Introducción
Actualmente, todos los países del mundo experimentan un aumento en el número y proporción de Personas Adultas Mayores (PAM), según datos de las Naciones Unidas (UN) se prevé que para el 2050 el porcentaje de individuos de 65 años aumente de un 10% a un 16%.1 Así mismo, según lo establecido por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México atraviesa una etapa avanzada en su transición demográfica y estima que el 14% de la población total son PAM. En el estado de Chihuahua, según el Consejo Nacional de la Población (CONAPO) también se observan cambios en la estructura por edad en la población.2 Durante el 2015, este grupo de población representaba el 6,2% y se proyecta que este aumente a un 17,1% para 2050.3
El fenómeno del envejecimiento poblacional presenta importantes desafíos para casi todos los sectores de la sociedad en especial para los sistemas de salud, debido a la demanda amplificada de recursos sanitarios, los requerimientos diversificados de la atención, los cambios en la carga de morbilidad, al aumento de los gastos en salud, los cuidados a largo plazo y a la escasa de mano de obra.4 Así mismo, al contar con una esperanza de vida más larga esto se traduce a un aumento en los años de vida. Sin embargo, la tercera edad se caracteriza por los cambios asociados al envejecimiento, el desarrollo de enfermedades no transmisibles y a la aparición de problemas de salud mental.1,5,6
La salud mental de la PAM puede verse afectada por los impactos acumulativos de experiencias anteriores, los cambios relacionados con el envejecimiento, la exposición a la adversidad, la disminución de la capacidad funcional, el duelo por la pérdida de seres queridos, la caída de ingresos o perdida de propósito debido a la jubilación, la discriminación por la edad, el aislamiento social y la soledad, el abuso (físico, verbal, psicológico, sexual y económico), el ser cuidador de familiares con enfermedades crónicas como la demencia y la falta de acceso a apoyo y servicios de calidad. Lo anterior puede llevar al PAM al consumo de sustancias como el alcohol, no obstante, los trastornos producto de este consumo se asocian con importantes problemas de salud física y psicológica.7-10
En relación con el consumo de alcohol, se estima que el 11% de las PAM de estados unidos han tenido al menos un episodio de consumo excesivo, en México, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) del 2022 el consumo actual de adultos de 50 a 64 años fue de 48,8% y en PAM de 65 o más fue de 32,1%.11,12 Respecto al estado de Chihuahua, según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco del 2017, el consumo de alcohol actual en la población de 12 a 65 años fue del 3%, cabe señalar que en dicha encuesta no se observaron datos exclusivos para el grupo de PAM.13
El consumo excesivo de alcohol puede ser peligroso e incluso mortal para las PAM debido a los cambios biológicos que afectan la forma en que el organismo responde a sustancias químicas extrañas como el alcohol y causar problemas de salud importantes como pérdida de la coordinación, caídas, enfermedades cardiacas, problemas hepáticos, trastornos óseos como osteoporosis, diabetes e incluso causar o empeorar problemas de salud mental como la depresión. Este fenómeno puede ser abordado a través del concepto de Inteligencia Emocional desarrollado por Mayer y Salovey.14-16
La IE se ha definido como la capacidad de percibir, evaluar y expresar las emociones propias con precisión (percibir emoción), la capacidad de acceder y generar sentimientos que faciliten el pensamiento (facilitar el pensamiento a través de las emociones), la capacidad de comprender las emociones y el conocimiento emocional (comprender emociones), y la capacidad de regular las emociones y promover el crecimiento emocional y personal (gestión de emociones).16
La IE le permite al individuo orientar sus pensamientos y emociones para beneficio de sí mismo y su entorno, está vinculado con el desarrollo de conductas saludables y ha demostrado ser un factor de protección contra el consumo de alcohol y drogas, le permite al individuo tener mayor optimismo y le permite desarrollar la habilidad para enfrentar, amortiguar y adaptarse a los efectos de los eventos vitales con el fin de mantener la salud mental.17-20 Sin embargo, hasta el momento se han identificado pocos estudios en los que se aborden cómo la IE puede influir en la salud mental y cómo puede ayudar a reducir o eliminar el consumo de sustancias como el alcohol en esta población, por lo que se considera existe un vacío en el conocimiento. Por lo anterior, el objetivo general del estudio fue identificar la relación entre la IE, el consumo de alcohol y la salud mental en Adultos Mayores de Chihuahua.
Métodos
Estudio con diseño descriptivo correlacional, se realizó durante el periodo de agosto a diciembre de 2022. La muestra estuvo conformada por 125 PAM que asistieron a un centro comunitario del municipio de Chihuahua, México. Los criterios empleados para el cáculo de la muestra fueron los siguientes: significancia de ,05, nivel de confianza de 95% y poder del 90%; así mismo, se utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia.
Se incluyeron en el estudio aquellas PAM orientadas en tiempo, espacio y persona. Lo anterior se evaluó a través de las siguientes preguntas: ¿Cuá es su nombre?, ¿Qué día es hoy? y ¿Desde hace cuánto tiempo asiste al centro comunitario? Además, se evaluó la presencia de deterioro cognitivo a través de Cuestionario Portátil Breve del Estado Mental, traducido por Martínez de la Iglesia y cols., que posee los siguientes criterios: (1) dos errores para aquellas PAM capaces de leer y escribir y (2) tres errores para PAM con analfabetismo.21
Para realizar las entrevistas se utilizó una cédula de datos personales y cuestionario de consumo de alcohol y tres cuestionarios. El primero que se aplicó fue el Trait Meta-Mood Scale-24 en su versión en español traducido por Fernández-Berrocal y cols, que tiene por objetivo evaluar el conocimiento que cada individuo tiene acerca de sus propios estados emocionales.22 Este cuestionario está dividido en tres dimensiones: atención a los sentimientos, claridad emocional y reparación de las emociones; además, consta de 24 ítems, con patrones de respuesta que van de 1 (Nada de acuerdo) a 5 (Totalmente de acuerdo). El puntaje se obtiene sumando las respuestas de cada dimensión, que oscila entre 8 y 40 puntos. Dicho instrumento fue empleado por Melendez y cols. en 214 PAM de la Ciudad de Valencia, España y obtuvo un Alpha de Cronbach de ,90.23 En el presente estudio fue de ,74.
El segundo cuestionario que se empleó es el Michigan Alcoholism Screening Test-Versión Geriatric (MASTG) elaborado por Blow y cols., está conformado por 24 reactivos, con patrón de respuesta dicotómica (Si y No), en el cual se considera 5 como punto de corte.24 Los resultados se clasifican de tres formas: (1) consumo sensato (0 a 1 puntos), (2) consumo riesgoso (2 a 4 puntos) y (3) consumo abusivo (5 puntos o más). Este instrumento fue aplicado a 128 PAM de São Carlos, São Paulo, Brasil por Kano y cols. y obtuvo un Alpha de Cronbach de ,78.25 En el presente estudio obtuvo un Alpha de ,73.
El tercer cuestionario que se aplicó fue la Escala de Salud Mental Positiva desarrollada por Lluch y que tiene por objetivo medir el nivel de salud positiva de las personas.26 Esta última constan de 39 ítems con opciones de respuesta que van desde muy frecuente hasta nunca. Dicho instrumento está dividido en seis factores: (1) Satisfacción Personal (8 ítems), (2) Actitud Prosocial (5 ítems), (3) Autocontrol (5 ítems), (4) Autonomía (5 ítems), (5) Resolución de Problemas y Autoactualización (9 ítems), y (6) Habilidades de Relación Interpersonal (7 ítems). Moreno y cols. emplearon la escala en una muestra de 400 adultos de 18 a 67 años y obtuvieron un Alpha de Cronbach de ,86.27 En el presente estudio se obtuvo un Alpha de ,60.
Para llevar a cabo la recolección de datos se sometió el estudio al Comité de Ética en Investigación de la Facultad de Enfermería y Nutriología (Folio SIP-CI-PD/2021/12) para su aprobación. Así mismo, se contó con la autorización del encargado del centro comunitario, a quien se le explicó el objetivo del estudio, los cuestionarios que se emplearían y el proceso de la entrevista. Además, se solicitó información sobre los distintos talleres y horarios a los que asisten las PAM. Una vez que se identificaron se les realizó la invitación a participar y una vez que aceptaron se procedió a la lectura y firma del consentimiento informado para luego comenzar con la entrevista. Al finalizar se les agradeció su participación y se les acompañó a los diferentes espacios del centro para que continuaran con los eventos programados.
El análisis de los datos se realizó empleando el paquete estadístico SPSS versión 21. Para describir las variables del estudio se aplicó estadística descriptiva a través de frecuencias y porcentajes y medidas de tendencia central. Para realzar el anáisis de la estadística inferencias se utilizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov con Corrección de Lilliefors y como resultado se determinó el uso de estadística no paramétrica. Para dar respuesta al objetivo general del estudio se utilizó el Coeficiente de Correlación de Spearman.
Resultados
El 68% de los participantes del estudio perteneció al sexo femenino, la media de edad fue de 71,1 años (DE = 6,7), en relación con el estado civil, el 53,6% mencionó estar casado o tener pareja, el 20% viudo, el 16% separado o divorciado y el 13% soltero. Con respecto a la escolaridad, la media de los años de estudio fue de 10,3 años (DE = 5,6), así mismo el 31,2% había cursado la primaria, el 21,6% secundaria, el 16% estudios técnicos, el 6,4% preparatoria, el 19,2% licenciatura o ingeniería, el 3,2% posgrado y el 2,4% sin estudios.
En cuanto a la ocupación, el 43,2% era jubilado, el 5,6% es cuidador de hijos o familiares, el 4,8% cuenta con negocio propio, el 35,2% se dedicaba al hogar, el 4,8% cuenta con negocio propio, el 2,4% trabaja en un comercio menor y el 8,8% se dedica a otras actividades. Y en cuanto a la religión, el 89,6% se identificó como católico, el 4,8% como cristiano, el 4,8% con ninguna religión y el 0,8% con otra religión.
En relación con el consumo de alcohol, la edad de inicio de consumo fue de 13,2 años (DE = 12,2) y la cantidad de bebidas consumidas en un día típico fue de 1,5 bebidas (DE = 2,6). En cuanto a las prevalencias de consumo de alcohol, el 65,8% de las PAM había consumido alcohol alguna vez en la vida, el 45,6% en el último año, el 32,8% en el último mes y el 20% en la última semana. Además, se observaron diferencias significativas en la clasificación de consumo de alcohol por sexo (U = 1263,50; p < 0,05). Se observa una mayor proporción de consumo sensato y de riesgo por parte del sexo femenino, mientras que el sexo masculino muestra mayor proporción de consumo abusivo (Tabla 1).
Tabla 1. Clasificación Consumo de Alcohol de acuerdo con el MAST-G por sexo.
| Sexo | Consumo sensato | Consumo de riesgo | Consumo abusivo | Total | ||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| f | % | f | % | f | % | f | % | |
| Femenino | 64 | 75,3 | 14 | 16,5 | 7 | 8,2 | 85 | 100 |
| Masculino | 21 | 52,5 | 8 | 20 | 11 | 27,5 | 40 | 100 |
| Total | 85 | 68 | 22 | 17,6 | 18 | 14,4 | 125 | 100 |
Nota:n = 125, MAST-G = Michigan Alcoholism Screening Test-Versión Geriatric, f = frecuencia, % = porcentaje.
Para responder al objetivo general del estudio se empleó el Coeficiente de Correlación de Spearman (Tabla 2), se observó una relación positiva y significativa entre la IE y el consumo de alcohol de acuerdo con el MAST-G (r = ,17, p = ,05), por lo que a mayor IE, mayor consumo de alcohol en las PAM. Así mismo se encontró una relación negativa y significativa entre la IE y la Salud Mental (r = -,19, p = ,05), lo que significa que a mayor IE, menor Salud Mental en las PAM. No se encontró relación significativa entre el consumo de alcohol y la salud mental en la PAM (r =-,06, p = ,50).
Tabla 2. Coeficiente de correlación de Spearman IE, consumo de alcohol (MAST-G) y Salud Mental.
| Variables | IE | Consumo de Alcohol (MAST-G) | Salud Mental |
|---|---|---|---|
| IE | 1 | ,178* (,047) | -,195* (,029) |
| Consumo de Alcohol (MAST-G) | ,178* (,047) | 1 | - ,060 (,503) |
| Salud Mental | -,195* (,029) | - ,060 (,503) | 1 |
Nota:n = 125, IE = Inteligencia Emocional, MAST-G = Michigan Alcoholism Screening Test-Versión Geriatric,
*= correlación significativa al 0.05.
Discusión
El perfil sociodemográfico de las PAM mostró que en su mayoría pertenecieron al sexo femenino y estaban casados. En cuanto a la escolaridad, una gran proporción mostró tener estudios entre secundaria y posgrado y en su mayoría estaban pensionados. Lo anterior es común en la población de PAM de México, debido a que en promedio el sexo femenino (78 años) vive más años que el masculino (72 años), por lo que existe una diferencia de 6 años.28 En relación con la escolaridad el promedio de los años de estudio en México es de 6.5 años (equivalente a la primaria), por lo que solo una proporción minoritaria de PAM pueden obtener un empleo que les permita tener una pensión contributiva. Sin embargo, los participantes del presente estudio mostraron un promedio de años de estudio más alto, lo cual les permitió obtener un empleo en el sector formal y a su vez tener acceso a una pensión.29,30
En relación con el consumo de alcohol se observaron diferencias significativas en los tipos de consumo de alcohol (MAST-G) por sexo, en el cual las mujeres presentaron mayor proporción en la clasificación de consumo sensato en comparación con los hombres quienes mostraron mayor consumo abusivo, Geigl y cols. reportaron resultados similares.31 Lo anterior puede responderse debido a que las PAM del sexo femenino son más susceptibles que las del sexo masculino al consumo de alcohol debido a que sus niveles de agua corporal son naturalmente más bajos, lo que resulta en concentraciones más altas de alcohol en sangre después de consumir cantidades equivalentes de alcohol. Así mismo, estas poseen menos masa corporal magra que los hombres, lo que aumenta la distribución total del alcohol y son menos capaces de metabolizar el alcohol debido a que las enzimas hepáticas se vuelven menos eficaces; por lo que tienden a consumir menos cantidades del alcohol.32-34
Otro hallazgo importante fue que las PAM del sexo femenino presentaron mayor proporción en la clasificación de consumo de riesgo en comparación con las PAM del masculino. Geigl y cols. y Stelander y cols. reportaron resultados similares en sus estudios.31-33 Se ha observado que en los últimos años el consumo de alcohol está aumentando entre las PAM a medida que la generación del Baby Boom (nacidos entre 1945 - 1964) envejece. Como ocurre en la población en general, el aumento en el consumo de alcohol entre los consumidores de la población de PAM ha sido mayor en las mujeres que en los hombres, lo cual puede deberse al empoderamiento de género que hace que las mujeres se rijan menos por expectativas tradicionales que normalmente limita o prohíben el consumo de alcohol.35,36
En cuanto al objetivo general del estudio, se encontró una relación positiva y significativa entre la IE y el consumo de alcohol, así mismo se encontró una relación negativa y significativa entre la IE y la salud mental. Lo anterior puede explicarse en razón de que debido al proceso de envejecimiento la PAM presenta un deterioro cognitivo que conduce a la perdida de la memoria y la velocidad de procesamiento de la información y como resultado este presenta mayor dificultad para reconocer con precisión las emociones propias y de los demás. Así mismo se reduce la capacidad para regular sus estados emocionales negativos y prolongar los positivos.37,38 Además, la atención constante a las emociones puede conducir a la PAM a un proceso reflexivo que puede dar lugar a la intensificación de las emociones a niveles poco saludables y llevar a la PAM al aumento o al inicio del consumo de alcohol y a la reducción de su salud mental.38
Conclusiones
Los resultados mostraron que en su mayoría la muestra estuvo conformada por el sexo femenino, estaban casados o con pareja, habían cursado la primaria, estaban jubilados y se identificaban como católicos. Se observaron diferencias significativas en el consumo de alcohol por sexo, las PAM del sexo masculino mostraron mayor proporción en la categoría de consumo de riesgo, mientras que las del femenino mostraron mayor proporción en las categorías de consumo sensato y de riesgo. Respecto al objetivo general del estudio, se encontró una relación positiva y significativa entre la IE y el consumo de alcohol y una relación negativa y significativa entre la IE y la Salud Mental. No se encontró relación significativa entre el consumo de alcohol y la salud mental.
Los resultados del presente estudio pueden ser de utilidad para que en un futuro se generen nuevas investigaciones en las que se incluyan otros factores que funjan como mediadores entre la IE y la Salud Mental. Así mismo puede ser de utilidad para el desarrollo de intervenciones enfocadas en la reducción del consumo de alcohol, debido a su aumento, especialmente en el sexo femenino.
Dentro de las limitaciones del estudio se encuentra el tamaño de la muestra, lo cual no permitió realizar un anáisis más extenso. En relación con las entrevistas, destaca la necesidad de convencer a la PAM de concluir la entrevista ya que estos realizan actividades recreativas que son de su interés. Otra limitación identificada es la falta de listas de las PAM que asisten a la institución, lo cual no permitió su aleatorización.













