117) no tiene hijos y el 84% (107) no se encuentra laborando. Respecto a la felicidad, la mayoría de los estudiantes siente un alto nivel de felicidad al estudiar enfermería (M=8.79; DE=1.47).
El 50% (64) de los participantes tuvieron como primera opción universitaria la licenciatura en enfermería. Además, los estudiantes mencionaron que las opciones de carrera universitaria más frecuentes (excluyendo enfermería) correspondieron a las siguientes áreas: ingenieras y ciencias exactas 7% (3), ciencias sociales y humanidades 28% (24), ciencias naturales y de la salud 65% (55). Se destaca que los estudiantes mencionaron que sus familiares no influyeron en la elección de la carrera universitaria con el 58% (74).
En cuanto a las preguntas detalladas del instrumento, casi todos los estudiantes tienen alta confianza para actuar en la recuperación de la salud, realizan promoción a la salud con sus familiares y amigos, analizan previamente sus acciones antes de actuar frente a un dilema ético, pueden escuchar atentamente a las personas cuando existe un problema de salud, ayudan a las personas con problemas de salud cuando se les solicita, son capaces de proporcionar cuidados de calidad a todos los pacientes por igual.
Sin embargo, un mínimo de los estudiantes reportó que les resulta difícil interactuar con los pacientes y ser empáticos, se sienten inseguros al realizar intervenciones de enfermería, no están dispuestos a privarse de su vida social para cuidar de la salud de las personas, no tienen confianza suficiente para enseñar y promover estilos de vida saludable, no tienen la confianza necesaria para realizar actividades en equipo, han dudado sobre continuar estudiando enfermería y algunos desearon haber ingresado a otra carrera (Tabla 1).
Ítem | Nunca | Rara vez | A veces | Casi siempre | Siempre | |||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
f | % | f | % | f | % | f | % | f | % | |
Ante una situación determinada de enfermedad tengo la confianza de actuar para ayudar en la recuperación de la salud de las personas | 4 | 3,1 | 3 | 2,4 | 30 | 23,6 | 47 | 37 | 43 | 33,9 |
Me resulta fácil interactuar con los pacientes aplicando la empatía | 1 | 0,8 | 1 | 0,8 | 9 | 7,1 | 38 | 29,9 | 78 | 61,4 |
Frecuentemente deseo cuidar de la salud de las personas | 0 | 0 | 0 | 0 | 12 | 9,4 | 42 | 33,1 | 73 | 57,5 |
Tengo seguridad al realizar intervenciones de enfermería a las personas con algún problema de salud | 0 | 0 | 10 | 7,9 | 41 | 32,3 | 47 | 37 | 29 | 22,8 |
Si la situación se presenta, ayudo a cuidar la salud de desprotegidos de manera altruista | 1 | 0,8 | 3 | 2,4 | 23 | 18,1 | 41 | 32,3 | 59 | 46,5 |
Ante un dilema ético analizo previamente mis acciones para no perjudicar al paciente | 0 | 0 | 1 | 0,8 | 3 | 2,4 | 42 | 33,1 | 81 | 63,8 |
Promuevo la salud con mis familiares o amigos | 0 | 0 | 2 | 1,6 | 7 | 5,5 | 35 | 27,6 | 83 | 65,4 |
Brindo palabras solidarias a los pacientes cuando tienen un problema de salud | 0 | 0 | 3 | 2,4 | 15 | 11,8 | 38 | 29,9 | 71 | 55,9 |
Me gusta escuchar atentamente a las personas cuando tienen problemas de salud | 0 | 0 | 1 | 0,8 | 6 | 4,7 | 27 | 21,3 | 93 | 73,2 |
No me importa privarme de mi vida social por cuidar la salud de otras personas cuando me necesitan | 0 | 0 | 6 | 4,7 | 21 | 16,5 | 47 | 37 | 53 | 41,7 |
Tengo la confianza suficiente para realizar cuidados de salud a las personas que lo requieran | 0 | 0 | 6 | 4,7 | 30 | 23,6 | 43 | 33,9 | 48 | 37,8 |
Me agradaría ofrecer mis servicios de enfermería en una comunidad de bajo desarrollo social | 0 | 0 | 3 | 2,4 | 25 | 19,7 | 36 | 28,3 | 63 | 49,6 |
Tengo la confianza de esforzarme con dedicación al realizar intervenciones para el cuidado de la salud. | 0 | 0 | 2 | 1,6 | 6 | 4,7 | 47 | 37 | 72 | 56,7 |
Ayudo a las personas con problemas de salud cuando me lo piden | 0 | 0 | 0 | 0 | 6 | 4,7 | 28 | 22 | 93 | 73,2 |
Me siento con la confianza suficiente para enseñar y promover estilos de vida saludables (ejercicio, buena alimentación, higiene, consumo de drogas, uso correcto del condón, etc.) | 1 | 0,8 | 2 | 1,6 | 18 | 14,2 | 39 | 30,7 | 67 | 52,8 |
A pesar de las condiciones precarias sociales y de salud de las comunidades rurales, así como largas jornadas de trabajo, acudo a ellas para promover la salud | 9 | 7,1 | 8 | 6,3 | 32 | 25,2 | 36 | 28,3 | 42 | 33,1 |
Tengo la confianza para realizar actividades conjuntas con el equipo de salud | 1 | 0,8 | 4 | 3,1 | 24 | 18,9 | 39 | 30,7 | 59 | 46,5 |
Proporciono cuidados de enfermería con la misma calidad, sin importar el aspecto físico o condición social | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 2,4 | 16 | 12,6 | 108 | 85 |
Participaría voluntariamente en campañas de vacunación | 2 | 1,6 | 7 | 5,5 | 20 | 15,7 | 30 | 23,6 | 68 | 53,5 |
Tengo la confianza de desarrollar cuidados en el paciente con conocimientos teóricos y prácticos | 0 | 0 | 5 | 3,9 | 22 | 17,3 | 47 | 37 | 53 | 41,7 |
He dudado en continuar estudiando enfermería | 57 | 44,9 | 29 | 22,8 | 31 | 24,4 | 6 | 4,7 | 4 | 3,1 |
Me gustaría haber ingresado a otra profesión del área de la salud que no fuera enfermería (medicina, estomatología, nutrición, fisioterapia, etc.) | 60 | 47,2 | 21 | 16,5 | 33 | 26 | 4 | 3,1 | 9 | 7,1 |
Contribuyo en las decisiones de salud de las personas | 2 | 1,6 | 7 | 5,5 | 47 | 37 | 44 | 34,6 | 27 | 21,3 |
Nota: N=127 participantes; f= frecuencia y %= porcentaje
Respecto al nivel de vocación en los estudiantes, se observó que el 60,6% (77) tiene buen nivel de vocación, el 38,6% (49) presenta regular nivel de vocación y 0,8% (1) baja vocación. Respecto a la vocación por semestres, se puede observar que la mayoría de estudiantes pertenecientes a segundo, cuarto y sexto tienen buena vocación. Sin embargo, en el cuarto semestre se registra solo un estudiante con muy baja vocación y más de la mitad de estudiantes de octavo semestre reporta una vocación regular (Tabla 2). El octavo semestre reporta un nivel de vocación significativamente diferente a segundo, cuarto y sexto semestre (F=3.475; p=.021; gl=3-123).
Semestre | Nivel de vocación | ||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| |||||||||
Muy baja vocación | Baja vocación | Vocación regular | Buena vocación | Total | |||||
f | % | f | % | f | % | f | % | ||
Segundo | 0 | 0 | 0 | 0 | 11 | 32,4 | 23 | 67,6 | 34 |
Cuarto | 1 | 3,2 | 0 | 0 | 7 | 22,6 | 23 | 74,2 | 31 |
Sexto | 0 | 0 | 0 | 0 | 8 | 34,8 | 15 | 65,2 | 23 |
Octavo | 0 | 0 | 0 | 0 | 23 | 59,0 | 16 | 41,0 | 39 |
Total | 1 | 0 | 49 | 77 | 127 |
Nota: N=127 participantes
Respecto a las relaciones entre las variables edad, felicidad y nivel de vocación, se encontró que la edad se correlaciona significativamente con la felicidad que sienten los participantes al estudiar la licenciatura en enfermería (r=.182; p=.05). La relación más alta y significativa, se observó entre la felicidad y el nivel de vocación de los estudiantes (r=.385; p=.01).
Discusión
La investigación permitió observar que los estudiantes de enfermería, en su mayoría, tienen un buen nivel de vocación, hallazgo similar a lo encontrado por Antonio et al.,9 lo que puede deberse a la similitud en términos de características sociales y demográficas de los sujetos participantes.
Los estudiantes universitarios que participaron en la investigación en su mayoría fueron mujeres, esto coincide con algunos autores,6,9,10 debido a que la disciplina en enfermería está conformada en su mayoría por este sexo, tal cual se visualiza en la distribución nacional,11 lo que puede deberse al pensamiento social colectivo predominante donde a la mujer se le atribuye el concepto de cuidado, vigilancia y atención para los demás,1,3,6,9 mientras la concepción de lo masculino se relaciona con los trabajos de fuerza.
Se esperaba que los estudiantes de octavo semestre tuvieran un nivel de vocación más alto que los estudiantes de los semestres inferiores, sin embargo, se observó lo contrario, el nivel de vocación es menor. Esto podría deberse a que a los estudiantes de dicho semestre cursaron sus últimos dos años de la carrera simultáneamente con el inicio y pico más alto de la pandemia por Covid, en donde predominaron estrategias para evitar el contagio, como el confinamiento estricto, la suspensión de todas las actividades prácticas y eventos, entre otros. Adicionalmente, el contagio por Covid de ellos mismos o sus cercanos, tener clases virtuales para contenidos que requieren prácticas clínicas y comunitarias, ser testigos del estigma y la discriminación que la sociedad impuso sobre los profesionales de enfermería, fueron hechos determinantes para que los estudiantes manifestaran desánimo, falta de motivación, incertidumbre, miedo, inseguridad, entre muchas otras situaciones emocionales que pudieron influir directamente en el nivel de vocación hacia el cuidado humano.12
Otro hallazgo importante es que solo un estudiante dentro de la muestra reportó tener un nivel de vocación bajo. Este estudiante pertenecía a cuarto semestre, sin embargo, de ese mismo semestre también se registró el estudiante con el mayor puntaje de vocación, ambos hombres y en unión libre. Se analizaron las respuestas particulares de estos dos participantes y se encontró que el estudiante con menor vocación manifestó que duda constantemente de la carrera que está cursando y que hubiera preferido estar en otra carrera universitaria (medicina). Situación que ha sido reportada por otros autores, siendo una situación común en Latinoamérica, donde los estudiantes que no son aceptados en otras carreras, especialmente en medicina, optan por ingresar a una carrera que socialmente se considera "similar" como enfermería. Sin embargo, es de aclarar que corresponde solo a una creencia social y no se traslada a la práctica real dado que el objeto de estudio de la medicina se ubica en el paradigma de la curación y el de enfermería en el cuidado.8,9
Así mismo, se encontró que algunos estudiantes no están totalmente dispuestos a ayudar a cuidar a los desprotegidos y promover la salud si la situación se presenta, es decir, algunos estudiantes expresaron que no privarían su vida social para cuidar de la salud de las personas. Esto difiere con la literatura,3,4,9,10 dado que los estudiantes deberían tener vocación para brindar atención sanitaria a las personas en cualquier momento. En este sentido, se puede identificar un dilema, ya que la licenciatura de enfermería es totalmente humanitaria, promueve la vida y la salud de las personas, por lo que requiere de vocación para involucrarse en diversas situaciones que se presentan en el día a día como personal de salud. Sin embargo, la indisposición de los estudiantes a cuidar de los desprotegidos y promover la salud puede deberse a que no se encuentran totalmente seguros o expertos al implementar cuidados y procedimientos de enfermería.
Lo anterior se complementa dado que un notable porcentaje de los estudiantes manifestó que no sentían la confianza suficiente para brindar cuidados de salud, no obstante, la mayoría se esfuerza por realizar con dedicación las intervenciones de enfermería. Por un lado, los estudiantes de segundo y cuarto semestre pueden estar inseguros por lo inexpertos que son aún en el área, la falta de conocimiento y experiencia laboral. Por otro lado, los estudiantes de sexto y octavo semestre pueden estar inseguros debido a que se encuentran finalizando sus estudios de manera teórica, sin tener escenarios prácticos para generar habilidades derivadas del conocimiento teórico y debido a su avance académico, las prácticas faltantes suelen ser aquellas que requieren de cuidados más críticos, autónomos e independientes.
En cuanto a la solidaridad de los estudiantes para con los pacientes, un porcentaje mínimo de ellos no brinda palabras de apoyo ante situaciones que lo ameriten. Es bien conocido que los enfermeros requieren de capacidades y habilidades de comunicación, por lo que los resultados hallados en la investigación son una llamada de atención a todos aquellos que se encuentren estudiando enfermería, debido a que la solidaridad, comprensión, empatía, tolerancia, entre otros valores, son de gran importancia en la disciplina, ya que las personas que se encuentran ante un problema de salud buscan sentirse comprendidos, atendidos y seguros. Esto puede lograrse a través de la capacitación continua, la experticia que deriva del contacto directo con los pacientes. No obstante, pueden existir factores que impidan a los estudiantes dar palabras de apoyo, tales como la inseguridad al hablar y la falta de conexión entre enfermero-paciente y la inseguridad.
Uno de los aspectos más destacables es que gran porcentaje de los estudiantes no está totalmente de acuerdo con prestar sus servicios a comunidades precarias y a participar en largas jornadas de trabajo, esto puede deberse a que actualmente en México las condiciones de seguridad en comunidades rurales son complejas, existe inseguridad, falta de medios de transporte adecuados, escasa señal de telefonía, entre otras circunstancias; las cuales, dificultan la prestación de los servicios en instituciones hospitalarias y repercuten directamente en los estudiantes,13 dado que tener un buen nivel de vocación no significa aceptar condiciones complejas de seguridad dentro de su proceso de formación en entornos extra universitarios.
Respecto a las relaciones encontradas entre edad, felicidad y vocación, se encuentran similitudes con otros autores,14 dado que la felicidad y la edad presentan un patrón de U en el ciclo vital, siendo muy alta en la adolescencia y adultez y descendiendo en la edad media y vuelve a ascender al final de la vida. Cabe agregar que el nivel de felicidad es más alto en las mujeres. Respecto a la felicidad y vocación,15 se ha documentado que el desempeñarse en un campo laboral acorde con las características, preferencias y habilidades personales aumenta el nivel de bienestar y felicidad, lo que redunda simultáneamente en el mejoramiento del desempeño laboral.
Conclusión
El nivel de vocación en los estudiantes de enfermería es bueno, existen diferencias significativas entre el nivel de vocación a medida que aumentan los semestres. La felicidad y la vocación se relacionan y condicionan potencialmente el desempeño profesional.
Es esencial que dentro de los procesos de selección universitarios se incluya la medición de la vocación para el cuidado humano, como una herramienta adicional para seleccionar los mejores aspirantes; esto redundará en mejores prácticas profesionales en el futuro incluyendo la mejora de los resultados en salud y el bienestar de las personas cuidadas y contribuirá a la consolidación y desarrollo de la disciplina de Enfermería.